Berger, María Antonia (apodo: Pati; nombres de guerra: Ana, Anita) (Buenos Aires, Argentina 9/9/1942 – Buenos Aires, Argentina secuestrada el 16/10/1979, desaparecida).
Socióloga, fundadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), sobreviviente de la Masacre de Trelew, dirigente montonera.
Nace en una familia de clase media de la localidad bonaerense de Tapiales, en el Partido de La Matanza. Su padre era el médico Pedro Juan Berger. Cursa la Carrera de Sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, egresando con el título de Licenciada. Como otros de sus compañeros de estudios, traba relación a fines de la década de 1960 con Carlos Olmedo en los años finales de una formación guevarista conocida como Ejército de Liberación Nacional (ELN). Se integra entonces a la Columna 2, dirigida por Olmedo, viajando con este a la Provincia de Tucumán para llevar a cabo tareas logísticas. Participa enseguida, con su compañero tucumano Agustín Luis Villagra, de la creación de una nueva formación, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). El 30 de julio de 1970 forma parte, como supervisora de la operación, de la primera aparición pública de esta formación armada: el copamiento de la ciudad de bonarense de Garín, donde logran llevarse armas y una importante suma de dinero. El 29 de abril de 1971 formó parte del asalto a un camión militar en Ruta 8, a la altura de la localidad de Pilar, acción en la que muere el teniente del Ejército Mario César Asúa. El 20 de octubre de 1971 interviene en la expropiación de armas del soldado Dufour del Regimiento de Infantería Aerotransportada 14, a quien se lo despoja de un fusil automático liviano (FAL), cuatro cargadores y un cuchillo.
El 3 de noviembre de 1971, durante el intento de secuestro de un directivo de FIAT Córdoba, mientras arreciaba un conflicto gremial en las plantas Concord y Materfer de esa empresa, se produce un enfrentamiento con la policía cordobesa donde muerte su compañero Villagra y cae detenida junto el líder de la organización, Carlos Olmedo.Detenida desde entonces, es traladada al Penal de Rawson, en la Provincia de Chubut, en la Patagonia, donde se concentraron unos 200 presos políticos, sobre todo de las FAR, del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y de Montoneros. María Antonia es una de los 19 militantes que intentan fugar del penal el 15 de agosto de 1972. Luego de la salida exitosa de los principales dirigentes de las organizaciones FAR, ERP y Montoneros, los militantes que no pudieron abordar el avión que los llevaría a Chile son sitiados por infantes de marina en el aeropuerto de Trelew. Como responsable de las FAR, participa junto a Mariano Pujadas (Montoneros) y Rubén Pedro Bonnet (ERP) de la conferencia de prensa en la que los militantes sitiados explican el sentido de su lucha revolucionaria y exigen, como condición para rendirse, la presencia de un juez, un médico y la integridad física de todo el grupo. Tras permanecer detenida junto a sus compañeros por una semana en la base naval Almirante Zar de Trelew, donde debe padecer torturas y malos tratos, el 22 de agosto de 1972 sobrevive a los fusilamientos por los que mueren dieciséis de los diecinueve de los presos. Una ráfaga de ametralladora primero, y luego una bala que le destroza el mentón, no pueden con ella. Al creer que moría, grabó en el suelo LOMJE (sigla de “Libres o Muertos, Jamás Esclavos”) mojándose el dedo con su propia sangre. Sólo después de unas horas sería trasladada al hospital naval de Bahía Blanca y luego al penal de Devoto, en la Capital Federal.
Recién allí le extraen la bala de su cara. Su testimonio, junto al de los otros dos sobrevivientes (Ricardo Haidar y Alberto Camps) fue recogido por por el poeta y periodista Francisco Paco Urondo en el libro La Patria fusilada, que da a conocer públicamente la masacre perpetrada bajo la dictadura del Gral. Lanusse, para quien la denuncia de los fusilamientos de Trelew resulta un revés político significativo.
María Antonia sale de la cárcel de Villa Devoto el 25 de mayo de 1973 cuando miles de presos políticos son liberados en el primer acto de gobierno del Presidente Héctor J. Cámpora. Consumada la fusión entre FAR y Montoneros, se integra a esta última organización. En marzo de 1974 participa de la delegación semioficial de veinte militantes que visitan al Gral. Omar Torrijos en Panamá. También está presente en la reunión que mantuvieran con Juan D. Perón varios dirigentes de la Juventud Peronista antes del acto del 1º de Mayo de 1974, en el que a pesar de estas conversaciones previas, las columnas vinculadas a Montoneros terminan por retirarse de la Plaza tras las descalificaciones propinadas por el General durante su discurso.
En enero de 1977 el Grupo de Tareas 3.3.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada secuestra y asesina por error a la estudiante sueco-argentina Darmar Hagelin al confundirla con María Antonia Berger.
Sale clandestinamente de la Argentina poco después instaurada la última dictadura militar en marzo de 1976. Forma parte en Roma del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero. A fines de 1977 se encuentra en La Habana, Cuba. Entre tanto, el 16 de marzo de ese año fuerzas represivas rodearon su casa familiar en la localidad de Llavallol, asesinando a su padre y a otras dos personas que se encontraban en el domiclio.
Siendo oficial Montonera, acompaña la decisión de retorno al país durante la primera etapa de la “Campaña de Contraofensiva Estratégica” del año 1979, decidida por el Consejo Superior reunido en Roma. El 19 de julio dirige una carta pública en la que se presenta como secretaria adjunta de la Rama Femenina del Movimiento Peronista Montonero.
El 16 de octubre de ese mismo año la casa de la localidad de Munro en que se encontraba clandestina fue rodeada por las fuerzas represivas. Según algunos testimonios, fue secuestrada y llevada al centro clandestino de Campo de Mayo. Según un nuevo testimonio recogido en Saccomano (2011), después una prolongada resistencia armada, María Antonia salió del domicilio sitiado para entregarse cargada de granadas, de modo que los militares que saltaron para atraparla volaron junto con ella en la explosión. Según otros testimonios, su cuerpo sin vida habría exhibido como trofeo en el centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2020), “Berger, María Antonia”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org