DANUSSI, Luis

Fue el menor de cinco hermanos (Fabio, Guillermo, Fanny, María y Luis) de un matrimonio de inmigrantes italianos. Fabio Danussi y Osualda Misson habían tenido sus primeros dos hijos en Santk Polten (Neulenbach), Baja Austria y los dos siguientes en Codroipo, Provincia de Udine, todavía bajo dominio del Imperio Austro-Húngaro. Una vez que migraron a la Argentina, se instalaron en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, donde nació en 1913 su quinto hijo, Luis.

Luis Danussi se sientió atraído por la política a los 14 años, cuando la campaña por la libertad de Sacco y Vanzetti del año 1927 convocaba por igual a anarquistas, socialistas y sindicalistas a la plaza central de Bahía Blanca. Desde entonces se inclina por las ideas libertarias. A los 16 años se integra a la Asociación Juvenil Antimilitarista de esa ciudad, vinculada al periódico Bandera Negra de Buenos Aires (1930-1932). Con el golpe militar del Gral. Uriburu de septiembre de 1930, Danussi sufre su primera detención. En 1932 aparece como administrador de Tierra Libre de Bahía Blanca, que fue el resultado de la fusión entre dos núcleos anarquistas: el grupo editor de Brazo y Cerebro y el de Pampa Libre.

Por entonces trabaja en en taller metalúrgico de sus dos hermanos varones y es en ese gremio que hace sus primeras armas como organizador sindical. Entre los diversos sectores en que se divide el campo libertario de fines de los años ’20 (“protestistas”, más moderados, que editan La Protesta; y “antorchistas”, más radicales, que editan La Antorcha), Danussi se inclina por este último, liderado entre otros por el dramaturgo Rodolfo González Pacheco, seducido por la vocación cultural del grupo. Sobre el final de la dictadura uriburista, Danussi se “exilia” en Rosario, adoptando el seudónimo de Luis Ciancio. 

En la ciudad que acoge al Congreso Regional de Relasciones Anarquistas (CRRA) de septiembre de 1932 —donde participan militantes como Enrique Balbuena, Horacio Badaraco, Diego Abad de Santillán, Jacobo Prince, Fernando Quesada, etc.—, Danussi se incorpora a las Juventudes Libertarias, activas, a veces en frente único con los comunistas, en lucha contra el fascismo vernáculo y en la campaña contra el Congreso Eucarístico de 1934. Tal actividad le vale a Danussi otra detención, acusado de “comunista”. 

De regreso en Bahía Blanca, interviene en la Campaña de Solidaridad con el Pueblo Español durante la guerra civil, intentando sin éxito viajar a la península. A fines de 1937 se traslada a la ciudad de Buenos Aires, siendo albergado durante varios años por su amigo Fernando Quesada en la casa familiar de la calle Sarandí 1409. Colabora por entonces en la propaganda antifascista por España que desarrolla la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA).

Su camino entre los gráficos se inicia como delegado de sección en los Talleres Gráficos “Estampa”, adonde ingresa como rotograbador en 1939. Allí conoce a la que sería su esposa desde el 21 de febrero de 1942, María Celsa Rodríguez Pallares (Elsa), con quien tiene dos hijos, Rocío y Ariel.

En la huelga por tres meses que estalla en esa empresa en febrero de 1943 es elegido secretario del Comité de Huelga. Ese mismo año es elegido secretario de actas de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB). Tras un breve paso por el grupo liderado por el anarquista Francisco Aragón , Danussi se incorpora a la agrupación sindical “Unidad Gráfica” formada por distintas corrientes políticas, en consonancia con su concepción proclive a la convivencia de diversas ideologías en la actividad gremial. 

En diciembre de 1945 representa a la FGB en la Conferencia Nacional de “sindicatos libres” reunida para aglutinar al movimiento obrero no peronista. Más tarde participa activamente de la huelga de los gráficos de Capital que se extiende del 5 de febrero al 5 de marzo de 1949, donde el gremio se enfrenta a su propia dirección, a la CGT y al gobierno peronista, finalizando con la intervención del mismo y la prisión de muchos de sus militantes, incluido Danussi. 

A principios de 1954 es nuevamente detenido, esta vez por 15 días, tras la publicación de un manifiesto de la FACA crítico del régimen peronista, cuando su nombre encabezaba el periódico Reconstruir. Caído Perón en 1955, colabora con la gestión interventora militar de la Federación Gráfica Argentina —ex Federación Argentina de Trabajadores de la Imprenta (FATI)—, que culmina en 1957 con elecciones internas y un congreso nacional que restituye el tradicional federalismo del gremio. Danussi integra entonces el secretariado de la FGB a la vez que es designado como prosecretario de la FATI en julio de 1957, cargo que desempeñaría hasta abril de 1963, seguido del de secretario general, primero en ejercicio —en reemplazo del sindicalista Sebastián Marotta— y luego electo por Congreso, hasta mayo de 1966, cuando renuncia en desacuerdo con la orientación del resto del Comité ejecutivo, considerándola funcional al clima golpista contra el presidente Arturo U. Illia. 

Ya bajo la dictadura del Gral. Onganía instaurada en 1966, impulsa desde el llano la nueva agrupación de los “32 Gremios Democráticos” en medio de la crisis de la FGB, al tiempo que debe dejar su cargo de director de la Caja de Jubilaciones de Gráficos y Periodistas, que desempeñaba desde setiembre de 1960. 

En 1957 había llegado a entrevistarse con el Presidente de facto Gral. Pedro E. Aramburu integrando una delegación en reclamo de mejoras salariales. Fue la época en que su figura cobró gran relieve tanto en medios gremiales a nivel nacional como en la prensa e incluso en medios patronales. Como representante de la FATI entre los “32 Gremios Democráticos” —el sector que disputaba a las “62 Organizaciones” la dirección del movimiento obrero— se había opuesto a algunas huelgas generales proclamadas por los sindicatos peronistas así como impugnado judicialmente la Ley de Asociaciones Profesionales 14.455 que reinstauraba un gran poder de intervención estatal en los sindicatos. Tales posiciones obedecían a su convicción sobre la independencia, la libertad y el federalismo en la práctica sindical, así como a su visión sumamente crítica de la fisonomía ideológica y organizativa adoptada por el movimiento obrero durante el peronismo y después, rechazando todo verticalismo e insurreccionalismo que obliterara la discusión racional y respetuosa de las bases. 

A la par de su militancia sindical, Danussi desplegó una prolífica actuación en el seno del movimiento libertario, participando de congresos, comisiones, conferencias, delegaciones y redacciones de publicaciones, en el marco de la FACA (luego Federación Libertaria Argentina, FLA), de la que sería secretario general en algunos períodos luego de su jubilación en 1969. 

Autor de una vasta producción periodística, particularmente dedicada al movimiento obrero y nunca totalmente reflejada por sus artículos firmados, sus más frecuentes colaboraciones pueden encontrarse en los periódicos Acción Libertaria (Buenos Aires, 1933-1971), Reconstruir (Buenos Aires, 1946-1959, encabezado por su nombre como administrador), Solidaridad Obrera (Buenos Aires, 1941-1943), El Obrero Gráfico (Buenos Aires, 1914-1974) y en las revistas Hombre de América (Buenos Aires, 1940-1945) y Reconstruir (Buenos Aires, 1959-1976, de la que fue editor y redactor durante los 30 años de su publicación). 

Viajó a los Estados Unidos a mediados de 1959, invitado por organizaciones sindicales de ese país, regresando a través de Puerto Rico, Cuba y Ecuador. También viajó al Uruguay y a Chile en representación de la FLA. El impulso durante varios años a la Sociedad Cooperadora de una escuela de Wilde cercana a su domicilio acompaña a aquellas otras actividades más visibles, plasmando su vocación cooperativista. 

Amante de la lectura, el cine y la pintura, llega a obtener dos premios como autor de cuentos. Crecientes problemas cardíacos tras la muerte de su amigo Fernando Quesada en marzo de 1976 desencadenan su fallecimiento en mayo de 1978. Sus restos fueron velados en la sede la FLA. 

Su fondo de archivo y buena parte de su hemeroteca fue donada al CeDInCI de Buenos Aires por su hija Rocío Danussi y su yerno Carlos Penelas. Según el recuerdo de este último:

Luis Danussi, fue un activista e intelectual representativo en el anarco-sindicalismo. Leía en francés e italiano. Gustaba del cine, de la poesía, de la libertad. Llegó a escribirse con Albert Camus, dirigió revistas, fue Secretario General de los gráficos, fue perseguido y encarcelado por el peronismo. Luis Danussi era muy amigo de Luis Franco. El prólogo de Antes y después de Caseros es de su autoría. Ambos se respetaban y compartían veladas. Recuerdo varios fines de año que pasábamos en la casa de Danussi, en Villa Domínico, con Franco. Allí nos quedábamos a cenar, dormir, desayunar, conversar de la naturaleza, de grandes autores, de los movimientos sociales, de anécdotas familiares.

Carlos Penelas, “Luis Franco anecdótico”, 2017, disponible en en blog:
carlospenelas