CARRIZO RUIZ, Juan Manuel (apodos: Juanma, El Flaco; nombres de guerra: El Manco, El Legendario, Capitán Francisco) (La Rioja, Provincia de La Rioja, Argentina, 24/10/1940 – Cevil Redondo, Provincia de Tucumán, detenido-desaparecido el 28/5/1976, y según otras fuentes el 1/6/1976).
Contador público, colaborador de la FOTIA, dirigente del PRT en Tucumán y jefe de “estado mayor” del ERP.
Estudia en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Tucumán donde participa del Movimiento Independiente de Estudiantes de Ciencias Económicas, que funda su íntimo amigo Mario R. Santucho como alternativa al reformismo y humanismo universitarios, con una impronta latinoamericanista y un intento de vinculación al movimiento obrero tucumano. Hacia 1962, integra el grupo de argentinos que recibe instrucción militar en Cuba. Su identidad política de entonces se ubica entre el nacionalismo de izquierda y el peronismo. Apasionado lector de historia argentina del siglo XIX, la de las guerras de independencia y las guerras civiles. Se desempeña como contador del sindicato azucarero del Ingenio San José, Provincia de Tucumán, junto a Santucho, cuando entra en contacto con los militantes de Palabra Obrera (PO), organización trotskista con la que el Frente Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP) de los hermanos Santucho, se asocia entre los años 1964 y 1965 para gestar el Partido Revolucionario de los Trabajadores. En marzo de 1965 fue uno de los nueve candidatos que se postularon para las elecciones legislativas tucumanas por el Frente Único entre el FRIP y Palabra Obrera, bajo la consigna “Diputados obreros al parlamento capitalista”.
Participa de las movilizaciones huelguísticas de la FOTIA de enero de 1967, en protesta contra los cupos de producción y el cierre de ingenios. La represión de aquéllas deja como saldo la muerte de Hilda Guerrero de Molina, desde entonces convertida en símbolo de las luchas contra la dictadura del Gral. Onganía (1966-1970). Desde esa época coincide con Santucho, en el seno del PRT, en el lanzamiento de una guerrilla rural en la provincia, idea que tomaría cuerpo años después pero que ya para el IIº Congreso de febrero de 1968 determina la ruptura con el sector reticente al inicio de la lucha armada orientado por Nahuel Moreno. Por entonces integra la primera línea de dirigentes del partido en Tucumán.
Fracasa en el intento liberar a Santucho de la cárcel de Villa Quinteros, Provincia de Tucumán, en febrero de 1970. Participa del Vº Congreso del partido que tiene lugar en el Delta del Paraná entre 28 y el 30 de julio de 1970. En un contexto de extensión y radicalización de la protesta político-social, los delegados al Vº Congreso resuelven la formación del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), con el propósito de sumar a la organización al “proceso de guerra revolucionaria que ha comenzado” desde el Cordobazo, según su percepción de la rebelión de masas contra la dictadura. Es elegido como integrante del buró político y queda encargado de la formación del Ejército junto a José Benito Urteaga y el propio Santucho. A partir de entonces se instala en Tucumán, donde tiempo después tendría lugar el “Tucumanazo”. El 16/11/1970 dirige con Urteaga un comando de asalto contra el Banco Comercial del Norte, siendo detenido al día siguiente. Para conmoción de la opinión pública local, se desempeñaba entonces como jefe de Auditores Fiscales de la Provincia de Tucumán.
El PRT- ERP se lanza a una importante actividad militar y busca la alianza con otras organizaciones armadas a fin de agudizar el enfrentamiento con el régimen militar. El saldo de un creciente militarismo es que en el lapso de dos años, sus principales cuadros son detenidos. El 6 de setiembre de 1971, poco después de la detención de Santucho, Gorriarán Merlo, Jorge Alejandro Ulla y Humberto Toschi en Córdoba, protagoniza junto a una quincena de presos un motín en el penal de Villa Urquiza, Provincia de Tucumán, que le permite fugarse, muriendo cinco guardiacárceles. Recapturada la mayoría, Carrizo permanece en libertad al igual que Urteaga y otros dirigentes perretistas.
Hacia fines de 1971 es uno de los dos únicos miembros del buró político elegido por el Vº Congreso que no están presos, una vez ocurrida la desaparición de Luis Pujals.Una vez en libertad, vuelve al poco tiempo a realizar acciones en las colonias azucareras tucumanas. Para esa época es un dirigente regional del PRT y segundo jefe militar del ERP. Luego de la andanada de detenciones de militantes de la organización que sigue al secuestro y muerte del director de Fiat, Oberdán Sallustro, es finalmente capturado a mediados de 1972. Recobra su libertad con la aministía que el presidente Héctor J. Cámpora otorga a los presos políticos. La reorganización de la dirección del PRT luego del triunfo del FREJULI —en unas elecciones que el PRT había llamado a rechazar mediante abstención electoral o voto en blanco—, confirma su rol dirigente en el comité militar del ERP y lo suma al buró político.Queda al frente del primero luego de que Gorriarán Merlo es separado de su cargo de jefe militar, tras el fracaso del asalto al cuartel de Azul el 19/1/1974.
Dirige las escuelas urbanas de formación de combatientes del ERP, que se aprestaba para subir al monte en Tucumán con una de sus compañías (Compañía del Monte “Ramón Sosa Jiménez”) y daría su primer golpe con el ataque al pueblo de Acheral, el 30/5/1974. El rumbo que toma el gobierno de Isabel Perón (1974-1976), con la consolidación del poder de López Rega y la intensificación del accionar de la Triple A, fortalece la convicción de la dirección del PRT-ERP de profundizar la vía militar mientras intenta lograr la consideración de sus comandos como “ejército beligerante”, de modo de que se apliquen las leyes de la guerra, acorde a la idea de Santucho de la existencia de una situación de “doble poder”.
El 13/4/1975 dirige el asalto a la Fábrica de Armas Fray Luis Beltrán de San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, logrando escapar con armamento. A mediados de ese año, mientras en las ciudades el partido impulsa la defensa de la democracia, se resuelve la reinstalación en el monte tucumano de Santucho, Juan Eliseo Ledesma y Carrizo, aunque por breve tiempo. A fin de año, actúa como responsable de los “enlaces” durante el ataque al batallón Depósito de Arsenales 601 “Domingo Viejo Bueno” de Monte Chingolo, realizado el 23/12/1975 con el trágico saldo de 53 muertos (49 del ERP), luego de que el operativo fuera delatado al ejército por el infiltrado en el ERP Rafael de Jesús “Oso” Ranier.
Para 1976, Carrizo es el jefe de estado mayor del ERP. Tras el golpe que instaurara la última dictadura militar (1976-1983), logra escapar junto a Mario R. Santucho y otros dirigentes de la redada policial a la reunión del Comité Central ampliado del partido que tiene lugar el 28/3/1976 en “La Pastoril”, una quinta de la localidad de Moreno, Provincia de Buenos Aires, en la que resultan muertos y detenidos-desaparecidos varios cuadros partidarios. Frente al golpe militar de marzo de 1976, la posición del PRT-ERP expresada en la proclama que escribe su líder, “¡Argentinos, a las armas!”, entendía la nueva situación como un “salto cualitativo” en el proceso de guerra revolucionaria. Carrizo es destinado entonces nuevamente a Tucumán. El 28/5/1976 es reconocido en Cevil Redondo, Provincia de Tucumán, por agentes de inteligencia. Es capturado y desde entonces permanece “desaparecido”. Estas caídas y las de la regional Córdoba hacen que la dirección perretista comience a plantearse el repliegue, aunque la salida del país de su jefe máximo no alcanza a conseguirse.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2021), “Carrizo, Juan Manuel”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org