URONDO, Francisco Reynaldo (apodo: Paco) (nombres de guerra: Ortiz) (Santa Fe, Pcia. de Santa Fe, Argentina, 10/1/1930 – Pcia. de Mendoza, Argentina, 17/6/1976).
Poeta, escritor, periodista, militante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), dirigente de Montoneros.
Segundo hijo de Francisco Enrique Urondo y de Gloria Edelma Angélica Invernizzi. El padre, ingeniero egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se suma al plantel docente de la recientemente creada Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en Santa Fe, la que se convertiría en un polo de desarrollo científico y técnico de avanzada en la región. Se instala en esa ciudad con su esposa a principios de los años ’20. Esta última se dedica a sus hijos, Beatriz y Paco, y a fomentar la vida social en su casa, organizando reuniones y fiestas. Es en la nutrida biblioteca del ingeniero Urondo donde el menor de los hijos descubre la pasión por la lectura.
Para cuando asiste al Colegio Nacional “Simón de Iriondo”, “Paco” Urondo ya escribe poemas. Allí conoce a Miguel Brascó, a la sazón celador suyo. También por entonces cultiva una amistad con Fernando Birri, junto al cual participaría de “El Retablo de Maese Pedro”, un grupo de artistas que recorre la provincia de Santa Fe ofreciendo funciones de títeres en escuelas. En 1947, la familia Urondo se traslada a Buenos Aires luego de que Francisco (padre) fuera cesanteado de la Facultad a consecuencia de la intervención del presidente Juan D. Perón en las universidades, en detrimento de su autonomía. A la misma casa de estudios regresaría años después el ingeniero Urondo como interventor, una vez expulsado Perón del gobierno.
Paco termina sus estudios en el porteño Colegio Nacional “Domingo F. Sarmiento” de la ciudad de Buenos Aires. Desde los primeros años ‘50 estaría en contacto con el grupo de la revista Poesía Buenos Aires (1950-1960), así como con los santafesinos que convergen en los viajes a Entre Ríos para visitar al poeta Juan L. Ortiz, como Brascó, Hugo Gola, Juan José Saer y Birri. De regreso en Santa Fe, en 1951 realiza el servicio militar. Ni la carrera de Ingeniería, ni la de Leyes o la de Letras convencen a Paco de postergar otros proyectos que entiende más adecuados a sus deseos. En enero de 1952 se casa con Graciela Murúa, con quien viene compartiendo la actividad cultural en el grupo de El Retablo… y con la que tendría dos hijos, Claudia Josefina y Javier. El matrimonio decide instalarse en Mendoza y luego en Tucumán, con la intención de viajar con las obras de títeres mientras su situación económica lo permita, aunque pronto regresarían a su provincia, donde nace su primera hija en abril de 1953.
La pareja se muda entonces a Buenos Aires para emprender una nueva etapa en su vida. La casa alquilada de Ituzaingó, en el conurbano de la capital del país, sirve de lugar de reunión para el círculo de amigos de Poesía Buenos Aires: Jorge Móbili, Mario Trejo, Raúl Gustavo Aguirre, Edgar Bayley, los hermanos Fernández Moreno, entre otros. Paco ha conseguido trabajo primero en la editorial Losada, y luego como empleado de Vialidad Nacional. Pero esto no detiene su diversificada actividad artística.
A la publicación por primera vez de un poema suyo en aquella revista y la salida en mimeógrafo de su poema La Perichole, le sigue la dirección de una obra de teatro de su amigo Bayley, mientras trabaja en la secretaría de redacción de la revista Vigilia (Merlo, 1953-1956), junto a Rodolfo Alonso y Ernesto Guelperín. Su primer libro publicado, un conjunto de poemas en prosa, sale bajo el sello de Poesía Buenos Aires en 1956, con el título de Historia antigua. Caracterizada en una primera etapa como hermética, y de tono surrealista, su poesía incorporaría con los años las marcas de la oralidad y la conversación, junto a la dimensión política. Las líneas poéticas que convergen en su obra provienen según la opinión de la crítica en primer lugar de Ortiz, seguido de Oliverio Girondo, Raíl González Tuñón, César Vallejo, Nicolás Olivari, Drummond de Andrade, además de sus amigos poetas ya mencionados.
Por su activa labor cultural y literaria, en 1957 Urondo es convocado a su ciudad natal a dirigir la Sección Arte Contemporáneo creada por el Instituto Social del Departamento de Acción Cultural de Santa Fe, dependiente de la UNL. Su éxito en esa gestión lo lleva a ser designado como Director General de Cultura de Santa Fe en el Ministerio que ocupa en el área de Educación el ensayista Ramón Alcalde bajo el gobierno de Carlos Silvestre Begnis, cuando Arturo Frondizi (1958-1962) asume la presidencia de la nación. Durante el año en el que permanece en el cargo, su acción se orienta principalmente a la promoción cultural en el conjunto de la provincia, a través del impulso a centros de actividad cultural que multiplicaran esa labor.
En 1960, tras su separación de Chela Murúa al año del nacimiento de su segundo hijo, se instala definitivamente en Buenos Aires, decidido a dedicarse de lleno a la actividad literaria. Entra a trabajar en la sección de prensa del rectorado de la UBA. Vive primero en casas de amigos y luego en una casona de la calle Venezuela al 700, donde conviviría desde 1962 con su nueva pareja, la actriz Zulema Katz, sus hijos, y también con amigos del mundo de la música, el teatro y el cine, destacándose entre los habitués e integrantes de la casa César Calvo y Juan Gelman, Emilio Alfaro, Federico Luppi, Milton Roberts, Rodolfo Kuhn, Roberto Cossa, Carlos Bares, Juan Cedrón, Pirí Lugones, Marilina Ross, Cristina Banegas, Alberto Fernández de Rosa, así como los hermanos Brascó, Noé Jitrik… No es sino con Jitrik, Miguel Brascó, Ramiro de Casasbellas, Alberto Vanasco, César Fernández Moreno, Edgar Bayley, Julio Lareu, Jorge Souza y otros, que editan la revista Zona de la Poesía Americana (Buenos Aires, 1963-1964), en un registro que apunta a la movilidad entre la “cultura popular” y la “alta cultura”, desde Enrique Santos Discépolo hasta Macedonio Fernández. Por iniciativa de Urondo, cuya poética va adquiriendo un tono más testimonial y experiencial, la revista oficia de canal para la recepción del poeta guerrillero Javier Heraud en Argentina.
Entretanto, su actividad artística se diversifica de tal modo en la década del ’60 que alcanza a desarrollarse en guión cinematográfico, de televisión, dramaturgia, narrativa, ensayo, espectáculos musicales de café-concert, de tango y poesía…, aunque sin abandonar la producción poética. Instalada la dictadura del Gral. Juan Carlos Onganía (1966-1970), un Urondo crecientemente politizado estrena su primera obra de teatro, Sainete con variaciones en el local “Gotán” del “Tata” Cedrón, donde actúan su mujer Zulema Katz, Federico Luppi, Alfredo Tovares, José Novoa, Miguel Bruse y Luis Brandoni, bajo la dirección de Luis Macchi.
En enero de 1967 viaja a Cuba al Encuentro de escritores “Rubén Darío”, en Varadero. Ese mismo año obtiene mención única en el premio Casa de las Américas por Del otro lado y también otra mención en teatro. Desde entonces evidencia una cada vez mayor politización. Ingresa a la redacción de Clarín en la sección Información General, dando inicio a una labor periodística que se continúa en 1968 en la revista Panorama (1962-1975), y unos años después en el diario La Opinión (1971-1981), Primera Plana (1962-1972), Crisis (1973-1976), entre otros medios.
Viaja nuevamente a La Habana invitado al Congreso Cultural que tiene sede en la isla, al año siguiente de la muerte de Ernesto Che Guevara. Progresivamente comprometido con la causa de la Revolución Cubana, en Argentina Paco tiene un breve paso por el “Malena” (Movimiento de Liberación Nacional —MLN—) formado por los hermanos Ismael Viñas y David Viñas, Celia de la Serna, Juan Carlos Portantiero, León Rozitchner, junto con otros militantes que habían formado el Ejército de Liberación Nacional, que se proponía como retaguardia en el noroeste argentino del proyecto boliviano del Che.
Por entonces Urondo comienza a estudiar marxismo en los grupos que coordina Rozitchner y forma parte del Consejo de redacción de la Revista de problemas del tercer mundo (1968), en la línea del MLN. En 1969 regresa a Cuba como Jurado de Casa de las Américas en teatro y asiste al Primer Festival Cultural Panafricano en Argelia. Ya entonces está vinculado al núcleo de lo que sería el grupo armado que hace su aparición pública con la toma de la localidad bonaerense de Garín el 30 de julio de 1970, bajo la denominación de FAR y la dirección de Carlos Olmedo. Originado en el intento abortado de erigir una guerrilla rural de apoyo al Che en el norte del país, orientado por militantes de formación marxista, FAR realiza un viraje hacia la revalorización del peronismo, considerando su dimensión revolucionaria en tanto movimiento específicamente nacional y reivindicando la experiencia de la resistencia posterior a 1955. El poeta se ha integrado a la guerrilla —finalmente urbana— a través de su hija Claudia, militante de la célula coordinada por María Angélica Sabelli, y toma parte en su primera “acción” reconocida.
No habría sido sino Urondo quien está, junto a Olmedo, detrás del reportaje a las FAR publicado por la revista Cristianismo y Revolución (1966-1971) en abril de 1971. Aunque sigue escribiendo poesía, la intensificación de su militancia política coincide con un creciente desinterés por la ficción y una reorientación hacia el género testimonial, que se evidenciaría tiempo después con la publicación de Los pasos previos (crónica de la generación revolucionaria que surge en los años anteriores al Cordobazo) y La patria fusilada. Por esos años forma una nueva pareja con Lidia Ángela “Lili” Mazzaferro, ex actriz y productora de TV, quien se ha volcado a la militancia tras el asesinato de su hijo Manuel Belloni, militante de la Juventud Peronista (JP), a manos de la policía.
A la par de su actividad política y periodística, Paco integra desde 1972 la agrupación gremial de prensa que aglutina a peronistas de los distintos sectores de la “Tendencia revolucionaria”. El 14 de febrero de 1973, en plena campaña electoral del FREJULI, Urondo es detenido de madrugada en una quinta de la provincia de Buenos Aires junto a su hija Claudia y su esposo Mario Koncurat, su mujer Lili Mazzaferro y, horas después, el dirigente Juan Julio Roqué entre otros miembros de FAR. El predio había sido alquilado para su utilización en reuniones conjuntas de las direcciones de esa organización y de Montoneros. En la Capital Federal, Graciela Murúa también es detenida tras el allanamiento al domicilio donde vive con su hijo, Javier Urondo, saliendo en libertad seis días después. Los presos, incomunicados y algunos de ellos torturados, son puestos a disposición del juez Estaban Vergara de la Cámara Federal en lo Penal, quien los acusa de tenencia de armas y explosivos y asociación ilícita, entre otros delitos. Entre los abogados que se hacen presentes está Rodolfo Ortega Peña.
De la comisaría de Martínez, Urondo es trasladado a la cárcel de Devoto. En el país y en el exterior se desarrolla una intensa campaña por su liberación que incluye la adhesión de un nutrido y variado espectro artístico, político y cultural, y también la visita de Julio Cortázar al penal. Antes de ser liberado junto al resto de los presos políticos el primer día de gobierno de Héctor Cámpora (1973), Paco entrevista en una celda de Devoto a los sobrevivientes de la “masacre de Trelew”, que fuera perpetrada el 22/8/1972 bajo la dictadura del Gral. Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973). María Antonia Berger, René Haidar y Alberto Camps reconstruyen el escenario de los fusilamientos con sus testimonios, constituyendo éstos la base de La Patria fusilada, y una fuente invaluable para el esclarecimiento de la masacre. Fue uno de los libros más vendidos de ese año.
En junio, al inaugurarse la gestión de Rodolfo Puiggrós al frente de la UBA, Urondo es designado por Justino O’Farrell director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras. Expresando su nombramiento la influencia que durante un breve período ostentó la “tendencia” en la universidad, desde su nuevo cargo Urondo delinea, entre otras innovaciones, el proyecto de crear una Carrera de Comunicación junto a Nicolás Casullo, Héctor Schmucler, Margarita Graziano, Luis Guagnini y Enrique “Jarito” Walker, de modo de promover un área de formación estratégica para la batalla político-cultural, hasta el momento inexistente en el ámbito universitario. La Lingüística es otra de las disciplinas que se preveía priorizar. Así, Ricardo Carpani, Miguel Ángel Bustos, Leonidas Lamborghini, Luis Felipe Noé, Juan Gelman y Vicente Zito Lema se cuentan entre los convocados a participar, en el marco de un plantel docente que integran en Letras Noé Jitrik, León Rozitchner, Eduardo Romano, Aníbal Ford, Manuel Lamana, María Teresa Poyrazián, por mencionar sólo algunos. Pero a sólo cuatro meses de iniciada la nueva gestión Urondo debe renunciar, al igual que los decanos y el rector interventor de la UBA, en medio de los cuestionamientos del campo académico opuesto al proyecto universitario peronista y de la escalada del enfrentamiento interno a ese movimiento.
Siendo ya un cuadro político-militar en la jerarquía montonera (FAR se fusiona por entonces con la organización que se dio a conocer en 1970 con el secuestro seguido de muerte del Gral. Pedro Aramburu), otro proyecto que lo tiene a Urondo entre sus creadores y directores es el emprendimiento periodístico del diario Noticias (Buenos Aires, 1973-1974), el cual originado en el seno de la conducción montonera apunta a entregar información de calidad y profesionalmente elaborada al tiempo que ganar espacio ante el avance de la derecha y el lopezrreguismo en el gobierno de Juan D. Perón (1973-1974). Para ello son convocados a dirigir el diario, en forma colectiva, Miguel Bonasso, Juan Gelman, Horacio Verbitsky, Rodolfo Walsh y Silvia Rudni, quedando Paco como responsable político de la redacción. Al equipo inicial se suma Gregorio Levenson en carácter de administrador y un conjunto de periodistas, reporteros gráficos, dibujantes y artistas de nivel como Oscar Smoje y Héctor Oesterheld. Desde la aparición del diario en noviembre de 1973 hasta su clausura un año después, el staff es perseguido y su local atacado, como al estallar la bomba que destruye parte del edificio de la redacción en febrero de 1974.
A mediados de ese año, Urondo es desplazado de su responsabilidad política en el periódico y reemplazado por Norberto Habegger. Se le cuestiona la presentación acrítica de la noticia sobre la aparición de la guerrilla del ERP en el monte, al tiempo que se le objeta su nueva relación con la militante y periodista de la sección gremial del diario Alicia Cora Raboy. Posteriormente al pase de Montoneros a la clandestinidad, Paco dirige el operativo de secuestro del cadáver del General Pedro E. Aramburu, en el Cementerio de la Recoleta. Testimonios contradictorios dejan sin despejar la duda acerca de su participación o no, un año antes, en el operativo de asesinato del líder de la CGT, José I. Rucci, a poco de haber asumido Perón la tercera presidencia de la república.
En 1975, es el encargado de prensa del Partido Peronista Auténtico (PPA), agrupación de orientación montonera y apoyada por otros miembros del PJ críticos de Isabel Perón (1974-1976), que se planteaba ser una plataforma legal de expresión política y electoral. Publicaba El Auténtico (1975). En tanto, en junio de ese año nace la tercera hija de Urondo, Ángela. Durante la segunda mitad del año trabaja con Rodolfo Walsh en una propuesta de “plan de emergencia”, para responder a la primera etapa del golpe militar en ciernes. Sin embargo, desde fin de año prepara también con un grupo de periodistas la salida de una nueva revista, Informaciones (1976), concebida para un contexto de apertura que revelaría cierta posición optimista.
En mayo de 1976, ya instaurada la última dictadura militar (1976-1983), la conducción montonera decide el traslado de Urondo a Mendoza, adonde viaja con su mujer y su beba de meses, con la misión de rearmar allí la organización, fuertemente diezmada y dispersa por la represión. Diversos testimonios refieren que el propio Paco habría advertido el peligro que representaba para él el nuevo destino, preparándose de hecho para el peor de los escenarios. Al llegar a la ciudad cuyana se encuentra con escaso apoyo logístico y la “caída” de algunos compañeros lo obligan a mudarse de casa.
El 17 de junio, mientras se dirige a una cita junto con su mujer, su beba y otra militante, su auto es sometido a una intensa persecución y tiroteo por parte de un comando conjunto de policías e infantería al mando del Comisario Inspector Juan A. Oyarzábal Navarro, bajo jurisdicción del Tercer Cuerpo del Ejército a cargo del Gral. Luciano B. Menéndez. Acabadas las municiones, Urondo toma la pastilla de cianuro que llevaba para no ser apresado con vida y luego es ultimado a balazos y “culatazos”. Alicia Raboy es capturada mientras intenta huir, permaneciendo desaparecida hasta la fecha. La otra militante que iba en el auto logró escapar. Ángela Urondo, entregada a una institución de menores en carácter de “abandonada” por la policía, es recuperada en Mendoza por Beatriz Urondo y su abuela materna y criada por una sobrina de ésta, sin conocer su verdadera identidad hasta sus 12 años de edad.
El cuerpo de Paco es traído a Buenos Aires también por su hermana, y enterrado en la bóveda familiar del cementerio de Merlo, Pcia. de Buenos Aires, como NN. Claudia Urondo y su esposo fueron secuestrados y vistos en la ESMA. Javier Urondo logró reencontrarse con su hermana menor en 1987.
Antes de morir, Paco había trabajado en un libro de poemas (Cuentos de batalla) que se perdió salvo unos pocos versos publicados en Crisis. El crítico Daniel Freidemberg caracterizó así su peculiar posición en el campo literario y político: “La sensualidad y el placer son derechos a reivindicar para Urondo, aunque es —y lo hace notar— muy consciente de que son provisorios islotes de experiencia intensa en un mundo degradado, pobre y confuso, radicalmente insatisfactorio: cuando en su poesía aparezca la palabra ‘revolución’ aparecerá precisamente como la posibilidad instalada en el horizonte de abrir una brecha que permita resolver la contradicción cada vez más acuciante y dolorosa que le produce ese contraste. Hasta el punto, y lo dice explícitamente, de que vale la pena ofrecerle la vida, porque al fin y al cabo se trata de encontrar algún sentido que justifique vivir en un mundo que no parece tenerlo.” “Por la poesía —respondía Urondo en una entrevista desde la cárcel de Devoto— por la necesidad de usar las palabras en toda su precisión y significación he llegado al tipo de militancia que actualmente hago. Los compromisos con las palabras llevan o son las mismas cosas que los compromisos con las gentes, dependen de la sinceridad con que se encaren tanto una actividad como la otra, siempre hay lugar para la retórica en el sentido estrictamente ornamental de la palabra. De esta manera pienso seguir trabajando rigurosamente en ambos terrenos, que para mí es el mismo.”
Décadas después, su amigo poeta Juan Gelman interpreta que Urondo había querido seguir el reclamo de Rimbaud: “¡Cambiad la vida!”, “convencido de que sólo de una vida nueva puede nacer la nueva poesía”.
Obra
Obra poética:
- Giróstatos, Santa Fe, 1951 [primera serie de poemas del autor, perdidos].
- La Perichole, Buenos Aires, mimeo, 1954.
- Historia Antigua (1955-1956), Buenos Aires, Poesía Buenos Aires, 1956.
- Dos poemas, Buenos Aires, PBA, 1959.
- Breves (1957-1958), Buenos Aires, PBA, 1959.
- Lugares (poemas, 1956-1957), Buenos Aires, 1961.
- Nombres (1956-1959), Buenos Aires, Ed. Zona de la Poesía Americana, 1963.
- (en colaboración con César Fernández Moreno y Noé Jitrik, comps.), Antología interna 1950-1965, Buenos Aires, Ed. Zona de la Poesía Americana, 1965.
- Del otro lado (poemas 1960-1965), Santa Fe, Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, 1967 [mención única Premio Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 1967].
- Adolecer (1965-1967), Buenos Aires, Sudamericana, 1968.
- Larga distancia, Barcelona, Ed. Llibres de Sinera, 1971.
- Todos los poemas. 1950-1970, Buenos Aires, Ed. de la Flor, 1972 [incluye toda su obra poética publicada más los inéditos Son memorias (1965-1969) y Poemas póstumos (1970-1972)].
- Cuentos de batalla (1973-1976) [inédito y perdido bajo la dictadura militar; una decena de poemas se publicaron en la revista Crisis].
Ediciones póstumas:
- Poemas, La Habana, Casa de las Américas, 1984.
- Poemas de batalla. Antología poética (1950-1976), selección y prólogo de Juan Gelman, Buenos Aires, Seix Barral, 1998.
- Poemas, selección y prólogo de Juan Gelman, epílogo de Mario Benedetti, Madrid, Visor, 2003.
- Obra poética, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2006.
Cuentos:
- Todo eso, Buenos Aires, Jorge Alvarez Ed., 1966.
- Al tacto, Buenos Aires, Sudamericana, 1967.
Obras de teatro:
- Veraneando [mención en teatro Premio Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 1967]-
- Teatro (incluye Muchas felicidades [1969]- Sainete con variaciones [estrenada en 1966]- Homenaje a Dumas [presentada en 1969]- Archivo General de Indias [estrenada en 1972]), Buenos Aires, Sudamericana, 1971.
- Edición póstuma: Muchas Felicidades y otras obras, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1986.
Ensayo y testimonio:
- Veinte años de poesía argentina 1940-1960, Buenos Aires, Galerna, 1968.
- Los pasos previos [originalmente llamada Los penúltimos días], Buenos Aires, Sudamericana, 1974 [mención especial del jurado del premio “La Opinión – Sudamericana”, 1973] [reeditado por Adriana Hidalgo, 1999].
- La patria fusilada, Buenos Aires, Crisis, 1973 [Entrevista de Francisco Urondo. Testimonios de María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps, Ricardo René Haidar. Sobrevivientes de Trelew. Reeditado como Trelew. La patria fusilada, Buenos Aires, Contrapunto, 1988].
Guión cinematográfico:
- (en colaboración con Rodolfo Kuhn -dir.- y Carlos del Peral), Pajarito Gómez (Argentina, 1965).
- (en colaboración con Rodolfo Kuhn -dir.-, César Fernández Moreno y Carlos del Peral), Noche terrible (Argentina, 1967 [basada en el cuento de Roberto Arlt]).
- (en colaboración con Rodolfo Kuhn -dir.- y Héctor Grossi), Turismo de carretera (Argentina, 1968).
Guión y adaptación para TV:
- Guiones para los ciclos Teleteatro para la hora del té (1961); Buenos Aires insólito (1962) e Historia de jóvenes (1963), donde presenta la pieza de su autoría No es solamente el blue lo que me entristece, sino esta confusión, esta gran confusión, Dios mío; adaptaciones de Madame Bovary de G. Flaubert, de Rojo y Negro de Stendhal y de Los Maïas de Eça de Queiroz.
Canciones y espectáculos musicales:
- “La bomba nuclear”, “Todo tiempo pasado fue mejor”, “Venía caminando por la calle y te miré” y “Vivir aquí”, canciones en la obra de Carlos Gandolfo y Augusto Fernández (dir.), El tiempo de los carrozos (presentada en Buenos Aires, 1965).
- (en colaboración con Marilina Ross), “Mariposas de color” y “Qué será de mí”, canciones en disco de la cantante editado por el sello Trova en 1966.
- (en colaboración con Enrique Alippi -canto- y Osvaldo Avena -guitarra-)”, lectura de poemas por Urondo en el disco Milongas (Buenos Aires, 1968).
Otros:
- Presentación del libro de ponencias y poemas de la Primera Reunión de Arte Contemporáneo, Santa Fe, Universidad del Litoral, 1957.
Cómo citar esta entrada: Ehrlich, Laura (2025), “Urondo, Francisco”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.