ROMERO, José (Argentina, c. 1890 – Buenos Aires, Argentina, 1/5/1909).
Empleado de comercio de orientación anarquista, asesinado durante la Semana Roja de mayo de 1909.
Empleado de comercio de orientación anarquista, perdió la vida durante la huelga general que siguió a la represión policial sobre los manifestantes del 1º de Mayo de 1909 en la Plaza Lorea de la ciudad de Buenos Aires. Fue asesinado por un conscripto que custodiaba un tranvía de la línea 96, en el cruce de las calles Hornos y Céspedes.
Los hechos se habían iniciado el 1° de Mayo de 1909, cuando una multitudinaria manifestación de trabajadores (unas 30.000 personas según fuentes periodísticas) convocada por la FORA anarquista en la Plaza Lorea de la Ciudad de Buenos Aires fue violentamente reprimida por la Guardia de Seguridad al mando del Coronel Ramón L. Falcón. Los incidentes comenzaron cuando la policía intentó detener al anarquista José Maza que lideraba una de las columnas, acción que fue resistida por los manifestantes. Otro de los líderes anarquistas, Ricardo Nivelli, hizo unos disparos para evitarlo. Tras un toque de clarín, un centenar de policías a caballo disparó su carga de fusilería sobre la multitud. La represión produjo un centenar de heridos de gravedad y provocó ocho muertes (Juan Semino, Pedro Fortunato, Narciso Milessi, José Silva, Miguel Besch, Luis Pantaleone, Manuel Fernández y Jacobo Reniskoff), a las que se sumaron otros dos obreros caídos los días siguientes (Romero fue uno de ellos).
Esa misma tarde el gobierno detuvo a varios centenares de militantes y clausuró los diversos locales obreros. Al día siguiente (domingo 2 de mayo) un Comité Mixto compuesto por miembros de las dos centrales obreras —FORA anarquista y la UGT socialista— convoca a una huelga general a partir del lunes 3, reclamando la libertad a los presos, la reapertura de locales así como la derogación del “Código de Penalidades” y de la libreta de identidad exigidos a los trabajadores. Los socialistas, además, pidieron la renuncia de Falcón.
La huelga tuvo alto acatamiento durante toda la semana en la ciudad de Buenos Aires y en diversas localidades del interior del país (Rosario, Córdoba, La Plata, Junín, Bahía Blanca, Pergamino, Bragado). La policía y el ejército custodiaron la ciudad desierta tratando de impedir las manifestaciones de protesta mientrad duró la medida de fuerza. El gobierno respondió a la huelga decretando el estado de sitio, detuvo otros dirigentes obreros y deportó algunos más amparándose en la Ley de Residencia.
Francisco López y B. Ibáñez fueron oradores del acto multitudinario realizado el lunes 3 de mayo frente a la morgue judicial donde los manifestantes reclamaron la entrega de los cuerpos de los anarquistas asesinados. El martes 4 un cortejo con los Féretros de Fernández, Pantaleone y Besch partió rumbo al cementario de la Chacarita. En el cementerio hablaron: Alfredo L. Palacios por el Comité Ejecutivo del Partido Socialista; Marció por la Unión General de Trabajadores, Carlos Balsán y Juan Bianchi (anarquistas) por la FORA y Salvador Lotito y Gabriel Biagiotti (sindicalistas) por las Sociedades Autónomas.
El miércoles 5, en un acto organizado por el Partido Socialista en Plaza Constitución, fue asesinado el joven Ulises Sturla de un disparo de máuser lanzado por un conscripto.
Si bien la huelga afectó también el transporte, algunos tranvías circularon por Buenos Aires hasta que eran detenidos por los manifestantes. En uno de esos episodios fue asesinado Romero, que tenía entonces 19 años.
Al cabo de cuatro meses, el 14 de noviembre de 1909 el joven anarquista vindicador Simón Radowitzky, que había sido testigo de la masacre de Plaza Lorea, arrojó una bomba al coche en el que viajaban Falcón y su ayudante Juan A. Lartigau en el cruce entre las calles Callao y Quintana, terminando con sus vidas.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2023), “Romero, José”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.