MORA TORO, Libardo

En su juventud Libardo Mora Toro fue un destacado deportista, formó parte del grupo de los principales atletas colombianos de finales de la década de los cuarenta, de forma que consiguió cinco medallas de oro en los Juegos Nacionales de 1950. Estuvo también vinculado al equipo deportivo futbolístico de Bogotá Independiente Santa Fe. Estuvo en Santander vinculado a la Juventud del Movimiento Revolucionario Liberal (JMRL), partido político con posiciones de izquierda y relacionado con el influjo de la fuerte resistencia guerrillera liberal del Magdalena Medio en los años cincuenta que tenía expresiones vigentes con las cuales sostenía contacto. Estudió derecho y se graduó grado de abogado en la Universidad Libre, sede principal en Bogotá. Hizo parte del dinámico movimiento estudiantil de la época y se vinculó a la Juventud Comunista (JUCO).

Poco después de participar en su última competencia internacional, en los III Juegos Bolivarianos de Caracas en 1961, donde fue subcampeón en 800 y 1.500 metros, dada su condición de destacado cuadro político, fue delegado a Moscú al Congreso Internacional de Juventudes Comunistas y a Alemania en 1963 a un encuentro internacional de las Juventudes Comunistas. Sin embargo, el Comité Ejecutivo Central de la JUCO lo expulsó por su simpatía con las posiciones “marxistas leninistas” de inclinación maoísta, opuestas al viraje del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Libardo Mora y demás cuadros críticos ante la posición del PCUS, le señalaban desestimular los procesos revolucionarios y de liberación nacional en desarrollo en Asia, África y América Latina, al priorizar entonces una línea de “emulación económica entre los sistemas sociales capitalista y socialista”. Criticaban también la estrategia política del Partido Comunista de Colombia (PCC) por priorizar la lucha electoral y planeaban definir una estrategia de guerra de guerrillas, a partir de considerar la existencia de condiciones revolucionarias no solo en Cuba sino en varios países del subcontinente incluida Colombia.

Se desempeñó como asesor sindical de los trabajadores petroleros organizados en la Unión Sindical Obrera (USO) en Barrancabermeja. Libardo Mora, junto con Francisco Caraballo y David Borrás estuvieron en Cuba con los integrantes de la Brigada José Antonio Galán y recibieron algún entrenamiento militar, siendo los únicos cuadros políticos del PCC ML que lo tuvieron al momento de la irrupción del EPL. Promovió el trabajo del PCC ML y del EPL en el Magdalena Medio y el Sur de Bolívar, donde fue especialmente estimado y reconocido.

Libardo Mora se formó con experiencia revolucionaria en el Magdalena Medio en zonas de pasado guerrillero con el liderazgo del líder liberal Rafael Rangel, ex alcalde popular de Barrancabermeja, derrocado y perseguido por los organismos estatales tras los hechos del 9 de abril de 1948, ocasionados a partir del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá. La población de estas zonas tenía fuerte simpatía liberal de izquierda, por lo cual respaldaron al MRL de Alfonso López Michelsen y a su JMRL, de donde surgieron posiciones más definidas de izquierda revolucionaria. Sin embargo, ante el progresivo desencanto con el Partido Liberal, fueron cobrando fuerza el PCC y luego surgieron núcleos guerrilleros de las nacientes guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y EPL. Entonces hacia1964 Libardo Mora comandaba una columna guerrillera del EPL en la región, la cual no tuvo mayor desarrollo ni despliegue militar, pero fue una experiencia de incursión, formación y reclutamiento campesino local. Igualmente desplegó su actividad revolucionaria en el Departamento de Caldas, tanto entre los círculos revolucionarios, obreros agrícolas y campesinos de la zona cafetera como en la zona indígena del occidente de este departamento.

El X Congreso del PCC ML (fundacional pero numerado en rescate de la trayectoria del PCC) eligió a Libardo Mora integrante del Comité Central (CC), al estimar su capacidad política, experiencia con sectores sociales y poblacionales y por ser al momento el único cuadro político nacional ejerciendo la comandancia de un frente guerrillero rural del EPL, lo cual lo proyectó como apoyo fundamental en el Alto Sinú, San Jorge y Bajo Cauca en la consolidación de las primeras estructuras guerrilleras del EPL. Allí se desarrollan entre finales de 1967 e inicio de 1968 los levantamientos campesinos contra las grandes haciendas para distribuir tierras, ganado y bienes de producción incautados por esta guerrilla. Su participación en calidad de comandante del EPL fue decisiva al mando de acciones militares de hostigamientos y combates con el Ejército y la incursión al mando de un destacamento en el Bajo Cauca. En 1969 en calidad de integrante del Comité Ejecutivo Central del PCC ML, salió de la zona de guerra para asistir en una delegación de nuevo a Cuba.

En el II Pleno del CC del PCC ML, a finales de 1965, se reconoce el liderazgo de Libardo Mora Toro en la posición crítica al señalar la existencia de una “desviación izquierdista” que afectaba este proyecto revolucionario. Esta desviación se señaló en términos de que el alzamiento militar guerrillero no tenía la debida correspondencia con una amplia dinámica política y de inserción del proyecto revolucionario con la población y los movimientos sociales.

En particular propuso que se debía conjugar la lucha clandestina con la legal; y que no se podía descuidar la lucha social y la labor política en las ciudades, en aras del énfasis definido sobre desarrollo de la lucha armada campesina en el ámbito rural. “Iniciar la guerra del pueblo como algo artificial y aislado de las masas; en despreciar la lucha (legal semi-legal y legal) del pueblo en las ciudades y el campo, así como en aceptar el papel de un puñado de “héroes” capaces de coronar el proceso revolucionario desde el punto de vista militar”. (Conclusiones del II Pleno del CC, diciembre de 1965). En consecuencia, este pleno impuso en tal sentido una campaña de rectificación.

En igual sentido, de nuevo sobresalió la actuación de Libardo Mora en el III Pleno del Comité Central, en abril de 1967, en crítica a expresiones de izquierdismo que afectaban las organizaciones sociales influenciadas por el PCC ML, en especial las sindicales, con llamados a la rectificación. “Existen ciertas organizaciones sindicales o federaciones nacionales que, bajo la orientación de algunos sectores de la pequeña burguesía, han sido conducidos a desarrollar una política sectaria y ultraizquierdista en sus periódicos legales y en sus asambleas sindicales, inclusive hablando públicamente de apoyo a la lucha armada y de otras formas de lucha y de tareas revolucionarias de carácter exclusivamente conspirativas. Su política es conducir los sindicatos a enfrentamientos de carácter total contra el enemigo. Esta política se desarrolla con el agravante que no existe en la base de dichos sindicatos un trabajo revolucionario a fondo y serio”. (Conclusiones del III Pleno del Comité Central, marzo de 1968). En consecuencia, en 1971 se lanzó con destacada iniciativa de Mora una “Campaña de Bolchevización” y en 1972 el IV Pleno del Comité Central adoptó una serie de medidas en correspondencia.

Versiones de la historia de este movimiento insurgente afirman que en efecto Libardo Mora reaccionó críticamente ante la línea predominante, criticándola de “sectaria, militarista y vanguardista”, de forma que se le atribuye la discusión con el contenido de algunos de sus documentos y publicaciones, como Camino de la Esperanza, a los que señalaba de tener posiciones “subjetivistas” y “extremo-izquierdistas”. En abril de 1969 salió el documento “Estructura”, emanado de una reunión del Comité Ejecutivo Central. Este documento condensó este diagnóstico crítico de Libardo Mora, a quien se le atribuye su muy posible redacción o en todo caso su incidencia determinante en el contenido. Su contenido expuso en consecuencia los argumentos de debilidad del Partido, escaso número de cuadros, militantes y organismos, deficiente desarrollo ideológico y político de la militancia en general y la necesidad de recuperar una línea sólida de construcción y formación partidista ligada a las dinámicas sociales y políticas en curso.

En consecuencia, la dirección del PCC ML reconoció la existencia de una situación de crisis y de desviación política izquierdista, de forma que emprendió una “Campaña de Bolchevización”, orientada a la rectificación. Al reconocimiento de debilidades a subsanar y errores a corregir, se sumó e ingrediente de la fuerte influencia que se vivía del maoísmo, lo cual afectó formulaciones ideológicas y políticas partidistas. En lo referido a la aplicación de esta campaña, frente a la alta composición de militancia política señalada de “pequeñoburguesa” por ser procedente especialmente del movimiento estudiantil pero también de trabajadores de sectores como el magisterio, el sector financiero, bancario y estatal y del campesinado en lo relativo a los combatientes del EPL, se orientó entonces fortalecer vínculos con el sector obrero a partir de vincular cuadros y militantes del PCC ML a la producción industrial y agroindustrial. En tales circunstancias, se abordó un proceso de reconstrucción del trabajo político y militar.

En diciembre de 1971 cuando Libardo Mora Toro avanzaba al frente de una comisión guerrillera del Frente Francisco Garnica del EPL, rompiendo trocha en la zona de guerra, precisamente para participar en el IV Pleno del Comité Central, se produjo un contacto sorpresivo con un contingente del Ejército, el cual le ocasionó la muerte a este importante y destacado cuadro nacional de este partido y comandante del EPL. En mayo de 1972 se realizó esta reunión del CC del PCC ML, de forma que ratificó la campaña de rectificación y la denominó “Libardo Mora Toro”.

Con posterioridad, varios organismos partidarios y guerrilleros retomarían su nombre para honrar su memoria, en especial el Frente Libardo Mora Toro que se gestó en el Catatumbo desde finales de los 70 y durante los 80. Dicho frente se desmovilizó en el contexto del pacto de paz suscrito entre el gobierno nacional de César Gaviria y el EPL en 1991, el cual posibilitó el paso a la legalidad de la militancia política y de los combatientes de este movimiento insurgente, a instancia de su participación en la Asamblea Nacional Constituyente que expidió una nueva Constitución Política, consagrando derechos y garantías fundamentales. Casi tres décadas después, aún persistía un pequeño núcleo guerrillero en la región del Catatumbo, departamento de Norte de Santander, no acogido al pacto de paz, que retomó la denominación de “Frente Libardo Mora Toro”.