EGUREN, Alicia Graciana (seudónimo: Cri-Cri; apodo: La Flaca) (Buenos Aires, 11/10/1925 – Buenos Aires, detenida-desaparecida, 26/1/1977).
Escritora, periodista, docente, dirigente del peronismo revolucionario.
Hija de Ramón Claudio Eguren, un irigoyenista de raíces federales que en la década de 1930 simpatizó con el nacionalismo, y de Herculina Petrona Vivas. Alicia sigue la carrera de magisterio, militando durante sus años de estudios en la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (UNES). Recibida en 1942 con el título de maestra normal, ingresa a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Egresa cuatro años después con el título de doctora en filosofía y letras. Frecuenta por entonces el círculo de intelectuales nacionalistas católicos que se nucleaban en torno al padre Leonardo Castellani.
En 1948 se presenta a un concurso para ingresar en la Cancillería, pasando a desempeñar un cargo en la Embajada argentina en Londres. En ese ámbito conoce a Pedro Catella, un diplomático de carrera que se desempeñaba como cónsul argentino en Londres, que será su primer marido. Se casan en la capital británica en 1948, donde tendrán un hijo, Pedro Gustavo Catella. A los pocos años de regresar a la Argentina, se separa de su marido. Entre tanto, durante los años 1948-1951, firma sus primeras publicaciones como Alicia Eguren de Catella.
De regreso en la Argentina, se desempeña como profesora en la Universidad Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). En esta última ejerció como profesora titular de Sociología en la Facultad de Ciencias Económicas, donde además tuvo a su cargo los cursos de “Introducción a la Filosofía” y de “Fundamentos de los hechos y las ideas sociales y económicas”. Paralelamente llevó adelante el curso de “Literatura Argentina II” en la Facultad de Humanidades de la Plata.
A partir de 1949 se da a conocer con sus poemas, narraciones y obras teatrales, siempre vinculada a los núcleos culturales del nacionalismo, como la revista de poesía Nombre (1949) que publica Fermín Chávez. Ese mismo año funda junto a Armando Cascela la revista Sexto Continente (1949-1950), subtitulada “Revista de cultura para América Latina”, a la que se ha presentado como una apuesta por una tercera posición latinoamericanista en la cultura peronista (Daniel Sazbón). Allí colaboran otras figuras intelectuales encuadradas entonces en el nacionalismo, como Carlos Astrada , Arturo Sampay y Homero Guglielmini.
Participa con una ponencia del Primer Congreso Nacional de Filosofía celebrado en Mendoza entre el 30 de marzo y el 9 de abril de 1949. Integra la Academia Argentina de Sociología, siendo elegida tesorera de su comisión directiva. En 1951 participa del Primer Congreso Latinoamericano de Sociología realizado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, donde presenta la ponencia “El conflicto de Alberdi”.
El 16 de junio de 1955, tras los bombardeos de la aeuronáutica golpista sobre la Plaza de Mayo, busca a John W. Cooke, entonces designado por Juan D. Perón interventor en el partido peronista de Buenos Aires, “para ponerme a su disposición”. Se habían conocido fugazmente en 1946, cuando el joven diputado Cooke dictaba una conferencia en un Centro de Estudios que dirigía Ricardo Guardo, pero a partir de 1955 comienzan una relación que durará hasta la muerte de Cooke en 1968. Según el testimonio que la propia Alicia Eguren dio a la revista Panorama: “Yo lo conocí [a Cooke] en 1946; él ya era diputado y tuvo que dar una conferencia en el centro de estudios que dirigía Ricardo Guardo. No lo volví a ver hasta 1955. El 16 de junio, después de la masacre en la Plaza de Mayo, yo lo busqué para ponerme a su disposición; estaba segura de que él era hombre de pelea. Recién lo encontré 5 días después del 16 de septiembre, gracias a José María Rosa” (“Alicia Eguren de Cooke: Si Evita viviera, sería montonera”, en Panorama nº 222, Buenos Aires, 8/7/1971).
Tras el golpe militar de septiembre de 1955, Alicia Eguren fue detenida por primera vez, en esta ocasión por 24 horas, el 19 de octubre. Fue nuevamente detenida el 26 de noviembre y encerrada en la Cárcel de Mujeres de la localidad bonaerense de Olmos (Partido de La Plata, Provincia de Buenos Aires), siendo sobreseída recién el 15 de noviembre de 1956. Desplegó incluso desde la cárcel una intensa actividad, dirigiendo cartas al Comando Nacional del Partido Justicialista y al propio Juan D. Perón, entre otros, en las que cuestionaba el liderazgo de Alejandro Leloir como presidente partidario.
Cooke, por su parte, que tras el golpe militar se hallaba prófugo intentando organizar la resistencia al régimen, fue detenido en noviembre de 1955 y encarcelado.
Una vez en libertad, Alicia se dirige a Santiago de Chile, adonde se había refugiado Cooke tras una fuga novelesca del penal de Río Gallegos, junto con Héctor J. Cámpora, Guillermo P. Kelly y Jorge Antonio.
El 2 de noviembre de 1956 Cooke es designado por Perón como su representante. Meses después, le encomienda a Alicia un viaje a Caracas para entregarle al General exiliado en esa ciudad un informe sobre la situación argentina. A su regreso, a mediados de setiembre, se casan en Montevideo debido a que Alicia ya había contraído matrimonio en 1948 y el divorcio no era legal en la Argentina. A fines de 1957 parten juntos a Caracas, donde por mediación del desarrollista Rogelio Frigerio y de Cooke, se estableció el llamado “Pacto Perón-Frondizi”, por el cual los peronistas llamaban a votar a los candidatos de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) a cambio de recuperar la legalidad.
De regreso en la Argentina, y tras el triunfo de Arturo Frondizi en las elecciones de febrero de 1958, toman creciente distancia del gobierno para pasar abiertamente a la oposición. En enero de 1959 apoyan la toma por parte de los trabajadores del Frigorífico Lisandro de la Torre (barrio de Mataderos de la Ciudad de Buenos Aires) y la huelga general que le siguió. A partir de entonces Cooke pierde el respaldo de Perón y del Consejo Superior Peronista.
Distintos testimonios aseguran el respaldo de Cooke y Eguren a la emergencia de la guerrilla peronista de los Uturuncos, que nace con la toma de una comisaría en Frías, Provincia de Santiago del Estero, el 25 de diciembre de 1959, seguida de la toma del destacamento policial de Alto Verde, Provincia de Tucumán, dirigida por el “Comandante Uturunco” Juan Carlos Díaz, punto de partida de un ciclo de lucha armada que se abre en el país. En 1959 colabora en el único número aparecido de la revista Ser Nacional, que dirigió Vicente Trípoli, con un homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz: «El hombre que está solo y espera en la definición del ser nacional» (Ser Nacional n° 1, Buenos Aires, 1959, pp. 8-11).
Entre el 15 y el 17 de agosto de 1959 participa como invitada del primer Congreso de la organización trotskista Palabra Obrera, orientada por Nahuel Moreno. Alicia interviene activamente en la discusión con el dirigente trotskista Ángel Begochea y con otros delegados acerca del rol de la burocracia sindical peronista en el proceso revolucionario. Bengochea considera agotada la táctica trotskista sostenida hasta entonces de apoyo a las “62 organizaciones peronistas”. Eguren reconoce la existencia de dirigentes burocratizados o incluso “vendidos” a las patronales, pero aconseja no precipitar una ruptura y contribuir desde posiciones revolucionarias a la formación política de esa nueva dirigencia sindical.
En 1960, un año después de iniciada la revolución cubana, la pareja viaja a la isla invitada por el Movimiento 26 de Julio (M-26), donde dictan conferencias, escriben en la prensa cubana y se vinculan estrechamente a Ernesto “Che” Guevara. En noviembre de 1960 Alicia Eguren envía un artículo a la revista El Popular sobre “La revolución nacional cubana y la Argentina”. A principios de 1961 participan, armas en mano, de la resistencia a la invasión conocida como Bahía de los Cochinos. Alicia Eguren integra la comitiva oficial cubana en la conferencia de la OEA que se realizó en Punta del Este los días 12, 13 y 14 de abril de 1961.
Alicia Eguren y John W. Cooke aparecen como figuras dirigentes dentro del “campamento” conformado por varios grupos provenientes de la izquierda argentina (peronistas revolucionarios, trostkistas disidentes de Palabra Obrera como el citado Bengochea, miembros del Partido Socialista Argentino de Vanguardia como Elías Semán e independientes como Manuel Gaggero). En ese marco, Alicia interviene en el debate sobre la estrategia revolucionaria a llevar adelante en la Argentina que se desata entre Ernesto Che Guevara (partidario del foco rural) y Ángel Bengochea (partidario de la acción guerrillera centrada en los grandes centros urbanos).
Alicia Eguren y John W. Cooke retornan a la Argentina en octubre de 1963, fundando a principios de 1964 el grupo Acción Revolucionaria Peronista (ARP) como una organización que intenta promover la acción insurreccional de masas. Convocan entonces, entre otros, a los militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y al Grupo Avellaneda, donde activan los militantes sindicales liderados por el metalúrgico Raimundo Villaflor. La noche del 13 de mayo de 1966 se produce un encuentro casual en el Bar “La Real” de Avellaneda entre el grupo de Villaflor, y un grupo del sindicalismo peronista capitaneado por Augusto T. Vandor. Durante la balacera muere asesinado por la espalda Rosendo García, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Avellaneda y dos integrantes del Grupo Avellaneda: Domingo Blajaquis y Juan José Zalazar. El episodio fue investigado por Rodolfo Walsh en una serie de notas aparecidas en el semanario CGT (1968-1970) y compiladas luego en el libro ¿Quién mató a Rosendo? Alicia Eguren fue una de las oradoras en el sepelio de Salazar, y testimoniante ante la justicia.
Aunque llevan adelante otra estrategia de lucha, Alicia Eguren y John W. Cooke se solidarizan con la experiencia del Ejército Guerrillero del Pueblo, liderada por Jorge Ricardo Masetti, que intentó desarrollar un “foco” guevarista en Salta entre los años 1962 y 1964. En enero de 1966 están nuevamente en La Habana para participar de la Primera Conferencia Tricontinental de Solidaridad entre los Pueblos y poco después, en agosto de 1967, participan también en la capital cubana de la Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), adhiriendo al proyecto guevarista de revolución continental.
Fallecido Cooke en setiembre de 1968, Alicia Eguren es la que orienta la política de su organización (ARP) aunque su liderazgo aparece cuestionado por nuevas camadas de militantes (Caruso, 2020). Tras la captura del grupo de guerrilla rural de las FAP en Taco Ralo, Provincia de Tucumán, producida el 19 de septiembre de 1968, Eguren viaja a Córdoba con otros miembros de ARP como Raimundo Villaflor y Bruno Cambareri para proponerles un proceso de integración, que se concretaría a mediados de 1970.
Integró la redacción del periódico del peronismo revolucionario Con Todo que dirigiera el mayor Berardo Alberte entre 1968 y 1969. Participó en la elaboración del documento “Estrategias y tácticas revolucionarias”, presentado en el Congreso Fundacional de la Tendencia Revolucionaria reunido en Córdoba en 1969.
Fue colaboradora del semanario Nuevo Hombre cuando Enrique “Jarito” Walker dirigía la publicación, integrando su equipo editorial desde el nº 4. Sus notas sobre la CGT le valieron varias amenazas de muerte. El 4 de octubre de 1971 dirigió una “Carta abierta a Perón”. En 1972 participa en el acto del Peronismo de las Bases, junto a Rodolfo Ortega Peña, en la Federación de Box. Ese mismo año da a conocer la Correspondencia Perón-Cooke, incluyendo aquellas cartas de su compañero de inicios de la década de 1960 que el General exiliado deja sin respuesta. Alicia anexa a su edición un breve texto biográfico, sin firma (“A manera de advertencia final”).
Desde fines de 1972, apoya el acuerdo entre distintos sectores del peronismo que impulsa la candidatura de Héctor J. Cámpora a la Presidencia, con la convicción de que el retorno de Perón al país significaría la derrota del Gran Acuerdo Nacional (GAN) y un triunfo revolucionario tras 17 años de resistencia popular. Considera asimismo que la lucha al interior del movimiento se saldaría una vez en el poder. Por entonces propone la creación de los Comandos de Defensa «Juan Perón».
Acompaña al mismo tiempo el lanzamiento de FAP-17 y PB-17 en agosto de 1973, escisión de Cacho El Kadri tras el “ajusticiamiento” del dirigente sindical de Mar del Plata Marcelino Mansilla reivindicado por un grupo de las FAP. Durante los primeros meses de 1974 intenta infructuosamente entrevistarse con Perón, a quien le dirige una serie de cartas (Caruso, 2020). Como había acontecido con las misivas enviadas por Cooke a Madrid una década antes, las cartas de Alicia Eguren a Perón tampoco recibieron respuesta por parte del General en el poder.
En 1974 participa de la experiencia del Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS), un espacio de encuentro entre grupos del peronismo radicalizado y el Partido Revolucioanario de los Trabajadores (PRT) – Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Ese mismo año Alicia integra el consejo editorial del diario El Mundo, adquirido entonces por el PRT, formando parte del frente legal de esa organización, al lado de Manuel Gaggero. Esto no impide que a mediados de ese año participe del intento de nucleamiento entre Raimundo Villaflor, Jorge Di Pasquale, el diputado Rodolfo Ortega Peña y Eduardo L. Duhalde con el objetivo de crear un agrupamiento político único entre éstos, FAP-PB, y grupos como “Peronismo de los Trabajadores”, entre otras personalidades y agrupamientos militantes. Tal proceso queda abortado con el asesinato de Ortega Peña el 31/7/1974. En 1975 Alicia apoya la creación del Partido Peronista Auténtico (PPA), impulsado por Montoneros.
El 26 de enero de 1977 Alicia Eguren es secuestrada en su casa por un “grupo de tareas” de la Armada Argentina, cuando estaba alojando al antiguo militante del EGP Héctor Jouvé, quien se salva milagrosamente. Fue vista en el Centro Clandestino de Detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) donde permaneció detenida ilegalmente hasta ser “trasladada” en abril de 1977. Según testimonios, su cuerpo fue lanzado desde un helicóptero sobre las aguas del Río de la Plata.
Su fondo de archivo, así como el de John W. Cooke, fue preservado por el hijo de Alicia, Pedro Gustavo Catella, quien lo donó a la Biblioteca Nacional de Argentina.
Obra
Bibliográfica
- El canto de la tierra inicial, Buenos Aires, Cimera, 1949.
- Dios y el mundo, Buenos Aires, Sexto Continente, 1950.
- El talud descuajado, Buenos Aires, Sexto Continente, 1951.
- “El conflicto de Alberdi”, ponencia presentada en el Primer Congreso Latinoamericano de Sociología, 1951, reproducido en Boletín del Instituto de Sociología, Buenos Aires, 1951.
- Aquí, entre magias y espigas. 1949-1951, Buenos Aires, Sexto Continente, 1952.
- La pregunta (obra teatral, extraviada).
- “El pacto”, Buenos Aires, 1960, reproducido en: Miguel Mazzeo, John William Cooke, textos traspapelados, Buenos Aires, La Rosa Blindada, 2000.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2022), “Eguren, Alicia”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.