MAGRASSI, Matilde

Casada con Franceso Magrassi, tuvieron en 1874 un hijo, Luigi Magrassi, tipógrafo y activo propagandista del anarquismo en Argentina y Brasil en la primera década del siglo XX. La pareja se formó en Módena, mudándose luego con su hijo a la ciudad de Génova. A mediados de la década de 1890, aparentemente viuda, migró con su hijo al Brasil, arribando a comienzos de 1898 a la Ciudad de Buenos Aires.

En esta ciudad madre e hijo se vincularon al Circolo Internazionale di Studi Sociali, al diario La Protesta Humana y al periódico anarquista L’Avvenire (1895-1904), cuya redacción integró su hijo Luigi. En abril de 1901 firma como Matilde Magrassi un elogio del anarquismo en el periódico anarco-individualista La Nuova Civilità que dirigía Alessandro Scopetani. En noviembre de 1901 aparece como secretaria del Grupo “Las Libertarias” de Buenos Aires, que cuenta también con la participación de Lidia Yrigoiti, cuyo fin era la propaganda entre las obreras de la ciudad para la formación de sociedades de resistencia. En la convocatoria aparecida en La Protesta Humana, bajo el título “A todas las compañeras”, se podía leer:

Pocas somos, muy pocas, las que firmes y convencidas de lo bueno y justo que encierra en sí el Ideal Anárquico, nos hemos reunido para luchar en común por la libertad, siendo nuestro primer acto colectivo la adhesión a la protesta contra las barbaries comitdas con nuestros compañeros de España.

Pocas somos hoy, muchas seremos mañana sí, con el estudio y la buena voluntad procuramos hacer la mayor propaganda posible entre las pobres víctimas que se envenenan en los talleres, para que se unan a nosotras y conozcan las bellezas del nuevo verbo y se las inculquen a sus hijos.

Las compañeras que quieran adherirse a nuestro grupo pueden hacerlo, mandando su domicilio o personalmente a Matilde Magrassi, Caseros 851 (La Protesta Humana nº 146, Buenos Aires, 2/11/1901, p. 3).

Con la sanción de la Ley de Residencia en noviembre de 1902, su hijo se refugió con otros líderes anarquistas en Montevideo. A fin de año su casa fue sometida a un registro policial buscando pistas de Luigi, siendo arrojado a la basura el retrato de su marido y finalmente la propia Matilde fue llevada al Departamento de Policía.

Interrogada por su ideología, afirmó ser anarquista ella misma y les dijo a los policías: “Recuerda que la anarquía no es la bomba, la anarquía es la felicidad de la humanidad” (“Voces de protesta”, en La Voz del Destierro, São Paulo, nº único, 6/1/1903).

A comienzos de 1903 migra a São Paulo para reeencontrarse con su hijo Luigi que finalmente se había instalado en esa ciudad. Matilde colaborará regularmente en la prensa anarquista brasileña, tanto de São Paulo como de Río de Janeiro y tomará a menudo la palabra en las asambleas obreras. Según Edgar Rodrigues, fue “una de las primeras mujeres en levantarse contra la esclavitud femenina en el Brasil” y una de las primeras voces femeninas en abordar la iguadad de género en la prensa anarquista.

En 1903 y 1904 escribió notas en O Amigo do Povo (São Paulo, 1902-1904), primer periódico anarquista de lengua portuguesa de cierta regularidad aparecido en el Brasil, dirigido por el exiliado portugués Neno Vasco, a cuya redacción se había incorporado Luigi. En enero de 1904 sostenía desde sus páginas que las mujeres no tenían que luchar solo por sus derechos en la fábrica, sino también y sobre todo por educarse, ya que la educación era su principal instrumento contra las clases dominantes, la Iglesia y el Estado. Escribió asimismo notas en el periódico O Chapeleiro, que publicaba José Sarmento Marques en São Paulo en lengua italiana y en Luta Proletária, órgano de la Federaçao Operária de São Paulo.

En 1904 Luigi y Matilde se instalan en Río de Janeiro, donde participan como actores en las funciones del teatro anarquista carioca. Matilde participa del consejo de redacción de O Libertario (Río de Janeiro, 1904), junto con Carlos Dias, Manuel Moscoso y su hijo Luigi. Colaboró en la fundación del periódico Novos Rumos, lanzado en mayo de 1906, que pasa de posiciones anarco-comunistas a otras anarco-sindicalistas.

Luigi habría retornado a Buenos Aires con su compañera María (“Marinha”) Marín en el año 1910, de donde puede colegirse que su madre falleció poco antes de su partida de Río de Janeiro.

Según algunos investigadores, Matilde no habría sido la madre sino la compañera de Luigi Magrassi.