Gabriel, José (seudónimo: José Gabriel López Buisán) (Torres del Obispo, Aragón, España, 18/3/1896 – Buenos Aires, Argentina, 14/6/1957).
Narrador, ensayista, periodista y docente, vinculado al ala “espiritualista” de la Reforma Universitaria, luego a la corriente sindicalista, luego al trotskismo y finalmente al peronismo.
Su familia emigra a Buenos Aires hacia 1905, cuando José Gabriel era apenas un niño. Fue el hijo mayor de Ventura López, ordenanza en el Consejo Nacional de Educación en Aragón, y Teresa Buisán, que crió a los hijos menores cuando se separó de su marido. José desempeñó los más variados oficios desde los 9 años, sin abandonar los estudios. En 1922, en el breve y jocoso reportaje de Suárez Danero que antecede a su novela corta La busca, declara que sólo fue un año a la escuela, que fue monaguillo y titiritero en el Monte del Cantábrico. Al llegar a Buenos Aires trabajó de peón de panadería, luego en un fonda y como pintor de letras y carteles, fue botones de un club y empleado de un escritorio del que lo echaron acusado falsamente de un robo. A los 17 años habría escrito 27 obras dramáticas que luego quemó por ser “tan buenas como las de cualquier autor nacional”.
Se inicia hacia 1915 en el periodismo en el diario porteño de orientación yrigoyenista La Época como cronista de notas municipales, prosiguiendo la misma labor en la revista P.B.T. y en los diarios Mundo Argentino y La Patria, este último fundado por Manuel Ugarte. Ingresa a la redacción del diario La Prensa, donde en 1918 será delegado gremial de la Federación de Periodistas y afines, adherida a la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) del IX Congreso, de orientación sindicalista. Poco antes comienza sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se interesa por la filosofía antipositivista y por invitación de Alfredo Bianchi, participa junto a su hermano intelectual Benjamín Taborga de las tertulias de la revista Nosotros (Buenos Aires, 1907-1943).
Luego de la partida de José Ortega y Gasset de la Argentina a comienzos de 1917, José Gabriel publica en P.B.T. un resumen de las concurridas conferencias y con ello toma posición a favor de las filosofías espiritualistas que, en la escena local, cuestionan sobre todo el positivismo de José Ingenieros. Junto a Taborga entabla contacto epistolar con el filósofo catalán Eugenio D’Ors e impulsa en Buenos Aires el movimiento estudiantil conocido como Escuela Novecentista, antipositivista y espiritualista. El 23 de junio de 1917 reúne en el Círculo de La Prensa a una docena de estudiantes de filosofía enfrentados al positivismo que entre los estudiantes lidera el joven Gregorio Bermann para leer el manifiesto fundacional del Colegio Novecentista. Firman el manifiesto, además de José Gabriel y Taborga, los jóvenes Roberto Gache, Santiago Baqué, Baldomero Fernández Moreno, Carlos Malagarriga, Alfonso de Laferrère, Julio Noé, Adolfo Korn Villafañe, Vicente D. Sierra, Tomas D. Casares, Ventura Pessolano, Jorge Max Rohde, Carlos Bogliolo, Carmelo M. Bonet y José Cantarell Dart. El “Discurso sobre el Colegio Novecentista” de José Gabriel aparece en el primer número de los Cuadernos del Colegio Novecentista (julio de 1917), publicación estudiantil inspirada en los Quaderns d’Estudi que D’Ors venía editando desde 1915 en Barcelona. El cuestionamiento de Roberto Giusti al antipositivismo de Gabriel inicia un debate público entre ambos, del que Giusti republicará las piezas de su autoría en Crítica y polémica (segunda serie, 1924).
José Gabriel participa activamente del comité editor de los Cuadernos hasta mediados de 1918, cuando se aleja junto a Taborga por diferencias con la “minoría católica”, conformada por Jorge Max Rohde, Adolfo Korn Villafañe, Juan Probst y Tomás Casares. En medio de la radicalización estudiantil, éstos posicionan a la revista y al grupo a distancia de las huelgas estudiantiles y del movimiento obrero, al tiempo que identifican la Reforma Universitaria con la difusión de valores que aseguren las jerarquías sociales. El 5 de noviembre de 1918 fallece Taborga. Gabriel impulsa la edición de las obras completas de su amigo –que aparecerían en dos tomos en 1924– y continúa la difusión de un espiritualismo inspirado en D’Ors y simpatizante de la radicalización estudiantil. Una apuesta por la que se mostraron interesados Deodoro Roca y su grupo cuando en 1921 consiguieron que el filósofo catalán aceptara la invitación a impartir un curso en la universidad cordobesa de la Reforma.
En enero de 1919 José Gabriel es cesanteado del diario La Prensa por ser uno de los organizadores de la huelga que, en el marco de la Semana Trágica, paralizó durante 9 días la aparición del matutino. Su padre, que también trabajaba en el diario, no adhirió a la huelga, lo que para José Gabriel significó una ruptura que derivó en el abandono definitivo del apellido paterno, firmando desde entonces sus libros y sus artículos como José Gabriel, como si “Gabriel” fuese su apellido —e incluso lo trasmite a su hijos.
Imposibilitado de conseguir trabajo en el periodismo, debe instalarse en La Plata, sin concluir sus estudios universitarios, para enseñar literatura en el Colegio Nacional y en el Liceo de Señoritas, ambos anexos a la Universidad. Aquí conoce a la estudiante Matilde Delia Natta Coty, con quien mantiene un prolongado noviazgo. Finalmente se casan en 1928 y luego tienen dos hijos, María Teresa Gabriela López Natta y Mario Gabriel López Natta.
Desde 1919 se da a conocer a través de sus colaboraciones en revistas como Nosotros y El Hogar, y de novelas y ensayos sobre arte y filosofía. Acompañó al socialista Juan Felipe Mantecón en la experiencia de la revista Nueva Era (Buenos Aires, 1914-1921), en cuya redacción trabó amistad con los escritores Roberto Mariani, Baldomero Fernández Moreno, Ernesto Palacio, Emilia Bertolé y Alfredo Bufano.
En 1920, cuando Deodoro Roca inicia el intercambio epistolar con D’Ors para que llegue a Córdoba, Gabriel dicta en la Asociación de exalumnos del Colegio Nacional de La Plata –grupo que bajo la dirección de Rafael Alberto Arrieta edita entre 1918 y 1920 la revista Atenea– un curso sobre la pedagogía del catalán y los sistematiza en “La pedagogía idealista de Eugenio d’Ors”, artículo aparecido en el tercer número de Humanidades. Publicación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata (julio de 1922). Colabora en la misma revista con un ensayo filosófico sobre sobre Wilhelm Wundt.
En 1921 Florentino Sanguinetti y otros jóvenes que conducían el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UBA organizan un ciclo de conferencias al que invitan a José Gabriel a disertar sobre “El socialismo ante la guerra” y publican la conferencia en la revista del centro. Ese año José Gabriel también destaca la vida y obra de Evaristo Carriego desde tesis que luego serán cuestionadas por José Luis Borges.
Ante la llegada de D’Ors a mediados de 1921 se renueva la disputa entre el espiritualismo católico y el laico. Apostando por este último, José Gabriel publica La educación filosófica, una recopilación de sus artículos con prólogo de otro revistero que por entonces simpatizaba con el orsismo, Ernesto Laclau (padre del reconocido filósofo). El 21 de septiembre de 1921, en un acto al que asiste D’Ors, José Gabriel es designado director de la Casa del Estudiante de La Plata, espacio dedicado a la extensión universitaria diseñado por la breve gestión de Saúl Taborda (1920-1921) en el Colegio Nacional. El presidente de la Universidad Benito Nazar Anchorena interrumpe el proyecto en abril de 1923, José Gabriel continúa las actividades de extensión como actor, escenógrafo y director –junto a Luis Juan Guerrero y Rafael Alberto Arrieta– en la Compañía de Teatro “Renovación”, grupo estudiantil que, bajo el magisterio de Alejandro Korn, edita la revista Valoraciones (La Plata, 1923-1928). La Compañía presenta obras de Jacinto Benavente, Ramón Del Valle Inclán y Miguel de Cervantes, entre otros, en la ciudad y en el barrio obrero de Ensenada. Para la celebración del Día del Estudiante de 1923 realizada en el Teatro Coliseo Podestá de La Plata, José Gabriel convoca a más de cien voces estudiantiles para Estudiantina, una parodia de los Coros Ucranianos que, en el marco de una gira latinoamericana, se habían presentado ese año en el Teatro Argentino de la ciudad.
Ese año edita el mensuario Minerva. Guía del estudioso. En junio de 1924 abre en la calle 51 n° 649 de La Plata la Librería y papelería “La Estrella”, cuyo lema fue tomado de la primera edición de Don Quijote de la Mancha: “Spero lucem post tenebras” (Espero luz después de la oscuridad). La Estrella es la responsable de la distribución en la ciudad de la revista limeña Amauta y de las obras de su director, José Carlos Mariátegui. A pesar de ser un local pequeño y sobrio, José Gabriel organiza allí una de las más dinámicas trastiendas culturales de la ciudad.
Si bien a lo largo de la década del veinte José Gabriel se distancia del nacionalismo antiizquierdista que comienza a profesar D’Ors, coincide con su defensa del arte clásico ante las vanguardias estéticas. En 1924 pronuncia en el Salón Libre de Arte de La Plata un elogioso discurso al arte realista de José Martorell, discurso publicado dos años después. Asimismo, en 1926 insiste en la defensa del arte clásico con una voluminosa Vindicación de las artes y se transforma en un duro crítico de Emilio Pettorutti. En 1926 obtiene el Segundo Premio Municipal de Literatura.
Por otra parte, en 1927 edita –y poco después estrena– la pieza teatral Farsa eugenesia, en la que las críticas orsianas al cientificismo son expuestas a través del grotesco “doctor Pirulero” y el problema espiritualista de la libertad es el núcleo de los conflictos de éste con su esposa Romilda. Ese año colaboró en la revista porteña Síntesis. Artes, ciencias y letras (Buenos Aires, 1927-1930) con el ensayo “La técnica socrática según El Banquete de Platón”. En 1928 publica Frente a Moisés, sobre la escultura de Miguel Ángel, y la monografía es reconocida con un premio de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
La experiencia de la Compañía “Renovación” es mentada como una suerte de antecesora platense del Teatro del Pueblo y es recuperada en 1942, cuando Alfredo Palacios asume la breve presidencia de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y Gabriel del Mazo la vicepresidencia. Entonces se designa una comisión para proyectar el Instituto de Teatro de la UNLP integrada, entre otros, por José María Monner Sans, Guillermo Korn y José Gabriel. El proyecto es interrumpido por la renuncia de Palacios y Del Mazo poco después del golpe de Estado de junio de 1943. En 1963, cinco años después del fallecimiento de José Gabriel, Guillermo Korn recordaba la experiencia teatral y caracterizaba a su amigo como “genial e impulsivo, autodidacto de una prodigiosa capacidad de asimilación y de trabajo”. El mismo año Delia M. de Zaccardi lo recordaba como “periodista de fuste, combatiente y contradictorio, de prosa brillante, ágil y personal; antiacadémico por excelencia. De carácter retraído pero vehemente, muy a menudo arbitrario, acompañaba a una frase de límpida construcción un adjetivo tremendo. No escapaban a sus críticas ni las figuras más encumbradas”.
A fines de la década del veinte, José Gabriel vuelve al periodismo ingresando a la redacción del diario Crítica y al semanario Caras y Caretas, donde hizo desde crónicas futbolísticas hasta editoriales, pasando por reseñas bibliográficas. Tras el golpe militar de setiembre de 1930, el clima persecutorio hacia los reformistas lo obliga a exiliarse en Montevideo (la cátedra de Literatura que deja en el Colegio Nacional de La Plata es ocupada por Ezequiel Martínez Estrada).
Mientras enseña en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República, José Gabriel elabora (con motivo de la proclamación de la República Española) su libro La revolución española (1932), ahora desde un encuadre marxista.
Publica además una serie de artículos sobre la situación política argentina y la importancia de nacionalizar y latinoamericanizar el socialismo, reunidos en el libro Bandera Celeste (1932). En 1933 está otra vez en La Plata, donde edita la revista El Fúlmine. Se reincorpora a la redacción de Crítica y se vincula a los grupos culturales del trotskismo a partir de su artículo “El titán encadenado” (1933), un elogio de León Trotsky aparecido en la revista Contra (Buenos Aires, 1933) y que desata un debate en la revista que dirige Raúl González Tuñón. Junto a su discípulo Olegario Becerra, dirige en 1934-1935 los diecinueve números de la revista platense Martín Fierro, consagrada al estudio de la obra de José Hernández ante el centenario de su nacimiento. Por esos años también colabora con Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz en la revista Señales (Buenos Aires, 1935-1936) mientras participa de la experiencia de la revista Visión (1936), editada por el núcleo trotskista que conforman Luis Koiffman y Carlos Liacho.
A fines de 1936 viaja a la España de la guerra civil como corresponsal del diario Crítica y recorre el frente de Aragón, su tierra natal. Conoce allí al mítico líder anarquista Buenaventura Durruti. En noviembre de 1937 aparece en el periódico anarquista La Protesta una nota recordando a Durruti en el primer aniversario de su muerte (“En el primer aniversario de la muerte de Durruti el periodista Gabriel escribe sus impresiones”, en: La Protesta nº 7862, Buenos Aires, noviembre 1937, p. 3).
Regresa del frente y se dirige a Barcelona, donde escribe su “Ditirambo a García Lorca” apenas recibe la noticia del fusilamiento del poeta. De esa experiencia en España nacieron dos de sus principales libros políticos: España en la cruz (1937) y La vida y la muerte en Aragón (1938), en los cuales defendió la causa republicana desde posturas afines al anarquismo de la CNT-FAI y al marxismo antistalinista del POUM.
De regreso en la Argentina en 1937, participa de la experiencia de la Liga Obrera Socialista (LOS), trotskista, y colabora en su periódico Inicial (Buenos Aires, 1940-1941), que inspiraba Antonio Gallo. En 1939 da a conocer La fonda, novela sobre la vida de los inmigrantes europeos en la ciudad. Dos años después acompaña la breve experiencia de unificación de los grupos trotskistas en el PORS (Partido Obrero de la Revolución Socialista), colaborando en su órgano, Frente Proletario (Buenos Aires, 1941-1943). Colaboró también en Timón (Buenos Aires, 1939-1940), la revista que dirigió en Buenos Aires el escritor anarquista Diego Abad de Santillán y en la prensa antifascista argentina, sobre todo en los primeros tres años de vida del semanario Argentina Libre (Buenos Aires, 1940-1947).
Era secretario de la SADE bajo la presidencia de Ezequiel Martínez Estrada cuando se produjo el golpe militar de junio de 1943. Opositor al régimen, es detenido el 9 de julio de ese mismo año. Recupera la libertad después de 40 días de prisión en la Cárcel de Villa Devoto y vuelve a exiliarse en Montevideo junto a su esposa y sus dos hijos. Desde esa ciudad integró la Asociación de Mayo, formada por exiliados de orientación socialista.
En 1946 llegó a Lima, Perú, donde, invitado por el aprista Luis Alberto Sánchez, dirigió y enseñó en el Instituto de Periodismo de la Universidad Mayor de San Marcos, hasta que el cuartelazo de 1948 lo privó de sus cargos. Allí escribió y ensayó su obra teatral Tonterías, que no llegó a estrenar.
Fuertemente crítico del peronismo emergente (en Montevideo había publicado el folleto “Carácter y propósitos de la dictadura argentina”, 1945), un encuentro casual con el canciller Atilio Bramuglia en Lima parece haberlo persuadido en otro sentido. Regresó a la Argentina hacia 1949, convertido –según su amigo Suárez Danero– en un “peronista leal”, para ocupar un cargo en la Secretaría de Información y Prensa. José Gabriel sostuvo entonces al peronismo con el mismo fervor con el que antes había defendido sucesivamente el novecentismo, el anarconsindicalismo, el trotskismo y el antiperonismo.
Instalado entonces en Villa Obrera, un barrio proletario de la localidad bonaerense de Lanús, se desempeñó como periodista en el Ministerio de Salud Pública. Preside el Primer Congreso Nacional de Periodistas de la Argentina, celebrado en Buenos Aires del 1 al 8 de septiembre de 1951. Es acompañado por Julio Crotto Posse como secretario y Oscar Aliaga Argañaraz, Luis María Álvarez y Miguel Tagliaferro como vocales. Allí se aprueba la declaración que había preparado y poco después se la difunde como folleto. Tres años despues es comisionado por el Ministerio de Salud para participar de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, reunida en Roma entre el 31 de agosto y el 10 de setiembre de 1954.
Defiende el régimen peronista a través de una serie de artículos en el diario El Laborista, la revista Hechos e Ideas (Buenos Aires, 2ª época: 1947-1955) y el periódico Argentina de hoy (Buenos Aires, 1951-1955). Reformula su crítica a la historiografía liberal de su ensayo Bandera celeste (1932) en la revista Sexto Continente (Buenos Aires, 1949-1950), que dirigen Armando Cascella y Alicia Eguren.
Acompaña las columnas de trabajadores que el 16 de junio de 1955 se dirigen a la Plaza de Mayo y a la sede de la CGT para defender al gobierno peronista, columnas bombardeadas por los aviones de la Aeuronáutica golpista. Expulsado de su cargo tras el golpe militar que en septiembre de ese año derroca a Perón, muere dos años después mientras mecanografiaba una nota en la redacción del diario El Laborista.
Denostado por su adhesión al peronismo, en una carta pública a un periodista del diario El Mundo se defendió en un párrafo que lo define: “…tengo una ya larga e intensa vida de luchador presidiario y desterrado por el bien ajeno, y de individualista siempre sacrificado (jamás pertenecí a ningún partido)…”.
Enrique Anderson Imbert lo incluyó entre los “más significativos narradores argentinos” de su generación que tomó a Buenos Aires como centro de atención.
Obra
- “Escritores españoles: Una visita a José Ortega y Munilla, José Ortega y Gasset y Eduardo Marquina”, en: P.B.T. n° 610, Buenos Aires, 5 de agosto de 1916.
- “José Ortega y Gasset: sus lecciones sobre filosofía”, en: P.B.T. n° 633, Buenos Aires, 13 de enero de 1917.
- “Las orientaciones de la filosofía contemporánea”, en: Cuaderno [del Colegio Novecentista] nº 2, Buenos Aires, agosto de 1917, pp. 116-118.
- “Los inocentes”, en: La novela del día nº 40, Buenos Aires, 1919.
- “Las salvaciones”, Buenos Aires, 1920.
- “Sugestiones para la renovación de la Filosofía y Letras”, en: Ariel n° 12, Buenos Aires, agosto de 1920.
- “Un lance de honor”, en: La novela del día n° 68, Buenos Aires, 1920.
- La educación filosófica, Buenos Aires, Publicaciones del Centro de Estudiantes de Derecho y Ciencias Sociales, 1921.
- Evaristo Carriego. Su vida y su obra, Buenos Aires, 1921.
- “El socialismo ante la guerra”, en: Revista Jurídica, tomo XXXVIII, Buenos Aires, enero-abril 1921; mayo-diciembre de 1921.
- “La pedagogía idealista de Eugenio D’Ors”, en: Humanidades nº 3, La Plata, 1922, pp. 387-400.
- Las novelas. Primera serie: La Fonda. Un lance de honor. La joya más cara, Buenos Aires, Tor, 1922.
- “La busca”, en: La novela porteña n° 27, Buenos Aires, 20 de octubre de 1922.
- “Con un muchacho que yo no quería”, en: La novela porteña, Buenos Aires, febrero de 1923.
- Vindicación de las artes, Buenos Aires, Mercatali, 1926.
- “Evaristo Carriego”, Buenos Aires, 1926.
- Martorell. Monografía de arte, Buenos Aires, Félix Santi, 1927.
- Farsa eugenesia. Drama clásico, Buenos Aires, Calpe-J. Urgoiti, 1927.
- Elegía a Zuloaga, Buenos Aires, Félix F. Santi Impresor, 1927.
- Frente a Moisés, Buenos Aires, Ángel Estrada y cía., 1928.
- “Devoción de Benjamín Taborga”, en: Nosotros nº 235, Buenos Aires, diciembre de 1928.
- “Origen del sentido de modernidad”, en: suplemento dominical del diario La Nación, Buenos Aires, 23/6/1929, p. 1.
- “Don Juan clásico y Don Juan Romántico”, Buenos Aires, 1929.
- “El arte y la belleza”, Buenos Aires, 1929.
- “Lo moderno temporal y lo moderno cualitativo”, Buenos Aires, c. 1930.
- “La noche del parto”, Buenos Aires, 1930.
- “El cisne de Mantua”, Buenos Aires, c. 1930.
- “Reglas para un manual del político”, Buenos Aires, ed. del autor, 1931.
- “La literatura como instigación social”, La Plata, ed. del autor, 1932.
- Bandera celeste. La lucha social argentina, Buenos Aires, Porter Hnos, 1932.
- La revolución española. Su origen, su significado, su destino, Buenos Aires, 1932.
- El gran libro de la guerra, Buenos Aires, c. 1933.
- El pozo negro. Relatos del mundo, Buenos Aires, Claridad, s/f [c. 1935].
- Las semanas del jardín. España y América vistas a través de un desconocido libro de Cervantes, Santiago de Chile, Ercilla, 1937.
- España en la cruz, Santiago de Chile, Ercilla, 1937.
- Las semanas del jardín. España y América vistas a través de un desconocido libro de Cervantes, Santiago de Chile, Ercilla, 1937.
- “El doctor de Michigan”, Buenos Aires, sin editor, 1938.
- La vida y la muerte en Aragón, Buenos Aires, Imán, 1938.
- El nadador y el agua, Buenos Aires, Compañía Impresora Argentina, 1938.
- La fonda. Novela porteña, Buenos Aires, Imán, 1939.
- El loco de los huesos. Vida, obra y drama del continente americano y de Florentino Ameghino, Buenos Aires, 1939.
- “¿Qué ha ocurrido en España?”, Buenos Aires, sin editor, 1939.
- Aclaraciones a la cultura, Buenos Aires, Colombo, 1940.
- “La nueva Universidad”, en: Gabriel Del Mazo (comp.), La Reforma Universitaria., La Plata, Edición del Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UNLP, 1941, tomo III. Ensayos críticos (1918-1940), pp. 334-344.
- Entrada en la modernidad, Buenos Aires, 1942.
- José Gabriel, “Verdadera historia del Colegio Novecentista”, en: La Libertad Creadora n° 2, Buenos Aires, 1943.
- “Walt Whitman. La voz democrática de América”, Montevideo, Ceibo, 1944.
- Lamadrid. El valor legendario, Buenos Aires, Emecé, 1944.
- “¿Dónde vivirá el hombre libre?”, Montevideo, Amigos de Casa de los Libertarios, 1944.
- “La Madrid, el valor legendario”, Montevideo, 1944.
- “A la Juventud argentina, a mis alumnos, a mis hijos”, s. l. [¿Montevideo?], 1944.
- “Carácter y propósitos de la dictadura argentina”, Montevideo, 1945.
- Curso fundamental de literatura española, Buenos Aires, 1945.
- La encrucijada. Europa entre la revolución y la guerra, La Plata, Moreno, 1951.
- La libertad de prensa, Buenos Aires, Congreso Nacional de Periodistas, 1951.
- Gramática ideológica, Buenos Aires, 1952.
- “Los obreros”, Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones (Presidencia de la Nación), Buenos Aires, 1953.
- “Llenos de coraje y de miedo”, Buenos Aires, 1955.
- De leguleyos, hablistas y celadores de la lengua, Buenos Aires, Ediciones de la Biblioteca Nacional, 2015.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio y Bustelo, Natalia (2023), “Gabriel, José”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.