ALLOCO, Domingo

Anarquista de origen italiano activo en Rosario, participa de las actividades de la Casa del Pueblo de Rosario, fundada en enero de 1900 en un local ubicado en la esquina de las calles Pellegrini y Buenos Aires, experiencia en la que confluyeron varios grupos anarquistas. En el marco de las disenciones que se suscitan entre los distintos grupos del anarquismo, el periódico anarco-individualista El Rebelde (Buenos Aires, 1898-1903) que dirige José Reguera publica duras críticas recibidas desde esa ciudad, del siguiente tenor: “Alloco o es un loco o es un espía, mandado para poner bochinche en la Casa del Pueblo” (El Rebelde nº  59, Buenos Aires, 24/3/1901, p. 4). Alloco es uno de los oradores en el acto del 1º de Mayo de 1900 en la Plaza Santa Rosa de Rosario (LPH, año III, nº  84, mayo 1900, p. 3).

Cuando en el marco del desarrollo de la huelga en la Refinería Argentina de Azúcar de Rosario fue asesinado el obrero Cosme Budislavich, Alloco fue uno de los oradores del masivo acto de repudio del 24 de octubre realizado en dicha ciudad, junto

a Rómulo Ovidi,  Adrián Patroni, Oreste Ciattini, Virginia Bolten, José Berg , Nicolás Rodríguez Blanco y Manuel Manrique.

Acusado en el decreto del 24/11/1909 de “peligroso para el orden público” por “su conducta habitual” según nota elevada por la Jefatura de Policía de la Capital, su nombre aparece en los listados de activistas a quienes el gobierno argentino aplicaba la pena de deportación amparándose en la Ley de Residencia sancionada en noviembre de 1902. Tenía entonces 27 años («Deportados a Europa», en: Ideas y Figuras nº 23, Buenos Aires, 11/1/1910, pp. 12-13)

A partir de noviembre de 1902, cuando fue sancionada, la Ley de Residencia fue aplicada por sucesivos gobiernos argentinos para reprimir las organizaciones de trabajadores, expulsando del país a varios centenares de inmigrantes, principalmente anarquistas y socialistas, siendo derogada en 1958.