CASABLANCA, Juan Manuel

Obrero fideero, se desempeñaba en una las sedes de la panadería y fideería “Allande Hermanos” que estaba situada en la calle Estados Unidos 1840 de la ciudad de Buenos Aires.

Según el recuerdo de Domingo Varone, Casablanca (“alto, pálido, de carácter bohemio y de inclinaciones terroristas”) formaba parte a comienzos de la década de 1920 de un grupo anarquista del barrio porteño de Parque Patricios integrado por el carrero de origen gallego Ramón Silveyra, el peluquero italiano Celestino Di Pascuale y un zapatillero de apellido López (Varone, 2004).

El 5 de abril de 1921, en el contexto de un conflicto de los obreros fideeros con la patronal, un grupo de hombres arrojó desde un automóvil una bomba a dicha sucursal de la fideería “Allande”, episodio en el que una vecina llamada Modesta D. de Calvo perdió la vida. Los hombres huyeron en el mismo vehículo, mientras cruzaban disparos con un policía que se encontraba de guardia y quiso impedirles la fuga. El oficial Francisco Farinato fue herido por una bala en el hombro.

Días después Casablanca fue detenido por la sección Orden Social de la Policía de la Capital como uno de los principales sospechosos del atentado. En rueda de detenidos, el oficial Farinato se acercó a reconocerlo y le propinó una trompada (“Más sobre el atentado de la calle Estados Unidos”, en: Crítica nº 2541, Buenos Aires, 8/4/1921, p. 2).

Los otros detenidos fueron Ramón Silveyra, el mecánico italiano Roque Gambera; el chofer español José Artacho, titular del automóvil; el jornalero Solitario Fuentes y el joven panadero Manuel Torrens, de 17 años. Según la crónica de La Protesta, Casablanca era argentino, soltero, de 29 años de edad, fideero, alfabeto y domiciliado en la calle Maza 1833, de la ciudad de Buenos Aires (“Monstruosidad jurídica”, en: La Protesta nº 3974, Buenos Aires, 30/12/1921, p. 2).

Según las crónicas periodísticas, había sido Casablanca el que, en la fuga, hirió al oficial Farinato. En su declaración, señaló que tanto le daba “ser esclavo dentro o fuera de la cárcel”. Casablanca fue condenado por homicidio por el juez Romero a cumplir 17 años de prisión en la Penitenciaría Nacional de la Avenida Las Heras.

A fines de julio de 1921 Silveyra, Casablanca, Gambera, Artacho, Fuentes y Torrens suscribieron con otros detenidos un “Manifiesto dirigido al pueblo” de los “presos por cuestiones sociales”, relatando los apremios ilegales que habían sufrido en la comisaría (“Los presos por cuestiones sociales. Manifiesto dirigido al pueblo”, en: La Vanguardia nº 5072, 31/7/1921, p. 5).

Tiempo después, Casablanca fue trasladado al temible penal de Ushuaia, en Tierra del Fuego. El Comité Pro Presos y Deportados no dejó de enviarle encomiendas con ropa y comida a la presión, a pesar de que Bandera Proletaria, el órgano de la Unión Sindical Argentina (USA), de orientación sindicalista, publicó una carta abierta firmada por Casablanca en que este rechazaría toda ayuda de dicho Comité (“Aclaración a una carta abierta”, en: La Protesta nº 4631, Buenos Aires, 10/2/1924, p. 3).

En abril de 1932 informaba La Protesta: “Ha estado enfermo, sufre igual rigor que los demás, su salud es demasiado precaria” (“Los compañeros que se encuentran en este presidio”, en: La Protesta nº 6705, Buenos Aires, 10/4/1932, p. 2; “El movimiento de ayuda frente a la represión”, en: La Antorcha nº 311, Buenos Aires, 22/4/1932, p. 6).

Varone recordaba haberlo reencontrato en un acto del Partido Comunista por el año 1848 o 1949. Añade a continuación: “¿Se había producido un cambio en el clásico anarquista tirabombas? Me inclino a pensar que sí”.