TERRA, Juan Pablo

Nació en Montevideo, Uruguay, en el seno de una familia compuesta por Horacio Terra Arocena, arquitecto y Margarita Gallinal. El matrimonio vivió con sus seis hijos en el barrio del Prado de Montevideo. Juan Pablo cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Sagrada Familia y luego estudió arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República.

Comenzó su militancia política en la adolescencia en el partido católico que integraba su padre, la Unión Cívica, escribiendo artículos para los periódicos católicos El Bien Público y Tribuna Católica. Allí lideró en los años cincuenta el Movimiento Social Cristiano (MSC). Siendo estudiante universitario tomó contacto con el pensamiento del movimiento de Economía y Humanismo impulsado por el sacerdote dominico francés Louis-Joseph Lebret, con quien estudió en Francia y en San Pablo. A partir de esa experiencia clave en su formación, fundó en 1947, junto con el abogado e investigador social Dionisio Garmendia, los Equipos del Bien Común, desde donde comenzaron a realizar trabajos de encuestas en Rodríguez
(1949), La Teja (1951), Artigas (1953) y en Montevideo (1955). 

Se graduó de arquitecto en 1950. A su diseño se deben la Iglesia de San Carlos Borromeo y Nuestra Señora de la Asunción, en el barrio del Prado, Montevideo. Pero además de su labor profesional como arquitecto, ejerció intensamente la docencia como profesor de Sociología y Metodología de la Investigación desde 1957 hasta 1987, promoviendo la incorporación del área de Sociología y Economía al plan de estudios de la Facultad de la Arquitectura de la Universidad de la República.

En 1957 fundó el Centro Latinoamericano de Economía Humana (CLAEH), en el que se desempeñó como presidente hasta 1972. En 1961 fue convocado a integrar el área de vivienda y ordenamiento territorial de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE), un organismo público interministerial, para profundizar en el diagnóstico y en la propuesta de un nuevo proyecto de desarrollo.

En los años sesenta desarrolló una importante labor de investigación como sociólogo, producto en gran medida de su conocimiento técnico para la medición de lo social, adquirido con Lebret y escasamente desarrollado en el Uruguay. En 1959 dirigió el censo de damnificados por las inundaciones de ese año en todo el país y, a partir de 1961 desarrolló trabajos de muestreo y diagnóstico que marcaron una nueva etapa de las ciencias sociales uruguayas. Fue así que en 1962 dirigió el Muestreo de Vivienda, al tiempo que coordinó y elaboró desde el CLAEH (en convenio con una organización francesa, la CINAM) un diagnóstico social y económico sobre el medio rural en Uruguay. A partir de sus acumulaciones anteriores, Terra elaboró variables para establecer vínculos entre ingresos, alimentación y vivienda, de modo de poder conocer la relación entre la situación habitacional del país y los sectores sociales. Con foco en sus convicciones sobre la vivienda como un derecho que el Estado debía garantizar, impulsó un mayor desarrollo de los estudios sociales, en particular sobre la estructura social del Uruguay, prácticamente inexistentes hasta entonces, con el objetivo de conocer la relación entre distribución de la riqueza, educación, estratos sociales y vivienda.

Paralelamente, desarrolló una intensa acción política. Fue militante laico en los años de transformación de la Iglesia Católica hacia el Concilio Vaticano II (1959-1962). En 1961, en el marco de la crisis en la Unión Cívica, el Movimiento Social Cristiano (MSC) convergió en la fundación del Partido Demócrata Cristiano (PDC) del Uruguay, que compareció en las elecciones de 1962. El liderazgo de Juan Pablo Terra fue creciendo en este nuevo partido en la segunda mitad de los años sesenta, convirtiéndose en un actor clave en la formación ideológica y doctrinaria de cuadros y militantes, y en darle proyección a la democracia cristiana uruguaya en la Internacional Demócrata Cristiana, creada en 1961. Terra fue presidente y líder político del PDC, siendo electo diputado del partido por la Lista 808 para el período 1966-1971.

Desarrolló durante esos años una destacada actuación parlamentaria, siendo uno de los redactores de la Ley del Plan Nacional de Vivienda (PNV) que sintetizaba los planteos de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE) en la materia.

También participó en forma protagónica en la oposición al gobierno de Jorge Pacheco Areco (1967-1972), denunciando sus desbordes represivos e institucionales. Desde 1968 jugó un rol clave en la formación de Frente Amplio, consolidado finalmente en 1971. Para ello no vaciló en ofrecer el lema del PDC para facilitar la acumulación de votos de distintos partidos y movimientos en las elecciones nacionales de 1971. En estas fue electo senador por el Frente Amplio, cargo que desemepñó hasta el golpe de Estado de 1973. Presentó entonces al Parlamento nuevas iniciativas, como la creación de un Ministerio de Vivienda y Urbanismo que coordinara la política pública, urbanística y habitacional.

En su labor parlamentaria hasta junio de 1973 fue un activo denunciante de las crecientes violaciones a los derechos humanos cometidas bajo el nuevo gobierno de Juan María Bordaberry. Defendió la idea de un Frente Amplio popular, progresista, nacionalista y democrático, siendo también crítico de las acciones violentas del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-Tupamaros). En febrero de 1973, con el apoyo de su partido y los sectores frentistas, defendió la estrategia de apoyo crítico a los “militares peruanistas”.

El 27 de junio de 1973, día de la consumación del golpe de estado, Terra se encontraba en Italia participando de un Congreso de la Democracia Cristiana Internacional. Enterado de la quiebra institucional en Uruguay, regresó inmediatamente a su país y el 23 de julio fue preso en el estadio conocido como el Cilindro Municipal de Montevideo junto con otros dirigentes del Frente Amplio que habían presentado un habeas corpus para solicitar la liberación del General Líber Seregni.

Durante la dictadura de los años setenta y ochenta, el PDC no fue ilegalizado, pero su actividad política debió realizarse en forma semiclandestina, con una estructura de pequeñas células de pocas personas. En 1974 el PDC, bajo el liderazgo de Terra, abandonó formalmente el Frente Amplio luego del rechazo a su propuesta de que se suspendiera su actividad política dada la prohibición al funcionamiento de varios sus sectores. En el plebiscito de 1980 sobre la reforma constitucional propuesta por el gobierno dictatorial, impulsó el voto por el “No”. En las elecciones internas de los partidos políticos de 1982, todavía en dictadura, promovió el voto en blanco.

Para entonces ejerció su actividad periodística en la revista Opinión, clausurada en 1982, y a partir de 1983 en el semanario Aquí, ambas publicaciones del PDC. En 1983, frente a la votación en la Junta Nacional del PDC sobre su reincorporación al FA, Juan Pablo Terra presentó su renuncia, considerando que la integración al FA debía estar condicionada a la reforma de la orgánica frentista.

Durante la dictadura militar (1973-1985) fue destituido de sus cargos públicos en la Universidad. Su trabajo académico prosiguió como consultor en organismos internacionales y a través de la refundación del CLAEH. Su producción académica siguió enfocada en cuestiones relativas al desarrollo, el crecimiento y la pobreza urbana, la distribución del ingreso y la niñez latinoamericana. Se centró entonces en las consecuencias de la recesión económica, el endeudamiento externo y la pobreza, expresadas en el aumento de asentamientos informales y en su fuerte impacto sobre la infancia uruguaya y latinoamericana.

En 1989 volvió a ser candidato a senador por el PDC, no siendo electo luego de que este se separara del FA y formara el Nuevo Espacio junto al Partido por el Gobierno del Pueblo (PGP). Falleció en Montevideo en 1991, a la edad de 67 años. El Instituto Humanista Cristiano de Montevideo lleva su nombre.

Se casó con María del Carmen Ortiz y tuvo ocho hijos.