GAONA, Idalina

Nació en la ciudad de Acahay, Departamento de Paraguarí, Paraguay. Única mujer de cinco hermanos. Sus padres, De la Esperanza Gaona Esquivel y Rosa Isabel Caballero Silva, conformaban un matrimonio de origen rural. 

Comenzó a militar en el Partido Comunista Paraguayo (PCP) durante la década de 1950, especialmente luego del golpe militar de Alfredo Stroessner (4 de mayo de 1954) que dio inicio a una de las dictaduras más longevas del continente (1954-1989). Debido a la situación interna que obturaba todo canal de participación democrática (represión a obreros, estudiantes y cierre del parlamento entre 1958 y 1959), sumado al ejemplo de la revolución cubana, Idalina decidió tomar una activa participación en los preparativos para la lucha armada que el partido organizó a través del Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA).  

Bajo el nombre de guerra de “Alicia”, se convirtió en una pieza clave para la comunicación entre la dirigencia partidaria de Asunción y la columna guerrillera campesina Mariscal López en Piribebuy. “Alicia” oficiaba como “técnica”, es decir, el enlace entre Wilfrido Álvarez en Asunción, y el comandante Agapito Valiente, en Cordillera. Entre 1960 y 1964 sus viajes entre ambas regiones fueron constantes, transportando documentos y elementos necesarios para la guerrilla. En ocasiones, por cuestiones de seguridad, Idalina salvaba decenas de kilómetros de distancia a pie, para acudir a las citas pactadas, siempre de noche.

Junto con otro compañero Idalina participó en la colocación de la bomba que estalló debajo del puente del arroyo Itay, en Asunción, el 8 de febrero de 1963.  Entre los objetivos de la acción se encontraban demostrar que el PCP estaba activo y repudiar las elecciones que se celebrarían dos días después. En estas, finalmente Alfredo Stroessner fue reelegido para el período 1963-1968.

A lo largo de 1963 Oscar Creydt, secretario general del PCP, había dado la orden de “no caer vivo en manos del enemigo”. Esta misiva había provocado varios tiroteos de militantes comunistas con la policía. En este contexto, “Alicia” fue una de las protagonistas de un hecho que tuvo mucha repercusión en los medios. Por entonces habitaba una casa operativa del PCP en Asunción, en la que también vivía el máximo dirigente dentro del país, Wilfrido Álvarez. Allí también solía hospedarse el comandante de la guerrilla Agapito Valiente cuando viajaba a Asunción.

Por entonces, para las fuerzas de seguridad, “Alicia” era mayormente un enigma, de a poco descifrado tras las torturas infringidas a militantes del PCP detenidos en 1963. 

El 8 de junio de 1963, cumpliendo tareas de vigilancia, Idalina observó a un hombre parado en la esquina que miraba la casa. Aunque advirtió a compañeros, estos no le dieron importancia. A continuación, una partida de policías liderada por el comisario Mustafá Abdala llegó a la casa y comenzó un tiroteo tras el que resultaron muertos este último y Wilfrido Álvarez. Idalina logró escapar por el fondo de la casa antes de que comenzara el tiroteo. Según los reportes policiales, se dio a la fuga con una ametralladora, 30.000 guaraníes y un radiotransmisor.

Tras la muerte de Wilfrido, Idalina, con perfil bajo, continuó realizando el trabajo de enlace entre la dirección de Asunción y la guerrilla rural. A partir de 1964, esta labor involucró el trato con otros camaradas: Ricardo Torres en reemplazo de Wilfrido Álvarez, y los nuevos comandantes guerrilleros que reemplazaron Agapito Valiente entre 1964 y 1965: Santiago Coronel Acevedo, Blas Ignacio Alvarenga y Andrés García Valiente.  Paralelamente, estuvo ligada políticamente con los cañeros de Carapeguá a los que intentó concientizar acerca de lo poco que les pagaban sus patrones por la producción de azúcar. Fue a raíz de este trabajo político que el día 4 de julio de 1965 fue secuestrada de su casa en Acahay por las fuerzas represivas, junto a sus hermanos Paulino y Saturnino.  A pesar de encontrarse separada de su marido Bonifacio Acosta hacía ya años, empezó a ser registrada en infinidad de documentos internos policiales como “Idalina Gaona de Acosta”.

Por trece años, desde 1965 hasta 1978, Idalina fue torturada y sufrió el encierro en condiciones lamentables, como todas las presas políticas —y comunes— en Paraguay durante la dictadura de Alfredo Stroessner. El nombre de Idalina Gaona fue uno de los que se repitieron en todos los manifiestos y reclamos alrededor del mundo por la liberación de los presos políticos del régimen stronista. Un ejemplo claro es el pedido de explicaciones sobre el caso de Idalina, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le exigió al gobierno de Stroessner el 7 de agosto de 1977. Por el caso n° 1762, correspondiente a Idalina Gaona, el gobierno paraguayo contestó lo siguiente: 

“Idalina Gaona de Acosta, también llamada ‘Camarada Alicia’ pertenece al cuadro de dirigentes del Partido Comunista Paraguayo, técnica principal en enlace de la Dirección Superior con todas las organizaciones de dicha agrupación proscripta. Activa participación en las guerrillas de la denominada ‘Columna Mariscal López’ y responsable de la muerte del Oficial Inspector Asunción Mustafá Abdala.  Actuó también como ayudante de Arturo López, alias Comandante Agapito Valiente, tenebroso asesino que asoló durante varios años las campiñas paraguayas” (Informe disponible en http://www.cidh.org/countryrep/paraguay78sp/cap.3.htm).

Finalmente, gracias a la presión internacional, logró salir en libertad y vivió en Paraguay en un exilio interno, hasta la caída del régimen stronista. Su liberación se produjo luego de la de los presos políticos más antiguos del país, también pertenecientes al PCP, como Antonio Maidana, Julio Rojas, Alfredo Alcorta, Ananías Maidana y Virgilio Bareiro, que permanecían en prisión desde 1958-59..

Falleció a los 97 años en su pueblo natal.