TORRENS ROS, Jaime

En la segunda mitad de la década de 1880 asiste con asiduidad a la Círculo “La Luz”, una asociación librepensadora fundada en 1885 por Rosendo Arús Arderíu, y colabora en su periódico del mismo nombre, La Luz (Barcelona, 1885-1886). Su nombre aparecre como vocal de la Liga Internacional de la Paz y la Fraternidad de los Pueblos, que presidió Arús. Interviene en numerosos eventos públicos con otras figuras del anarquismo librepensador, como Tarrida de Màrmol, Indalecio Cuadrado, Soledad Gustavo y Teresa Claramunt.

Es miembro de la Sociedad de Obreros Tipógrafos “El arte de imprimir”, junto a Pedro Esteve y  Cayetano Oller. Colabora —junto a Antoni Pellicer— en La Asociación, órgano de la Asociación de Obreros Tipógrafos de Barcelona (1883-1889). 

Frecuenta el círculo obrero Regeneració (Regeneración), que comparte su local con el grupo editor de El Productor (Barcelona, 1887-1893), que dirige Anselmo Lorenzo. Participa activamente como orador en los mítines que se realizan los domingo por la mañana en el Circo Ecuestre, levantado en el centro de la Plaza Cataluña de Barcelona. En 1888 fue agredido en el transcurso de un mitin. Estuvo estrechamente vinculado al tipógrafo Josep Llunas i Pujals, director de La Tramontana. El periòdic vermell (Barcelona, 1881-1893), donde se aunaban librepensamiento, anarquismo, republicanismo, federalismo y masonería. 

Es uno de los que toman la palabra en la conferencia de Errico Malatesta en el Teatro Guyarre de Barcelona que tuvo lugar el 11 de noviembre de 1891

Torrens Ros montó en Barcelona una pequeña imprenta. Si bien él se colocaba dentro de los llamados “antiadjetivistas” (partidarios de un “anarquismo sin adjetivos” que buscaba unificabar a las diversas tendencias), de sus prensas salieron dos órganos del anarco-comunismo catalán como La Nueva Idea (Barcelona, 1895) y los dos únicos números de El Ariete Anarquista (Barcelona, 1896). En 1887 está en el Congreso comarcal catalán de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE). En 1889 interviene en una velada en Tarrasa por los presos políticos, con Indalecio Cuadrado y Josep Llunas.

Tras el ataque contra la procesión religiosa de Corpus Christi del 7 de junio de 1896 en la calle Canvis Nous (Cambios Nuevos) de Barcelona, se desató una fuerte represión sobre el anarquismo catalán. Fueron detenidos indiscriminadamente 400 anarquistas y recluidos en el Castillo de Montjuic, donde sufrieron graves torturas. De los detenidos, 87 fueron procesados. El Tribunal Supremo de Guerra se pronunció el 28 de abril de 1897 condenando a muerte a cinco anarquistas como autores materiales o cómplices directos del atentado, mientras que otros recibieron condenas que oscilaron entre los 20 y los 10 años de prisión por considerárselos “cómplices” o “conspiradores”. Jaume Torrents Ros tenía entonces 35 años y su hermano menor Joan Torrens Ros, también tipógrafo, 24 años. Una campaña de prensa internacional denunció la arbitrariedad de los procesos y se solidarizó con los acusados. Su hermano Joan fue condenado a 20 años de prisión (en junio de 1898 escribía desde la Cárcel de Málaga una carta a La Protesta Humana de Buenos Aires).

Tras once meses de cárcel, Jaume Torrents Ros fue deportado a Inglaterra. Fue embarcado en julio de 1897 en el puerto de Vigo con Cayetano Oller, Joan Montseny, Teresa Claramunt y otros 24 anarquistas en el buque “Isla de Luzón”, con destino a Liverpool. El gobierno español enviaba en ese mismo mes un informe al cónsul inglés sobre los deportados, señalando que “Jaime Torrens Ros (a) Grant”, orador y editor de El Ariete Anarquista, “era considerado como el individuo más peligroso”. El anarquista español Ricardo Mella dejó un relato de la partida de los deportados: 

“Yo he visto pasar, embarcados en el puerto de Vigo, los 28 exiliados de Barcelona que están actualmente en Inglaterra. Yo los he visto partir contentos, animados por un gran coraje, dispuestos a lo que sea después de tantos sufrimientos. Estaba Teresa Claramunt, infatigable y simpática propagandista, [Juan Bautista] Oller que tan buena obra hizo en Ciencia Social, [Joan] Montseny, cuyas publicaciones lo han llevado a prisión y luego al exilio, Torrents, viejo e infatigable luchador, siempre presto a la batalla, expulsados de este suelo maldito que el espíritu teocrático ha esterilizado”.

Ricardo Mella, “Le Socialisme en Espagne”, Toulouse, editions “Espoir”, 1974, p. 60.

El 2 de agosto de 1897 Torrents Ros firmaba desde Londres una carta colectiva dirigida al director del diario El País de Madrid desmintiendo que los presos del Castillo de Montjuic hubieran recibido buenos tratos. Por el contrario, señalaba que esa prisión se habían “efectuado terribles torturas” mediante “el hambre, sed, sueño, retorsión de testículos, hierros candentes aplicados a las carnes, un casco de hierro que aplasta la cabeza, latigazos, introducción de cañitas en las uñas, etc, etc.”. La carta fue reproducida por La Protesta Humana (“Los anarquistas en

Montjuich”, en La Protesta Humana nº 6, Buenos Aires, 2/9/1897, pp. 2-3). 

Arribó a la Argentina a fines del siglo XIX, donde castellaniza su nombre Jaume y su primer apellido (Torrents) como Jaime Torrens Ros, y se convertiría en uno de los anarquistas activos en el mundo sindical más importante del siguiente quinquenio. 

En septiembre de 1900 redacta una circular (“A los libertarios”) en la que propone la creación un fondo monetario para volver a erigir la Casa del Pueblo n Buenos Aires a través de la venta de acciones de $ 10 pesos a cada adherente. El proyecto no tuvo éxito al ser considerado demasiado “institucionalizado” (reglamento, base jurídica, fondo accionario, etc.) por sus compañeros anarquistas. El 11/11/1899 aparece como orador en el acto de la Casa del Pueblo de Buenos Aires en conmemoración por los mártires de Chicago. El 6 de enero de 1900 es, con Virginia Bolten y Rómulo Ovidi, uno de los oradores en el acto de inauguración de la Casa del Pueblo de Rosario, en la esquina de las calles Pellegrini y Buenos Aires, experiencia en la que confluyeron varios grupos anarquistas. El 19/3 participa como orador, junto a Pascual Guaglianone, en el acto conmemorativo de la Comuna de París organizado por el grupo “Luz y Progreso” en el local de los Panaderos. En los meses siguientes aparece como conferencista en Chivilcoy, Mar del Plata y otras ciudades del interior del país. 

Junto con Luigi Magrassi, fue delegado por la Asociación de Artes Gráficas de Capital al Congreso Obrero Gremial de los días 25 y 26 de mayo y 2 de junio de 1901, del que resultó la conformación de la Federación Obrera Argentina (FOA), siendo elegido presidente de su segunda sesión. Fue el redactor de la Declaración de principios propuesta por su sindicato a dicho congreso, aprobada por unanimidad y aclamada por la barra, en la que éste se define “carente de todo compromiso con el Partido Socialista y Anarquista” [sic], declarando su organización y desarrollo independientes y autónomos y delineando como “exclusivamente de lucha y resistencia” la organización que resultara del mismo. Es electo miembro del comité administrativo de la FOA por 17 votos de los delegados. En una de las sesiones en que los socialistas sostuvieron los arbitrajes estatales en los conflictos huelguísticos, Torrens Ros argumentó en contra. El anarquista Pietro Gori intervino para salvar la unidad entre socialistas y anarquistas, siendo finamente votada su moción. En la quinta sesión argumenta en contra de la “institución del patrocinio” para la defensa jurídica de los presos.

El domingo 27 de octubre de 1901 es uno de los oradores en el acto conjunto de socialistas y anarquistas de homenaje al obrero croata Cosme Budislavich, asesinado en la puerta de la Refinería de Zúcar de Rosario. La concentración se realizó en la Plaza Lorea, donde además de Torrens Ros hablaron Adrián Patroni, Nicolás Repetto, Rómulo Ovidi, Enrique Dickmann y Tallarico. En noviembre de 1901 es orador en un acto por la memoria de los Mártires de Chicago, Fue orador en el aniversario del gremio de albañiles en Rosario. Ese mismo año es orador en un mitin contra la represión en España. En noviembre es orador en otro mitin compartiendo la palabra con Pietro Gori.

Fue también delegado, junto con José Basalo, por el sindicato de Artes Gráficas de Capital al II Congreso de la FOA reunido en Buenos Aires entre el 19 y el 21 de abril de 1902, siendo electo miembro de la Comisión administrativa con el máximo de vostos (27). Es orador en el mitin del 1º de Mayo de 1902 organizado por la FOA, en el que habló también Dante Garfagnini.

Impulsó la adhesión de la Sociedad de Resistencia de los peones del Mercado Central de Frutos a la FOA y contribuyó a que cristalizaran en ese sindicato una serie de exigencias que tras su denegación por los empleadores, condujeron a la huelga declarada por la FOA el 20 de noviembre de 1902. Diversos autores señalan que fue, junto a Constante Carvallo, uno de los dos representantes de los huelguistas que negocia con el Ministro de Agricultura, pero se trata de una confusión con otro migrante catalán, el portuario Francisco Ros.

Su nombre reaparece en febrero de 1903 (como “Jaime Ros”) en un documento del Jefe de Policía Francisco J. Beazley reproducido por La Protesta Humana dentro de la “Lista número 2: No aprehendidos que deben ser deportados”. En efecto, había logrado eludir la deportación por la aplicación de la Ley de Residencia al partir a Uruguay antes de su promulgación. 

Colaboró en La Asociación, en El Corsario de Valencia en 1902 y en El Obrero Ebanista (Buenos Aires, 1905-1923). Se pierden los rastros de su actuación posterior a 1903, pero todavía en 1928 este antiguo preso político enviaba un pequeño texto a La Protesta sobre la eventualidad de convocar a una huelga general para libertar de la prisión al anarquista vindicador Simón Radowitzky (“Opinando”, en: La Protesta nº 5691, Buenos Aires, 1/3/1928, p. 3).

Oved y otros autores señalan su activismo entre los obreros del puerto de Buenos Aires en 1901/02, pero es probable que se trate de una confusión con el obrero portuario anarquista Francisco Ros.