GALIMBERTI, Rodolfo Gabriel (apodos: El Loco, Galimba, El Tano; seudónimo: Alejandro Wilkinson) (Buenos Aires, Argentina, 5/5/1947 – San Isidro, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 12/2/2002).
Fundador de la agrupación juvenil Juventudes Argentinas por la Emancipación Nacional (JAEN), delegado de Juan Domingo Perón ante la Juventud Peronista, dirigente de la JP y de la Columna Norte de Montoneros, disidente en el exilio.
Hijo de Ernesto Enrique Galimberti Merlo, empleado bancario, y de Arminda Castelucci, ama de casa. Siendo cadete en la Escuela Naval Militar, el padre abandona su carrera en la Armada para casarse. Es él quien le habría enseñado a su pequeño hijo a disparar un arma de fuego. Tanto Rodolfo como sus hermanos crecen en un ambiente familiar muy rígido, entre el catolicismo de su madre y el nacionalismo afín al peronismo de su padre.
Desde 1960, cursa la escuela secundaria en el Instituto “Domingo F. Sarmiento” de San Antonio de Padua, Pcia. de Buenos Aires. Allí ya se define como peronista y “rosista”, desconfiando con compañeros de la misma afinidad política de la versión escolar de la historia argentina. A los catorce años se une al Movimiento Nacionalista Tacuara (MNT) de la zona Oeste, donde frecuenta a militares retirados, simpatizantes nazi-fascistas y nacionalistas de ultraderecha.
En 1961 comienza a frecuentar el sindicato peronista encabezado por el metalúrgico de La Matanza Abdala Baluch, enfrentado a Augusto Vandor, y participa de la huelga de las 62 Organizaciones contra el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962). Por esta época es detenido por primera vez, después de herir con una sevillana a un joven comunista en un ataque organizado junto a sus amigos tacuaristas. Pasaría tres meses internado en el Instituto correccional de menores “Luis Agote”.
Hacia 1964, cuando ya está terminando los estudios secundarios, se vincula a un grupo del Movimiento Juventud Peronista (MJP) que, liderado por “Cacho” Envar El Kadri junto a Jorge Rulli, Alberto Brito Lima, entre otros, impulsa el fallido “Operativo Retorno”, por el cual se planeaba el regreso de Perón al país. Participa también de las reuniones de la Escuela de Conducción Superior Peronista que dirige el militar Héctor Flores, secretario del futuro delegado de Perón, el Mayor Bernardo Alberte. En 1965 ingresa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aiers (UBA) y se acerca al Sindicato Universitario de Derecho (SUD), grupo de derecha que conduce por entonces el Centro de Estudiantes.
Poco después de instaurada la dictadura del Gral. Juan C. Onganía (1966-1970), funda en marzo de 1967 la agrupación Juventudes Argentinas por la Emancipación Nacional (JAEN), en la que convergen peronistas, cristianos y nacionalistas. Con la pretensión de conformar un espacio de militancia y discusión política y de debate intelectual y doctrinario, participan en JAEN desde el profesor de filosofía Augusto Pérez Lindo, hasta un discípulo de Jorge Abelardo Ramos como Jorge Raventos y su novia María Cristina Álvarez Noble, pasando por Norberto D’Atri, Ernesto Jauretche, Carlos Grosso, entre otros. Por entonces, Galimberti comienza a frecuentar las reuniones de militantes en el estudio de los abogados Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde.
En 1969 funda como extensión de JAEN en la Facultad de Filosofía y Letras, junto a su compañera Martha Roldán, el “Comando General Juan José Valle”, al que se incorporan el sociólogo Roberto Carri y el estudiante de historia Carlos “Chacho” Álvarez. En el año del Cordobazo, el comienzo del fin del Onganiato, Galimberti es encarcelado y pasa un mes en la cárcel de Villa Devoto, compartiendo prisión con otros militantes y sindicalistas; pocos meses más tarde se casaría con su novia, Virginia Trimarco.
En 1970, unos meses después del secuestro y asesinato del Gral. Pedro E. Aramburu, Montoneros se contacta con Galimberti para proponerle que JAEN se convierta en la cara política de la organización, acosada por las persecuciones y caídas que siguen a su primera acción pública así como a la toma de La Calera. Contemporáneamente JAEN tiene su primera fractura: la encabezada por “Chacho” Álvarez, Fuerza para la Organización Revolucionaria Peronista (FORPE).
A fines de ese año, Galimberti viaja a Madrid para entrevistarse con Juan D. Perón, portando una carta que Montoneros le envía al líder en el exilio, en la que se le pide su opinión acerca de la “guerra revolucionaria total, nacional y prolongada”, que la organización planea desarrollar. La respuesta no es sino alentadora: “todo es lícito si la finalidad es conveniente” escribe Perón a la que ya celebra como “juventud maravillosa” que combate desde las “formaciones especiales”. A partir de este viaje, Galimberti se convierte en el portador del mandato del líder peronista hacia los jóvenes militantes. En 1971, en medio de deserciones en JAEN por desacuerdos con el acercamiento a Montoneros, tras conocer al futuro número uno de la organización, Mario Firmenich, Galimberti tiene su segundo encuentro con Perón en Madrid, donde es postulado como Delegado de la Juventud en el Consejo Superior Justicialista, a cargo de la movilización de los jóvenes y de sus organizaciones. Se convierte así en el líder de la nueva JP, y a partir de 1972 encabeza la unidad de la organización en una estructura de carácter nacional.
En julio de 1972 es orador en el acto que la JP organiza en el club Nueva Chicago, en el marco de la campaña por el “Luche y Vuelve”, ante la inminente salida electoral de la dictadura del Gral. Lanusse (1971-1973). En su discurso, destaca el rol central en el movimiento de las “formaciones especiales”. Después de un nuevo periplo a Puerta de Hierro (Madrid), Perón lo envía al Líbano, donde visita los campamentos de la OLP y recibe adiestramiento militar.
Durante ese mismo año se produce la fusión de JAEN con Montoneros. Participa de los encuentros en Madrid entre dirigentes políticos y gremiales que organizan el primer retorno de Perón al país, concretado el 17/11/1972. Pedida su captura por “incitación a la violencia y apología del delito”, continúa dirigiendo la JP desde la clandestinidad, promoviendo en sus discursos la unidad del movimiento de masas y las armas. En abril de 1973, poco después de las elecciones que llevan a Héctor Cámpora a la presidencia constitucional del país, habla en representación de la JP en el acto de lanzamiento de los Equipos Político-Técnicos formulados por Montoneros para participar en el nuevo gobierno.
Al tiempo es destituido por Perón como Delegado de la Juventud, luego de que en declaraciones en un acto de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), promueve la formación de “milicias populares peronistas” para “defender al gobierno popular”. Desde entonces se instala en Rosario y realiza clandestinamente trabajo de base. El día de la masacre de Ezeiza (20/6/1973), cuando Perón retornaba definitivamente a la Argentina, acompaña a los líderes de Montoneros en un microbus que encabeza la columna de la organización, junto a las FAR y la JP.
Reaparece públicamente el 11 de marzo de 1974, como orador en el acto de Montoneros para celebrar un año del triunfo de Cámpora, en medio de la derechización creciente del tercer gobierno de Perón (1973-1974). Pasa a formar parte del área de Inteligencia de la Secretaría Militar de Montoneros, conducida por Carlos Federico Lebrón. Ingresa a la conducción de la Columna Norte de Montoneros, con base en el partido bonaerense de San Martín, y pasa a dirigir una “Unidad Básica de Combate”. Tras el acto de Plaza de Mayo de 1/5/1974, la expulsión de Montoneros del movimiento peronista es un hecho.
Desde agosto de 1974 dirige la publicación La Causa Peronista hasta su cierre en septiembre, luego del número en el que Firmenich y Norma Arrostito narran por primera vez los detalles del secuestro y asesinato de Aramburu, como paso previo al pase a la clandestinidad de la organización.
En septiembre Galimberti tiene un rol protagónico en el operativo de secuestro del empresario Jorge Born. Hacia 1975 encabeza las críticas que gran parte de la Columna Norte dirige a la conducción montonera, contra la centralización de las decisiones y del dinero y la militarización cada vez mayor, que aleja a la militancia del trabajo de base. Al formarse en 1975 el Partido Peronista Auténtico (PPA) como intento de participación electoral por parte de Montoneros y otros militantes de la Tendencia Revolucionaria, es nombrado consejero de la Juventud. A fines de ese año conduce la operación que termina con el asesinato de Alberto Campos, dirigente de la derecha sindical peronista.
Durante 1976, ya instaurada la última dictadura militar, insiste con las críticas de su columna a la conducción montonera, proponiendo preservar a los militantes descentralizando la estructura, las armas y el dinero, y replegarse hasta atravesar lo peor de la represión, en vez de confrontar directamente con el régimen del dictador Jorge R. Videla. A consecuencia de esa disidencia, la Columna Norte es intervenida por la conducción a fines de 1976.
En febrero del año siguiente, Galimberti abandona el país. En abril se instala en Roma junto a la conducción montonera, que allí conforma el Movimiento Peronista Montonero (MPM), en el que es nombrado secretario general de la juventud, rol que sigue desempeñando cuando la organización se traslada a México. En 1978 se convierte en la cara y el vocero de la organización en el exilio, mientras el resto de la plana mayor reside en Cuba.
En nombre de Montoneros se opone al boicot al Mundial ‘78 que promueven algunos exiliados y europeos solidarios desde París, como El Kadri, y alienta a los periodistas a viajar a la Argentina a observar “el clima que reina en el país”. Ya desde la capital francesa, en febrero de 1979 lidera el grupo de disidentes que rompe con la conducción en rechazo a la denominada “Contraofensiva”. Junto al poeta y militante Juan Gelman, entre otros, funda el Movimiento Peronista Montonero Auténtico (MPMA), que critica la división entre los cuadros dirigentes y las masas, el elitismo, el foquismo y la falta de democracia interna en la organización. Ambos son condenados a muerte por la conducción, acusados de “deserción y deslealtad”. EL MPMA tiene corta vida, produciéndose desacuerdos entre Gelman y Galimberti.
En 1981 aparece como director de la revista Revolución Peronista, subtitulada: “Publicación puesta al servicio de la unidad del peronismo en la lucha contra la dictadura oligárquica y por la liberación nacional y social del Pueblo Argentino”. Apacen dos números con pie de imprenta en México. Viaja al Líbano para incorporarse a un pelotón de voluntarios de la OLP, donde es nombrado oficial. En 1982 comienza a proyectar el retorno a la Argentina, junto a un grupo de exiliados afines, que poco después conformarían el Centro de Estudios para la Democracia Argentina (CENDA), plataforma política del “galimbertismo”. En 1984 ya está en la Argentina, todavía como clandestino. En 1985 se reúne en Brasil con Roberto Perdía, quien le propone unirse a lo que queda de la conducción de Montoneros en el relanzamiento de la organización bajo el nombre de “Peronismo Revolucionario”. La revista JOTAPÉ se convierte en estos años en el espacio donde Galimberti y su grupo difunden sus ideas.
En junio de 1988, el mismo grupo funda el Ateneo General Juan José Valle, que reúne, entre otros, a dirigentes como Patricia Bullrich y Andrés Framini, y recibe el apoyo del candidato a presidente Carlos Menem y del metalúrgico Lorenzo Miguel. Por entonces, Galimberti ya tiene aceitadas relaciones con militares nacionalistas del sector “carapintada”, en especial con Aldo Rico. En octubre de 1989 es indultado por el gobierno de Menem. Enseguida, hace declaraciones públicas en las que elogia los indultos como forma de alcanzar la “unidad nacional”, y apoya el acuerdo entre Menem y el grupo Bunge & Born, a cargo de la política económica del gobierno. Se convierte así en emisario del gobierno y de Jorge Born en la tratativas para recuperar el dinero del secuestro en el que él mismo había participado, y se dirige a Europa para entrevistarse con los incriminados en la causa Graiver-Born, instruida por el fiscal Romero Victorica.
En enero de 1991 se casa por segunda vez, con Dolores Leal Lobo. En su casamiento en Punta del Este, Uruguay, que tiene amplia cobertura mediática, se cruzan familiares de los Born, agentes de la SIDE, empresarios y ex integrantes de grupos de tareas. Por entonces empieza a trabajar para Jorge Born y a colaborar con la SIDE menemista. Los inicios de la década del ’90 lo encuentran también trabajando para una corporación francesa dedicada a la venta de armamentos.
En 1995 funda la empresa “Hard Communication” y para 1999 resulta procesado, junto a sus socios Jorge Born y Jorge “Corcho” Rodríguez, por la administración fraudulenta de la recaudación de un juego telefónico con fines benéficos en el programa televisivo de Susana Giménez. Hacia fines de la década funda una empresa de seguridad, y desarrolla una estrecha relación con la CIA, la central de inteligencia estadounidense.
Muere en un hospital de San Isidro, el 12 de febrero de 2002, víctima de un aneurisma abdominal, a la edad de 54 años.
Obra
- “Organizarse para la victoria”, sin lugar [¿París? ¿México?], Juventud Peronista Montonera, Movimiento Peronista Montonero, 1978.
- (con Juan Gelman), “Argentina. Documento de Ruptura”, París, Peronismo Montonero Auténtico, 1979.
- “Reflexiones para la construcción de una alternativa Peronista Montonera Auténtica”, París, Peronismo Montonero Auténtico, 1979.
- “El peronismo y la crisis de la dictadura”, sin lugar [¿París?], 1981.
- “La revolución peronista”, Buenos Aires, Fondo Editorial de la Revolución Peronista, 1983.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2023), “Galimberti, Rodolfo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.