KOIFFMAN, Luis

Nace en el seno de una familia de judíos ucranianos que se exilia en la Argentina en 1904, cuando el niño tiene apenas tres años. Instalados en la capital porteña, Luis Koiffman alcanza a cursar hasta segundo año del Colegio Nacional de Buenos Aires pues se ve obligado a trabajar desde su adolescencia. Lo hace en estudios jurídicos, experiencia que le permite adquirir conocimientos profanos de jurisprudencia.

Se inicia en la militancia tempranamente,  entre los 15 y 16 años, en las Juventudes Socialistas, que en el contexto prebélico y bélico de la Primera guerra mundial forman parte de una tendencia de izquierda dentro del Partido Socialista por reivindicar una perspectiva clasista e internacionalista y defender el marxismo teórico frente a las posturas revisionistas. Las agrupaciones juveniles, que presionan sobre la dirección partidaria para la organización del movimiento juvenil a nivel nacional, fundan el “Centro de Estudios Sociales Carlos Marx” y comienzan a publicar, en julio de 1912, el periódico Palabra Socialista. Poco después, Koiffman colabora en Adelante, periódico de las juventudes socialistas forjadas al calor de la lucha antimilitarista, que aparece en abril de 1916. 

Cuando promediaba la Gran Guerra, a principios de 1917, el grupo parlamentario del PS emite una declaración que implica una ruptura de relaciones con Alemania y se abre un gran debate en el seno del PS que obliga a convocar a un congreso extraordinario. Junto con José F. Penelón y los hombres del Comité de Propaganda Gremial, los jóvenes socialistas se oponen a la declaración del grupo parlamentario y encabezan la oposición internacionalista. En las deliberaciones del Congreso, celebrado en el Salón “Verdi” del barrio porteño de La Boca los días 28 y 29 del IIIer Congreso Extraordinario, celebrado en abril de 1917, los disidentes confrontaron con Juan B. Justo, Antonio de Tomaso y el conjunto de la dirección partidaria. Su tendencia resultó la triunfante en el Congreso, pero tras la maniobra del grupo parlamentario de votar la ruptura de relaciones con Alemania en la Cámara de Diputados y someter luego los hechos consumados al voto general de los afiliados, organizan el “Comité de Defensa de las resoluciones del IIIer. Congreso” y lanzan el órgano del ala izquierda partidaria, La Internacional, fundado el 5 de agosto de 1917, cuyo grupo editor integra. 

Expulsadas las secciones “internacionalistas” a fines de 1917, se reúnen en un Congreso realizado en Buenos Aires los días 5 y 6 de enero de 1918, que votará la fundación del Partido Socialista Internacional (PSI), enseguida denominado Partido Comunista de la Argentina. Koiffman participa como delegado por el Centro de la Sección 12ª de Capital. El IIº Congreso del PSI reunido los días 19 y 20 de abril de 1919 lo designa administrador de La Internacional (Buenos Aires, 1917-1930), ya devenido el órgano partidario.

Pero días después del Congreso de fundación del PSI, los días 20 y 21 de 1918 se había realizado el I Congreso Extraordinario de la Federación de Juventudes Socialistas. Koiffman fue elegido secretario de la Junta Ejecutiva. La Federación reconoció entonces al PSI como su referente partidario y aprobó secundar su acción. La Junta Ejecutiva de la Federación integraba a un delegado del PSI al mismo tiempo que enviaba su propio delegado al Comité Ejecutivo del Partido. Koiffman fue elegido para este último cargo a pesar de la oposición de Victorio Codovilla, entonces el tesorero del PSI, que argumentó que no podían detentarse al mismo el cargo de secretario de la Junta Ejecutiva de la Federación y el de miembro del Comité Ejecutivo del PSI.

En la reunión del Comité Ejecutivo partidario del 9 de octubre de 1920 se designaron dos comisiones con vistas al próximo Congreso. Koiffman fue asignado a una de ellas, la que debía presentar el informe sobre las resoluciones del II Congreso de la Internacional Comunista, junto a Rodolfo Ghioldi y Pedro Romo. Entre las condiciones que establecía la Komintern, se señalaba aquella que cada partido miembro debía promover la organización de una juventud comunista. De modo que la en la reunión de Comité Central del 12 de abril de 1921 el ahora rebautizado Partido Comunista de la Argentina, resolvió que aquella Federación de Juventudes Socialistas adoptara el nombre de Federación de Juventudes Comunistas (luego Federación Juvenil Comunista), de modo tal que Koiffman queda nuevamente al frente, como su primer secretario general. La FJC lanzó enseguida su propio órgano, Juventud comunista y abrió sus propios locales.

Entre 1921 y 1922 Koiffman pasa a integrar —con Aldo Cantoni, Cosme Gjivoje, Alberto Palcos, Isaac Palcos, Simón Scheimberg, José P. Barreiro, Silvano Santander y otros— la fracción “frentista” del PC, partidaria de un frente con el PS, posición que defiende en el IV° Congreso partidario reunido en Buenos Aires entre el 22 y el 26 de enero de 1922. Los “frentistas”, que comienzan a editar su própio órgano, Nuevo Orden (1922), son expulsados y algunos de ellos retornan al PS. El nombre de Koiffman como primer secretario de la FJC fue borrado desde entonces de la historia oficial comunista.

Cuatro años después Koiffman aparece vinculado a los “chispistas”, los impulsores del Partido Comunista Obrero que desde 1926 editaban el periódico La Chispa (Buenos Aires, 1926-1929). Los “chispistas” se anticiparon al Partido Comunista oficial en crear el 13 de diciembre de 1925 una  sección argentina de la Liga Antimperialista de las Américas, que contó con la participación activa de Koiffman. Su primer Comité Directivo estuvo integrado por Alberto Astudillo, Mariano Barrajón, Héctor Raurich, José Di Bona, Carolina Torres Cabrera, Hipólito Etchebéhère, Teófilo González, Eudocio Ravines, Rafael Greco, Carmelo Rizzo Baratta y Armando Gervaso; fueron elegidos suplentes Elías Castelnuovo, Carlos Vergara, Abraham Resnik, Julio R. Barcos y el peruano Enrique Cornejo Koster. Un año después, en la asamblea de la Liga del 1° de abril de 1926 en la que se aprueban los estatutos y la declaración de principios, fue elegido un nuevo Comité Directivo compuesto por Eudocio Ravines, Pedro Milesi, Alberto Astudillo, Carlos Vergara, Juan S. Calvo, Mariano Barrajón, Carlos Machiavello, Emilio Satanowski, Raúl Pesino, Samuel Goldemberg y Luis Koiffman.

Comienza su carrera periodística profesional en la década de 1930 como redactor del diario Crítica (Buenos Aires, 1913-1962). Por entonces aparece vinculado a los grupos trotskistas que llevan a cabo la experiencia “entrista” al interior del PS, aunque Koiffman ya aparece centrado en la labor periodística y cultural. A comienzos de 1936 edita la revista político-cultural Visión, de carácter semanal, secundado por Carlos Liacho y José Gabriel. Publican colaboraciones de Benito Marianetti, Augusto Bunge, Aníbal Ponce, Tristán Marof, Cayetano Córdova Iturburu, Luis Dellepiane, Pablo Rojas Paz, Leónidas Barletta y Luis Ramiconi, entre otros. Dirige durante algunos años  la revista Finanzas, fundada en 1936. Forma parte del grupo político-intelectual que durante la década de 1930 se reúne regularmente en el café “Los 36 Billares” de la Avenida de Mayo. 

Durante siete años, entre 1940 y 1947 fue el director del principal vocero de la prensa antisfascista argentina: el semanario Argentina Libre, en el que colaboraron las más destacadas figuras de la cultura argentina de su tiempo (como Samuel Eichelbaum, Jorge Romero Brest, Alberto Gerchunoff, Baldomero Fernández Moreno, Ezequiel Martínez Estrada y Luis Emilio Soto), del liberalismo antifascista y de la izquierda, como Diego Abad de Santillán, Leónidas Barletta, Roberto F. Giusti, Enrique Dickmann, Mario Bravo, Alfredo Palacios, José Gabriel y Mika Etchebéhère. Fueron sus principales ilustradores el exiliado alemán Clément Moreau y salvadoreño Toño Salazar. 

El periódico, de férrea oposición al gobierno militar nacido del golpe de junio de 1943, y luego frente al gobierno peronista, fue clausurado varias veces. Cuando en febrero de 1945 es definitivamente prohibido, intenta reaparecer con nombre de Argentina Antinazi, pero el término “Argentina” fue vetado a la hora de su inscripción legal. De modo que apareció con el nombre de …Antinazi (Buenos Aires, 1945-1946). A mediados de 1946 vuelve a salir con el nombre de Argentina Libre, añadiendo bajo su título la siguiente leyenda: “6 veces clausurada por el gobierno de Castillo y 2 veces por la dictadura”. Durante el gobierno de Perón figuraron nominalmente como directores tres diputados de distintas tendencias políticas (Reynaldo Pastor, demócrata nacional; Silvano Santander, radical; Mario Mosset Iturraspe, demócrata progresista) y en otro momento prestó su nombre el jurista Octavio González Roura, con el fin de garantizar la legalidad de la publicación, pues Koiffman no era argentino nativo y era pasible de ser expulsado de la Argentina en virtud de la Ley de Residencia. Ni siquiera estaba en las mejores condiciones de tramitar ante la ley su nacionalización argentina pues sus padres habían escapado del Imperio Ruso en 1900 cuando él tenía tres años, de modo que Koiffman no contaba siquiera con un documento de identidad ucraniana o rusa. 

Sin embargo, estos recaudos no impidieron que en octubre de 1947 el semanario fuera nuevamente prohibido, cuando había alcanzado los 297 números. En diciembre de 1947 reapareció como Ética, siempre en tamaño sábana y con un retrato a toda página de André Gide en tapa, pero la censura impidió la aparición del segundo número. Allí aparecían por primera vez los nombres de los responsables del staff: como editor figuraba Juan José Repetto, como director Luis Koiffman y como secretarios de redacción, dos jóvenes socialistas: Guillermo Korn y Dardo Cúneo. Intimado por la justicia y perseguido por la policía, Koiffman salió clandestinamente hacia Montevideo, que se había convertido para entonces en la capital del exilio antiperonista. Desde agosto de 1948 hasta julio de 1949 Koiffman logró enviar a Buenos Aires y otras ciudades argentinas las últimas diez entregas de  esta segunda época de Argentina Libre impresas en la capital oriental.

Mientras tanto, en 1948 el señor Juez Federal en lo Criminal y Correccional Dr. Oscar Palma Beltrán emplazaba a Koiffman a comparecer para responder ante “la causa que se le sigue por desacato, bajo apercibimiento de declarársele rebelde de acuerdo con las disposiciones de la ley” (Boletín Oficial de la República Argentina, Buenos Aires, 1948, primera sección). Pero Koiffman no se presentó, radicándose en Montevideo de modo definitivo.

En la capital uruguaya llegará a ser codirector, junto al dirigente socialista Emilio Frugoni, del diario El Sol (Montevideo, 1922-1957), que defiende las posiciones del socialismo oriental. En 1951 es delegado por este diario a la VII Asamblea de la Asociación Interamericana de Prensa que tuvo lugar en Montevideo. Posteriormente se desvincula del vocero socialista, para incursionar infructuosamente en el negocio de libros. Retorna entonces al periodismo recibiendo una suerte de beca para desempeñarse como cronista en la Casa de Gobierno de Montevideo. El periodista Hugo Gambini lo entrevistó en Montevideo en febrero de 1967 para recoger su testimonio sobre la emergencia del peronismo.

Koiffman colabora como periodista independiente en Época (Montevideo, 1962-1967), diario en el que confluyeron varias corrientes de izquierda y que fuera clausurado en 1967 por el presidente Pacheco Areco. Poco después colabora en el vespertino De Frente (Montevideo, 1969-1970) que dirigía Federico Fasano Mertens. Un informe de inteligencia del U.S. Joint Publications Research Service del 12 de agosto de 1977 menciona a Koiffman entre otros colaboradores del vespertino “subversivo” De Frente (Subversion. Uruguayan Armed Forces Summary of Subversive Movement in Latin America, 1977, Part II, p. 411).

Lo sorprendió la muerte en 1978 cuando, en el contexto de la dictadura militar uruguaya, planificaba instalarse en Europa con esposa Susana y sus dos hijas, Atenea y Isabel. Sus restos fueron inhumados el 31 de marzo de 1978 en el Cementerio del Cerro y depositados en el panteón de una familia amiga.

En ciertos medios su apellido es transliterado de los modos más diversos, como Koifman o Koifmann.