KRISTOF, Carlos (Tafí Viejo, Tucumán, Argentina, 27/5/1921 – Buenos Aires, Argentina, 17/5/1976).
Plomero anarquista, secretario general de la Sociedad de Resistencia de Obreros Plomeros, adherida a la FORA, orador, huelguista, preso político.
Nació en el pueblo tucumano de Tafí Viejo, en el Norte argentino. Su madre se llamaba María Fiala. Cursa los estudios primarios en su ciudad natal y comienza los secundarios en la Escuela Superior de Comercio de San Miguel de Tucumán. Activa junto a Liber Forti, René Hill y el “Chueco” Levanoz en la Asociación de Estudiantes Libertarios (AEL), creada por “Lolo”, hija de Rodolfo González Pacheco. Conoce a Forti a raíz de la protesta que generó la prohibición del director de la escuela secundaria de no fumar en los baños durante los recreos. Sobre este episodio, Liber Forti recuerda en sus memorias: “Salimos a la calle, y todos empiezan a hablar, hay divergencias, y yo digo: Pero ¡me cago en dios! Al rato se me acerca el que resultó Carlos Kristof y me pregunta: –Vos, ¿no crees en dios? –No. –Yo tampoco. Fue su minuto fatal, lo llevé a la casa y comenzó a anarquizarse para siempre, se metió en la familia como uno más. Mi madre [Carmen Carrizo] lo quería muchísimo, se hacía querer, ¡cómo se hacía querer!… si discutía conmigo, ella lo defendía”. Ese lazo con los Forti, mezcla de amistad y de hermandad, duró toda su vida.
Como parte de su activismo juvenil, interviene en julio de 1932 de la primera huelga obrero-estudiantil de Tucumán que se inicia en la Escuela Superior de Comercio y realiza con Forti acciones anticlericales: difunde La Peste Religiosa de Johan Most y pinta las paredes de la Escuela “Don Bosco”. También con Forti, participa en tareas de Solidaridad con la España Republicana, de modo que los dos son expulsados de esa escuela cuando cursaban cuarto año, acusados de “agraviar” la escarapela nacional. Ambos activan desde jóvenes en el Sindicato de Oficios Varios de Tafí Viejo.
El 23 de agosto de 1942 participa junto a I. Lezcanoy Teodoro Suárezde un acto organizado por la Federación Obrera Comarcal de Villa Constitución en conmemoración del aniversario de la muerte de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti. Los oradores “se refirieron a la vida activa y la obra significativa de las víctimas de la plutocracia yanqui y el movimiento obrero revolucionario, que encarna la FORA” (“En Villa Constitución”, en: Nosotros n° 4, Buenos Aires, octubre de 1942, p. 4).
Según el testimonio de uno de sus compañeros de militancia, arriba en 1945 a la Ciudad de Buenos Aires con la ilusión de “participar en las grandes luchas sociales del Buenos Aires libertario, de las que tenía conocimiento por lecturas y por comentarios de viejos militantes del anarquismo y de la FORA, que conociera en su terruño natal”. Nunca dejaría de hablar con su tonada tucumana.
Comenzó trabajando como linotipista. Tras su arribo a Buenos Aires consiguió trabajo como peón de albañil hasta que consiguió emplearse como plomero, ingresando a fines de 1945 a la Sociedad de Resistencia de Obreros Plomeros, Cloaquistas, Hidráulios y Anexos, fundada el 3 de febrero de 1917 y adherida a la FORA del V Congreso (anarco-comunista). Allí le toca jugar un rol destacado en la huelga de plomeros que se desarrolló entre 3 y el 29 de diciembre de 1945, logrando la conquista de un aumento salarial que entró en vigor el 1º de enero de 1946.
Ya en esta fecha temprana aparece, con Guido Ucciardello, Baudilio Amado, Horacio Valentini, Teodoro Suárez y Gregorio Naso, como uno de los oradores principales del “Gran acto público” organizado por el Consejo Federal de la FORA bajo la consigna de la jornada de 6 horas y “la justicia social desde el punto de vista de la FORA”, desarrollado el 11 de enero en el Salón Roma de Avellaneda (“Gran acto público”, en: Organización Obrera n° 102, enero de 1946, p. 3).
Vuelve a tener activa participación en la huelga de plomeros iniciada el 7 de julio de 1947 que se extiende por 105 días, que conquista los 15 días hábiles de vacaciones, mejoras de jornal, pago de herramientas y otras mejoras. Y también en la huelga del 18 de julio al 26 de septiembre de 1949, donde el gremio, que reclamó la jornada laboral de 6 horas, sufrió la clausura de su histórico local de la calle México 2070 y la detención de varios gremialistas. La Secretaría de Trabajo y Previsión negó personería gremial a la Sociedad de Resistencia y declaró a la huelga ilegal (Resolución Nº 151/47, 16/8/1947). La única entidad con personería gremial reconocida por dicha Secretaría que podía aspirar a representar a los trabajadores era la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y esta desautorizó la huelga. Los inspectores de la Secretaría de Trabajo recorrían los establecimientos para verificar el cumplimiento de la jornada de 8 horas, sancionando incluso con la presión a los patronos que hubieran aceptado el acuerdo. Luego de 72 días de conflicto, la asamblea clandestina de los plomeros votó la vuelta al trabajo.
El 16 de agosto de 1947, cuando la primera huelga había dejado de ser general pero se mantenía parcial, participa con M. Gugliota, Teodoro Suárez y Humberto Correale del mitin pro libertad de los obreros ladrilleros de San Martín y por la jornada de 6 horas, organizado por la Federación Obrera Provincial de Buenos Aires en Ciudadela. “El camarada C. Kristof, tras de censurar enérgicamente las series de chicanas e inconvenientes puestos por la policía y la Municipalidad de Ciudadela, para la realización del mitin (…), detalló las razones de todo orden que tiene la FORA al propugnar la jornada de las 6 horas” (“Actos realizados”, en: Organización Obrera n° 115, Buenos Aires, septiembre de 1947, p. 8). Pocos meses después, a pedido de la Unión Obrera Local de Necochea, interviene en el acto del 1° de Mayo de 1948 de la misma entidad.
A mediados de 1949, su nombre aparece en la agenda del Centro de Estudios Sociales “Horizontes Libertarios” de Tupiza, Bolivia, animado por Mario Forti, padre de Liber, y J. Juárez. Figura una dirección de la capital porteña: Carlos Calvo n° 4152.
A comienzos de la década de 1950, la militante anarquista María Esther Tello, procedente del grupo Voluntad que se acababa de disolver, encuentra en Kristof y Correale dos personajes con quienes salir del aislamiento.
Una nueva huelga por reclamo de salarios y otras mejoras fue declarada por los plomeros que se extiende entre abril y mayo de 1951, que logró sostenerse durante 56 días, a pesar de que la Sociedad de Resistencia permanecía clandestina. Kristof pasó el último mes de la huelga en cárcel de Villa Devoto.
En 1953 es comisionado por la FORA para realizar una gira por diversos países latinoamericanos con vistas a fortalecer los vínculos de la ACAT, la Asociación Continental de Trabajadores de orientación anarquista. Junto con otro compañero, recorren Bolivia, Perú y Venezuela. Mientras trabajaba como linotipista en este último país, es detenido el 22 de marzo de 1954 a raíz de un artículo que envía al periódico CNT de Toulouse titulado “Despotismo en Venezuela” y que la dictadura de Pérez Jiménez consideró “difamante”. Fue detenido en la Cárcel de Maracaibo durante un año y tres meses. Sus compañeros llevan a cabo una campaña internacional por su libertad y logran su repatriación, siendo expulsado del territorio venezolano el 8 de junio de 1955. “Llegó detenido. Lo vimos descender del barco moralmente entero, pero aniquilado físicamente”, escribió otro de sus compañeros de militancia.
A fines de 1955, derrocado el gobierno peronista, los plomeros y anexos se reúnen en asamblea y el gremio se reorganiza, volviendo a la legalidad. Entre mayo y octubre de 1956, luego de un primer conflicto desarrollado entre marzo y abril, lleva adelante una huelga que se extendió por 90 días, obteniendo algunas mejoras salariales. Kristof fue nuevamente detenido, siendo liberado después de cumplir una huelga de hambre.
En julio de 1956 es, junto a Jorge Luis Borges, el científico Fidel Alsina Fuertes, el actor Francisco Petrone, el filósofo Risieri Frondizi y el jockey Irineo Leguisamo, uno de los encuestados por la revista Mundo Argentino para responder a la pregunta “¿Cree usted en Dios?” (Mundo Argentino nº 2.369, Buenos Aires, 11 de julio de 1956). El 5 de octubre de 1957 disertaba en la Biblioteca Popular “José Ingenieros” sobre “Implicancias del sindicalismo”.
El gremio de los plomeros sufre la represión desatada sobre el movimiento obrero entre los años 1959 y 1960. Para entonces el local de Plomeros estaba ubicado en la calle Potosí n° 4156, en el barrio porteño de Almagro (Organización Obrera n° 142, marzo de 1959). Kristof es detenido el 31 de octubre de 1959 en la Cárcel de Caseros y puesto de libertad junto a sus compañeros Raúl Arias y Manuel Correa después de una huelga de hambre de más de diez días, cuyos ecos llegan al parlamento argentino. En la sesión del 11 de noviembre el diputado Bernasconi presenta un proyecto solicitando al Poder Ejecutivo sobre la situación del sindicato de ploremos “y especialmente la del obrero Kristof (…), que ya se encuentra en estado de claudicación física alarmante” (República Argentina, Diario de Sesiones. Cámara de Diputados, 11 de noviembre de 1959, p. 5067). Detenido nuevamente el 28 de marzo de 1960 en un bar situado en la esquina de las calles Balcarce y Salta, es remitido a la Cárcel de Esquel, donde a raíz de un terremoto es trasladado a la Cárcel de Viedma. Varios centros anarquistas ponen en marcha un “Movimiento de agitación y solidaridad por la libertad de los obreros plomeros, adheridos a la FORA”. A causa de una fractura en el peroné, Kristof es llevado enyesado a la Cárcel de Caseros, donde logra su libertad el 11 de enero de 1961 (“Recuperó su libertad Carlos Kristof”, en: La Protesta nº 8071, Buenos Aires, enero 1961, p. 7).
Fue uno de los oradores que tomó la palabra en los grandes mitines que tuvieron lugar los 1º de Mayo de 1959 y de 1961, realizados respectivamente en la Plaza Constitución y la Plaza Once de la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras la Sociedad de Resistencia de Obreros Plomeros, Cloaquistas, Hidráulios y Anexos estuvo adherida a la FORA del V Congreso, Kristof fue su representante ante el Consejo Federal. Tuvo a su cargo la tarea de redacción, corrección y compaginación de su vocero, Organización Obrera, donde sólo en una oportunidad —mayo de 1945— firma un artículo con sus iniciales “C.K.” (C.K., “Superemos la propaganda sumaria”, en: Organización Obrera n° 104, 1° de mayo de 1945, p. 10).
Entre febrero y marzo de 1964, para encuadrarse en la reglamentación gremial vigente y ganar reconocimiento oficial, la Sociedad de Resistencia de Plomeros debió desafiliarse de la FORA y declararse aútonoma, modificando su nombre por el de Sindicato de Plomeros, Cloaquistas, Hidráulicos y Anexos, que continuó funcionando en el local de Potosí.
Después de sufrir una una penosa enfermedad, murió una semana antes de cumplir los 55 años. Tenía con su compañera, “Nena”, cuatro hijas. Se habían conocido en Tucumán cuando eran dos jovencitos.
Renato Forti, el menor de los hermanos Forti, lo describe como un hombre fuerte, con una gran personalidad y ascendiente entre sus compañeros plomeros.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio y Margarucci, Ivanna (2023), “Kristof, Carlos”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.