OCAMPO, Juan (Chaco Austral, Argentina, c. 1882 – Buenos Aires, Argentina, 1904).
Obrero foguista argentino de orientación o simpatía anarquista.
El domingo 1º de mayo de 1904 se realizaron en Buenos Aires dos manifestaciones por el Día del Trabajo, expresando la división existente en el movimiento obrero. Por una parte, la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista realizaron un acto en la Plaza Colón, reclamando la jornada laboral de ocho horas.
Por otro, la Federación Obrera Argentina (FOA), con hegemonía anarquista, organizó una marcha que partió desde la Plaza Lorea (frente al Congreso Nacional) hasta la Plaza Mazzini (hoy Plaza Rama, en la avenida Lendro N. Alem). Los manifestantes portaban estandartes rojos con crespones negros, como recordatorio de la Masacre de Chicago de 1886. A ella asistió Juan Ocampo, obrero foguista oriundo de la región del Chaco Austral que trabajaba en la empresa naviera propiedad de Mihanovich.
A partir de una discusión entre manifestantes y pasajeros de un tranvía detenido por la gran columna, la policía desató una brutal represión. En medio del forcejeo por el control del espacio público, un disparo que provino de la multitud mató al agente de policía Luis J. Manzano que se proponía liberar, sable en mano, el paso del tranvía. Las fuerzas policiales dispararon entonces sobre los manifestantes, cayendo muerto el obrero Juan Ocampo, de unos 22 años, de un tiro en la nuca. La prensa obrera presentó el hecho como una “celada policial” para frustar el acto masivo. En cambio, el cronista de Caras y Caretas desliza que habría sido el propio Ocampo el que habría asesinado al policía Manzano de un tiro en el corazón y que otro agente policial habría vengado la muerte de su compañero: “Su matador cayó acto continuo con el cráneo destrozado por un tiro disparado por un agente de seguridad” (“El 1º de Mayo. Las Manifestaciones. Incidente sangriento”, en: Caras y Caretas nº 292, Buenos Aires, 7/5/1904, p. 31).
El testimonio de Gilimón parece refrendar esta versión: “El muerto es un obrero oscuro, apellidado Ocampo, de raza indígena, nacido en el selvático y misterioso Chaco. Ha muerto haciendo fuego contra la policía. Ha muerto matando” (Gilimón, 1911).
Se desató entonces un intenso tiroteo entre policías y manifestantes. En medio del caos, una nutrida columna llevó a pulso el cadáver del joven obrero al local del diario La Protesta, que se encontraba próximo a la Plaza Mazzini. Acomodado el cuerpo sobre una escalera y envuelto en la bandera que pocas horas antes habían levantado los obreros de la FOA en Plaza Mazzini, se fue armando un cortejo de miles de trabajadores que lo llevaron a pulso al local de la FOA para velarlo. Pero la policía irrumpió en el local de la Federación y hurtó el cadáver, para enterrarlo secretamente en horas de la noche.
Los disparos sobre la muchedumbre y la muerte de Ocampo generaron una ola de repudio en medios obreros, anarquistas y socialistas, y si bien las medidas represivas impidieron la manifestación de protestas públicas y la realización de funerales multitudinarios, la interpelación del diputado socialista recientemente electo Alfredo Palacios al Ministro del Interior Joaquín V. González, permitió una amplia repercusión de los sucesos.
Dos días después de los hechos, La Protesta rendía homenaje al joven foguista en los siguientes términos:
“Tenemos que hacer notar que Juan Ocampo, la víctima de la ferocidad policial, no era un gringo, como con intención infamante, tomando el vocablo en su sentido ruinmente despreciativo, acostumbra a calificar la policía a todos los obreros que toman parte en los movimientos obreros. Juan Ocampo era argentino, nacido en el Chaco Austral, tenía 22 ó 24 años y se ocupaba como foguista en el puerto de la capital.
Ha muerto como un héroe”.
“Juan Ocampo”, en: La Protesta nº 224, Buenos Aires, 3/5/1904, p. 2.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Ocampo, Juan”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.