Sánchez Viamonte, Carlos (apodo: Carloncho, seudónimo: Sagitario) (La Plata, Pcia. de Buenos Aires, Argentina, 16/6/1892 – Buenos Aires, Argentina, 2/7/1972).
Militante reformista, abogado constitucionalista, defensor de presos políticos, legislador, escritor y dirigente socialista.
Nació en el seno de una tradicional familia patricia. Su padre, el abogado constitucionalista Julio Sánchez Viamonte, estuvo entre los fundadores del Club Liberal en el siglo XIX. Era nieto de dos próceres de la Independencia: el Cnel. Modesto Sánchez y el Gral. Juan José Viamonte. Su madre fue Bernabela Molina Salas. “Carloncho”, como se lo apodó, fue el quinto de siete hermanos, cuatro varones y tres mujeres, que formaron en la recientemente fundada ciudad de La Plata una suerte de clan familiar.
Realizó sus estudios primarios en la Escuela Anexa dependiente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y los secundarios en el Colegio Nacional, también dependiente de la UNLP. Durante los últimos años de ese estudio En sus años de estudiante editó la revista estudiantil Coloseum (1908-1909), hoy inhallable. Ingresó en 1910 a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, de la que egresó en 1914 con el título de abogado. Entonces comenzó a dar clases en la Escuela Nacional Superior de Comercio de La Plata. El 20 de mayo de 1918 se casó con Sara Martínez de Haedo Gándara (1896-1985), con quien tendría una hija: Adela. Desde 1919 es profesor de Historia Universal y de Instrucción cívica en el Colegio Nacional de La Plata. En 1923 fue electo Consejero estudiantil en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y dos años después se doctoró con la tesis “Naturaleza institucional del sufragio”. En la década siguiente dictó Historia de las Instituciones Políticas y Derecho Público en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNLP.
En su formación intelectual se conjugaron el liberalismo de su tradición familiar, la teosofía, el socialismo, el reformismo universitario y el antimperialismo latinoameranista.
Colaboró en la revista teosófica La Cruz del Sur. Participó activamente en el movimiento de la Reforma Universitaria que estalló en Córdoba en 1918 y que desde el año siguiente encontró en La Plata otro de sus epicentros. Formó parte, junto a Aníbal Ponce y Julio V. González, del círculo de jóvenes reformistas que rodeó a José Ingenieros en sus últimos años, colaborando en la Revista de Filosofía (1915-1929) y en el boletín mensual Renovación (1913-1930).
En 1922 viajó por Europa. A su regreso, en agosto de 1923, se batió a duelo de espada con Wenceslao Urdapilleta. Ese año se sumó con Julio V. González como consejero estudiantil por la minoría de izquierda que venía liderando Florentino Sanguinetti y se enfrentaba al grupo nacionalista Unión Universitaria, liderado por Alfonso Korn Villafañe, hijo mayor del filósofo Alejandro Korn. En sus memorias refiere que en 1923 Julio V. González, también graduado de abogacía en La Plata y proveniente de la elite político-cultural pero seis años menor, lo visitó en su bufete:
«por objeto de obtener mi consentimiento para que el Centro de Estudiantes de Derecho de Buenos Aires sostuviese nuestra candidatura para consejeros de la Facultad. Los alumnos habían conversado con él al respecto y habían convenido que yo debía integrar el sector de la representación estudiantil en el Consejo. Era evidente que mi candidatura la había sugerido “Palito”, como le llamábamos los amigos […]. En los debates que debimos sostener en el Consejo Directivo de la Facultad de Derecho de Buenos Aires nos completábamos. Frecuentemente Julio V. González tomaba la iniciativa y se limitaba a pedirme que estuviera atento para la contrarréplica que, acaso, era mi fuerte. En un determinado momento me confesó: “Si no contara contigo para la contrarréplica, no me animaría a decir lo que necesito».
Ambos fueron consejeros durante dos periodos (1923-1927 y 1929-1930), en el primero estuvieron acompañados por Sanguinetti, en el segundo por el cordobés Emilio Biagosch. De modo similar a lo que venían haciendo los parlamentarios socialistas, los consejeros estudiantiles preparaban intervenciones que se asemejaban a declaraciones de principios, que luego difundieron como parte del ideario reformista como artículos, entrevistas y manifiestos difundidos en diarios, revistas o libros. En efecto, en 1924 fundaron el Partido Unión Reformista y editaron Unión Reformista. Órgano oficial del Partido Unión Reformista de la Facultad de Derecho y C. S., reemplazado al año siguiente por Centro Izquierda. Órgano del Partido Reformista Centro Izquierda de la Facultad de Derecho y C. S. (1925-1933).
Sánchez Viamonte destaca que esa militancia reformista en la que tan bien se complementaba con González se prolongó hasta la temprana muerte de éste, en 1955:
Juntos fuimos dos veces consejeros de la Facultad de Derecho de Buenos Aires; simultáneamente fuimos nombrados profesores en el curso de ingreso de la Facultad de La Plata [durante el decanato de Palacios]. Casi simultáneamente ingresamos en el Partido Socialista en el año 1931; en el año 1940 resultamos candidatos a diputado nacional por ese Partido entre los cinco que luego resultaron elegidos por la minoría. Como candidatos iban juntos nuestros nombres y no nos separó la elección. Juntos fundamos la revista de humanidades Sagitario [1925-1928] en La Plata y ambos hemos usado ese seudónimo en artículos periodísticos.
En la década del treinta Sánchez Viamonte fue consejero docente de la UBA. Desde mediados de la década apostó a una definición latinoamericana y antiimperialista de la Reforma Universitaria. Se contó en marzo de 1925 entre los fundadores de la Unión Latinoamericana (ULA), cuyo presidente fue Alfredo Palacios y Sánchez Viamonte el vice. Los otros firmantes del acta fundacional fueron Aníbal Ponce, Alfredo Brandán Caraffa, Ramón Melgar (h.), Gabriel Moreau, Alfredo Bianchi, Alejandro Lastra, Carlos Amaya, Fernando Márquez Miranda, Arturo Orzabal Quintana, Enrique M. Alonso, Julio H. Brandán, Emilio Cipoletti, Andrés D’Onofrio, Agustín Dillón, Enrique Méndez Calzada, G. Paulsen, E. Suárez Calimano y Adolfo Korn Villafañe, quien desde una rival concepción de la Reforma Universitaria se interesaba por el imperialismo y editaba junto a Antonio Herrera la revista Diógenes. Otro de los firmantes es Julio R. Barcos, quien en 1927 publica Cómo educa el estado a su hijo y dedica el décimo capítulo, “Nuestras universidades son escuelas de mandarines” a “a los doctores Florentino Sanguinetti, Emilio R. Biagosch, Carlos Sánchez Viamonte y Julio V. González, gallardos mantenedores de la Reforma en el seno del Consejo Universitario de la Capital”.
Poco después de la fundación de la ULA aparecía, como órgano de cultural de ésta, el primero de los doce números de la revista platense Sagitario, dirigida por Sánchez Viamonte junto con González y Carlos Amaya. La revista contó con un sello homónimo en el que aparecieron Derecho político y Del Taller Universitario, ambos de Sánchez Viamonte, y La Reforma Universitaria de González. Por esos años realizó tres viajes en los que difundió el programa de esa fracción latinoamericanista y antiimperialista de la Reforma: en 1924 visitó Río de Janeiro, en 1925, Lima y en 1926, Asunción. La conferencia que pronuncia en Lima, “Los problemas de la América Latina”, es publicada en Buenos Aires por Acción universitaria y en 1927 es listada en el sexto tomo de La Reforma Universitaria, compilación preparada por Gabriel del Mazo, como parte de la referencia bibliográfica. En 1941 Del Mazo prepara una reedición ampliada y selecciona para el tercer tomo los siguientes ensayos de Sánchez Viamonte: “La cultura frente a la Universidad”, “La Universidad y la vocación política del siglo” y “El primer decenio de la Reforma Universitaria en el país”.
La primera iniciativa en conjunto de la ULA y Unión Universitaria contó también con la Asociación Cultural de Montevideo y fue un ciclo argentino-uruguayo de conferencias. Sánchez Viamonte tuvo a cargo la primera conferencia, realizada en 1925 en Montevideo. Viajó acompañado por una delegación estudiantil. El mismo año se trasladan a Montevideo para impartir sus conferencias Palacios, Sanguinetti y Orzábal Quintana. Además, ese año colabora en Acción universitaria (Buenos Aires, 1924-1926), periódico estudiantil dirigido por Elías Jaskevich y Luis Petraglia y ligado a la ULA.
A fines de 1926 es uno de los firmantes de “Por el reconocimiento de los soviets. Declaración de un núcleo de intelectuales”. Los otros firmantes son Sanguinetti, Palacios, Ponce, Bianchi, Sáenz, González, Alejandro Castiñeiras, Roberto Giusti, Carlos Caminos, Enrique Mouchet, Orzábal Quintana, Alfonsina Storni, Alberto Palcos, Nicolás Bessio Moreno, Mariano A. Barrenechea y Alejandro Korn. Ese año Unión Reformista gana el Centro de Estudiantes, poco después Sánchez Viamonte y los otros consejeros fundan la fracción “centro-izquierda”.
En enero del año siguiente la revista reformista de Buenos Aires Atlántica publica su breve ensayo “La nueva América” junto a un retrato. Allí destaca que “es uno de los más nobles exponentes de la nueva generación americana. Sus libros Derecho político y Del taller universitario le consagran como un espíritu inquiero y renovador. Su actuación en las luchas de la reforma universitaria le dio la autoridad moral que deben tener los combatientes honestos y sinceros.
En 1930 publica El último caudillo, ensayo antiyrigoyenista que lleva el prólogo de Deodoro Roca. Tras el golpe militar de setiembre de 1930, fue expulsado de sus cátedras en 1931, exiliándose por breve tiempo en Montevideo, donde escribió Ley marcial y estado de sitio. Ese año es uno de los firmantes de la “Declaración de los ex consejeros de la Facultad de Derecho” de la UBA ante la acusación de “mercenarios, sólo atentos a las exigencias de un desorbitado exhibicionismo” que había formulado Clodomiro Zabalía al asumir el decanato de esa facultad. Entre los firmantes se encuentran Monner Sans, González, Sánchez Viamonte, Biagosch, Mario Bravo, Mariano Calvento (h), Alejandro Lastra, Manuel Rodríguez Ocampo y Agustín de Vedia.
Al igual que González y Sanguinetti, durante la década del veinte se mantuvo a distancia del comunismo y del socialismo –e incluso buscaron radicalizar al Partido Demócrata-Progresista a partir de la fundación de su Juventud-, simpatizó con las filosofías antipositivistas como la de José Ortega y Gasset, pero procuró un derecho basado en la ciencia y adhirió a la Revolución Rusa en tanto identificaban en ella la instalación de un orden legal científico que solucionaría la injusticia económica y social. A comienzos de la década siguiente, en abril de 1931, se afilió junto a González al Partido Socialista e integró el Comité Ejecutivo desde 1935. Por este partido fue convencional en la Constituyente de la Provincia de Buenos Aires en 1936, diputado provincial durante cinco años en representación de la 3ª sección de la Provincia y, finalmente, en 1940, diputado nacional por la Capital Federal. Concluyó su mandato el golpe militar de junio de 1943, a partir del cual también fue exonerado de sus cátedras. Si bien es reincorporado poco después, renuncia en diciembre de 1945 por su oposición a la intervención del gobierno peronista en la Universidad.
Retorna a la UNLP tras el derrocamiento de Juan D. Perón en 1955, pero renuncia para ocupar en 1958 el cargo de profesor titular de Derecho Constitucional con dedicación exclusiva en la Facultad de Derecho de la UBA. En 1955 relanza Sagitario, ahora como revista socialista (1955-1956), y en 1958 vuelve a aparecer como periódico hasta 1961.
En 1955 fue miembro de la Comisión de Estudios Constitucionales designada por el gobierno militar, pero renunció por discrepancias con los otros constitucionalistas. En 1964 fue vicerrector, y luego rector, de las Facultades de Estudios Sociales Joaquín V. González, cargo al que renunció en 1967.
Paralelamente a su acción política, ejerció la profesión de abogado, dedicándose sobre todo a la defensa de los trabajadores —como los llamados “presos de Bragado”— y a asuntos de derecho público, presentando innumerables recuros de habeas corpus y demandas de inconstitucionalidad en defensa de la ciudadanía, acusando a jueces y funcionarios.
En mayo de 1915 sufrió durante cinco días su primera prisión en el Departamento de Policía de La Plata por iniciar una querella al Jefe de Policía. Fue detenido durante varios días en setiembre de 1945, en el penal de Villa Devoto y nuevamente el 12 de mayo de 1953, permaneciendo en la penitenciaría de la Av. Las Heras —junto a otros socialistas como Alfredo Palacios y Nicolás Repetto— hasta el 25 de setiembre. Integraba la mayoría del Comité Ejecutivo del PS cuando estalló, entre el XLIII Congreso reunido en Córdoba del 16 al 18 de noviembre de 1957 y el de XLIV reunido en Rosario el 10 de julio de 1958, la crisis que dividirá al partido: la minoría (socialdemócrata de derecha) constituirá el PS Democrático mientras que Sánchez Viamonte, Alfredo Palacios y Alicia Moreau, liderando el ala socialdemócrata de izquierda, constituirán el PS Argentino. De este, Sánchez Viamonte será candidato a vicepresidente, siguiendo a Palacios como presidente, en las elecciones de 1958.
A principios de la década de 1960 integra el Comité Nacional del PSA, pero con la nueva crisis que lo divide se aleja de la actividad partidaria en 1962. Ese año también renuncia a los cargos docentes. A pesar de su alejamiento, aceptó la postulación de su candidatura a senador nacional por el PSA en las elecciones de 1963. En diciembre de 1961, cuando se descubrió en la Argentina al genocida nazi Adolf Eichmann con una identidad falsa, argumentó a favor de aceptar el pedido de extradición por parte de Israel. En marzo de 1966 fue designado embajador extraordinario y plenipotenciario ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en New York, cargo al que renunció tras el golpe militar de 1966.
En 1950 y 1956 volvió a viajar por Latinoamérica; en esta última fecha partió desde México en un crucero al Cercano Oriente, retornado una vez más a Europa y el Cercano Oriente en 1960 y en 1968.
En consonancia con Palacios y González, se reconocía marxista y sostenía un “socialismo jurídico”. Identificó la economía y la lucha de clases como el motor de la historia y apostó a un cambio progresivo, guiado por una revisión de las leyes, que identificaba el derecho como el cauce necesario de la justicia.
Fue miembro del Instituto Sarmiento de Sociología e Historia, que fundó Alberto Palcos. Su último secretario fue el escritor socialista Víctor García Costa.
Falleció en Buenos Aires en julio de 1972, poco después de cumplir ochenta años. Por iniciativa de Segundo V. Linares Quintana, uno de los institutos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata lleva actualmente su nombre. A comienzos del siglo XXI se fundó en la ciudad de Buenos Aires el Centro cultural y biblioteca popular “Carlos Sánchez Viamonte”, impulsado por el socialista Norberto La Porta.
Obra
- “El respeto a la ley”, La Plata, ed. del autor, 1915.
- El derecho de juzgar y otros discursos, La Plata, ed. del autor, 1922.
- “Arte y religión”, La Plata, 1923.
- Impresiones de un viaje a Europa, La Plata, ed. del autor, 1923.
- Derecho Político, La Plata, Sagitario, 1925.
- Del taller universitario, Buenos Aires, Sagitario, 1926.
- Del habeas corpus, Buenos Aires, Abeledo, 1927.
- “La ley, como el cuchillo”, La Plata, ed. del autor, 1928.
- La cultura frente a la universidad, Buenos Aires, Samet, 1928.
- Jornadas, Buenos Aires, Samet, 1929.
- El último caudillo, Córdoba, El País, 1930 (2a. ed.: Claridad, 1930, 3a ed.: Devenir, 1956).
- “La defensa de un juez”, Buenos Aires, ed. del autor, 1931.
- Ley marcial y estado de sitio en el derecho argentino, Montevideo, Impresora Uruguaya, 1931.
- “Nulidad de transacción”, La Plata, ed. del autor, 1932.
- Democracia y socialismo, Buenos Aires, Claridad, 1933 (2ª. ed.: BA, SAGA, 1957).
- Defectos sociales de la Constitución de 1853, Buenos Aires, Claridad, 1933.
- “Por la libertad civil y política”, Buenos Aires, Asociación de Abogados, 1934.
- Hacia un nuevo Derecho Constitucional, Buenos Aires, Claridad, 1938.
- “El socialismo y la evolución jurídica”, El pequeño libro socialista, nº 53, Buenos Aires, La Vanguardia, 1938.
- Cuestiones institucionales (Labor parlamentaria), Buenos Aires, ed. del autor, 1941.
- “Vísperas del 4 de Junio (responsabilidad de gobernantes)”, Buenos Aires, Futuro, 1943.
- Manual de Derecho Constitucional, Buenos Aires, Kapelusz, 1944.
- Derecho Constitucional. I. Poder Constituyente, Buenos Aires, Kapelusz, 1945.
- El problema contemporáneo de la libertad, Buenos Aires, Kapelusz, 1946.
- Revolución y doctrina de facto, Buenos Aires, Claridad, 1946.
- Utilidad de las dictaduras (crítica constructiva), Buenos Aires, La Vanguardia, 1947.
- Historia institucional argentina, México, FCE, 1948.
- “Los derechos del trabajador”, El pequeño libro socialista nº 74, Buenos Aires, La Vanguardia, 1949.
- Biografía de una ley antiargentina. Ley 4144, Buenos Aires, NEAR, 1956.
- El pensamiento liberal argentino en el siglo XIX, Buenos Aires, Gure, 1957.
- Libertad de imprenta, delitos de imprenta y censura, Buenos Aires, Argentores, 1964.
- Universidad, educación y laicismo, Buenos Aires, s/e, 1968.
- Crónicas de ayer y de hoy, México, Cajica, 1971.
Cómo citar esta entrada: Bustelo, Natalia y Tarcus, Horacio (2023), “Sánchez Viamonte, Carlos”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.