BIFARELLO, Mónica (Rosario, Santa Fe, Argentina, 25/8/1960 – Rosario, Santa Fe, Argentina, 11/6/2017).
Profesora universitaria, politóloga de orientación socialista, ministra de Desarrollo Social en la Provincia de Santa Fe (Argentina), impulsora de políticas sociales emblemáticas durante las gestión provincial socialista.
Hija de Antonio Adolfo Bifarello (chapista en un taller mecánico) y Ana Clementina Moreno (ama de casa), nace y se cría en Rosario.
Vivió en un barrio obrero de la zona norte de la ciudad denominado La Florida, junto a sus padres, dos hermanos mayores y su tía María Rosa Moreno, que era costurera.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el colegio parroquial Nuestra Señora de Guadalupe, fundado por monjas franciscanas misioneras. Su formación tuvo una fuerte impronta religiosa, acorde a las creencias de su familia católica. Fue una alumna destacada y abanderada.
Durante su adolescencia, en el contexto de la última dictadura militar argentina (1976-1983), Mónica y su hermana comenzaron a concurrir a la Iglesia del barrio San José Obrero, donde inician un recorrido como catequistas, preparando niños para recibir sus sacramentos y allí conocen al Padre Rogelio Barufaldi. Barufaldi fue un reconocido cura perteneciente al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (amigo del obispo Enrique Angelelli) que llevó adelante una importante labor social con los más humildes, un compromiso con los perseguidos políticos por los militares y un fuerte movimiento para impulsar la urbanización del barrio.
Barufaldi fue una influencia importante para Mónica Bifarello, construyendo un vínculo muy estrecho. Él la acercó a lecturas sobre los distintos movimientos latinoamericanos (la resistencia dominicana a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, la revolución sandinista de 1979 en Nicaragua). Impulsada por Barufaldi, junto a su hermana y otros jóvenes se proponen constituir en la parroquia un grupo de la Acción Católica Argentina. Su actividad en esta asociación se caracterizó por el trabajo social llevado a cabo en territorios cercanos a la parroquia, y debió ser llevada adelante con coinsiderable discreción, ya que la dictadura en aquel momento controlaba todo tipo de agrupación y participación social. Por este motivo, se reunían en escuelas de manera secreta. Con el tiempo Mónica Bifarello llegó a ser dirigente parroquial y arquidiocesana, alcanzando un papel destacado de oposición activa frente a la dictadura militar.
Esta actividad fue dejada de lado en el año 1978, cuando inicia la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Allí comienza una nueva etapa de su vida, se muda con sus compañeras de estudio Julia Reyna y Patricia Nari, a un barrio cercano a su Facultad y junto a ellas comienza a militar en el Movimiento Nacional Reformista (MNR), perteneciente al Partido Socialista (PS).
El 24 de marzo de 1983 se graduó como Licenciada en Ciencia Política en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, siendo la única universitaria de su familia.
Este mismo año, envía una carta solicitando trabajo a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y al poco tiempo le otorgan allí un puesto en la Dirección de Personal. Permanece tres años y medio en el ente, período donde desarrolla su militancia gremial. Se acerca a trabajadores que integraban la Lista marrón del gremio Asociación del Personal de Organismos de Previsión Social (APOPS) que englobaba en su mayoría trabajadores independientes, peronistas de izquierda y socialistas. Esta lista contaba con el apoyo de referentes políticos de peso en la ciudad de Rosario, como los ex presos políticos Victorio Paulón (dirigente de la UOM) y Héctor “Chinche” Medina (dirigente de la UOCRA), que organizan un fuerte movimiento de trabajadores de los distintos gremios para recuperar la democracia sindical, combatir a quienes habían colaborado con la dictadura en estos espacios e impulsar las negociaciones en base a las asambleas. Estos dirigentes fueron apoyando en distintos gremios el armado de listas pluralistas que adhirieran al programa que proponían. En todo el país, producto del retorno de la democracia se dieron este tipo de movimientos en los lugares de trabajo para normalizar los sindicatos, que denunciaban la complicidad entre algunos actores de los gremios y la dictadura de 1976, tenían un fuerte protagonismo de jóvenes trabajadores y eran conducidos por dirigentes históricos desplazados de sus sindicatos durante la dictadura, sufriendo el exilio o la cárcel.
La Lista marrón de APOPS, gana las elecciones en 1984, enfrentándose a la lista azul que representaba el oficialismo cómplice con la dictadura militar.
En este tiempo, Bifarello es delegada gremial y como tal impulsa el desarrollo de actividades solidarias en distintos barrios, como festejos por el día del niño y colecta de útiles escolares. También en un contexto de crisis económica y alta inflación, organiza la compra de alimentos, frutas y verduras que se vendían luego a precios accesibles entre los compañeros del gremio.
Asimismo, en el año 1984 es fundadora, junto a Héctor “Chinche” Medina, Victorio Paulón y otros referentes, del primer Centro de Formación Sindical de Rosario (CEFS). Este centro se crea con la idea de formar a los trabajadores en cuanto a sus derechos y a la historia del movimiento obrero, y tenía como objetivo brindar espacios y materiales de formación sindical que aporten a la organización de los trabajadores. Bifarello fue una pieza importante en el armado del mismo y se ocupó del área de formación, de la elaboración de textos para difundir entre los compañeros.
El CEFS fue una importante muestra de unidad de trabajadores y trabajadoras, nucleaba distintas organizaciones, entre las que se destaca Asociación del Personal de la Universidad de Rosario (APUR), Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC), Federación Argentina de Trabajadores de Aguas Gaseosas y Afines (FATAGA), Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y Sindicato de Trabajadores de las Telecomunicaciones (SITRATEL).
Mientras trabajaba y desarrollaba su militancia gremial, en 1984 decide estudiar abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, pero abandona la carrera a los 3 años.
En 1985 se casa con Maximiliano Bosch, a quien había conocido un año antes. Dos años después nace su primer hijo, Santiago, y en 1989 nace el segundo, Sebastián.
En 1987 deja su trabajo en ANSES, para dedicarse a su carrera académica y se desempeña como docente e investigadora de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario, con diversos proyectos acreditados sobre políticas públicas locales y gran cantidad de publicaciones realizadas sobre estos temas. A lo largo de su vida se propone mantener esa cercanía con el mundo académico, los debates teóricos y la producción intelectual.
En la universidad, se desempeñó como docente en las cátedras Teoría Política II a cargo de Hugo Quiroga y en Política Social I de la Licenciatura en Trabajo Social, a cargo de Arturo Fernández, un reconocido politólogo a nivel nacional. De esta última cátedra fue jefa de trabajos prácticos, luego adjunta y finalmente llegó a ser profesora titular.
Fernández fue una referencia destacada para Bifarello, quien no solo compartió su perspectiva sobre la relevancia de la participación de la Universidad Pública en los debates de la sociedad, sino que también aportó su conocimiento sobre la vida política latinoamericana, incluyendo movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos. Mantuvieron un vínculo cercano y él acompañó su desarrollo académico siendo su director. Entre tanto, Bifarello desempeñó distintas investigaciones en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET ) desde el año 1991 hasta 1995.
En 1990 obtiene el diploma superior de postgrado en Ciencias Sociales –con mención en Ciencia Política– de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y al poco tiempo también comienza a trabajar como consultora externa para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el proyecto Índice de Desarrollo de Sociedad Civil en Argentina.
Durante estos años se mantiene distanciada de la militancia partidaria, hasta que en 1996 es convocada por Miguel Lifschitz para desempeñarse como asistente técnica en el equipo de Descentralización y Plan Estratégico de la Municipalidad de Rosario hasta el año 2000; luego pasa a ser coordinadora Técnica del Plan Estratégico Rosario, ambos cargos desempeñados durante las intendencias del socialista Hermes Binner.
Al asumir responsabilidades en el gobierno local, Mónica Bifarello se adentra en un nuevo capítulo de su vida: la gestión pública. A lo largo de su trayectoria, se dedicó a fusionar los debates conceptuales con la implementación de políticas públicas, buscando enriquecer estas últimas. Un aspecto destacado fue el concepto de enfoque de derechos, que la guió en la planificación y ejecución de las políticas públicas.
Por aquellos años, la ciudad de Rosario -gobernada desde 1989 por el socialismo- era considerada para varios gobiernos locales como el epicentro de la política pública. Se destacaba por un modelo de gestión fundamentado en la solidaridad, la participación ciudadana y la transparencia, siendo el derecho a la salud de la población uno de sus principales pilares. A su vez, la ciudad comienza a participar de diversos canales ligados al reconocimiento de su despliegue municipal y es reconocida con galardones y premios. Por mencionar solo algunas: en 1999, se obtiene el reconocimiento de la UNESCO “Ciudades por la Paz”; en 2002, la Municipalidad obtiene una mención por su gestión en Salud a través de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS Argentina), y en 2003, recibe dos premios internacionales significativos, uno de ellos, por Acciones Afirmativas Promotoras de la Participación de las Mujeres en el Poder Local y el otro premio -el más emblemático en el camino de reconocimientos de organismos internacionales- es el otorgado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como “Experiencia Ejemplar de Gobernabilidad local en la Región”.
En el año 2003 , asume la intendencia de Rosario el ingeniero Miguel Lifschitz y arma un gabinete con paridad de género, designando a Bifarello como secretaria general de la Municipalidad de Rosario. Desde esta función se hace cargo de temas primordiales como la descentralización del Estado municipal, el plan estratégico (proyectos a mediano y largo plazo construidos por la ciudadanía) y el presupuesto participativo.
Durante este período, Mónica Bifarello comienza a participar activamente de la vida partidaria, algo que sostendrá con mucho compromiso hasta el final de sus días. Se une al Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO), una asociación civil del Partido Socialista dedicada al análisis y la elaboración de propuestas de políticas públicas. Además, más allá de tener extensas jornadas laborales dedica mucho de su tiempo en impartir charlas, seminarios y capacitaciones a militantes del partido, recorriendo la provincia entera, conociendo hasta el más pequeño de los centros socialistas. También se encarga de elaborar diversos documentos destinados al debate interno de los militantes.
En 2007, el socialismo santafesino logra un hito significativo al ganar la provincia de Santa Fe tras 24 años de gobiernos peronistas. Con la asunción de Hermes Binner como gobernador, Mónica Bifarello es designada como secretaria de Regiones, Municipios y Comunas en el Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado provincial. Previamente, Bifarello había realizado una contribución fundamental a la campaña de 2007 al desempeñarse como redactora y compiladora de la plataforma electoral. Repitió este rol en las elecciones provinciales de 2011, durante la candidatura de Antonio Bonfatti como gobernador, en las elecciones provinciales de 2015, con Miguel Lifschitz como candidato, y en las elecciones nacionales de 2011, cuando Hermes Binner se presentó como candidato a presidente de la Nación. Asimismo los tres gobernadores siempre la tenían en cuenta para el armado de sus discursos más importantes como los de inicio de mandato o de sesiones en la Legislatura.
Como funcionaria provincial, lideró el desarrollo del Plan Estratégico, una construcción colectiva de obras y programas en la que participaron miles de santafesinas y santafesinos a través de asambleas ciudadanas.
Desde este cargo inicia un vínculo laboral con el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), una organización independiente, enfocada en promover políticas públicas vinculadas a la equidad y el crecimiento en Argentina. Desde el ente acompañaron técnicamente las asambleas ciudadanas, monitoreando el vínculo entre el Estado y la sociedad civil.
En 2011, cuando el socialista Antonio Bonfatti asume como el nuevo gobernador, la designa Ministra de Desarrollo Social de la Provincia de Santa Fe, cargo que se convierte en su desafío más grande, vinculado a su historia intelectual, ideológica y política. Desde la conducción de este ministerio logra sintetizar las ideas más importantes que fue desarrollando desde la academia: la centralidad de la sociedad civil a la hora de planificar, la integralidad para abordar las problemáticas y la participación como clave para transformar las desigualdades.
Apenas asume emprende un rediseño institucional del Ministerio, agencia estatal históricamente vinculada a la mera asistencia social a la pobreza. Pone el foco en la niñez, crea la Subsecretaría de Economía Social, trabaja con los pueblos originarios profundizando un proceso de restitución de tierras que había comenzado con la gobernación de Binner, pone énfasis en la promoción de la igualdad de género y desarrolla una política que fue emblemática para las gestiones socialistas: el Plan Abre, programa pensado para enfrentar las inequidades territoriales existentes en los grandes centros urbanos a partir de un abordaje innovador.
Con respecto a las políticas destinadas a las infancias, cabe destacar que el primer decreto (N° 195) que firmó el gobernador Bonfatti determinaba que la infancia es prioritaria para toda política pública de la provincia y establecía un compromiso y un programa de acción con relación a este sector. En este sentido, uno de los logros más destacados fue la apertura de Centros de Cuidado Infantil en todo el territorio, concebidos con el propósito de combatir el trabajo infantil. Además, se implementaron programas dirigidos a prevenir el abandono escolar y fomentar el retorno de los niños a la escuela.
Durante su gestión como Ministra de Desarrollo Social, otro aspecto crucial abordado fue la promoción de la igualdad de género. Lideró la implementación de un plan destinado a asegurar la integración de las políticas de género en todas las áreas del gobierno, y presentó el Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos, elaborado a través de un proceso de consulta ciudadana. Este plan se presentó con el objetivo de garantizar la equidad entre mujeres y hombres en toda la provincia, y contó con el respaldo financiero de la Fundación Friedrich Ebert, organización vinculada al Partido Socialdemócrata Alemán.
Finalmente, en el año 2013, fue lanzado el Plan Abre: una significativa política social enfocada en los territorios, que abordaba los desafíos de la inclusión social desde una perspectiva integral. Este plan se centró en la reconstrucción de la cohesión social en los barrios menos integrados de los principales centros urbanos de la provincia. Su objetivo principal fue fortalecer una serie de iniciativas destinadas a mejorar la calidad de vida, fomentar la convivencia y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.
El Plan Abre contó con numerosos reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional, entre los que se destacan el premio «Buenas Prácticas Subnacionales en Políticas Públicas de Desarrollo Social en América Latina» (2014) otorgada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y una mención especial del Premio Interamericano a la Innovación para la Gestión Pública Efectiva en la categoría Inclusión Social (2017), por la Organización de Estados Americanos (OEA).
En 2017 se incorpora como investigadora en el CIPPEC, para poder compartir su experiencia en la gestión pública y capacitar al equipo de protección social de dicha entidad.
En junio de 2017 muere a causa de una larga enfermedad.
Obra
Hemerográfica
- “Políticas de Género: reflexiones desde la gestión pública”, en: Cátedra Paralela, Rosario, 2013, disponible en Aquí.
Ponencias
- “Las organizaciones no gubernamentales y las políticas para la infancia en situación de pobreza”, Ponencia brindada en la II Conferencia Internacional de la Sociedad Internacional de Investigación del Tercer Sector (ISTR), México, julio 1996.
- “La gestión mixta de políticas sociales: el caso de Rosario, Argentina”, Ponencia presentada en la Tercera Conferencia de la Sociedad Internacional de Investigación para el Tercer Sector (ISTR), Ginebra, Suiza, 8-11 de julio de 1998.
- (con Patricia Nari) “Políticas locales para la construcción de ciudadanía”, Trabajo presentado en el IV Congreso Nacional de Ciencia Política, Buenos Aires, Argentina, Sociedad Argentina de Análisis Político, 17 al 20 de noviembre de 1999.
- (con Laura Capilla; Cecilia Mijich; Juan Carlos Zabalza), “Las Políticas Sociales del Socialismo. El Plan ABRE afianza derechos, mejora la convivencia y disminuye la violencia”, documento inédito, 2016.
Cómo citar esta entrada: Fantini, Priscila Ainelén (2024), “Bifarello, Mónica”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.