JOLLES, Jan / Juan (seudónimos: Juan Yolles, Eoles Alonso, Manuel Enrique Casson Arribar, Manuel Cazón, Macario, Emilio, Guillermo Macario Jolles) (Freiburg im Breisgau, Baden-Wurttemberg, Alemania, 13/4/1906 – Guayaquil, Ecuador, 5/4/1942).
Encuadernador de origen alemán, “instructor” (interventor) de la Internacional Comunista en diversas secciones nacionales de América del Sur durante las décadas de 1920 y 1930.
Hijo del profesor de origen holandés Johannes Andreas Jolles (1874-1946), historiador del arte y filólogo de la Universidad de Leipzig, y de Mathilde “Tilli” Mönckeberg (1879-1958). Nació en Friburgo, pero cuando tenía dos años se trasladó con su familia a Berlín. Su padre había sido comunista en su juventud pero luego adoptó una posición conservadora, nacionalizándose alemán cuando estalló la primera guerra mundial para servir al ejército y años después, en 1933, adherirá al Partido Nacional Socialista.
Jan, el mayor de los seis hijos y el más rebelde frente al conservadurismo del padre, deja la escuela secundaria para aprender el oficio de encuadernador e integrarse al proletariado. Rompe finalmente con su familia a los 18 años, marchando a Holanda, donde se incorpora a la Juventud Comunista.
Llega a Montevideo, Uruguay, en 1923 a la edad de 17 años. Cruza clandestinamente el Río de la Plata para llegar a Buenos Aires, donde se presenta ante los comunistas argentinos como miembro de la JC holandesa. Trabaja en la capital argentina en la organización de la Federación Juvenil Comunista (FJC), fundada poco antes (abril 1921). Pero enseguida es asignado a diversas misiones en países limítrofes. En 1924 aparece como miembro del PC del Uruguay y al año siguiente del PC argentino, aunque también participa en la organización de la Juventud Comunista en Río Grande do Sul, Brasil.
En la Cédula de identificación comunista de la Policía Federal Argentina hay una ficha de quien fuera su esposa: “María Antonia Banegas de Jolles”, obrera textil nacida en 1899 en Santiago del Estero, con la que se había casado en 1927 y con quien tuvo dos hijos.
En 1928 Jolles es incorporado al Comité Central del PC argentino. Participa como delegado por este partido en la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana reunida en Buenos Aires en junio de 1929. Colabora en el periódico partidario, La Internacional (Buenos Aires, 1917-1930).
Fue detenido tras el golpe militar de septiembre de 1930 que encabeza el Gral. José F. Uriburu. Fue liberado a pedido del cónsul alemán y deportado a Montevideo. Colabora en esta ciudad con el dirigente ruso August Guralski (“Rústico”) y el alemán Arthur Ewert en las tareas del Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista (SSAIC). Retorna a la Argentina para participar, en mayo de 1931, en Rosario, de la I Conferencia del PC argentino, como delegado del Secretariado Sudamericano (SSA) de la Internacional Comunista, siendo designado miembro del Buró Político del PC. Exponente cabal del izquierdismo propio del “tercer período” de la IC y de su política de “clase contra clase”, propuso en dicha conferencia la separación de Rodolfo Ghioldi de la dirección partidaria, acusándolo de “reformista”. Ghioldi viaja a Montevideo para protestar ante Guralsky y Ewert, logrando que finalmente el separado de la dirección sea Jolles. Acusado de llevar a cabo una “lucha fraccional con actitud trotskista”, fue enviado a Tucumán a realizar trabajo “de base”, donde es nuevamente detenido en 1932. Fue condenado a un año y medio de prisión, pero el 1º de abril de 1933, después de un año de encierro, fue deportado a Alemania en aplicación de la Ley de Residencia.
Llega a Hamburgo el 29 de abril de 1933, cuando hacía tres meses que Adolf Hitler había sido nombrado canciller. Pero lo que salvó a Jolles fue que las autoridades alemanas no fueron informadas sobre los motivos de la deportación. De modo que pudo desembarcar en Hamburgo como un hombre libre. Allí encontró el apoyo de su madre, ya separada de su padre y con la que había mantenido contacto a lo largo de los años. Comenzó entonces a escribir una autobiografía que quedó inconclusa.
Después de intentar ponerse en contacto con el KPD ilegal de la ciudad de Hamburgo, que como era de esperar reaccionó con sospechas, Jolles se disponía a viajar a España, donde en 1931 se había proclamado la Segunda República. Se procuró a tal efecto un pasaporte español a nombre de Manuel Enrique Casson Arribar, nacido en 1903 en el pueblo de Tararón. Los comunistas de Hamburgo transmitieron sus dudas a Moscú, y Jolles envió al CEIC sus propios telegramas cifrados. Los dirigentes soviéticos del Komintern le informaron que su vida corría peligro y lo convocaron inmediatamente a Moscú, adonde arribó con su falso pasaporte de turista español.
En la capital soviética fue recibido por Sinani, miembro de Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista y vicejefe del Secretariado de América del Sur y Central, que lo interrogó minuciosamente, pero Jolles pasó airosamente la prueba. También se reencontró con Victorio Codovilla y Orestes Ghliodi, que se encontraban en Moscú y colaboraron en reintegrarlo a las actividades de la IC.
Es así que a fines de septiembre de 1933, y considerando que hablaba portugués con fluidez, Jolles fue enviado en misión a Brasil. Después de llevar a cabo sucesivas escalas para despistar posibles seguimientos (Leningrado, Helsinki, Copenhague, Harwich, Ámsterdam, Bruselas, París, Boulogne-sur-Mer), llegó a Río de Janeiro con su falso pasaporte español a nombre de Manuel Enrique Casson para desempeñarse como “instructor” del CC del PCB (1933-1935). En verdad, iba a colaborar con los comunistas brasileños en la preparación de la insurrección que en noviembre de 1935 lanzará la Alianza Nacional Libertadora, bajo la dirección del dirigente comunista Luis Carlos Prestes.
Sin embargo, por presiones de Rodolfo Ghioldi, antes de la insurrección fue enviado a Chile para cumplir tareas de “instructor” en el PCCh. Su presencia en Santiago concitó apoyos en varios de dirigentes de la izquierda chilena, interesados en aprovechar sus conocimientos políticos en el proceso de creación del Frente Popular y la campaña antifascista. Sin embargo, la acusación de mantener contactos con cuadros militares próximos al General Carlos Ibáñez del Campo con vistas a la instauración en Chile de una “democracia popular militar” contribuyeron a desacreditarlo. Finalmente, a raíz de las persecuciones anticomunistas propiciadas por el gobierno de Arturo Alessandri, Jolles abandonó Chile en 1936 junto con varios de sus camaradas y se instaló definitivamente en Ecuador.
Durante su estancia en Ecuador declaró que lo habían robado, quitándole unos documentos importantes. A fines de ese año fue separado del trabajo en la IC y luego (julio 1937) expulsado del PC del Ecuador, donde se encontraba, por decisión del Buró de la IC, acusado de ser “agente del enemigo de clase”.
En 1941 retornó por poco tiempo a Santiago de Chile, para regresar a Quito. La vida de Jolles se apagó en 1942 en el Hospital “Eugenio Espejo” de Quito cuando tenía apenas 36 años, luego de una fallida operación gastrointestinal.
Si vida, reconstruida gracias a la labor del historiador belga Walter Thys, se confundió a menudo con la leyenda. Por ejemplo, se tejieron rumores diversos sobre su muerte. Según Ravines, Jolles habría muerto en Guayaquil en 1938 en “circunstancias extrañas y dramáticas”. Según otras versiones, el propio Jolles simuló su muerte para continuar su militancia en el trotskismo bajo otra identidad.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Jolles, Jan / Juan”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.