LASSO DE LA VEGA, Leoncio (seudónimos: Ossal, D’Artagnan, Yo) (Sevilla, España, 1862 – Montevideo, Uruguay, 23/12/1915).
Médico, poeta, orador y periodista español radicado en Uruguay, librepensador, fundador de las publicaciones Perecito, El Pueblo, Salpicón y Bohemia.
Nacido en Sevilla en 1862, tuvo una sólida formación humanística. En su ciudad natal dirigió el semanario Perecito. Periódico satírico literario (Sevilla, 1887-1888), donde publicaron sus primeros escritos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero. En 1888 Lasso de la Vega colabora en El Ateneo. Revista científica, literaria y artística. Órgano del Ateneo de Madrid.
Se graduó de médico siguiendo una tradición familiar, pero abandonó en plena juventud su profesión y su patria, recorriendo Francia y Argentina (adonde arribó hacia 1890, publicando un año después la novela Seducción, y colaborando en años posteriores en revistas como Caras y Caretas y P.B.T.), antes de recalar en Uruguay (radicándose sucesivamente en Mercedes en 1902 y en Montevideo en 1904).
Anticlerical decidido, periodista de aguda pluma, poeta de fácil versificación, crítico mordaz de las costumbres y los convencionalismos, paseó su bohemia por cafés y redacciones.
Autor de El ahijado del Diablo, El morral de un bohemio, y Canalejas, fue a la vez un orador vibrante y un polemista inveterado. En 1904 difundió un ácido análisis del último pronunciamiento saravista: La verdad de la guerra en la revolución de 1904.
Como orador participó en enero de 1905 en el mitin celebrado en la Plaza Independencia de Montevideo en solidaridad con las víctimas de las matanzas de San Petersburgo. También en la concentración que las sociedades obreras y los centros liberales, anarquistas y socialistas organizaron el 13 de octubre de 1909 en Montevideo, para protestar por el ajusticiamiento de Francisco Ferrer en Barcelona.
Como polemista, mantuvo desde las páginas de El Pueblo (Montevideo), durante los meses de noviembre y diciembre de 1905, una fuerte controversia con algunos notorios dirigentes ácratas, enjuiciando la conducta “sectaria” de las dirigencias en las sociedades de resistencia y postulando criterios incluyentes de todos los asalariados en la labor gremial. Asimismo, participó en abril de 1910 en la “controversia pública” organizada por la agrupación anarquista “La Nueva Senda” en los salones del Centro Internacional de Estudios Sociales (CIES) de Montevideo. Aquí asumió la defensa de la lucha política electoral, siendo contestado por los dirigentes anarquistas Adrián Troitiño, Máximo Silva y Manuel Campos, defensores de la abstención.
Su sensibilidad frente a los problemas sociales lo acercó, hacia comienzos del siglo XX, al socialismo en gestación, sin que asumiera un compromiso orgánico con los modos de expresión político-partidaria que culminarían en 1910 con la fundación del PSU. Por el contrario, vislumbró la eficacia del posibilismo batllista y la consagración del reformismo social por la vía electoral. De allí que a comienzos de 1910 hiciera pública una exhortación al pueblo trabajador, a hacer política luchando por el retomo de Batlle y Ordóñez al gobierno, provocando la reacción de los círculos anarquistas y el repudio de algunas organizaciones gremiales. La Sociedad de picapedreros del Paso del Molino emitió un manifiesto descalificando “la representación de la clase obrera que [Lasso de la Vega] pretendía] abrogarse”.
Sus ocasionales desencuentros con las dirigencias sindicales no inhibieron una prédica constante en defensa de los asalariados. Esta fue manifestada en el texto de la conferencia dictada el 18 de octubre de 1905 en la Sociedad Francesa sobre “El derecho a la huelga”, que fuera publicada en folleto por la Biblioteca de «El Pueblo», bajo el título: «Las huelgas — Revolución Social — La Libertad — La violencia — La tierra — El Capital y el Trabajo — La pena de muerte — Utopías».
A su vez se manifestó en el folleto de ocho páginas titulado «¡Yo acuso!», que en octubre de 1907 editó para su circulación gratuita. Este contenía una carta abierta al Presidente de la República José Claudio Williman en la que enjuiciaba la actuación del Jefe Político y de Policía de Montevideo, coronel Guillermo West, y solicitaba su remoción en virtud de considerar sus prácticas respecto a las organizaciones obreras como parte de un plan de desestabilización del orden público.
Su habilidad versificadora estuvo frecuentemente al servicio de una prédica mordaz; de allí que parafraseando a Bécquer y en la línea de un discurso contestatario escribiera: “Brota en el cielo un astro nunca visto, / De la tierra una flor nunca admirada. / El Universo espera, ¿qué sucede? / Es la social revolución que avanza”.
El anticlericalismo militante de que hizo gala lo vinculó con librepensadores y ácratas que desarrollaron su prédica incluso fuera de Montevideo; de allí que en unión de Angel Falco y Froilán Vázquez Ledesma (h) ► mantuviera fuertes enfrentamientos con el cura de Canelones, Enrique Borzone, dando ocasión a chispeantes controversias verbales y gestuales.
Como periodista cumplió una intensa labor, utilizando para suscribir sus artículos los seudónimos Ossal (esto es: Lasso al revés), D’Artagnan y Yo.
Fundó y dirigió el diario “independiente, político, social y comercial” El Pueblo (Montevideo, 1905), el semanario anticlerical Salpicón (Montevideo, 1910-1911), y -junto a Alberto Lasplaces, Angel Falco y Enrique Crosa– integró el núcleo fundador de la revista Bohemia (Montevideo, 1908-1912).
Ernesto Herrera aludiría irónicamente a su condición de bebedor, en un artículo publicado en Bohemia en enero de 1909 (“Lasso de la Vega […] publicará una serie de artículos sobre ‘La influencia negativa del alcohol en las artes’ […]”); en tanto que Alberto Zum Felde -desde las páginas de Proceso intelectual del Uruguay– esbozaría en cinco trazos su personalidad: “Flaco y andaluz, bebedor y conversador incansable, quijote arremetedor de molinos católicos…” (Zum Felde, 1930, t. II, p. 62).
Lasso de la Vega falleció en Montevideo en diciembre de 1915.
Obra
- Seducción, Buenos Aires, Imprenta de J.M. Martínez , 1891.
- Los héroes del Transvaal. Episodios de la Guerra Anglo-Boer, Buenos Aires, Ramón Espasa e Hijos Editores, s/fecha, 2 vols.
- «¡Anatema! Canto pro-boer», Mercedes, Imprenta de «El Diario», 1902.
- «XX de Septiembre. 1870-1902. Caída del Poder Temporal. Roma Libre», Mercedes, Imprenta de «El Diario», 1902.
- «La diadema. Comedia en un acto», Mercedes, Imprenta de «El Diario», 1903.
- La verdad de la guerra en la revolución uruguaya de 1904, Montevideo, Imprenta y Litografía «La Razón», 1904.
- «Las huelgas — Revolución Social — La Libertad — La violencia — La tierra — El Capital y el Trabajo — La pena de muerte — Utopías», Montevideo, Biblioteca de «El Pueblo», 1905.
- «EL seguro de vida y la moral», Montevideo, Dornaleche y Reyes, 1908.
- (novela policial aparecida con el nombre de Gaston Leroux), El perfume de la dama vestida de negro, Montevideo, Orsini M. Bertani, 1908.
- Prólogo a: El asesinato de Ferrer. La protesta del Uruguay, Montevideo, 1909.
- Salpicones, Montevideo, La Rural, 1910.
- Canalejas. Ya habló la prensa. Ahora hablo yo!, Montevideo, Talleres Gráficos «El Arte», 1912.
- «La Campana: Tañidos de asamblea«, Montevideo, Talleres Gráficos «El Arte», 1913.
- «El ahijado del diablo», Montevideo, Orsini M. Bertani, 1913.
- El morral de un bohemio, Montevideo, Orsini M. Bertani, 1913.
Cómo citar esta entrada: Zubillaga, Carlos (2023), “Lasso de la Vega, Leoncio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.
Primera edición de la entrada: Carlos Zubillaga, Perfiles en sombra. Aportes a un diccionario biográfico de los orígenes del movimiento sindical en Uruguay (1870-1910), Montevideo, Librería de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2008.