BAREIRO, Virgilio (seudónimos: Ramos) (nombres de guerra: Ramos) (Itauguá, Departamento Central, Paraguay, 26/09/1928 – Asunción, Paraguay, 31/05/2018).
Ingeniero en telecomunicaciones, profesor de lengua guaraní y miembro del Partido Comunista Paraguayo.
Hijo de Fermín Bareiro y de Margarita Riveros, una familia humilde de Itaguá. Siendo un niño de 9 años, y con el telón de fondo de la posguerra del Chaco (1932-1935), Virgilio se trasladó con su familia a Asunción. Cursó el ciclo primario en el Colegio General Díaz y luego el secundario en el Benjamín Aceval, en el turno noche. Al provenir de una familia que hablaba guaraní, tuvo dificultades para acostumbrarse al idioma castellano.
Cumplió el servicio militar obligatorio en la Marina. En 1947 se vio envuelto en los acontecimientos de la Guerra Civil. En esta coyuntura, fue apresado a causa de participar en la rebelión de los marinos contra la dictadura de Higinio Morínigo (1940-1948).
En 1949, Bareiro Riveros comenzó sus estudios en la carrera de Ingeniería. Militaba entonces en el febrerismo, un movimiento ideológicamente heterogéneo. En particular, Bareiro estuvo filiado al “Bloque Izquierda Liberación”, junto a otros compañeros como Luis Casabianca, Miguel Ángel Soler , Carmen Soler e Ignacio Fernández. Entre 1950 y 1953, participó junto a estos militantes de las protestas contra la dictadura de Federico Chaves (1949-1954) ante la posibilidad del envío de tropas paraguayas a Corea para luchar a favor de Estados Unidos. En aquellas manifestaciones, los febreristas de izquierda estrecharon vínculos con los comunistas. Hacia 1954 un grupo importante de febreristas expulsados de su partido migró hacia el Partido Comunista Paraguayo (PCP). Entre ellos se encontraba Barreiro y los citados miembros del Bloque Izquierda Liberación.
En el segundo año de la carrera de Ingeniería, Bareiro comenzó a trabajar en la empresa estatal Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTELCO). En 1953 fue enviado a Buenos Aires para realizar cursos de especialización de su área. En junio de 1956, tras su regreso a Paraguay, se casó con Elodia Chamorro.
Entre 1956 y 1964, Bareiro no realizó actividades militantes debido a su alto cargo en la ANTELCO. Sin embargo, ayudó a muchos militantes del partido a pasar la frontera hacia Argentina con su transporte oficial de la empresa estatal. Como funcionario, tuvo a cargo el tendido de la red de la línea telefónica entre Asunción y Presidente Stroessner, actualmente Ciudad del Este. Una línea crucial en el acercamiento geopolítico de la dictadura de Stroessner (1945-1989) al Brasil. También fue testigo del espionaje político a opositores que Stroessner ordenaba realizar a través de líneas telefónicas.
El 10 de agosto de 1964 fue detenido en la intersección de las avenidas Mariscal López y Kubistchek, y permaneció 16 años en diferentes lugares sin ningún proceso judicial. Fue trasladado al Departamento de Investigaciones de la Policía, donde fue torturado durante un mes. Luego pasó a otro centro de tortura, la Dirección de Asuntos Técnicos, conocida como “La Técnica”. Más adelante lo trasladaron a la comisaría Novena, y luego a la comisaría Séptima, donde estuvo 9 años. Aquí fue testigo de la fuga del médico Agustín Goiburú, activista contra la dictadura. En 1973 lo enviaron a la comisaría Primera. Allí tuvo como compañero de celda a Pablo Cabral, un ex presidente de la seccional colorada de Piribebuy, acusado de haber cubierto los movimientos de Agapito Valiente y la columna guerrillera Mariscal López. En 1976, lo trasladaron a la comisaría Tercera, frente a “La Técnica”. Allí se encontró con Antonio Maidana, Julio Rojas, Alfredo Alcorta, Ananías Maidana y Severo Acosta.
En 1977 lo enviaron por un mes al penal de Emboscada. Luego, a la Tercera y nuevamente fue remitido a Emboscada, y otra vez a la Tercera. Allí, en su última etapa, compartió celda con el argentino Amílcar Santucho. En 1978 sufrió desórdenes psíquicos debido a los 14 años de encierro en condiciones inhumanas. En mayo de 1980, a raíz de los continuos reclamos internacionales y de la propia salud mental de Bareiro, la dictadura le otorgó la prisión domiciliaria. Desde el régimen se afirmó que con su libertad ya no quedaban presos políticos en el Paraguay. A fines de 1980, a bordo de un auto de la embajada alemana, llegó al aeropuerto de Foz de Iguazu. Junto a su esposa tomaron un avión a Alemania, país que lo recibió como asilado político.
En Alemania, vivieron en la ciudad de Mainz. Allí trabajó como empleado de una fábrica de artículos de limpieza. Luego, se dedicó a enseñar la lengua guaraní en la Universidad Popular (Volkshochschule). Tiempo después, enseñó en la Universidad de Mainz. De este modo, en Alemania volvió a hablar la lengua que había dejado desde que se trasladó a Asunción en 1937. También enseñó castellano en la fábrica automotriz de OPEL, para funcionarios que debían cumplir misiones comerciales en Latinoamérica.
En 1991 volvió al Paraguay. En 2007 obtuvo la licenciatura en Lengua Guaraní del Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní. Además, en el año 2014, publicó un libro testimonial sobre su experiencia en los años de la dictadura.
Obra
- Mis memorias: mentiras y verdades de la dictadura stronista, Asunción, Arandurã, 2014.
Cómo citar esta entrada: Montero, Mariano Damián (2023), “Bareiro, Virgilio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en http://diccionario.cedinci.org.