VARONE, Domingo (apodo: Mingo; seudónimo: Oscar Peralta Sánchez) (Buenos Aires, Argentina, 13/9/1900 – Buenos Aires, Argentina, 12/1/1979).
Dirigente sindical anarquista, luego comunista, del gremio de la construcción.
Nace en el seno de una familia obrera de inmigrantes calabreses que llegan al país en enero de 1900. Su padre, Antonio Varone, venía de Potenza (Catanzaro), donde su familia hilaba en un rústico telar el algodón que se cosechaba en la región. Su madre, María Ciancia, nacida en Gallima (Reggio Calabria), provenía de una familia que se dedicaba a destilar cítricos en un alambique casero. Sus padres arribaron recién casados al puerto de Buenos Aires el 28 de enero de 1900, respondiendo al llamado de sus abuelos, que habían arribado previamente a la Argentina y trabajaban en la Primitiva Compañía de Gas de Buenos Aires.
Instalados en el barrio de Once (calle Saavedra, entre México y Venezuela), el padre consigue empleo en la Primitiva Compañía de Gas (jornadas de doce horas diarias junto a las antiguas calderas) mientras la madre realiza en la casa labores de costurera. Domingo nace pocos meses después de arribar la familia al país, siguiendo al primogénito otros cinco hermanos: Rosa, Antonia, Victorio, Francisca y Tomás. Luego la familia se traslada a otra casa ubicada en la calle Caseros, entre La Rioja y Deán Funes, donde un tío por parte de su padre había instalado al frente una zapatería. Su tío tuvo como socio de la zapatería al anarquista Florentino Garibaldi, a quien Domingo Varone reencontraría años después durante su militancia ácrata.
Domingo cursa sus estudios primarios en el Colegio “Gral. Urquiza” del barrio porteño de Once, pero debe abandonarlos en quinto grado para iniciarse en el mundo del trabajo. A los 10 años es lustrabotas, a los doce “canillita” (vendedor callejero de diarios), más tarde aprendiz en una fábrica de fideos y finalmente peón de carnicería, mientras asistía con sus hermanos por las tardes y los días feriados a una sociedad de beneficencia, el “Patronato de la infancia”.
Un obrero joven que vivía cerca de la carnicería de las calles Alberti y Garay, en que trabajaba, le acercó un folleto: “Entre campesinos”, de Errico Malatesta. A comienzos de 1918, en el contexto de la campaña por la libertad de Simón Radowitzky, toma contacto con los anarquistas del Centro de Estudios Sociales “El Despertar” de Parque de los Patricios (calles Catamarca y 15 de Noviembre), convirtiéndose en participante asiduo. Integraban del grupo el zapatero Juan José Casimiro, el fideero Juan Manuel Casablanca, un zapatillero de apellido López, el peluquero italiano Celestino Di Pasquale y el carrero de origen gallego Ramón Silveyra. Según su propio testimonio: “Conocí a Casimiro, obrero del calzado, de aspecto profesoral y altiva suficiencia doctrinaria, por momentos cordial, dogmático, que daba cátedra de anarquismo. Conocí a Casablanca, obrero fideero, alto, pálido, de carácter bohemio y de inclinaciones terroristas. A López, zapatillero, de carácter reposado, razonador. A un peluquero italiano, joven, de cabello ensortijado, parlanchín, pintoresco, que congeniaba con Casablanca. Ramón Silveyra, español, obrero metalúrgico, violento, movedizo, activo” (Varone, 2004, p. 30). Algunos años después (el 5 de abril de 1923) algunos miembros de este grupo hizo estallar, en el contexto de una huelga de los panaderos, una bomba en la fideería “Allande Hermanos” de la calle Estados Unidos al 1840 de la ciudad de Buenos Aires, hecho en el que una vecina llamada Modesta D. de Calvo perdió la vida.
Varone asiste a las históricas conferencias de Enrique del Valle Iberlucea y de José Ingenieros sobre la revolución que había estallado en Rusia en octubre de 1917. Asistió con los anarquistas a la conferencia de Ingenieros en el Teatro Nuevo, en la intervinieron Mario Anderson Pacheco primero y luego Rodolfo González Pacheco, al grito de: “Comunismo anárquico sí, maximalismo no, carajo!”.
En enero de 1919, siendo ayudante en la sastrería George Brown y miembro de la FORA anarquista del V° Congreso, participa en las manifestaciones de apoyo a la huelga metalúrgica en los Talleres Vasena, brutalmente reprimidas por la policía, en lo que se conoció como la Semana Trágica. Según su testimonio, tuvo por entonces “una relación amistosa cercana con un lustrabotas que ejercía su oficio en la esquina de Monteagudo y Caseros. Su familia vivía en una casa vecina a la nuestra en el Pasaje Lagos. Escribía versos y declamaba a Zaratustra y Schopenhauer, se llamaba Salvador Merlino y ganó renombre como poeta por sus colaboraciones en la prensa” (Varone, 2004, p. 30, 34). Varone se reunió con Merlino en el Centro “El Despertar” y decidieron repartir en las calles ejemplares del diario anarquista La Protesta. Días después recorrió las calles con sus compañeros del centro anarquista para vender bonos de ayuda a las familias de los presos y asesinados. Enterado el dueño de la sastrería George Brown, lo despidió apenas regresó a su trabajo. Con ese dinero y otro tanto que aportó su amigo Merlino, lanzaron el único número de un periódico (hoy perdido) que se llamó Nuestra Protesta (1919).
Se instala en la localidad bonaerense de Junín para evadir el servicio militar, llevando una credencial periodística de corresponsal del diario anarquista Tribuna Proletaria, que le había expedido Mario Anderson Pacheco. Allí consiguió trabajo temporario como peón en los talleres del Ferrocarril Central Argentino (luego Ferrocarril Mitre) gracias al dirigente ferroviario anarquista Arturo Vázquez.
Poco después se traslada a Villa Cañás, Pcia. de Santa Fe, donde contribuye a la fundación de la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios, adherida a la FORA del V Congreso (anarco-comunista), de la que Varone será secretario general.
El 20/9/1920 viaja a Buenos Aires como delegado de dicha Sociedad para asistir al Congreso convocado por el Consejo Federal de la FORA-V en el Salón Verdi del barrio porteño de la Boca. Este Congreso
resuelve rechazar la afiliación a la Internacional Sindical Roja (ISR), que se promueve desde la URSS. Detenido por la policía y obligado a salir de Villa Cañás por orden del comisario, retorna a Buenos Aires.
En la capital porteña trabaja temporalmente en la construcción como pintor gracias a su vínculo con el dirigente sindical anarquista Antonio Cabrera y se vincula estrechamente al grupo que edita el periódico anarquista La Antorcha: Rodolfo González Pacheco, Horacio Badaraco y Alberto Bianchi. En la confrontación entre los anarquistas “protestistas” —editores de La Protesta— y los “antorchistas” (editores de La Antorcha), queda alineado con éstos últimos.
En marzo de 1922 participa, también en el Salón Verdi del barrio porteño de La Boca, del Congreso de Unidad gremial del que surgirá la Unión Sindical Argentina (USA). En 1925, tras el frustrado intento de los “protestistas” de tomar por asalto el periódico Pampa Libre, se instala durante más de un año en Gral. Pico, Pcia. de La Pampa, para colaborar en la edición de dicho periódico. En 1926-27 está instalado en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, participando activamente en la camapaña por Sacco y Vanzetti y colaborando con el periódico Brazo y Cerebro con el seudónimo de Oscar Peralta Sánchez. Durante este período traba amistad con Fernando Quesada y su numerosa familia anarquista.
A fines de 1928 está trabajando como pintor, junto a Antonio Cabrera, en Mar del Plata. Asiste en esta ciudad a una conferencia que dicta el líder comunista Victorio Codovilla sobre su reciente experiencia en la URSS y envía a La Antorcha una corresponsalía titulada “Codovilla estuvo en Rusia y no vio nada”.
Se instala un tiempo en Mendoza, donde una discusión suscitada en un acto socialista lo lleva a la cárcel. Dirige una arenga a los asistentes a una película sobre Sacco y Vanzetti y es nuevamente encarcelado. En 1929 se instala un tiempo en Montevideo, donde lanza el periódico La Rebelión, pero los vínculos con los anarquistas expropiadores lo llevan nuevamente a prisión. En mayo de 1930 está en Montevideo junto a Rodolfo González Pacheco para recibir a Simón Radowitzky, que acababa de ser indultado.
De regreso en Buenos Aires, participa —tras el golpe militar de septiembre de 1930— en el traslado encubierto de la imprenta minerva de La Antorcha y en la publicación de su edición clandestina. En mayo de 1931 es detenido y enviado en primera instancia a la cárcel de Villa Devoto.
En agosto de 1931 forma parte, junto a los dirigentes comunistas José Peter, Gerónimo Arnedo Álvarez y José Benjamín Manzanelli, de la segunda remesa de presos enviada al temible penal de Ushuaia, en Tierra del Fuego, donde sufrieron todo tipo de torturas y vejámenes. Cuando en abril de 1932 el nuevo presidente de la nación Agustín P. Justo declara la amnistía a los presos políticos, éstos fueron embarcados a Buenos Aires. Allí se reencuentra con su compañero de militancia anarquista Horacio Badaraco.
Pero pocas semanas después se dirige a Rosario. En esta ciudad consigue trabajo en Molinos de Minetti, siendo elegido poco después secretario de la Federación Obrera de Santa Fe. En 1934 funda, junto a Horacio Badaraco y Antonio Cabrera un grupo independiente, anarco-comunista, con vinculaciones con el marxismo libertario: “Spartacus”, que edita el periódico del mismo nombre, de gran incidencia en la huelga de la madera de 1934 y en la gran huelga de la construcción de enero de 1936, que deriva en una acción de masas de los días 7 y 8 de dicho mes. El frente único con los comunistas en dichos acontecimientos y las posturas a favor de los sindicatos por industria y no por oficio distancian crecientemente al Grupo Spartacus del sindicalismo forista.
Varone retorna definitivamente a Buenos Aires en 1938, empleándose en el transporte colectivo. Participa en la huelga de colectiveros de ese mismo año, así como en la de septiembre de 1942, acontecimiento que lo lleva a romper definitivamente con el anarquismo y a vincularse al Sindicato de Chauffers y Guardas de Ómnibus, integrada por sindicalistas y comunistas. Se afilia oficialmente al PC argentino el 6 de septiembre de 1947, aunque desde 1943 es su “compañero de ruta”.
En 1948 es candidato a diputado nacional, convencional constituyente y elector a senador, y participa, junto a Rubens Iscaro y Vicente Marischi, en la formación del Movimiento Pro Democratización e Independencia de los Sindicatos (MDPIS). Es elegido miembro del CC ampliado del PC.
En 1954 es, junto a Pedro Chiarante, uno de los delegados del MPDIS que asiste a la reunión del Consejo General de la Federación Sindical Mundial. A fines de ese mismo año la delegación comunista del MPDIS sigue viaje a la URSS por invitación del Consejo de los Sindicatos de la Unión Soviética, así como las Repúblicas Populares Polaca y China.
En 1956 representó al MPDIS en el IVº Congreso de la UGT uruguaya. En las elecciones de 1958 fue candidato a convencional constituyente y concejal por la Capital Federal. A fines de la década de 1950 es miembro del Comité Capital del PC argentino.
Casado con Juana Damiana Nievas (“La Ñata”), militante comunista en la Unión de Mujeres Argentinas (UMA).
Obra
- Domingo Varone, Pedro Chiarante y otros, “Obreros argentinos visitan la Unión Soviética, Polonia y China. Impresiones del viaje”, Buenos Aires, Ediciones del Movimiento Pro Democratización e Independencia de los Sindicatos, 1956.
- La memoria obrera. Testimonios de un militante, Buenos Aires, Cartago, 1989, pról. de Osvaldo Bayer (2ª ed.: Cuadernos marxistas / La Rosa Blindada, 2004, reproduce su foto en contratapa.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2025), “Varone, Domingo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.