INGLÁN LAFARGA, Gregorio (seudónimos: Ignotus) (Cataluña, España, 1876 – Buenos Aires, Argentina, 25/10/1929).
Ebanista de origen catalán, difusor del anarquismo en Buenos Aires entre 1895 y 1905, fundador y primer director de La Protesta.
Ebanista catalán, decide exiliarse en la Argentina en el marco de la represión desatada sobre el movimiento anarquista en ocasión de los llamados Procesos de Monjuic. Arribó al puerto de Buenos Aires en 1896, cuando tenía 20 años.
Desempeñó en la capital argentina una labor periodística intensa: colaboró primero con José Reguera y su hijo Manuel Reguera en el periódico anarcoindivualista El Perseguido (Buenos Aires, 1890-1897). Pocos meses después de concluida esta experiencia fundó con Manuel Reguera el periódico anarquista La Revolución Social (Buenos Aires, 1896-1897).
Pero su labor más reconocida fue como fundador y primer director del periódico La Protesta Humana, quincenario tendencia anarquista organizadora cuyo primer número apareció el 13 de junio de 1897 y a cuyo frente estuvo cinco años. Poco después pasaría a convertirse en semanario y desde el 7/11/1904 en diario. En 1903 cambió su nombre por La Protesta. El administrador era el panadero italiano Francisco Berri. Se editaba en 4 páginas y llegó a distribuirse en más de 100 localidades de la Argentina, llegando incluso hasta las grandes ciudades de los países limítrofes. En 1900 había alcanzado un tiraje promedio de 3000 ejemplares. En esos primeros años los suscriptores aparecen en nóminas francas.
Inglán Lafarga polemiza desde sus páginas con sus antiguos camaradas anarco-comunistas anti-organización de El Rebelde en el artículo “A propósito de las tácticas” (1898), señalando las contradicciones de su aspiración al comunismo y su aversión por toda organización.
Participa activamente de la redacción de la Declaración de Principios de la Federación Libertaria de los Grupos Socialistas-Anarquistas de Buenos Aires, en la que cristalizó un enfoque anarco-socialista y que fue publicada en LPH el 15/1/1899, tras haber sido aprobada en una asamblea general por seis grupos anarquistas el 26/12/1898.
En abril de 1900 La Protesta Humana informa que Félix Basterra se ha hecho cargo de la redacción en reemplazo de Inglán Lafarga, quien se ausentó en la localidad bonaerense de Bolívar (LPH nº 81, Buenos Aires, 1/4/1900, p. 4). En Bolívar, Pcia. de Buenos Aires, animó el grupo “Los Libertarios” y contribuyó a fundar una Casa del Pueblo. Es probable que, junto a Alejandro Lupano, se haya contado entre los animadores del periódico Rojo y Negro (Bolívar, 1900-1901). El 1º de Mayo de 1900 disertó en Bolívar sobre el día del trabajo (LPH nº 84, 13/5/1900, p. 3). Fue arrestado y encarcelado por la policía tras una actividad anarquista celebrando el asesinato del rey de Italia Humberto I° por el anarquista Gaetano Bresci. En el artículo “La primera víctima” (LPH nº 146, 2/11/1901) expresa cierto cambio de posición más aprobatorio de la violencia como medio de defensa de los obreros, en parte como reacción en los círculos obreros a la violencia policial, aunque ya había habido manifestaciones previas en ese sentido en la prensa anarquista. Apoyó inequívocamente la celebración del Congreso Anarquista Internacional de París de 1900, entablando por ello desde Bolívar una polémica con Basterra, lo que derivó en el alejamiento de este último de dicho cargo. Inglán Lafarga retornó a Buenos Aires y a fines de julio de 1900 a volvió asumir la dirección de La Protesta Humana. Se informa entonces que fueron “circunstancias fortuitas y particulares” las que llevaron a Inglán a emigrar de Buenos Aires (LPH nº 88, 8/7/1900, p. 2)
En julio de 1901 es orador, junto con Pietro Gori y José Ingenieros, en un acto donde se denuncia la represión en España. En septiembre habla en el Centro de los albañiles a favor de su federación gremial. Fue delegado por los ferrocarrileros de Rosario al Congreso Obrero Gremial de los días 25 y 26 de mayo y 2 de junio de 1901 del que resultó la creación de la Federación Obrera Argentina (FOA). En calidad de tal es quien propone la representación proporcional como método de integración de delegados por sindicatos al comité federal de la Federación así como la contribución económica proporcional en términos económicos. Se opuso allí a la legislación laboral y las cajas de socorros; cerró el congreso una moción suya en favor de la “revolución universal”.
Fue delegado por la sociedad de Panaderos de Bahía Blanca al II Congreso de la FOA del 19 al 21 de abril de 1902 y designado miembro de la comisión verificadora de poderes a la apertura de tal Congreso. En el mismo fue electo miembro de una comisión especial designada a los efectos de crear un diario obrero donde las organizaciones sindicales tuvieran un órgano de expresión diario en la prensa.
Realizó giras de propaganda por el interior de la Argentina en nombre del Comité Federal de la FOA, fundando sindicatos obreros, realizando encuestas sobre la situación de los trabajadores y auscultando las posibilidades de organización, además de pronunciar conferencias.
Firma un llamado publicado en marzo de 1902 en LPH para erigir nuevamente en Buenos Aires la Casa del Pueblo. En abril de 1902 es delegado por los panaderos de Bahía Blanca al segundo congreso de la FOA. Está entre de los fundadores de la Sociedad Obreros Carpinteros de Buenos Aires (29/6/1902).
Tras la promulgación de la Ley de Residencia (noviembre de 1902), buscó evitar la deportación a España pues era el único sostén de su familia. Dejó entonces la redacción de La Protesta Humana, que había dirigido durante más de 5 años, desde el número 1 hasta el 200, manteniéndose oculto por un largo tiempo. La dirección del periódico fue asumida entonces por Álcides Valenzuela, cuya nacionalidad argentina evitaba los riesgos de la deportación. La administración quedó a cargo del médico Juan Creaghe.
Aún así, apenas producido el frustrado levantamiento radical de inicios de 1905, el viernes 3 de febrero de ese año fue detenido y conducido al Departamento Central de Policía. Al anunciarle que sería deportado a España, Inglán informó a los policías que había adoptado la ciudadanía argentina. Una delegación policial se presentó en el domicilio de Inglán Lafarga para que la familia le entregase el documento suscripto por el juez Escalada de La Plata. Finalmente, el sábado 4 de febrero, después de ser interrogado durante más de 40 horas, fue deportado a Montevideo. El domingo 5 dirigió una carta a La Protesta relatando estos hechos que fue reproducida por Alberto Ghilrado en su libro La tiranía del frac. Solicitaba a través de su carta la ayuda de sus compañeros pues había dejado en Buenos Aires a “mi compañera enferma, mi hermano ciego, mi madre anciana y dos hijitos de 1 a 3 años”.
Murió en Buenos Aires el 25/10/1929. En algunas fuentes es citado también como Gregorio Inglán y Lafarga. En la primera página de La Protesta Humana su nombre aparecía de modo abreviado como “G. Lafarga”. A menudo firmaba sus notas con sus iniciales “G. I.”.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Inglán Lafarga, Gregorio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.