FUEYO Y GUTIÉRREZ, Bautista (Villoria, Oviedo, Asturias, España, 9/3/1875 – Buenos Aires, Argentina, 14/7/1934).
Librero, editor e impresor de orientación anarquista.
Llegó a la Argentina 1889 instalando su primer local de librería, papelería y cigarrería en Buenos Aires en 1901, en el llamado entonces Paseo de Julio (hoy Av. Leandro N. Alem) 1342, frente a la Estación Retiro, donde ofrecía literatura social y política, sobre todo anarquista. Entre las casas españolas de cultura libertaria que importó se encontraba la Editorial de La Escuela Moderna que dirigió Francisco Ferrer, de la que fue el representante local.
Fue administrador del periódico anarquista La Protesta (Buenos Aires, 1897) en reemplazo de Francisco Berri, y encargado de su librería. Fue deportado a Montevideo entre el 16 y el 18 de febrero de 1905 durante la ola de arrestos y persecuciones desatada tras la rebelión militar-radical. Alberto Ghiraldo lo presentaba en La tiranía del frac como:
Otra víctima del odio policial por haber pertenecido al personal administrativo de La Protesta. No está demás advertir que Fueyo, al ser detenido, no ocupaba ya puesto alguno en el diario. Fueyo es comerciante y fué tomado preso en su domicilio, junto con su dependiente, viéndose obligado á dejar completamente abandonada su casa de negocio.
Alberto Ghiraldo, La tiranía del frac… (crónica de un preso), Buenos Aires, Biblioteca de ‘Martín Fierro’, 1905, p. 49.
De regreso en Buenos Aires y nuevamente al frente de su librería, en el contexto de la represión contra el anarquismo previa a la celebración del Centenario, el 16 de mayo de 1910 su librería fue asaltada e incendiada por los mismos grupos nacionalistas que provocaron destrozos en los locales de La Protesta y de La Vanguardia. Según el relato de Alberto Ghiraldo:
Reposaba Fueyo acompañado de su esposa y sus hijitos cuando sintió golpes por una puerta lateral que comunica su habitación con un corralón de carros. Al abrir, un hombre que no conoció y de cuyo paradero no ha podido averiguar nada, se presentó violentamente diciéndole azorado que venían a asaltar la casa.
—Pero, ¿quién? ¿qué es lo que pasa…?
Las detonaciones de los revolvers que se descargaban contra el frente de su casa y, después, la irrupción de toda una muchedumbre enloquecida de vandalismo, le dieron la contestación…
Rápidamente, sin tener tiempo de vestirse, huyó Fueyo hacia los fondos del corralón, llevando consigo a la compañera desmayada y a los niños llenos de espanto. Se oculó en la oscuridad detrás de un carro haciendo oídos sordos a las voces que le llamaban: —¡Fueyo, vení que no te vamos a hacer nada…!
Desde allí asistió a la destrucción y al robo de todos sus intereses.
Los libros, las mercaderías de bazar, la juguetería eran trasladados a la calle; allí se escogía todo lo que tenía mayor valor y lo demás era arrojado al fuego en medio de una espantosa gritería, sólo comparable a la de los indios en momentos de ‘malón’.
Alberto Ghiraldo, “Nuestra crónica”, en Ideas y figuras nº 34, Buenos Aires, 1/10/1910, páginas sin numerar [9-10].
A continuación, la banda nacionalista destruyó los muebles de la vivienda familiar. La policía se hizo presente después de los destrozos y detuvo a Fueyo durante una semana acusándolo de haber resistido el asalto a tiros desde su librería. Las pérdidas materiales fueron evaluadas en unos 15.000 pesos argentinos de esa época.
Según la versión que ofrece Sebastián Marotta, Fueyo efectivamente habría resistido la embestida de la banda:
Luego de destruir sus puertas, rociar con kerosene y bencina sus instalaciones, prendiéronle fuego por todos los costados. Fueyo se defendió, son embargo, como pudo. Hirió a varios de los atacantes y resultó a su vez herido. Lesionado, fue detenido mientras los destructores de su librería y heridores quedaban libres. Su compañerae hijos, en el estado lamentable en que habían quedado con la dramática escena, angustiosos, debieron pasar la noche a la intemperie, presenciando cómo las voraces llamas consumían sus bienes familiares.
Sebastián Marotta, El movimiento sindical argentino. Su génesis y desarrollo, Buenos Aires, Lacio, 1960, tomo I, p. 76.
En 1913 ya estaba instalado con su “Librería Sociológica” en un nuevo local situado en la calle Talcahuano 429. Hacia 1917 se trasladó a la calle Azcuénaga 16 y finalmente se mudó en Pavón 2860, siempre en la ciudad de Buenos Aires.
Desarrolló paralelamente a la labor de importación y venta de libros una amplia actividad editorial: con el sello de “Editorial Fueyo” publicó obras de Errico Malatesta, Pierre Quiroule, Rafael Barret, Federico Urales y otros autores anarquistas. Fue el editor y administrador de la colección de folletos Nuestro Teatro, el administrador de la revista Vía Libre (Buenos Aires, 1919-1922) y el editor de Sembrando Ideas (Buenos Aires, 1923-1930), subtitulada “Revista quincenal de divulgación sociológica”.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2023), “Fueyo, Bautista”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.