MARÍN DE MARÍA, Ramón

Tipógrafo, periodista y funcionario. Nieto de Isidoro De María, como hijo de Rosaura De María, se vinculó desde su juventud a la Sociedad Tipográfica Montevideana. De modo semejante a su abuelo materno, que había sido también tipógrafo y periodista (“entrando a la redacción por la puerta del taller”, como señalara oportunamente Fernández Saldaña), Ramón Marín dirigió entre 1886 y 1891 el periódico gremial El Tipógrafo, junto a Juan Bonifaz y Gómez. En este medio también figuraron Víctor Perdomi►, Eduardo Ramos► y Francisco Salas►, entre otros.

En esta labor debió enfrentar varias denuncias penales. En abril de 1886, se presentó una denuncia en el Juzgado Correccional para que declarara “quiénes eran los autores o responsables” de la publicación permanente de las resoluciones adoptadas en la asamblea gremial del 10 de diciembre de 1885, referidas al conflicto de la imprenta de La España y a la calificación de “traidores” a los rompehuelgas. En esta oportunidad el magistrado no halló mérito para la acusación. En octubre de 1887 se presentó una denuncia formulada por el doctor Alberto Palomeque ante el Juzgado del Crimen de 2° Turno, por la publicación bajo el seudónimo Yorick de un artículo titulado “Verdugos”, en el que criticaba a los propietarios de la imprenta del diario La República por su comportamiento con los obreros del establecimiento. Durante la audiencia de calificación, Marín luego de señalar

Aunque no he recibido mis nociones en las aulas universitarias como el doctor Palomeque, las he recibido en las aulas del trabajo, en los talleres de imprenta, donde desde muy niño me arrojó mi adversa suerte y me formé como hombre mucho antes de serlo por los años.

Sin referencia editorial.

aclaró que no había pretendido injuriar a Palomeque, dándose este por satisfecho.

Utilizando también el seudónimo Yorick, en octubre de 1886 polemizó desde las columnas de El Tipógrafo con el director de El Siglo, Jacinto Albistur, asumiendo personería por el socialismo, concebido en términos generales:

[…] los socialistas obreros […] buscan hoy por ese enérgico modo arrancarse del yugo ominoso a que uncidos los ha tenido por espacio de innumerables años el burgués, el capital avaro e intransigente. [Es el] socialismo ancla de salvación, ángel tutelar mano redentora del obrero […].

El Tipógrafo, sin referencia editorial.

En similar línea de pensamiento, en abril de 1887 obsequió a la Sociedad Tipográfica Montevideana “un retrato del padre del socialismo alemán, Carlos Marx”.

En enero de 1889 formó parte del grupo de obreros tipógrafos que fundó la Sociedad Cooperativa Tipográfica Uruguaya, con el objeto de establecer una imprenta en régimen cooperativo y promover “el mejoramiento de la clase tipográfica, el incremento del arte y la instrucción del operario”. Pasó entonces a dirigir el órgano periodístico de la entidad: La Voz de la Cooperativa (1889-1890), que mantuvo duros enfrentamientos con El Tipógrafo. El 24 de junio de 1890 Marín y Cristóbal Pérez Moneada -por entonces director del vocero de la Sociedad Tipográfica Montevideana- suscribieron un acta de conciliación, poniendo fin a las “polémicas insidiosas” entre ambos órganos, “que ningún bien reporta[ba]n al gremio”.

La vinculación de Marín con la Cooperativa Tipográfica (que presidió) se mantuvo hasta fines de 1890, oportunidad en la que -al producirse una crisis institucional- resultó desplazado de la dirección junto a sus seguidores. Por entonces se dio a publicidad un informe sobre irregularidades administrativas durante su gestión. En las columnas de El Tipógrafo, un corresponsal oculto tras el seudónimo “Un obrero” enjuició la conducta de Marín, a quien acusó de “esconderse tras de las camas cual una mujercita”.

En 1897 se vinculó al Partido Nacional, y pasó a desempeñarse en la administración pública (como Oficial 1° de la Jefatura Política y de Policía de San José [1898-1903], y más tarde con igual jerarquía en la Jefatura Política y de Policía de Flores [1903-1904]).

Secretario de redacción del periódico nacionalista El Deber, fundado en 1901 por Carlos Roxlo► y Vicente Ponce de León, participó del alzamiento de 1903 a las órdenes del jefe de vanguardia José María Pampillón. A raíz de los sucesos revolucionarios de 1904 se asiló en la Legación Argentina, pasando al vecino país desde donde colaboró nuevamente con Pampillón en la expedición que resultó derrotada en las costas de Palmira y Carmelo. Luego de la paz de 1904 ingresó como secretario de redacción a La Democracia, encargándose posteriormente de la sección “Días Históricos”.

Escribió sobre diversos temas literarios, sociológicos e históricos, publicando -además del folleto La imprenta en el Río de la Plata, editado en 1886 por la Sociedad Tipográfica Montevideana- artículos en las revistas El Fogón (Montevideo) y Casos y Cosas (Buenos Aires). Formó parte de la redacción de La Revista Blanca (1914-1917), e integró la Convención Nacional Constituyente (1916-1917) en representación del Departamento de Colonia.