PENINA, Joaquín

Nació en el seno de familia obrera en la ciudad catalana de Gironella. Aprendió con su padre el oficio de colocador de mosaicos y azulejos. Autodidacta, militó en la CNT catalana en los duros tiempos de la clandestinidad bajo la dictadura de Primo de Rivera, junto a figuras del anarquismo de su ciudad como Josep Viladomiu y Prudenci Pey. 

Emigró a la Argentina en 1922, probablemente para eludir el servicio militar. En Buenos Aires hace contacto con el movimiento anarquista local. Un año después aparece instalado en la ciudad de Rosario, donde se desempeñó como obrero oficial de la construcción (colocador de mosaicos y azulejos) al mismo tiempo que colaboraba en la difusión de literatura anarquista que recibía de España y Buenos Aires. Es representante en Rosario de la “Guilda de Amigos del Libro”, asociación que se había constituído el 5 de abril de 1930 en la capital argentina con el fin de promover la edición y distribución de obras de cultura anarquista. Penina prestaba sus publicaciones a sus compañeros, o las vendía a precios populares.

Según diversas fuentes, era vegetariano, no fumaba ni bebía alcohol, y se decalaba anarquista totstoiano (pacifista).

Militante de la Federación Obrera Local Rosarina (FOLR), adherida a la FORA, y del Sindicato de Oficios Varios. Fue detenido por primera vez en 1927 con motivo de la campaña de solidaridad por Sacco y Vanzetti. Participó de la huelga de los obreros de la construcción de agosto de 1928

Apenas producido el golpe militar del 6 de septiembre de 1930, los anarquistas rosarinos lanzan un volante de denuncia. Acusado de ser uno de sus autores, en la mañana del 9 de septiembre la policía irrumpe en su domicilio, un altillo en la calle Salta 1581, y lo lleva detenido a la Jefatura junto al compañero con el que vivía, Victorio Constantini. También detuvieron al anarquista Pablo Porta, también oriundo de Gironella, que se dirigió a la casa de sus amigos ignorando que habían sido detenidos. La policía confiscó los libros, folletos y revistas que atesoraba Penina, así como 600 pesos que había reunido para encargar a España nueva literatura ácrata. Por la noche es detenido otro anarquista, el portuario González, que también concurrió a la casa de Penina. 

En la madrugada del 10 de septiembre Penina fue conducido desde la Jefatura de Policía hasta las orillas del arroyo Saladillo, donde es fusilado por un pelotón del Regimiento 11 de Infantería, a cargo del subteniente Jorge Rodríguez. Cuando estaban por disparar, Penina gritó: “¡Viva la anarquía!”.

El cuerpo de Penina nunca apareció. Su prontuario fue eliminado del Departamento de Investigaciones de la Policía de Rosario. Dos años después, una investigación del diario Democracia informó que había sido sepultado como “NN”. El capitán Luis Sarmiento, que dirigió el fusilamiento, murió en un atentado en el año 1932 cuando viajaba por una ruta provincial de San Juan hacia El Marquesado. Según la investigación de Fernando Quesada, el auto del capitán fue interceptado por dos personas que lo apuntaron con armas y le gritaron: “¡Acordate de Penina!”.

Pablo Porta, el electricista amigo de Penina que fue detenido junto a él y luego puesto en libertad, retornó a su pueblo natal, informando a sus coterráneos del fusilamiento. En agosto de 1931, tras la proclamación de la República Española, una calle de Gironella fue bautizada con su nombre en un acto en que participaron su hermano Juan Penina y Federica Montseny, y en el que tomó la palabra su amigo Josep Viladomiu. El franquismo abolió el homenaje durante 40 años, pero hoy la calle principal de Gironella se llama Joaquín Penina.

Un primer rescate de su figura estuvo a cargo de Fernando Quesada, con su pequeño libro El primer anarquista fusilado en la Argentina (Buenos Aires, Destellos, 1974). Tres años después, el rosarino Aldo Oliva llevó a cabo otros relevamientos para su libro El fusilamiento de Penina (Rosario, Editorial Biblioteca, Colección Testimonios, 1977), pero los ejemplares fueron quemados cuando la Biblioteca Constancio C. Vigil fue intervenida durante la última dictadura militar argentina. En agosto de 2015 se relanzó la Editorial Biblioteca con una reedición del libro El Fusilamiento de Penina.

Su hermano menor Juan Penina fue combiente en la Guerra civil española, alzanzando el cargo de Comisario de Batallón en el Ejército de Extremadura. Apenas estalló la guerra marchó a Aragón y luego combatió con Cirpiano Mera en la defensa de Madrid. Luego fue enviado a Extramadura, donde murió en combate en octubre de 1938. Federica Monteseny escribió entonces un artículo rindiendo tributo a los dos hermanos Penina.