BERTANI, Orsini

Hijo del comerciante italiano Eugenio Bertani y de Clementina Toni, el segundo de cuatro hermanos: el mayor fue bautizado Alberto Cavour y los menores, Mazzini y Garibaldi. El nombre Orsini fue un homenaje de de sus padres al italiano Felice Orsini, que había atentado en 1858 contra la vida de Napoleón III (Rocca, 2018).

Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, y hacia 1885 fue enviado por su padre a seguir estudios universitarios en París. En esta ciudad se involucró en el grupo anarquista Jules Bonnot. Perseguido por la policía francesa, huyó a Londres, donde pasó un breve lapso en el que habría conocido a Kropotkin, para regresar nuevamente a Italia. Se embarcó rumbo a Buenos Aires, para evitar el servicio militar en su país natal (Rocca, 2018).

Arriba a Buenos Aires hacia 1890, ciudad adonde llegará el resto de su familia una vez que falleció en Italia su hermano Alberto Cavour. Eugenio Bertani instalará en la calle Laprida 518 de esta ciudad un negocio de importación de comestibles italianos (aceites, quesos y conservas), “Eugenio Bertani e hijo”. Orsini comenzó a colaborar en el movimiento anarquista, desarrollando una intensa actividad como orador y periodista. Según Diego Abad de Santillán, fue “el alma de El Perseguido durante varios años”, periódico anarcoindividualista y antiorganización que apareció en Buenos Aires entre 1890 y 1897. Pero Bertani encabeza en 1896 una ruptura del Grupo El Perseguido, llevándose los sectores más moderados al periódico La Revolución Social, que dirige Manuel Reguera. En 1896 colabora en La Idea Libre, que editaban en Montevideo los gremios de pintores y tabaqueros.

A mediados de la década de 1890 inicia una relación con la feminista anarquista de origen francés María Elisa “Anita” Lagouardette, una de las redactoras de La Voz de la Mujer (Buenos Aires, 1896-1987) y miembro del Grupo “Amor Libre”,  casada con el carpintero anarquista Francisco Denambride, también de origen francés. El intento de separación por parte de Anita terminó en mayo de 1896 en un intento fallido de femicidio, provocando un intenso debate en las filas ácratas (La Voz de la Mujer nº 5, 15/5/1896). La nueva pareja tuvo sus primeros tres hijos en Buenos Aires: Adolfo Germán, Alba Ácrata y Verité, y en Montevideo otros dos: Perla de Oriente e Ibsen Delfos.

Bertani inició como orador el acto de inauguración del Círculo Libertario de Estudios Sociales del 15 de abril de 1900 y días después fue orador en el acto por el 1° de Mayo.

Colabora en Nuova Civilitá, periódico anarquista en idioma italiano, clausurado a fines de 1902 con la represión que sigue a la aplicación de la Ley de Residencia. El 12 de julio de 1902 participa del debate público entre anarquistas y socialistas en el Teatro Doria de Buenos Aires: lo acompañan Oreste Ristori, Félix Basterra y Pascual Guaglianone, confrontando con Nicolás Repetto, Aquiles Perseguitti, Adrián Patroni y otros. En setiembre enfrenta al diputado socialista italiano Dino Rondani en una serie de conferencias de propaganda que, al igual que la anterior, terminan en batallas campales.

Es improbable la conjetura de Rocca que lo ve instalado en Montevideo en 1898 (Rocca, 2018), pues entre esa fecha y 1902 despliega una intensa actividad en Buenos Aires.

Su nombre aparece en febrero de 1903 en un documento del Jefe de Policía Francisco J. Beazley reproducido por La Protesta Humana dentro de la “Lista número 2: No aprehendidos que deben ser deportados” (“Lista negra. Los que estamos fuera de la ley. Documento interesante”, en: La Protesta Humana nº 202, Buenos Aires, 7/2/1903, p. 1).

Es finalmente deportado a comienzos de 1903 por aplicación de la Ley de Residencia, pero se arroja del barco cuando estaba llegando al puerto de Montevideo, donde lo ayudaron a llegar a tierra sus compañeros de ideas Julio Camba y Félix Basterra. Se radica definitivamente en esta ciudad, donde instala una casa comercial (“Librería Moderna”), un taller gráfico (Imprenta “El Arte”, Reconquista 195) y finalmente una casa editorial (“O. M. Bertani Editor”).

La librería, situada en la calle Sarandí 240, en plena Ciudad Vieja, se convirtió rápidamente en tertulia literaria en la que “la sociología revolucionaria y la lírica decadente compartían los estusiasmos de la juventud” (Alberto Zum Felde, cit. por Zubillaga, 2008). Bertani publica, entre muchas otras obras de literatura y ensayística local e internacional, obras de Herrera y Reissig, Roberto de las Carreras, Florencio Sánchez, Armando Vasseur, Delmira Agustini, Emilio Frugoni y los escritos de Rafael Barret en ocho volúmenes (1910-1912). En 1904 ayudó con avisos comerciales y promociones en su librería a los jóvenes anarquistas Edmundo Bianchi y Leopoldo Durán que lanzaban la revista Futuro (Montevideo, 1904-1905). Colaboró también en la distribución y difusión de la revista La Semana (Montevideo, 1909-1913). Años después fue el editor de la revista Pluma (Montevideo, 1927-1931), que dirigió Zum Felde.

Participó de la bohemia anarquista que se reunía en el Café Polo Bamba. En mayo de 1904 integró el cuadro filodramático del Teatro del Pueblo de Montevideo que puso en escena el drama de Octavio Mirbeau Los malos pastores., función a beneficio de las víctimas de la represión policial durante la manifestación del 1º de Mayo de ese año en Buenos Aires (Zubillaga, 2008). En 1910 instaló una sala de cine llamada Excelsior, que duró poco tiempo. En 1911 abre un nuevo local, Librería “Florencio Sánchez”, en Av. 18 de Julio 342, esquina Convención, en la Ciudad Nueva. Hacia 1915 vende la Librería Moderna al poeta Manuel Pérez y Curtis (Rocca, 2018). En 1920 abre un restaurante popular, La Cocina Económica, en la calle Cerro Largo (Rocca, 2018).

Según Santillán, Bertani se habría “perdido después en el batllismo uruguayo”. En junio de 1911 integra la comisión multipartidaria (animada por anarquistas, socialistas, liberales y masones) a favor de la separación de la Iglesia y el Estado. En 1914 suscribe con figuras del batllismo el Comité Popular Pro-Reforma Constitucional. Formará parte, con Virginia Bolten, Adrián Troitiño, Ángel Falco, Francisco Berri, Edmundo Bianchi y otros, de la franja anarquista que apoya críticamente al gobierno batllista (los llamados anarcobatllistas). Integrado finalmente por dicha vía al Partido Colorado, se desempeñará como inspector de la Oficina Nacional del Trabajo cuando ya no estaba al frente de las librerías ni de la imprenta, hasta que es destituido durante la dictadura de Gabriel Terra en 1933.

En 1936 está entre los fundadores de la filial uruguaya de la Agrupación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores (AIAPE). Participa asimismo en el Comité de Carrasco de Solidaridad con la República española e integró los cuadros del Círculo “El Progreso” de italianos antifascistas. En 1938, estuvo entre los fundadores del Círculo “El Progreso”, definida como una “asociación democrática, cultural y recreativa ítalo-uruguaya”. Murió en Montevideo en 1939, a la edad de 69 años. Julio Camba retrató a Bertani “gordo, barbudo y jovial”. 
Según informó Emir Rodríguez Monegal en Marcha, María Elisa Lagouardette y Perla Bertani hicieron entrega en 1949 al Instituto Nacional de Investigaciones y Archivos Literariarios de una serie de documentos qne pertenecieron Bertani, con cartas y originales de Javier de Viana, Julio Herrera y Reissig, César Miranda, María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini, Roberto de las Carreras, Víctor Arreguine, Juana de Ibarbourou, Leoncio Lasso de la Vega y Rafael Barret (Emir Rodríguez Monegal , “Del archivo de José Enrique Rodó al de Horacio Quitroga, en Marcha  nº 168, Montevideo, 21/1/1949, pp. 14-15).