BIAGOSCH, Emilio Rodolfo (Buenos Aires, Argentina 11/08/1893 – Buenos Aires, Argentina 23/04/1957)
Abogado, uno de los protagonistas del estallido de la Reforma Universitaria en Córdoba y figura clave en su primera expansión en La Plata, Rosario y Buenos Aires.
Hijo de Ernesto Hans Biagosch y Antonia Sufloni, que tuvieron cinco hijos varones: Federico José, Emilio Rodolfo, Ernesto, Enrique y Arturo.
Emilio nace en la ciudad de Buenos Aires pero su niñez y su juventud transcurren en la ciudad de Córdoba. Durante 1918 participó junto a otros estudiantes y jóvenes graduados de la fundación de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) y de la revitalización de la agrupación Córdoba Libre, que logró varias movilizaciones masivas durante ese año. Entre los álgidos meses de mayo y agosto de 1918, dirigió La Gaceta Universitaria. Órgano de la Federación Universitaria de Córdoba (Córdoba, 1918). Asimismo, el 15 de junio de 1918 participó de la toma de la Universidad Nacional de Córdoba que daba inicio simbólico a la Reforma Universitaria. Seis días después su firma, junto a la de Enrique Barros y otros jóvenes que componían la junta directiva de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), acompañó al «Manifiesto liminar», texto que redactó Deodoro Roca a pedido de la FUC y que pronto se convirtió en el primer documento de la Reforma. Pocos días después, por iniciativa de Biagosch, se fundó la efímera Universidad Libre de Córdoba bajo la dirección de Enrique Martínez Paz.
A fines de julio de 1918 se realizó en Córdoba, con el auspicio del gobierno nacional, el Primer Congreso Nacional de Estudiantes. Entre los delegados estudiantiles cordobeses se encontró Biagosch, quien presentó a discusión “La universidad y la democracia”, un proyecto explícitamente inspirado en la democracia antiparlamentaria que defendía su profesor y amigo Saúl Taborda en las Reflexiones sobre el ideal político de América (1918).
En mayo de 1919 Biagosch viajó a Santa Fe con la delegación de la FUC para participar de uno de los actos reclamando la fundación de una universidad nacional en la región. Tres meses después asumió la dirección de la nueva Revista del Centro de Estudiantes de Derecho y Ciencias Sociales (1919-1921), de la que sólo dirigió el primer número. Varios textos de ese número interpretaron la Reforma como el inicio de un movimiento estudiantil vinculado a la hora revolucionaria abierta por Rusia en 1917. Entre esos textos filobolcheviques se destacan «El momento espiritual» (el editorial inaugural que firmó “La Dirección”), “En la hora en que vivimos” de Carlos Astrada (transcripción del discurso pronunciado en el acto del primer aniversario de la reforma) y el mencionado proyecto en el que Biagosch revisaba el parlamentarismo en la universidad y en la democracia.
Ese año, además, fue elegido representante estudiantil cordobés para el II Congreso Nacional de Estudiantes junto a Astrada, Oscar Orgaz, Américo Aguiar Vásquez, Cortes Plá, Ismael Bordabehere, Luis Ruiz Gómez, Agustín Larraurí, Enrique Barros y Horacio Miravet y los suplentes Juan Lazarte, Ceferino Garzón Maceda, Luis Soler y J. Urreztarazo. Este Congreso, proyectado para septiembre de 1919 en la movilizada ciudad de Santa Fe, recién lograría realizarse en 1932.
En 1920 Biagosch obtuvo su título de notario en la Universidad Nacional de Córdoba, y poco después el de abogado. Desde entonces y hasta 1925, aproximadamente, se vinculó estrechamente con los grupos llamados “anarco-bolcheviques”, es decir, con un sector específico de militantes anarquistas que buscaron adherir la lucha sindical local al proceso revolucionario ruso. En esta dirección, en agosto de 1920 impulsó la publicación de la revista Mente (Córdoba, 1920), suerte de órgano del grupo anarco-bolchevique Justicia que formó Biagosch junto a Astrada, Taborda, Deodoro Roca, Ceferino Garzón Maceda y Américo Aguilera. En el segundo número de esa revista, Biagosch publicó su llamado a la acción revolucionaria en el texto “El enemigo”.
A fines de 1920, el movimiento estudiantil platense logró erigir como rector del Colegio Nacional de La Plata a Taborda, quien incorporó como profesores a Astrada y Biagosch, entre otros veinteañeros entusiastas de la Revolución rusa. Antes de que Taborda fuera expulsado en abril de 1921, Biagosch se trasladó a Rosario para incorporarse como profesor en el Nuevo Colegio Nacional, coincidiendo su llegada a la ciudad con la de Deodoro Roca, que había sido contratado como profesor por la Facultad de Derecho de la recientemente fundada Universidad del Litoral.
En Rosario Biagosch estrechó vínculos con el movimiento estudiantil tanto a través de la colaboración en la publicación estudiantil libertaria y filobolchevique La Antorcha (Rosario, 1921-1924), como mediante su candidatura a vice-rector del Nuevo Colegio, que impulsó —sin éxito— el Centro de Estudiantes.
Al tiempo que se alejó de los círculos libertarios, Biagosch se vinculó al boletín Renovación (Buenos Aires, 1923-1929), a la Unión Latino-Americana (ULA) y a la agrupación de la Facultad porteña de Derecho Partido Unión-Reformista Centro Izquierda. Éste fue fundado en 1925 por estudiantes y jóvenes graduados vinculados a la ULA y lo lideraron los emblemáticos consejeros estudiantiles Julio V. González, Carlos Sánchez Viamonte y Florentino Sanguinetti.
Mientras estuvo en Rosario, Biagosch se convirtió en el abogado del Comité Pro-presos de la Unión Obrera Local, adherida a la Unión Sindical Argentina (USA). En 1922 encaró la defensa legal de los obreros anarquistas Marcelo Rosales y Raúl González, acusados de poner una bomba en una panadería rosarina. Al año siguiente, los textos de la defensa de Biagosch y de la sentencia del juez fueron publicadas como folleto, al modo de los alegatos frente a los tribunales de Pietro Gori que circulaban como publicidad anarquista. La editora y distribuidora de ese folleto fue la Unión Obrera Local de Rosario (UOLR), en ese momento adherida a la Unión Sindical Argentina (USA), federación que en su intento de unificar las dos centrales obreras reunió a sindicatos sindicalistas, socialistas, anarco-bolcheviques y a un pequeño número de gremios anarquistas.
También como abogado de dicho Comité en 1923 logró la libertad de los anarquistas Juan de la Cruz Molina y L. García Medrano, acusados de matar a uno de los policías cuando resistían un asalto policial al local de la Federación Obrera Local de Rosario. Junto a sus hermanos Ernesto (también abogado) y Enrique (procurador), Emilio dio a conocer la defensa y sentencia favorables a Justina González de Prado, viuda de un obrero naval de Rosario. En 1925, cuando ya se había mudado a Buenos Aires, logró la libertad de otros dos obreros de la Alianza Libertaria Argentina (ALA), Roberto Cotelo y Jaime Rotger.
Biagosch logró mostrar -y sentar un nuevo precedente para la reclamada legislación laboral- que la muerte del obrero fue producto de un accidente de trabajo y que por ello correspondía una indemnización a su familia. En 1923 editó otro folleto que fundamentaba jurídicamente la responsabilidad de los empleadores en los accidentes de trabajo. Durante su estancia rosarina colaboró en la revista de artes El Círculo (Rosario, 1919-1920, 1923). Según Alberto Ciria y Horacio Sanguinetti, fundó y dirigió la revista Pan, con ilustraciones de Lino Enea Spilimbergo.
A fines de 1923 Biagosch se encontraba nuevamente en Córdoba donde sólo permaneció un año, para fijar su residencia en Buenos Aires en 1924 de modo definitivo. En 1925 trasladó el estudio jurídico que tenía con sus hermanos en Rosario al centro porteño. Emilio llevaba adelante los casos penales y Ernesto los civiles y comerciales. Durante algún tiempo se incorporó al Estudio Biagosch el mayor de los hermanos, Federico, en calidad de escribano.
Emilio fundó por entonces al Grupo Pueblo y Escuela, que intentó reformular un nuevo plan pedagógico y reunir a los líderes iniciales de la Reforma en su periódico Verdad. Órgano de Pueblo y Escuela (Buenos Aires, 1924-1925). Este periódico libertario —del que aparecieron al menos catorce números y no se ha conservado ninguna colección completa— probablemente estuvo dirigido por Emilio Biagosch, secundado por Julio R. Barcos y Julio H. Brandán. Entre los colaboradores de esta publicación estuvieron los anarco-bolcheviques ligados al movimiento estudiantil José Torralvo, Juan Lazarte y Luis Di Filippo, quien envió sus corresponsalías desde Europa durante su viaje a Moscú como delegado de la Alianza Libertaria Argentina (ALA).
A partir de 1926 Biagosch se desempeñó como profesor adjunto en la Facultad de Derecho y al año siguiente se incorporó, también como profesor adjunto, a la cátedra de Derecho Penal en la Facultad platense de Derecho. Por entonces el periódico porteño El Telégrafo le realizó una entrevista en la que lo presentó como “una de las figuras más destacadas del actual movimiento universitario”. En esta encuesta, Biagosch confirmaba su participación en la fracción reformista que insistía en el intento de inscribir al movimiento universitario en las izquierdas, y declaró: “en nuestra universidad se están ventilando a la sazón problemas que se agitan en las masas del mundo”. La misma entrevista también destacaba la siguiente frase de Biagosch: “Las universidades argentinas -desgraciadamente nuestros únicos centros de alta cultura- no pueden ni deben sustraerse de las luchas de ideas que agitan al mundo. Deben ser campo de acción espiritual, so pena de merecer que se las clausure por inútiles. El claustro, debe dar paso a la vida”.
En 1928 la firma de Biagosch figura entre la veintena de intelectuales que adhirieron al documento difundido por la ULA en oposición a la invasión imperialista de Estados Unidos a Nicaragua y a favor de Augusto César Sandino. Ese mismo año Biagosch participó como representante de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) en la Primera Convención Americana de Maestros que se organiza en Buenos Aires bajo la iniciativa de Julio R. Barcos.
Por una carta que Gabriel del Mazo envió a Florentino Sanguinetti —conservada en el Fondo Sanguinetti, CeDInCI—, sabemos que a fines de ese año Biagosch promovió en su estudio jurídico una serie de reuniones para discutir “el problema de la escuela argentina en general, y en particular el problema de nuestra universidad”. Los convocados eran jóvenes graduados y reconocidos líderes del movimiento estudiantil reformista: Julio V. González, Luis J. Guerrero, Lascano, May Zuviría, Romano, Trajo, Uslenghi, Watson, Sanguinetti y del Mazo.
En 1929 Biagosch fue elegido consejero estudiantil por el Partido Universitario Unión Reformista Centro-Izquierda. Luego del golpe de estado de septiembre de 1930, abandonó momentáneamente sus cargos universitarios. Al año siguiente volvió a a ser nombrado profesor y buscó reactivar los reclamos reformistas. En 1931 el periódico La República le realizó una entrevista en la que continuó erigiéndose en un intelectual reformista militante de la justicia social. Ese mismo año elaboró el documento “Los universitarios argentinos y el problema político nacional”, firmado conjuntamente por tres líderes iniciales de la Reforma: Biagosch, Del Mazo y J.V. González. En 1937 lanzó una nueva publicación, El Benjamín.
Hasta donde sabemos, después de esa fecha Emilio Biagosch se dedicó al ejercicio de la abogacía en forma privada. Estuvo casado con Teresa Hurtado. En 1931 volvió a casarse en Montevideo, Uruguay, con Josefina Fernández. Tuvo al menos un hijo, Alberto Ernesto, también abogado.
Según el testimonio de Ciria y Sanguinetti, “murió pobre y no dejó obra escrita que revele su trascendencia dentro del movimiento reformista. Pero quizá este movimiento sea, en buena medida, su obra; los miles de estudiantes que militan en él acaso deban, sin saberlo, parte su formación a luchadores olvidados como Emilio Biagosch”.
Obra
- “La universidad y la democracia”, en: Revista del Centro de Estudiantes de Derecho y Ciencias Sociales nº 1, Córdoba, agosto de 1919.
- “El enemigo (fragmento de carta a un recién nacido)”, en: Mente nº 2, Córdoba, junio 1920.
- Defensa de los anarquistas Marcelo Rosales y Raúl González realizada por el Dr. Emilio R. Biagosch, Rosario, Comité Pro-presos de la Unión Obrera Local de la Unión Sindical Argentina, [1923].
- (con Ernesto Biagosch], Responsabilidad por accidentes de trabajo. Ley 9688, estudio de los doctores Emilio R. Biagosch, y Ernesto Biagosch (h.), procurador: Enrique R. Biagosch, Rosario, Imprenta Di Pierri Hnos., 1923.
- “La Facultad de Derecho perturbada por los sucesos políticos”, en: Revista Jurídica y de Ciencias Sociales (discurso pronunciado en el Consejo Superior en 1928), Buenos Aires, mayo de 1932.
- “La unidad obrero-estudiantil”, en Alberto Ciria y Horacio Sanguinetti, Los Reformistas, Buenos Aires, Jorge Álvarez, 1968, pp. 105-107.
Cómo citar esta entrada: Bustelo, Natalia ; Domínguez Rubio, Lucas (2020), “Biagosch, Emilio Rodolfo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org