CREAGHE, John / Juan

En 1865 se graduó medico cirujano en el Royal College of Surgeons de Dublín, abriendo un consultorio en Mitchelstown, en el Condado de Corck. En 1866 emigró por unos años a los Estados Unidos. De vuelta en Europa, a comienzos de la década de 1890 trabaja como médico en los barrios obreros de Sheffield, Inglaterra, donde se afilió a la Liga Socialista que lideraba William Morris. Sin embargo, se separó enseguida para adherir al anarquismo. Su nuevo grupo hizo su aparición un 1º de Mayo con un cartel que decía “No God, No Master” (Ni dios, ni amo), editando el periódico The Sheffield Anarchist (1891), con el que hizo campaña contra el pago de alquileres y de impuestos. Previo paso por Londres, donde tomó contacto con el mundo de la emigración anarquista en esa ciudad, emigró en 1892 a la Argentina, radicándose después de un tiempo en Luján, Provincia de Buenos Aires, donde instaló su consultorio médico.

Según el testimonio de Elías Castelnuovo, “vino, como San Pablo, a crear una comunidad libre en Río Negro, cuyos restos subsisten todavía”. El 29 de diciembre de 1893 —el día de la tradicional peregrinación católica a la Basílica de Luján— lo encontramos participando de una asamblea anarquista anticlerical que fue disuelta por la policía, concluyendo con el arresto de seis participantes, Creaghe entre ellos. El episodio dio lugar a un volante de denuncia del grupo “Los Dinamiteros” así como a la reacción del periódico anarco-individualista El Perseguido (11/11/1893).

Desde Luján dirigió inicialmente El Oprimido (1894-1896), órgano del anarquismo partidario de la organización. Su larga serie de artículos postulando una moral natural (“la moral libre sin obligación ni sanción”) desatan un intenso debate entre todos los grupos anarquistas entre 1894 y 1895. Desde fines de 1895 el periódico se traslada a Buenos Aires y se convierte en un quincenario regular y en un vocero central del anarquismo. El Oprimido simpatizó con las luchas de los sindicatos del año 1896 e impulsó desde sus páginas la participación de anarquistas en las huelgas y en las sociedades de resistencia, polemizando con los círculos de El Perseguido, periódico anarcoindividualista. El 7 de setiembre de 1896, aunque todavía habla el castellano con alguna dificultad, el Dr. Creaghe es orador en una asamblea de panaderos huelguistas en el Prado Español, que reprime la policía. En 1897 edita como suplemento de El Oprimido el folleto “La Inquisición en España”. El periódico deja de aparecer en los primeros meses de ese año.

Ese mismo año Creaghe publicó una carta en la columna “Tribuna Libre” de La Montaña, que dirigían José Ingenieros y Leopoldo Lugones, cuestionando su pretensión de acercar posiciones entre socialistas revolucionarios y anarquistas. Su posición fue respondida y tildada de “sectaria” por Ingenieros.

Tuvo un papel destacado en la continuidad de La Protesta Humana (LPH) y luego de La Protesta (“era el alma y el nervio”, sintetizó Eduardo G. Gilimón), aportando económicamente a su edición. Durante un período sustituyó a Gregorio Inglán Lafarga en la redacción y asumió la administración desde 1903.

Gilimón recordaba una mítica jornada de 1903 en que Creaghe, a pesar de la represión de que era objeto el periódico, “tomó un carruaje, cargó en él gran cantidad de ejemplares de LPH y salió a venderlos por las calles de Buenos Aires… en tanto que con el revólver empuñado mantenía a raya a los empleados de la Sección Orden Social de la policía…”. A iniciativa suya, ese año el periódico cambió su nombre por el de La Protesta, que sería el definitivo. A partir de la publicación del periódico como diario (1°/4/1904), Creaghe decidió comprar una imprenta para evitar los cambios de impresor y reducir costos, con lo que el n° 253 (5/3/1904) La Protesta se imprimió con nuevos tipos y en imprenta propia. Se hizo cargo temporariamente de la dirección de LP cuando renunció Alberto Ghiraldo en agosto 1906.

Colaboró simultáneamente con el periódico teórico anarquista Ciencia Social (Buenos Aires, 1897-1900). Clausurada La Protesta en 1909, es detenido cuando llegaba al local y golpeado por la policía. El 17 de mayo de 1910 encabeza la manifestación anarquista de setenta mil obreros que parte de la Plaza Lavalle.

Según Diego Abad de Santillán, abrigó ambiciosos proyectos para el anarquismo argentino: una escuela libertaria (“ofrecía 5000 pesos a condición de que el movimiento proporcionase 15000 para la organización en el campo de una colonia que serviría de escuela”), una gran librería, una gran casa editorial…

Hizo un viaje a París, donde visitó a Jean Grave. “Hacia 1912, un poco decepcionado, creyó ver a través de Regeneración, el órgano de Ricardo Flores Magón, un camino abierto a las realizaciones en México, y se fue a Los Ángeles, junto a los editores de aquella hoja valiente”. Tras un breve retorno a la Argentina en 1915, se radicó los últimos años de su vida en los Estados Unidos, alentando durante la guerra posturas aliadófilas. Habiendo consagrado a la propaganda lo ganado con su profesión, murió pobremente en el Western Hotel Hospital de Washington.

Ricardo Flores Magón estaba preso cuando se enteró por su amigo Gus Teltsch de la muerte de Creaghe y le respondió en estos términos:

Por tu carta me he enterado de que nuestro viejo amigo Creaghe falleció el 19 de febrero último. Ahora está libre y descansando. Los últimos desafíos de este gran luchador por la libertad fueron de tal naturaleza que hacen a uno estremecerse. Él, que amó a la humanidad, fue blanco de todos los tratamientos inhumanos. Él, que soñó la libertad. fue privado de todos los privilegios humanos. Él, que luchó para que cada criatura humana pudiera tener un hogar, no tenía un albergue propio. ¡El pobre viejo veterano de la lucha de clases!

Ricardo Flores Magón, carta a Gus Teltsch, 25 de marzo de 1920, disponible en archivmagon, archivomagon