BAREIRO SAGUIER, Rubén

Hijo de José Hermógenes Bareiro Mieres y de Arminda Saguier González, es uno de los escritores más reconocidos de Paraguay.

Según relató él mismo en su libro de 2008 Camino de andar, cuando contaba con 11 años fue preso en una comisaría de Villeta. Esto se produjo dado que fueron a buscar a su padre y, al no encontrarlo, decidieron llevarse a su hijo como escarmiento. En el mismo texto cuenta que por falta de establecimientos secundarios en Villeta, debió trasladarse a Asunción para continuar sus estudios. Allí cursó la carrera de Derecho “sin entusiasmo en un tiempo sin justicia en nuestro país”, y siendo estudiante varias veces fue apresado.

Ya abogado, y con 25 años, fue uno de los fundadores y directores, junto a Julio César Troche, de la revista paraguaya de cultura Cuenco, inmediatamente renombrada como Alcor (1956-1969), una de las más importantes de la historia cultural del país.

En 1957 completó una licenciatura en Letras por la Universidad Nacional de Asunción. En 1962 fue becado para estudiar en la Universidad Paul Valery-Montpellier. Fijó residencia en Francia, en donde desempeñó diversos cargos y funciones relativas a la docencia e investigación, en cátedras de literatura hispanoamericana y de lengua guaraní en la Universidad de Vincennes. 

Entre 1962 y 1971 no tuvo complicaciones con el régimen de Alfredo Stroessner (1954-1989). Publicó artículos en diversas revistas como Revue de Psychologie des peuples, Liberté y Cahiers du Monde Hispanique et Luso-Brésilien. Su estadía en Francia no respondía a la situación de un exiliado político, sino a la de alguien que emigró para desarrollar una carrera literaria en un medio más propicio para ello. 

Situación esta última que cambiaría radicalmente a partir de 1971, cuando fue galardonado con el premio Casa de las Américas por su libro de cuentos Ojo por diente, un volumen que contiene once relatos breves en los que se abordan variados temas cuyo común denominador es la historia reciente de Paraguay, así como la violencia ejercida desde el poder. En todos los cuentos sobrevuela la ironía sobre la lealtad a los colores políticos de la mayoría de los paraguayos, el colorado y el azul, capaces de llevar al ser humano a las acciones más crueles.

Bareiro Saguier llegó a Asunción el 6 de agosto de 1972 para pasar algunos días con su familia y para realizarse una intervención quirúrgica en el Sanatorio Americano. A principios de octubre de 1972 fue apresado y permaneció encarcelado en uno de los centros de tortura del régimen stronista, el Departamento de Investigaciones de la Policía de Asunción, acusado de “presuntas concomitancias con el comunismo internacional”.

En los diarios se informaba que su detención “se había dispuesto de acuerdo a las facultades que la Constitución Nacional confiere en tales casos al Poder Ejecutivo y por el estado de sitio vigente en la Capital”. Asimismo, por “promover la subversión y la lucha de clases en el Paraguay”. En su declaración del 4 de octubre afirmó que estuvo 26 días en Polonia en 1964, y 24 días en Cuba en enero de 1969 como parte del jurado del premio Casa de las Américas. También se declaró como afiliado del Partido Liberal Radical.

En el comunicado que el Departamento de Relaciones Públicas de la Policía de la Capital entregó a los medios de prensa, con fecha 28/10/1972, se resaltaba de su figura: 

“(…) es autor de una obra de corte Marxista ‘Ojo por diente’ que dio lugar a que el Gobierno de Fidel Castro en el año 1971 le otorgara el premio Casa de las Américas. En esta obra denigra a la República del Paraguay, a su pueblo y sus autoridades con el lenguaje clásico de la subversión y el odio”.

Rápidamente, un sector de la comunidad cultural paraguaya publicó una solicitada el 10 de octubre en el periódico ABC Color exigiendo su libertad. Sin embargo, fue liberado un mes después. El 9 de noviembre de 1972 tomó un vuelo de Varig con destino a Brasil, desde donde se trasladó a París.

En Francia retomó sus tareas académicas e impulsó las denuncias internacionales contra el régimen de Alfredo Stroessner. Ejemplo de esto es el volumen publicado en 1979, Culture of fear, en el que denunció el permanente estado de sitio del stronismo, la persecución a intelectuales, los asesinatos de Juan Carlos Da Costa y de Mario Schaerer Prono en 1976, y la represión a las Ligas Agrarias Cristianas.

Con la expulsión de Paraguay en 1982 de Augusto Roa Bastos, entre 1982 y 1989 representó junto a aquél y a Lincoln Silva a la literatura paraguaya en el exilio europeo.

Con la caída del stronismo entre el 2 y 3 de febrero de 1989, y luego de 17 años de exilio, retornó a Paraguay el 25 de febrero de 1989, compartiendo el vuelo de regreso con Gustavo Codas, quien también volvía del exilio en Brasil.

A su llegada, declaró en una entrevista la necesidad de alfabetizar a los niños en la lengua materna, el guaraní, para luego hacerlo con el castellano a fin de evitar el trauma y confusión que sufre la mayoría al ser alfabetizados en una lengua que no es la aprendida en el hogar.

En 1994 fue designado como embajador paraguayo en Francia, cargo que desempeñó hasta 2003. Entre 2005 y 2008 la editorial paraguaya Servilibro publicó una colección de textos de Bareiro Saguier en ocho volúmenes.