MAROTTA, Sebastián (seudónimos: S. Eviterno; “El tipo sereno”; “El que asistió a su entierro”) (Buenos Aires, Argentina, 12/6/1888 – Buenos Aires, Argentina, 11/1/1970).
Obrero constructor de carruajes, linotipista, dirigente de la FORA, la FOPA y la CGT de orientación sindicalista e historiador del gremialismo argentino.
Nacido en el barrio porteño de Barracas, a los 12 años trabaja de mensajero, recorriendo la ciudad de Buenos Aires. Tras aprender el oficio de pintor de carros, a los 15 años se afilia al Sindicato Obreros Constructores de Carruajes, aunque ya había encabezado con éxito dos huelgas en el taller en el que trabajaba, del que fue expulsado. En 1906 participa de una huelga de los constructores de carruajes que se prolonga 88 días, luego de la cual queda nuevamente desocupado.
Negándosele empleo por su actividad militante, se muda a Mar del Plata, donde reorganiza el Sindicato de Constructores de Carruajes y Mecánicos, del que es nombrado secretario general. También es elegido miembro del Consejo de la Federación Obrera local, desempeñando la secretaría hasta 1907, año en que regresa a Buenos Aires.
Integrado nuevamente en la comisión de ese gremio, forma parte también de una comisión organizadora de la Federación Nacional de Obreros Constructores de Rodados, de la que es nombrado secretario, al tiempo que, entre 1907 y 1910, es redactor del periódico El Obrero Constructor de Rodados. Tiene entonces 20 años. Ya es adepto de la perspectiva sindicalista que para entonces había hegemonizado la UGT, opuesta a la acción político-parlamentaria y partidaria de la huelga general revolucionaria propiciada desde sindicatos políticamente independientes.
Participa de las gestiones tendientes a la unificación de las dos centrales obreras (FORA, anarquista y UGT, sindicalista) que culminan en el II Congreso de Unificación de 1909 al que asiste como delegado, siendo redactor de la Carta Orgánica de la flamante Confederación Obrera Regional Argentina (CORA, sindicalista), y elegido miembro de su consejo federal, para ser luego su secretario general, hasta 1914. Es también redactor de La Confederación, órgano de la CORA.
Por un breve período trabajó como pintor, siendo redactor del periódico sindical El Pintor. Dejó el oficio luego de haber estado a punto de caer desde un piso alto de la casa Gath & Chaves. En 1910 inicia una gira por el norte del país que debe interrumpir en Tucumán por el estado de sitio impuesto con la represión sobre el movimiento obrero que precedió a la celebración del Centenario que culminó en la sanción de la ley de Defensa Social.
Por su familiaridad con el mundo de las imprentas —producto de sus colaboraciones en periódicos—, aprende el oficio de linotipista e ingresa a la Federación de Artes Gráficas. En 1912 es el representante de la CORA en la primera concentración regional que realizan chacareros y peones rurales contra terratenientes e intermediarios, en el marco de lo que se conoce como el Grito de Alcorta. A fines de ese año es uno de los secretarios del III Congreso de Unidad Sindical, donde argumentó una moción a favor de aprobar la fusión de la CORA (sindicalista) y la FORA (anarquista) sobre principios amplios, y del cual la FORA finalmente se retira.
En el año previo a la Primera Guerra Mundial, cuando la economía ingresaba en un paulatino deterioro, Marotta realiza una gira organizativa por todo el país en representación de la CORA y de la Federación Obrera Ferrocarrilera (FOF). En 1914 impulsa el ingreso de la CORA en la FORA, que se concreta en el Congreso de Concentración de junio y septiembre de ese año y que lo cuenta entre sus oradores. En el IX Congreso de la FORA participa de la redacción del despacho sobre la finalidad de la federación, que eliminaba la recomendación del comunismo anárquico del V Congreso y reafirmaba la libertad de ideologías y sistemas filosóficos, sancionándose así la nueva escisión entre la FORA anarquista (llamada “del V Congreso”) y la FORA sindicalista (conocida como “del IX Congreso”). Integra el Consejo Federal de esta última y después es nombrado prosecretario, cargo que ocupa hasta que el 7 de noviembre de 1917 y pasa a ser su secretario general. En su carácter de representante de la FORA y la FOF visita diversas líneas de FFCC de la Pcia. de Buenos Aires y el litoral argentino. Participa de las grandes huelgas marítimas y ferroviarias de 1917 y 1918. Es el redactor de las nuevas bases de la FORA aprobadas en su X Congreso de 1918.
Estando al frente de ese organismo durante los sucesos de la Semana Trágica de enero de 1919, trabaja en la organización de la huelga, la defensa de los locales sindicales y la atención de los presos, llegando a entrevistarse con el Presidente Hipólito Yrigoyen para acordar la liberación de aquéllos, la reapertura de sindicatos y el retiro de tropas de la ciudad de Buenos Aires.
En septiembre de ese año asiste como invitado al Congreso de la CGT francesa en Lyon, donde formaliza la adhesión de la FORA a la Federación Sindical Internacional, constituida poco tiempo antes. El Congreso Sindical de Ámsterdam de 1919 lo designa miembro del Buró de la nueva Federación. Colabora en La Organización Obrera, órgano de la FORA, y en Acción Sindicalista, entre otros medios.
Movido de la necesidad de alejarse de las luchas intestinas que agitaban a la organización obrera, en 1921 deja la secretaría general de la FORA-XI y vuelve al taller, instalándose hasta 1927 en Tres Arroyos, Pcia. de Buenos Aires. En esa localidad bonaerense organiza el Sindicato de Obreros Gráficos y prosigue con atención las vicisitudes de la vida sindical.
De regreso en Buenos Aires, se integra como prosecretario en el Comité Central de la Federación Obrera Poligráfica Argentina (FOPA), constituida en 1927. Con el auspicio de esa organización conforma junto a Alejandro Silvetti y José Negri —dirigente ferroviario de la Confederación Obrera Argentina (COA)— una comisión para redactar las bases de la unidad sindical entre la COA, la Unión Sindical Argentina (USA) y la FORA, en los prolegómenos del logro de una central sindical unificada que se concretaría un par de años después. En 1928 protagoniza un conflicto al interior de la Federación Gráfica Bonaerense por el que una parte del gremio conforma la Unión Linotipista, Mecánicos y Afines (ULMA), de la que es secretario en 1929, 1930 y 1932. En 1933 edita y redacta El Taller. Periódico de documentación sindical.
Como miembro del Comité central confederal de la flamante Confederación General del Trabajo (CGT), creada en septiembre de 1930, asiste a varias Conferencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) entre 1931 y 1934, foro en el que repudia la injerencia del gobierno fascista sobre los sindicatos italianos. La división de la CGT en 1935 lo encuentra encolumnado en el sector de la CGT-Catamarca, de tendencia sindicalista. Participa en octubre de ese mismo año de la fundación del Club Voluntad, lugar de reunión de obreros, militantes e intelectuales interesados en el sindicalismo, junto a Alejandro Silvetti, Ruggiero Rúgilo, Andrés Cabona, Luis Gay y Atilio Bramuglia, entre otros.
En octubre de 1951 es detenido tras la clausura del club luego del levantamiento que encabeza el Gral. Benjamín Menéndez contra el gobierno de Juan D. Perón, acusado de colaboración con el frustrado intento golpista. Formado intelectualmente con el dirigente gráfico Luis Bernard, habiendo colaborado y dirigido numerosos periódicos sindicales y realizado traducciones del francés de artículos sobre la materia —motivado por su afinidad con la CGT francesa—, hacia 1953 emprende la obra de reconstrucción histórica y de la memoria obrera que quedaría plasmada en la obra en tres volúmenes El movimiento sindical argentino (1961-1970).
En 1957 fue delegado por el sindicato gráfico al Congreso Normalizador de la CGT. El presidente Arturo Illia (1963-1966) lo designó director de la Caja de Periodistas y Gráficos. Homenajeado por su lucha a la edad de 80 años, mereció también el elogio de sus otrora adversarios, como el anarquista Diego Abad de Santillán.
A la cremación de sus restos asistió, entre una multitud de gremialistas y diversas personalidades del país, el expresidente Arturo Illia, derrocado cuatro años antes. Según su voluntad, sus cenizas fueron arrojadas al Río de la Plata.
Era amante y eximio conocedor del tango. Casado con Electra González, tuvo tres hijos.
Su fondo de archivo personal y su hemeroteca se encuentran en el CeDInCI.
Obra
- El movimiento sindical argentino. Su génesis y desarrollo. Período 1857-1907, Buenos Aires, Lacio, 1960.
- El movimiento sindical argentino. Su génesis y desarrollo. Período 1907-1920, Buenos Aires, Lacio, 1961.
- El movimiento sindical argentino. Su génesis y desarrollo. Período 1920-1935, Buenos Aires, Calomino, 1970.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Marotta, Sebastián”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.