SÁNCHEZ, José Gonzalo (Totoró, Cauca, Colombia 1900 – Totoró, Cauca, Colombia, 1949)
Líder político regional defensor de los derechos campesinos e indígenas. Su militancia en el Partido Comunista Colombiano (PCC) ayudó a que esta organización echara raíces en algunas comunidades indígenas del Cauca, del Tolima, de la Sierra Nevada de Santa Marta y se organizaran en las Ligas Campesinas.
Nació en Miraflores zona perteneciente al municipio de Totoró, Cauca. Según un testimonio de un compañero de luchas, estudió primaria en la escuela de varones de Totoró entre 1911 y 1916 (Testimonio sobre José Gonzalo Sánchez de un compañero de luchas, 1979). En ese año se suma a la lucha que lideraba Manuel Quintín Lame. De acuerdo con su hermano Manuel Tránsito, (Núñez, 2008, p. 111) José Gonzalo se sumó con entusiasmo a la lucha liderada por Manuel Quintín Lame, y participó en la quintiniada (1914-1917). Fue detenido en Silvia en 1917 y recuperó su libertad un año después, para ser definitivamente absuelto en 1919. En todo el tiempo que Lame estuvo en la cárcel (1917-1921), Sánchez siguió defendiendo la causa indígena y organizando comunidades en Cauca, Tolima y Huila. Así en 1921 dirigió varios memoriales al gobierno, en los que pidió la liberación de Lame, denunciaba los atropellos contra sus hermanos de raza, e incluso solicitó al presidente la posibilidad de que los indígenas eligieran un representante propio a la Cámara. Cuando su entonces jefe salió de prisión se dirigieron juntos a Bogotá en donde lograron entrevistarse hasta con el presidente de la República para ponerle al tanto de la precaria situación de los indígenas del sur del país y plantearle sus reclamos.
Ambos siguen trabajando juntos por un tiempo, aunque se insinúa una creciente distancia que se hace evidente en 1930. El área de acción de los dos en esos años fue Tolima y Huila. Se centraron en la reconstrucción del resguardo y cabildo de la Gran Comunidad indígena de Chaparral y Ortega, en donde habían fundado desde 1916 el Consejo Supremo de Indias en Llanogrande, vereda que bautizan por los años veinte con el nombre de San José de Indias (Testimonio…, p. 75). En 1924 fueron designados voceros de esas comunidades. La popularidad de los dirigentes indígenas los puso en la mira de los terratenientes y el gobierno conservador. Por eso fueron varias veces detenidos por los motivos más nimios, aun sin estar presentes en los hechos en que los implicaban. Así, los acusaron de una masacre de indígenas en Los Limpios (Huila) perpetrada por la guardia departamental el 12 de marzo de 1922, y por ello detuvieron a Lame, mientras Sánchez logró escaparse. También se les humilló continuamente, por ejemplo rasurándoles la cabeza, como ocurrió en Ortega varias veces con Lame y en 1927 con Sánchez.
Según su compañero de luchas, en 1926 José Gonzalo se casó por lo católico con Paulina Animero Vargas en Coyaima.
La ruptura entre los dos líderes indígenas se hizo explícita en agosto de 1930, cuando José Gonzalo Sánchez participó en la creación del Partido Comunista de Colombia (PCC), del cual fue militante hasta su muerte ocupando altos cargos en el Comité Central. La distancia política con Lame tomó el cariz de rivalidad personal que los fue distanciado hasta desembocar en duras recriminaciones. Sánchez, por ejemplo, en una de las primeras reuniones del Partido Comunista dice que “fue el inferior de Quintín Lame, pero que luego se le separó”; a renglón seguido asegura:
“Yo dejé aclarado en nombre de los indígenas que Quintín Lame no tiene nada que ver con nosotros, que nosotros no íbamos a una revolución burguesa, sino a nuestra revolución, esto en nombre de los indígenas netos. Que nosotros estuvimos siempre firmes. Que Quintín Lame estafa a los pobres indígenas con memoriales que nunca se cumplen. Está en combinación con el Gobierno”
(Meschkat & Rojas, 2009, pp. 482-483).
En todo caso José Gonzalo Sánchez se convirtió en un convencido militante comunista. Como tal viajó luego a Rusia a estudiar en la Escuela Lenin para la formación de cuadros comunistas y posteriormente regresó al país a trabajar con las comunidades indígenas del Cauca, Huila y Tolima, en donde las organizó en Ligas Campesinas e Indígenas. La represión no cejó en contra de estas organizaciones influidas por el comunismo y el 1 de mayo de 1931 fuerzas conservadoras atacaron a los indígenas reunidos en Coyaima para celebrar el día internacional de los trabajadores, asesinando a 18 de ellos. Como resultado de su actividad política, José Gonzalo Sánchez fue elegido concejal en Silvia entre 1936 y 1938.
En 1935 fue enviado como delegado del PCC al VII Congreso de la Internacional Comunista en Moscú. Tres años después asistió, junto con el arhuaco César Niño, al Congreso de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) en Cali como delegados de la recién creada Federación Indígena y Campesina. Lo que llamó la atención de sus intervenciones en el congreso y de una posterior Plataforma de Lucha “En pro de las masas indígenas” lanzada por Sánchez meses después del evento sindical, es que, si bien estos líderes indígenas afirmaban la identidad de clase campesina, no descuidaban los aspectos étnicos de las comunidades originarias (Villanueva, 1993, pp. 170-186). De hecho en sus territorios se establecieron Ligas Campesinas e Indígenas y el segundo punto de la declaración final de la CTC llamaba a la lucha por la integración de los resguardos. A su vez, los principales elementos de la Plataforma propuesta por Sánchez eran: derogación de las leyes que impulsaban la división de los resguardos; nulidad de venta y arrendamiento de estos y recuperación de los despojados o formación de nuevos resguardos en baldíos; abolición del trabajo gratuito; derecho a
préstamos individuales y para los cabildos; creación de una sección Indígena del Ministerio de Educación; impulso oficial a los alfabetos indígenas y a la enseñanza bilingüe; escuelas y centros culturales en los resguardos; derecho a explotar las minas ubicadas en sus territorios; ratificación del nombre de Gobernador al gobernante de los cabildos; creación de la Sección Indígena de la CTC; y libertad de los presos políticos.
Fruto de la actividad de militantes como José Gonzalo Sánchez, el Partido Comunista logró echar raíces en algunas comunidades indígenas del Cauca y del Tolima, así como en la Sierra Nevada de Santa Marta, y organizarlas en las Ligas Campesinas, que reunían principalmente a arrendatarios y pequeños propietarios. De hecho su candidato presidencial en 1934, para oponerse al liberal Alfonso López Pumarejo, fue el indígena tolimense Eutiquio Timoté, quien obtuvo pocos votos. Y es que los indígenas colombianos tenían razones poderosas para desconfiar de los liberales, a pesar de que el PCC se hubiera aliado con ellos desde mediados de los treinta en aras de la política de la Internacional Comunista de impulsar Frentes Populares.
En efecto, más allá del discurso reformista durante la República Liberal (1930-1946) en esos años se atacó con más tenacidad la existencia de los resguardos, pues los consideraban un obstáculo para el progreso. Los indígenas no permanecieron pasivos ante la nueva ofensiva elitista. De esta forma, la Federación Departamental Indígena y Campesina del Cauca presidida por los hermanos José Gonzalo y Manuel Tránsito Sánchez, en su Cuarta Conferencia en septiembre de 1944, enérgicamente exigía al gobierno que “renuncie a la política de dividir o parcelar las tierras de los Resguardos Indígenas”, ya que ello permitiría la venta de esas tierras, la conversión de los indígenas en arrendatarios o peones y acrecentaría el latifundio (“Resolución”) de dicha conferencia. Pero la mencionada Conferencia mostró que la identidad que seguía jalonando la lucha en el Cauca era la campesina, aunque sin perder el componente étnico. Así se traduce en el llamado a crear a una organización que permita elevar la conciencia de clase y oponerse a los latifundistas y a la Iglesia católica. Esa organización debía ser de carácter sindical para reunir a “todos los trabajadores indígenas bajo las banderas de la CTC”. En ese sentido se llamaba también a “organizar una Liga Indígena en cada resguardo, a fin de que ésta se constituya en el EJE de la defensa de las tierras del mismo y dé orientación a los Cabildos” para que garanticen su “funcionamiento progresivo” (“Resolución”). Mientras tanto José Gonzalo Sánchez siguió en la lucha en pro de las comunidades indígenas y en 1949 fue elegido concejal en su municipio natal, Totoró, pero no pudo ejercer pues fue envenenado en septiembre de ese año (Testimonio…, pp. 80).
Tiempo después, en febrero de 1971, se eligió a su hermano Manuel Tránsito como primer presidente del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) en su honor, pero como no asumió el cargo fue reemplazado pocos meses después en el segundo congreso de la organización departamental indígena. En efecto, como dice Luz Ángela Núñez (2008), la memoria de Lame tiende a disminuir en el Cauca a medida que se aleja físicamente por su destierro al Tolima, a pesar de los esfuerzos que hizo por volver. Al contrario José Gonzalo Sánchez adquiere más relevancia, a pesar de que tampoco vivió en el Cauca durante mucho tiempo. El hermano de este último, Manuel Tránsito, recordaba que a Lame se le quería al principio pero cayó en el olvido porque los abandonó, no como José Gonzalo quien murió con ellos y por ellos en 1949. El problema de esta diversa memoria parece ser más político que de otro tenor. Mientras Sánchez fue fundador del Partido Comunista en el que militó hasta su muerte, Lame parecía regresar al pragmatismo de buscar apoyo de los partidos tradicionales incluso haciendo campañas por el bando conservador, sin que se pueda decir que fuera militante de ese partido. La disputa política involucra también los métodos de lucha. Mientras Lame desde los años 30 se mantiene en la brega por restituir los resguardos, por la vía jurídica y con epicentro en el Tolima, Sánchez participa decididamente en el esfuerzo de organizar a los indígenas como parte de la clase campesina, haciendo trabajo político en el Cauca y el sur del Tolima. Para el primero los cabildos siguen siendo el motor de la lucha, para el segundo estas formas tradicionales de gobierno indígena deben ser orientados por organizaciones clasistas, pues sospechaba que habían caído en manos de los partidos tradicionales. De esta forma si Lame mantiene un eje de identidad étnica con un creciente pragmatismo político, Sánchez opta –como era común en los círculos marxistas del momento– por la construcción de un movimiento campesino que incluyera a los indígenas y que utilizara métodos revolucionarios. Todo esto explica que con el paso de los años y el privilegio a la identidad étnica por parte del movimiento indígena caucano, la memoria de José Gonzalo Sánchez haya declinado a favor de la creciente recuperación de Manuel Quintín Lame.
Cómo citar esta entrada: Archila, Mauricio (2020), “Sanchez, José Gonzalo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org
- Documentos políticos, n° 135.
- Luz Ángela Núñez, Quintín Lame: mil batallas contra el olvido. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, n° 35, 2008.
- O. Villanueva, Participación indígena en el Tercer Congreso Nacional del Trabajo, Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, n° 21, 1993.