BONZI, Antonio

Hijo de Andrés Bonzi y de Francisca Penayo, matrimonio de Paso Horqueta, Concepción, de identidad liberal-conservadora. Su abuelo paterno había sido un inmigrante de origen genovés.

Los primeros seis años de vida de Antonio Bonzi transcurrieron en Paso Horqueta, cerca del río Aquidabán. En 1928 lo enviaron a vivir con una parte de la familia que residía en Concepción, con el objetivo de que reciba una buena educación. Según sus memorias (2005), el traspaso de un medio rural a un entorno urbano le resultó difícil, sobre todo durante su primer año en la Escuela “Fernando de Pinedo”, conocida popularmente como “Escuela Mbopi”. Hasta ese momento Bonzi sólo hablaba el idioma guaraní. Al año siguiente fue transferido al Colegio Salesiano.

Durante la Guerra del Chaco (1932-1935) y debido a la necesidad de mano de obra, Bonzi trabajó junto a sus hermanos en la Estancia Laurel, propiedad de su padre. En 1935, con 14 años, finalizó el ciclo primario y viajó a Asunción junto a su hermano José, para iniciar el secundario. Comenzó en el Colegio Benjamín Aceval, institución privada dirigida por el matrimonio de educadores Adolfo Ávalos y Wil Carísimo. Sin embargo, la experiencia capitalina solo duró un año, ya que en 1936 se fundó en Concepción el Colegio de Enseñanza Secundaria y Normal. Bonzi regresó allí y cursó el Bachillerato entre 1936 y 1940, participando también en el Centro de Estudiantes.

Sus estudios fueron interrumpidos en 1940, cuando cumplió con el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Infantería No. 1 “2 de Mayo”, en la compañía de Ametralladoras Pesadas. En sus memorias afirma que fue tentado por sus superiores para continuar la carrera militar, pero desistió.

Poco después, mediante su hermano José, Antonio consiguió un puesto en la Dirección Administrativa de Correos y Telégrafos. A su vez, comenzó a estudiar Derecho en la Universidad Nacional de Asunción. Allí tuvo los primeros contactos con el movimiento estudiantil que por entonces se posicionaba contra la dictadura militar de Higinio Morínigo (1940-1948). Luego de unos primeros contactos con estudiantes febreristas, conoció a Efraím Morel, quien lo vinculó al Partido Comunista Paraguayo (PCP).

Con 21 años, Bonzi empezó a colaborar en el órgano oficial del partido, Adelante (1942-), que se imprimía y distribuía clandestinamente en Asunción. El periódico comenzó a editarse en 1942, tras una resolución del I Congreso del PCP, reemplazando a la publicación previa: Frente Rojo. Buena parte de los años de militancia de Bonzi en el PCP estuvieron ligados a aquel periodico, donde colaboró desde su fundación hasta 1960.

Bonzi fue detenido por primera vez en 1943 por tenencia de “material comunista” y posteriormente confinado a Concepción por tres meses. Este primer antecedente le provocó la pérdida de su puesto laboral. Luego de unos meses en los que fue sostenido económicamente por su padre, consiguió otro puesto en la Dirección de Trabajo. Nuevamente fue despedido a los dos meses por sus antecedentes políticos. Finalmente, logró ingresar a la Defensoría de Menores como secretario (1944) y luego fue Procurador de Pobres y Ausentes (1945-46). 

Durante la apertura democrática de la dictadura de Morínigo, en el segundo semestre de 1946, Bonzi renunció a su cargo para dedicarse plenamente a la actividad política. El PCP fue legalizado y pudo actuar libremente a la luz pública. Bonzi fue designado como director de Adelante, apareciendo su nombre real en la tapa. En la clandestinidad, otros directores del periodico fueron: Alfredo Alcorta y Efraim Morel. En aquellos meses de apertura, el periódico dejó de imprimirse clandestinamente con un mimeógrafo y pasó a realizarse en los talleres gráficos del diario El País. Adelante adquirió la regularidad de un semanario y, según datos brindados por el propio Bonzi, se llegó a imprimir una tirada de diez mil ejemplares.

Como director del periódico del PCP, Bonzi adquirió protagonismo público. Tal es así, que en un listado de militantes del partido, confeccionado por la inteligencia de la dictadura de Morínigo, aparece como miembro de los Comités de Barrios, Federaciones y Células de Asunción. En el mismo listado figura como “estudiante, director de Adelante”.

Luego del fracaso de la experiencia democrática, en 1947, se produjo la Guerra Civil paraguaya. El PCP integró el frente revolucionario que se enfrentó a la dictadura y fue derrotado. Bonzi fue detenido el 3 de agosto de 1947, al final del conflicto armado y estuvo preso junto a cientos de sus camaradas en la vieja Cárcel Pública de Asunción hasta 1949, momento en que se dictó una amnistía política. Bonzi es mencionado en el informe redactado y publicado por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Aquí se hace referencia a las violaciones de los derechos humanos que sufrieron los presos políticos en dicha cárcel. 

En 1949, al salir con el último contingente de presos políticos, fue confinado a Tebicuary-mí. Luego fue enviado en avioneta a Santaní, junto a Antonio Maidana, César Delmas y Efraím Ibañez. Allí estuvo seis meses, luego de los cuales se fugó. Permaneció clandestino en Asunción entre 1949 y 1953, años en los que siguió colaborando para la impresión de Adelante. En el año 1953, ya recibido de abogado, Bonzi fue parte de un intento de constitución de una “Liga de Defensa de los Derechos Humanos” junto a sus colegas y compañeros de ruta, Modesto Villasanti y Alfonso Capurro. Finalmente, por desavenencias internas el proyecto no se concretó.

Entre 1953 y 1958 Bonzi no fue perseguido y pudo vivir en Asunción desempeñándose como abogado. En 1958 fue detenido por unos días, relacionado con un intento de incursión armada en la localidad de Coronel Bogado. Aunque en esta acción Bonzi no habría participado. Luego, fue detenido en otras oportunidades: en enero de 1960 fue remitido a la comisaría Séptima durante seis meses; en mayo de 1961 durante quince días, y en 1962 en la comisaría Tercera, luego de estar dos meses en el Departamento de Investigaciones, conocido centro de tortura de la época.

En la década de 1960 se sucedieron una serie de conflictos internos en el PCP. En diciembre de 1962 se produjo una expulsión masiva y en junio 1965 una división partidaria. En la primera, Bonzi permaneció leal a la dirección del momento. En la división, apoyó a la fracción liderada por Miguel Ángel Soler, en oposición al grupo del entonces secretario general Oscar Creydt. En sus memorias, Bonzi afirma que esta división motivó su alejamiento paulatino de la actividad partidaria. Sin embargo, permaneció vinculado al círculo de Soler.

En diciembre de 1975 fue uno de los militantes que cayeron presos en el marco de una gran represión contra el PCP. En esta coyuntura resultaron desaparecidos Miguel Ángel Soler, Derlis Villagra y Octavio Rubén González Acosta. Después de un tiempo recluido en la comisaría Cuarta, Bonzi fue enviado al Penal de Emboscada, donde compartió el encierro con numerosos camaradas.

Hacia 1989, publicó artículos de análisis de coyuntura en el semanario febrerista El Pueblo (1957-). En 1990 publicó, con el pseudónimo de Humberto Rosales, un pequeño folleto titulado Historia del Partido Comunista Paraguayo. También escribió varios artículos en la revista Estudios, dirigida por Luis María Martínez. A partir de la caída de los regímenes comunistas del este, Bonzi abandonó su militancia en el PCP “sin traumatismo alguno, conservando amistosas relaciones con los sacrificados compañeros de su dirección actual”. Sostuvo que la decisión estuvo motivada por divergencias en la línea del partido ante una nueva época: “los formuladores de la política partidaria continúan aferrados a posiciones dogmáticas, antiguas, que ya no corresponden a la pos crisis del socialismo”. Según Bonzi, estos dogmatismos se revelaban en el papel “dirigente” asignado a la clase obrera, ante nuevos actores sociales u otros con mayor capacidad de movilización, como el campesinado. Pese a su posición crítica, Bonzi siguió colaborando con artículos para el periódico Adelante.

En el año 2001, con 80 años, Bonzi publicó su texto más conocido: Proceso histórico del Partido Comunista Paraguayo (un itinerario de luces y sombras), libro en el que por primera vez se intenta sistematizar toda la historia del PCP. Allí concluyó que el partido entró en decadencia a partir de las luchas internas que lo debilitaron durante los años sesenta. Bonzi asistió como invitado al V Congreso del PCP, celebrado en Asunción entre el 17 y 18 de febrero de aquel año. 

En 2002, junto a Alfonso Guerra, fue responsable de la edición de los manuscritos de los brigadistas paraguayos sobrevivientes de la Guerra Civil Española, Víctor Martínez y Tomás Vera. En 2003, a los 84 años, Bonzi publicó un breve texto titulado El arco iris de la travesía: un reportaje a la memoria. Aquí narra algunos episodios sobre su militancia en el PCP. En sus últimos años, Bonzi fue asesor jurídico de la organización CO.DE.LU.CHA (Coordinadora de Luchadores, Luchadoras y Víctimas de la Dictadura).

Desde 1946, estuvo casado con Nilda Luisa Campos, con quien tuvo dos hijos, Alberto Antonio y Jorge Aníbal, y una hija, Nilda Aurora.