LESGART, Susana Graciela (Córdoba, Pcia. de Córdoba, 13/10/1949 – Trelew, Pcia. de Chubut, 22/8/1972).
Maestra, fundadora de Montoneros de Córdoba, una de las “mártires de Trelew”.
Hija de Rogelio Lesgart, visitador médico de orientación anarquista y María Amelia Sáenz. Fue la cuarta de cinco hermanos: Liliana, Rogelio, Adriana, Susana y María Amelia. Todos estudiaron música y ejecutaban algún instrumento.
Cursa el magisterio con su hermana mayor Adriana Lesgart en el Colegio “Alejandro Carbó” de Río Cuarto (Córdoba), del que egresa con el título de maestra normal.
Instaurada en junio de 1966 la dictadura del Gral. Juan C. Onganía, su cariz represivo y ultramontano no hizo sino acelerar la radicalización política de los grupos de jóvenes que ya estaban desarrollando algún tipo de compromiso social y militante. Lesgart, su compañero Alejandro José Yofre y su hermana Adriana se inician políticamente en el trotskismo, militando entre 1966 y 1967 en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), cuando aún eran estudiantes secundarios, alejándose del partido a mitad de ese último año.
Hacia 1967 Lesgart, su compañero Yofre y su hermana Adriana se contactan, a través del estudio del abogado Gustavo Roca, con el que sería el núcleo primigenio de Montoneros de Córdoba. Este grupo, dirigido por Emilio Maza, se constituye a partir de una ruptura con el espacio de Juan García Elorrio para abocarse a la construcción de un aparato militar. El modelo ideológico y político de la Revolución Cubana adquiere creciente influencia sobre el grupo, que estblece relaciones con otros sectores del peronismo revolucionario, como el ARP (Acción Revolucionaria Peronista) que orientan John W. Cooke y Alicia Eguren.
Pero durante los años 1968 y 1969 la pequeña organización que lidera Maza está concentrada en la construcción de un aparato militar para lanzar el foco armado, lo que la lleva a replegarse sobre sí misma y a aislarse respecto de ciertos procesos sociopolíticos de envergadura que ocurrían en la provincia, sin lograr calibrar su importancia, como el Cordobazo o la experiencia de la CGT de los Argentinos. El mesianismo junto a una visión de la actividad del peronismo en la Resistencia como inorgánica, espontaneísta e ineficaz convergían en ese proceso. La ruptura con García Elorrio y la influencia de los “entrenados” que regresaban de La Habana redundaron en un mayor endurecimiento de las jerarquías y de la militarización al interior de la organización.
Su primera operación armada junto a los futuros Montoneros fue el asalto al banco cordobés de La Calera del 26 de diciembre de 1969, hecho a cara descubierta y luego del que Lesgart debió “guardarse” en casas de militantes de Córdoba. A partir de que entonces comenzaba el proceso de integración con distintos grupos político-militares de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe que culminaría con la organización de vocación nacional que se daba conocer el 29 de mayo de 1970 con el secuestro del Gral. Pedro E. Aramburu.
Lesgart participa de la toma de La Calera el 1° de julio de 1970, operación con la que Montoneros hace su aparición pública en Córdoba. Bajo el ejemplo de la toma de Pando por los Tupamaros en Uruguay, el operativo de “toma” de la localidad situada a 17 km de la capital provincial es concebido con el objetivo de demostrar la capacidad operativa de la organización y desmoralizar al enemigo. Simbólicamente, la importancia de La Calera residía en haber sido uno de los últimos focos de resistencia del peronismo durante su caída en septiembre de 1955. Los 25 montoneros que participan de la acción logran copar el banco y la comisaría, así como la sede telefónica, la de correos y la del municipio, mientras realizan pintadas que dejan su sello en el lugar y obligan a algunos policías a cantar la marcha peronista. Sin embargo, tras una ocupación breve y exitosa, la retirada del lugar se complicó al averiarse uno de los autos y ser detenidos Luis Lozada y José Antonio Fierro, luego de lo cual el conductor de la operación, Emilio Maza, es alcanzado por la policía al igual que su compañero Ignacio Vélez en una casa del barrio Los Naranjos, quedando ambos malheridos luego de un fuerte tiroteo durante el que trataron de resistir.
Además de la muerte de Maza, el allanamiento de más de un centenar de casas de militantes y las detenciones y persecuciones que alcanzarían al grupo de Buenos Aires en los días siguientes, serían el saldo de la acción. Desde entonces, la estructura de Montoneros asistiría a varias detenciones y caídas de sus miembros, sobreviviendo gracias a las redes tendidas entre grupos de la Pcia. de Santa Fe en proceso de integración y a otras organizaciones políticas, como las FAP.
Lesgart es enviada a Tucumán a fines de 1970 en el marco de la reubicación geográfica de los cuadros montoneros de mayor jerarquía. Durante 1971 es la responsable de Montoneros en Tucumán, donde se radica para ejercer como maestra entre los trabajadores cañeros. Montoneros hacía su aparición pública en Tucumán el 14/02/1971 al dejar sus consignas pintadas en los muros de la histórica Casa de Tucumán donde en 1816 se firmara la Independencia de las Provincias del Río de la Plata. La “acción” la firmaba la “Unidad Básica Combatiente Evita”. Por entonces su compañero Yofre ya había partido a Cuba, y Susana Lesgart inicia una relación sentimental con uno de los jefes montoneros, Fernando Vaca Narvaja.
Lesgart participa de la primera operación conjunta de FAR y Montoneros en esa provincia el 26 de julio de 1971 —en el marco del intento de erigir un organismo de coordinación que se denominó Organizaciones Armadas Peronistas (OAP)—, consistente en la toma de armamento de la comisaría de Villa Mariano Moreno. Cae presa en un coche cargado de armas a fines de 1971 y es trasladada a la cárcel de Rawon, Pcia. de Chubut.
Tenía 22 años cuando el 22 de agosto de 1972 murió fusilada en lo que se conoce como la Masacre de Trelew. Una semana antes, el 15 de agosto de 1972, se había llevado a cabo un plan de fuga del penal coordinado entre representantes del PRT-ERP (Mario Roberto Santucho), FAR (Roberto Quieto) y Domingo Menna) y Montoneros (Fernando Vaca Narvaja). El plan preveía la fuga de 110 detenidos, pero un tiroteo con los guardiacárceles desorientó a los conductores de los camiones, de modo que solo pudieron fugarse en un automóvil los seis máximos dirigentes. Diecinueve guerrilleros que no pudieron fugarse tomaron la estación aeroportuaria de Trelew, dieron una conferencia de prensa y pidieron hablar con un juez antes de entregar las armas. Reclamaron ser devueltos sanos y salvos al Penal de Rawson. Pocos minutos después, dejaron sus armas en el suelo y se rindieron, a la espera de su traslado de regreso. Pero con la excusa de que el penal aún continuaba tomado por el motín de los presos, fueron llevados a la Base Aeronaval «Almirante Zar», a pocos kilómetros del aeropuerto de Trelew.
Cinco días después, en la madrugada del 22 de agosto de 1972, un grupo de hombres al mando del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa y el Teniente Roberto Bravo ordenó a los reclusos a salir de sus celdas y ponerse en fila. Sin mediar palabra, los marinos dispararon a matar contra ellos. Los sobrevivientes fueron rematados con armas de corto alcance.
Sus restos fueron velados en la sede de la CGT de Córdoba, junto a los de Humberto Toschi y Mariano Pujadas. Durante el sepelio hubo represión.
Un mes después del golpe militar de marzo de 1976, son secuestrados sus hermanos Rogelio Lesgart y María Amelia Lesgart . Su hermana Adriana Adriana Lesgart fue detenida el 21 de septiembre de 1979 en la fila de familiares de desaparecidos que iban a testimoniar ante la CIDH (Comisión de Derechos Humanos) de la OEA (Organización de Estados Americanos). Según diversos testimonios, fue trasladada al centro clandestino de detención de Campo de Mayo y asesinada hacia fines de 1980.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Lesgart, Susana”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.