LUNAZZI, José María

Nacido en el seno de una familia de inmigrantes italianos, hijo de Próspero Lunazzi y María Scotti. Creció en los talleres de imprenta que su familia materna tenía en la ciudad (Talleres Gráficos Olivieri Domínguez), espacio de reunión de la intelectualidad y la bohemia platense de la época. Cursaba el secundario en el Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) cuando en 1918 estalló el movimiento de la Reforma Universitaria. Lidera entonces un grupo estudiantil que busca extender los ecos del movimiento reformista nacido en Córdoba a la ciudad de La Plata.

A los veinte años ejerce como maestro rural —en La Pampa, en Remedios de Escalada y en Tigre— según la pedagogía inspirada en la escuela del anarquista catalán Francisco Ferrer.

En la década de 1920, en sus años de estudiante universitario, integró —junto a Enrique Balbuena, Fernando del Intento, Jacobo Maguid, José Grunfeld, Jacobo Prince, Segundo del Río— la Agrupación Anarquista «Ideas», colaborando en la revista del mismo nombre (Ideas, La Plata, 1909-1932). En esa época colabora también en Pampa Libre, periódico quincenal anarquista (Santa Rosa de La Pampa, 1922-1930) y en Humanidad, revista mensual libertaria (Buenos Aires, 1927-1929).

Además, milita en el Partido Federado en la Facultad de Humanidades, llegando a ser tiempo después Presidente de la Federación Universitaria de La Plata (FULP). Asimismo, en los años ’20 participa de las campañas por la libertad de Sacco y Vanzetti y de Simón Radowitzky. Tras el golpe militar de septiembre de 1930, la FULP decide defender la autonomía universitaria y Lunazzi es detenido, compartiendo cárcel en Villa Devoto con Marcos Dukelsky, los hermanos José y David Grunfeld, y Jacobo Maguid.

Una vez liberado, se exilia en Montevideo, donde traba amistad con Luce Fabbri, la célebre anarquista italiana exiliada en la capital uruguaya. Ese mismo año se gradúa como Profesor de Filosofía y Letras. Colabora en las revistas anarquistas Nervio (Buenos Aires, 1931-1936) y Símbolo (Rosario, 1934-1936).

En 1935 está entre los fundadores, junto a José Grunfeld, Juan Lazarte, Jacobo Maguid y otros, de la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA).

Cuando estalla la guerra civil española, Gastón Leval envía a la FACA fondos para que viajen cinco argentinos para reforzar tareas en el frente y en la retaguardia. En marzo de 1937 se embarca el Island Brigade con pasaporte falso a nombre Ángel Rodríguez. En Montevideo, la primera escala, toma contacto con Roberto Cotelo, que también viajará a la España en guerra. Desembarca en Francia y cruza los pirineos rumbo a Barcelona con otros compañeros que facilitan su ingreso al territorio de la Segunda República. En la capital catalana lo esperan sus compañeros José Grunfeld y Jacobo Maguid.

Desempeña durante el resto del año distintos cargos asignados por la CNT y la FAI. En primer lugar, en marzo de 1937 se integró en la Sección de Agua y Electricidad del Consejo de Economía de Cataluña, uno de cuyos consejeros era Diego Abad de Santillán. Asumió entonces la dirección de la revista anarquista Tiempos Nuevos (Barcelona, 1934-1937). Colabora asimismo en el periódico Tierra y Libertad, mientras participa activamente como orador y organizador en el movimiento libertario español como afiliado del Sindicato Único de la Enseñanza. En el Pleno Nacional celebrado el 11 de mayo de 1937 fue nombrado miembro de la Comisión Económica del Comité Peninsular de la FAI.

También fue delegado de la Asociación Libertaria Estudiantil de Argentina. Cuando el gobierno republicano traslada su sede desde Madrid a Valencia, se instala en esta última ciudad asumiendo como Secretario de propaganda y director de la revista Nosotros (Valencia, 1937). Entre marzo y noviembre de 1937 dictó conferencias y mítines en toda la Península (Barcelona, ​​Girona, Alcoy, Burriana, etc.). El 11 de octubre de 1937 representó a la FAI en un acto de homenaje a la URSS que se celebró en el Teatro Principal de Valencia (Valencia, País Valencià).

Cruza nuevamente los Pirineos en noviembre de 1937, ahora rumbo a Francia, para emprender un riesgoso viaje por la Italia fascista y la Alemania de Hitler junto su amigo David Kraiselburd, abogado y corresponsal del diario El Día de La Plata.

De regreso a la Argentina en enero de 1938, participa en la campaña por la libertad de los Presos de Bragado —Pascual Vuotto, Santiago Mainini y Rubens de Diago— e inicia una prolongada carrera docente en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP.

Expulsado de la misma por su oposición al gobierno peronista (1945-1955), trabaja esos años de forma privada como asesor pedagógico, para retornar a la docencia universitaria tras el golpe militar de 1955 que derroca a Juan D. Perón. En esos años apoyó la Unión Socialista Libertaria (USL) de La Plata, representante del «Socialismo Libertario» o «Constructivismo».

Entre 1962 y 1964 dirige la Escuela Superior de Bellas Artes, promoviendo las “Jornadas del Nuevo Mundo del Niño” y el “Primer Festival de Cine Infantil”.

Es nuevamente cesanteado de su cargo en la UNLP tras el golpe militar de 1976. En 1984, con la transición democrática, es reincorporado y designado “profesor extraordinario consulto”.

Fue editor de la Revista Americana de Educación (fundada en 1947), de Cuadernos de Psicología y Pedagogía (1947) y de los Archivos de Ciencias de la Educación (1967). Colaboró en la revista anarquista Reconstruir (Buenos Aires, 1959-1976) con el seudónimo de Carlos Juárez.

Viajó en reiteradas oportunidades al extranjero, a veces para completar su formación académica, otras como delegado de la UNLP ante la UNESCO. La ceguera que lo afectó en sus últimos años no le impidió seguir participando en cursos, conferencias y reuniones.

En 1985 fue orador en un acto recordatorio del militante anarquista italiano Luigi Fabbri, junto a su hija Luce Fabbri y a Oscar Milstein.

Se doctoró en Ciencias de la Educación en 1987. En 1994 la Ciudad de La Plata lo nombró «Ciudadano ilustre» y el Congreso Iberoamericano de Historia de la Educación Latinoamericana celebrado en la Universidad de Campinas, Brasil, le rindió un homenaje junto a Paulo Freire y otros destacados pedagogos.

Tuvo tres hijos con su compañera María Clotilde Beaufays: Luis, Margarita y Helena. En 1948 tuvo un cuarto hijo, José Joaquín Lunazzi, con la bióloga e investigadora Otilia Martínez Ungría.

Dejó inéditos dos libros testimoniales sobre sus viajes: «Mi corazón estuvo en España. Un joven libertario argentino en las jornadas de 1937. Horas vividas y experiencias. Barcelona, Valencia, Madrid» y «Yo anduve entre las fieras».