JUSTO, Liborio

Nació en el barrio porteño de Palermo en un hogar tradicional de la oligarquía argentina, el primogénito de varios hermanos. Tanto su padre, el Gral. Agustín P. Justo (un militar que hace una carrera meteórica y llega a ser presidente de la República) y su madre, Ana Bernal, eran descendientes de familias patricias que se remontaban a los tiempos del Virreynato del Río de la Plata. Poco tiempo después de su nacimiento, la familia se traslada a una quinta en la localidad de Bella Vista y años después a otra en la localidad de San Martín, escenarios donde según su propio testimonio, transcurrió su “niñez solitaria y salvaje”. Cursa los estudios primarios y secundarios en el Colegio de La Salle de Buenos Aires. Por entonces se destaca en el deporte, acompaña a su padre en expediciones y a diversos destinos a lo largo del país (Córdoba, Mendoza) y nacen sus inquietudes literarias. 

A comienzos de 1919, siendo estudiante de la Carrera de Medicina en la UBA, toma parte en las primeras luchas de la Reforma Universitaria que se había iniciado el año anterior. Milita en el Centro de Estudiantes de Medicina y publica sus primeros artículos en su órgano, La Nota. Lector de Jack London, Joseph Conrad, Rudyard Kipling y Horacio Quiroga, anhela una vida de viajes y aventuras, por lo cual abandona en cuarto año sus estudios de medicina para recorrer diversos países latinoamericanos. En Paraguay hace un primer intento para desclasarse empleándose como peón de obraje. En 1924 acompaña a su padre dentro de la delegación argentina viaja al Perú para los festejos del centenario de la batalla de Ayacucho en 1924, donde escucha a Leopoldo Lugones proclamar “la hora de la espada”. Luego pasa a Bolivia, recorre el sur argentino y luego viaja a Misiones. 

En 1926 inicia un viaje por Europa y luego otro por los Estados Unidos, para retornar a Buenos Aires en 1927. Entre marzo y abril de 1928 realiza un nuevo viaje por la Patagonia. En 1929 viaja al Paraguay para trabajar como encargado de una empresa forestal. En 1930 viaja por Tierra del Fuego y por Chile. 

Este mismo año obtiene una beca del Institute of International Education de New York, pero en un discurso en la Universidad de Williamstown fustiga la política panamericanista. En 1931 está de retorno en la Argentina, donde su padre había participado junto al Gral. José Evaristo Uriburu en el golpe militar de septiembre de 1930 y poco después, en 1932, asumiría la presidencia de la República con el respaldo político de la Concordancia (alianza entre conservadores y radicales antipersonalistas). Según declaró a periodista años después: “El nombre de mi padre cada vez tomaba más cuerpo para la candidatura a la presidencia de la república como representante de las fuerzas conservadoras, con el fin de sustituir al gobierno surgido el 6 de Septiembre. Por todas partes, en las calles, me perseguían los carteles que lo acuciaban, mientras detrás mío iba la curiosidad pública. Para huir de esta insoportable tensión comencé a hacer otra vez vida retirada y a frecuentar, como antes, los barrios del puerto. Allí recuperaba mi personalidad. También iba al centro y me unía a alguna de las tantas manifestaciones que entonces se formaban contra Uriburu. Mezclado con grupos de estudiantes, recorría algunas veces la calle Florida y gritaba ‘Abajo la dictadura’” (“Liborio Justo, el eterno opositor”, en revista Así, Buenos Aires, 1970).

Mientras crece en la Argentina la figura de su padre, Liborio emprende sus primeras lecturas marxistas, viaja a Misiones (1929) y luego a las Islas Orcadas y a los mares antárticos (1932), experiencia que nutre los relatos de su primer libro, La tierra maldita (1932), que publica con el seudónimo de Lobodón Garra. En julio de 1933 vuelve a Misiones, instalándose en la casa del escritor Horacio Quiroga, que desemboca cuatro días después en una ruptura de relaciones. 

Retorna en 1934 a New York, vinculándose a los medios obreros, intelectuales e izquierdistas: inicialmente el PC de los EEUU, luego el Workers Party (trotskista) y el John Reed Club. Llega a trabajar brevemente como vendedor callejero del Daily Worker, periódico del Partido Comunista de los Estados Unidos. Toma entonces una serie de fotografías en las calles de una New York azotada por la crisis y la desocupación, que expone en Buenos Aires en 1935. 

De retorno en Buenos Aires a fines de 1934, se vincula a los intelectuales comunistas locales. En 1935 viaja por Chile, Uruguay y Brasil. Para casarse debió fugarse al Uruguay en 1936 con su novia judía, Nina Dimentstein, que sería la madre de sus tres hijos. Rompe con el PC en noviembre de 1936, a través de una “carta abierta” aparecida en la revista Claridad, en desacuerdo con la política de “frentes populares”. Rodolfo Puiggrós le responde en el número siguiente defendiendo a la política comunista y a la URSS. A fines de 1936, cuando el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, que había venido al país para inaugurar la Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz, iba a pronunciar su discurso en el Congreso, Liborio Justo lo interrumpe al grito de “¡Abajo el imperialismo!”. No llega a repetir el grito en inglés como tenía previsto porque es inmediatamente detenido y recluido durante varios días en el Departamento Central de Policía. 

Instalado en La Pampa en una suerte de autodestierro, escribe Prontuario (1940), una autobiografía precoz. En 1937 comienza, con el seudónimo político de Quebracho, un intenso ciclo de seis años de acción y publicaciones en el seno de las formaciones trotskistas. En noviembre de ese mismo año lanza dos periódicos sucesivos: España Obrera, dedicado a cuestionar la política comunista en la guerra civil española, y Piquete, subtitulado “Por un partido obrero marxista y por la Cuarta Internacional”. En 1938 se suma a la Liga Comunista Internacionalista (LCI), un grupo trotskista que promueven Antonio Gallo, David Siburu y Aquiles Garmendia y que edita la revista Nuevo Curso. En 1938 Mateo Fossa entrevista a Trotsky en México y éste le pregunta por la adhesión del hijo del presidente al movimiento trotskista: “¿Es sincero?”. 

Poco después Justo se separa de la LCI que lidera Gallo, lanzando un balance crítico de dicha experiencia en un folleto de enero de 1939: “¿Cómo salir del pantano?”. Tres meses después constituye, con el apoyo de Fossa, Garmendia, el grupo de Córdoba que lidera Esteban Rey y el grupo de La Plata que lidera Reinaldo Frigerio, su propia organización trotskista, el Grupo Obrero Revolucionario (GOR). Por sugerencia del último, el GOR lanza un periódico titulado La Internacional, pero que desde el n° 5 es rebautizado La Nueva Internacional (1939-1941). El GOR se da a conocer con “Nuestras perspectivas políticas” y otros folletos que sucesivamente emite Justo. En octubre de 1939 publica “Frente al momento del mundo: qué quiere la Cuarta Internacional”, donde enfatiza el carácter semicolonial de la Argentina y la perspectiva estratégica de la “liberación nacional”, lo que genera una aguda discusión en las filas del GOR. Se integra al GOR un grupo de estudiantes de extracción anarquista compuesto por Jorge A. Ramos, Enrique Rivera y Adolfo Perelman, pero se escinde rápidamente. En 1940 se retiran del GOR también los grupos de Córdoba y La Plata en disidencia con las posiciones de Justo acerca de la “liberación nacional”. Asimismo, se desata una fuerte polémica entre Liborio Justo del GOR y Antonio Gallo, quien lidera el grupo trotskista rival, la Liga Obrera Socialista (LOS), y enfatiza el carácter capitalista de la formación social argentina y la estrategia socialista contraria a la “liberación nacional”.

En 1941, con el arribo al país de Terence Phelan, el delegado del Comité Ejecutivo de la Cuarta Internacional, con el objetivo de unificar a los grupos trotskistas en lo que será el Partido Obrero de la Revolución Socialista (PORS), Justo comienza integrando el Comité de Unificación. Sin embargo, argumentado que la unificación sólo podía darse sobre una base de principios y percibiendo que Phelam se apoyaba sobre todo en la perspectiva política de la LOS, Justo publica una serie de folletos de crítica corrosiva a las otras figuras del trotskismo y desde las páginas de Claridad denuncia a Phelan —que era corresponsal de revistas estadounidenses como Times y Fortune— como “agente imperialista”. Fuera del proceso de unificación, en 1941 el GOR decide transformarse en Liga Obrera Revolucinaria (LOR) y lanzar un nuevo periódico: Lucha Obrera (1941), donde reafirma sus posiciones a favor de la neutralidad argentina en la guerra imperialista y la estrategia de la liberación nacional. Sin embargo, la ruptura de Justo con el CE de la IV Internacional provoca el alejamiento de Fossa, quedando el GOR reducido a dos militantes: Justo y Carmona. Este último, decepcionado, se suicida, y  Justo, desilusionado de los magros resultados prácticos de su organización, abandona la práctica política y se recluye durante todo el período peronista en las islas del Ibicuy, en Entre Ríos, a plantar y explotar la madera y a escribir en una vida agreste (en 1955 vuelca su experiencia isleña en Río abajo, un libro de relatos que en 1960 el director Enrique Dawi lleva al cine). 

De retorno en Buenos Aires, traza un balance de su experiencia política en el trotskismo argentino en Estrategia revolucionaria (1957). Pero en 1959 termina rompiendo espectacularmente con el trotskismo con la aparición de su libro León Trotsky y Wall Street. Cómo el líder de la Cuarta Internacional se puso al servicio del imperialismo yanqui en México. Desde entonces se concentra en escribir una obra monumental: una historia argentina en cinco gruesos volúmenes y un apéndice, que aparecen sucesivamente entre 1968 y 1992: Nuestra Patria vasalla. 

En 1962, con el seudónimo de Quebracho, publica Pampas y Lanzas, subtitulado Fundamentos historico-económico-sociales de la nacionalidad y de la conciencia nacional argentina y en 1974, con el seudónimo de Lobodón Garra, da a conocer otro volumen de relatos: Masas y balas. 

En agosto de 1969 fue invitado por la Sociedad de Escritores de Chile al “Encuentro  Latinoamericano” que tuvo lugar en Santiago y Viña del Mar. Ese mismo año acusó al escritor Luis Franco de haberle plagiado una serie de citas de su libro Pampas y lanzas (1962). Publicó un folleto denunciando el hecho y reclamó a la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) la formación de un tribunal de honor. El tribunal nunca se constituyó y en el año 1973 renunció como miembro de SADE, acusándola en una carta pública de ser “un depósito de cadáveres que aún respiran”. Y el año 1975, a raíz de un comentario sobre una de sus obras aparecido en La Nación, envió una nota al director del suplemento literario de ese diario con este breve mensaje: “Los libros que yo escribo están más allá del alcance de los críticos que escriben en la página que usted dirige; en consecuencia, le hago saber que me sentiría muy feliz si en adelante no se ocupará más de mí ni de mis obras”.

En 1976 publica también como Lobodón Garra su libro Literatura argentina y expresión americana, un juicio a las letras argentinas, centrado en la oposición entre lo que denomina “literatura metafísica” (Jorge Borges, Ezequiel Martínez Estrada, Ernesto Sábato) y “realista” (Roberto Arlt, Elías Castelnuovo, etc.). Omite en esta edición, por publicarse bajo la dictadura militar, los capítulos críticos consagrados a Julio Cortázar y David Viñas, pero los repone en la edición definitiva de 1998: Cien años de letras argentinas. Entre 1995 y el año 2000 publica una trilogía sobre la historia de las ideas políticas en la Argentina, desde Mariano Moreno hasta el presente, que tituló Subamérica y que concluye con su utopía andina de integración continental, bautizada Andesia. Escribió también obras sobre la revolución en Bolivia, Brasil, Chile y Perú. 

Murió a los 101 años. El 6/2/2002 hizo pública una “Declaración al cumplir cien años de vida” en la que reafirmaba su fe socialista y pronosticaba el fin próximo del imperialismo simbolizado en el reciente ataque a las torres gemelas de New York.

El Fondo de archivo Liborio Justo fue legado por su hija Mónica Justo al CeDInCI. Una descripción del fondo es accesible aquí: https://archivos.cedinci.org/index.php/liborio-justo-fondo