OLIVER, María Rosa Lucía (Buenos Aires, Argentina, 10/9/1898 – Buenos Aires, Argentina, 18/4/1977).
Narradora, ensayista, traductora y activista argentina de orientación feminista y comunista.
Descendiente de una familia patricia argentina, fue la mayor de los ocho hijos del abogado y político Francisco José Oliver y de María Rita Romero. Vivió con sus padres y sus hermanos menores —Isabel Joaquina, Julia Natalia, Francisco José, Juan Pablo, Luis Ramón, Magdalena y Samuel Francisco— en una antigua casona ubicada en la calle Charcas 628, en el Barrio Norte de la ciudad de Buenos Aires. María Rosa contrajo poliomielitis a la edad de diez años, debiendo movilizarse en una silla de ruedas el resto de su vida. Viajó a por primera vez a Europa con su familia en 1921
Ávida lectora, se vinculó desde su juventud a los espacios culturales porteños. Fue parte, con otras mujeres de la élite letrada, de la Asociación “Amigos del arte” (1924-1942), un espacio que promovía muestras plásticas, conciertos y conferencias en su sede porteña de la calle Florida 940. En 1929 está junto a su amiga Victoria Ocampo entre los escritores argentinos que asisten a las conferencias de Waldo Frank en Buenos Aires. Formó parte —junto a Jorge Luis Borges, Guillermo de Torre, Eduardo J. Bullrich, Oliverio Girondo, Alfredo González Garaño y Eduardo Mallea— del primer Consejo de Redacción de la revista Sur, cuyo primer número apareció en el verano de 1931 dirigido por Victoria Ocampo.
En 1937 colabora con Mane Bernardo y otras mujeres en la creación del espacio de teatro experimental “La Cortina”, traduciendo obras del inglés y colaborando en la producción y la dirección. En la segunda mitad de la década de 1930, además de su participación en las labores de la revista Sur y sus colaboraciones con el periodismo y el teatro, aparece comprometida en las tareas de solidaridad con los republicanos españoles durante la guerra civil. En 1936 participa de la creación de la Unión Argentina de Mujeres (UAM), que preside Victoria Ocampo y cuya vicepresidencia ejerce Ana Rosa Schlieper de Martínez Guerrero. En 1938 María Rosa Oliver asume la presidencia de la UAM, presentando a la Legislatura un proyecto de ley proponiendo el voto femenino, que ni siquiera fue tratado por la cámara. Del 2 al 7 de octubre de 1939 es delegada de la UAM en el Primer Congreso Panamericano de la Vivienda Popular que tuvo lugar en Buenos Aires.
En 1939 es secretaria de la Comisión Argentina de Ayuda a los Intelectuales Españoles. En septiembre de 1941 está entre las fundadoras —junto Cora Ratto y Ana Rosa Schlieper de Martínez Guerrero, entre muchas otras— de un nucleamiento de mujeres que apoyan la causa aliada: la Junta para la Victoria (1941-1947). Ana Rosa Schlieper es elegida presidenta de la Junta y María Rosa Oliver, vicepresidenta.
Vinculada a la intelectualidad estadounidense progresista, en 1939 está en la Comisión organizadora de la Primera Exposición del Libro Norteamericano en Buenos Aires. En 1942 viaja a Washington invitada por el gobierno de Franklin D. Roosevelt, donde fue consejera de la sección cultural de la Oficina Coordinadora de Asuntos Interamericanos, que entonces dirigía Nelson Rockefeller. Residió en esa ciudad hasta 1944. Regresó a los Estados Unidos en 1946 invitada por la misma entidad para dictar una serie de conferencias.
Con el advenimiento de la Guerra fría se dividen las aguas del “campo progresista”, unido hasta entonces por el enemigo común: el fascismo. María Rosa Oliver va a convertirse en “compañera de ruta” del comunismo argentino e internacional, sin dejar de participar de los espacios de sociabilidad de la élite intelectual porteña. Sin embargo, parece improbable el testimonio de Estela Canto, según el cual llegó a ser afiliada “con carnet” al Partido comunista en una fecha tan temprana como el año 1930. Comenzó con acercamientos y simpatías al mundo comunista a mediados de la década de 1930 hasta asumir un compromiso creciente en la década de 1940.
En 1949 los comunistas impulsan la creación del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz, cuya filial argentina es el Consejo Argentino por la Paz, que preside el intelectual comunista Ernesto Giudici e integran algunos “compañeros de ruta” como Carlos Astrada, Norberto Frontini y María Rosa Oliver. Dirigió el órgano de Consejo, el periódico Por la Paz (Buenos Aires, 1951-1954).
Participa en 1950 en el Segundo Congreso Mundial de Partidarios de la Paz realizado en Varsovia; y dos años después en el Congreso Mundial de los Pueblos realizado en Viena, donde recibe la Medalla de Oro de la Paz. La delegación argentina —compuesta también por John William Cooke, Frontini, Giudici, el artista plástico Juan Carlos Castagnino y el cirujano Jorge Viaggio— visita luego la URRS y la China Popular. En 1953 fue nombrada miembro de la secretaría del Consejo Mundial por la Paz.
Integra, junto a figuras como Ricardo M. Ortiz y Héctor P. Agosti, la Casa de la Cultura Argentina. Visita nuevamente la URSS entre fines de 1952 y principios de 1953 y luego pasa a China, donde se entrevista con el presidente Mao-Tse Tung. Regresa a Buenos Aires en el buque Conte Grande el 20/3/1953. En los años de la “amistad chino-soviética”, integra la Asociación de Ayuda a China y publica, con Frontini, el libro Lo que sabemos hablamos… Testimonio sobre la China de hoy (1955). Vuelve a Europa en 1955, en 1956 y en 1957, y a China en 1958 y en 1959.
En 1956 está entre las fundadoras del Congreso Continental de Trabajadores Culturales para la Defensa de la Paz. En 1958 le será otorgado el Premio Lenin por el Fortalecimiento de la Paz entre las Naciones. El escritor soviético Boris Polevoy viajó hasta Buenos Aires para entregarle el premio en un acto público realizado en Hotel Savoy, donde Rafael Alberti y Miguel Ángel Asturias ofrecieron sus discursos de homenaje. Sur publicó enseguida una breve nota sin firma titulada “Premios literarios argentinos. El premio Lenin”, que provoca un ríspido intercambio epistolar entre María Rosa y Victoria. Ha crecido la tensión con Victoria y el grupo Sur a su pico máximo, pero María Rosa seguirá perteneciendo al Comité de Redacción hasta 1961.
En 1959 simpatiza con el proceso abierto con la Revolución cubana. En 1961, cuando la revista Sur se pronuncia contra el proceso cubano, María Rosa Oliver le pide a Victoria que saque su nombre del Comité. Un año después es una de las pocas personas que se entrevista con Ernesto «Che” Guevara, cuando éste visita de incógnito la Argentina. Amiga de la República Popular China y de la URSS, el conflicto chino-soviético la desconcierta y toma distancia del comunismo. Los diez últimos años de su vida se orienta a una suerte de socialismo cristiano.
Vivía en un departamento ubicado en el segundo piso de la calle Guido 1521 de la ciudad de Buenos Aires. Según el testimonio de Juan José Sebreli, mantuvo una relación sentimental con el exiliado alemán Ralf Zigmann.
Escribió sus memorias en tres volúmenes sucesivos: Mundo, mi casa (1965), La Vida cotidiana (1969) y Mi fe es el hombre (1981). Es autora de gran cantidad de notas, relatos breves, ensayos y testimonios de viaje que permanecen dispersos en publicaciones como Sur, Nueva Gacea, Nueva Expresión, Capricornio, Por, Correo literario, Cuadernos Americanos, The Inter-American Quarterly, Casa de las Américas, Horizons, entre muchas otras. Tradujo del inglés City Block de Waldo Frank (Buenos Aires, Gleyzer, 1937) y El número uno de John Dos Passos (1946) y del alemán Informe para una academia de Franz Kafka (Buenos Aires, Emecé, 1945), entre otras obras. Su fondo de archivo se conserva en la Universidad de Princeton.
Obra
- Geografía Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, Colección infantil, 1939.
- América vista por una mujer Argentina, Buenos Aires, Salzmann y cia., 1945.
- (con Norberto Frontini), Lo que sabemos hablamos… Testimonio sobre la China de hoy, Buenos Aires, Botella al Mar, 1955.
- Mundo, mi casa, Buenos Aires, Falbo, 1965.
- La vida cotidiana, Buenos Aires, Sudamericana, 1969.
- Mi fe es el hombre, Buenos Aires, Carlos Lohlé, 1981.
- (y Eugenio Guasta), Correspondencia. 1960-1976, Buenos Aires, Sur, 2011, edición de Ernesto Montequín.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Oliver, María Rosa”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.