ALDERETE, Liborio Ramón

Hijo de Petrona Isabel Alvarenga Nuñez (n.1926), doméstica, y de Bartolomé Alderete Garcete, miembro del Partido Comunista Paraguayo (PCP). El matrimonio Alderete Alvarenga se estableció en el barrio Tacumbú de Asunción, Paraguay, y tuvieron cinco hijas y dos hijos, entre ellos Liborio Ramón.

Desde muy joven acompañó a su padre tanto en el oficio de la construcción, donde se desarrolló como  albañil, como en la militancia en el PCP. Fue detenido por primera vez a los dieciséis años en un acto por el 1° de mayo, en 1953. Fue apresado nuevamente el 28 de marzo de 1958 por motivos que desconocemos.

A principios de la década del sesenta fue apodado por sus compañeros como “Niño Rojo”, por su militancia y su color de cabello. El 10 de agosto de 1962 fue enviado por el PCP a Cuba. Allí recibió instrucción guerrillera junto con otros jóvenes del partido, algunos de los cuales posteriormente fueron comandantes de la Columna Mariscal López del PCP entre 1963 y 1965: Santiago Coronel Acevedo, Blas Ignacio Alvarenga, Andrés García Valiente, Gregorio Aguilera y Eusebio Peralta Ojeda, este último desaparecido en 1965.

A su vuelta de Cuba, el 8 de junio de 1963 protagonizó un episodio que sacudió a los vecinos del barrio Pinoza, en Asunción. Ese día, una partida policial al mando del inspector Mustafá Asunción Abdala se dirigió a una vivienda en donde se encontraba el principal responsable del PCP dentro de Paraguay: Wilfrido Álvarez . Junto a él estaban Idalina Gaona, Apolonio Lezcano y el propio Alderete. Luego de un tiroteo en el que resultaron muertos Abdala y Álvarez, Gaona, Lezcano y Alderete lograron escapar por la parte trasera del domicilio. El episodio fue difundido por los medios, nombrando a Alderete, su sobrenombre, y que había regresado hacía poco de realizar en Cuba un curso especial para Comandante Instructor de Guerra de Guerrillas.

Esta exposición lo obligó a pasar a la clandestinidad aunque sin abandonar el país. Continuó militando y reclutando compañeros para el PCP hasta 1965, año en el que comenzó una fuerte represión sobre el partido. En ese contexto, tomó la decisión de cruzar la frontera y refugiarse en Buenos Aires, Argentina. También en 1965 se produjo una escisión al interior del PCP entre quienes apoyaban la lucha armada y quienes abogaban por suspender las acciones de este tipo. El “Niño Rojo”, junto con otros compañeros partidarios de la primera opción, decidió alejarse del partido en busca de otros núcleos, en un contexto en el que las luchas guerrilleras se multiplicaban en Latinoamérica. Es por ello que en 1968 se integró a un grupo de jóvenes paraguayos, ex integrantes del PCP, liderado por Fernando Barrett, a quien el “Niño Rojo” conocía de los años de militancia en Asunción. Denominado en principio “Comité Juan Carlos Rivas”, luego el núcleo pasó a llamarse “Movimiento José de Antequera” y, más tarde, Comuneros. Entre sus miembros se encontraban Alberto Barrett, Rafael Barrett, Gaspar Barrett, Julio Blanco Cáceres y Ricardo Medina.

Alderete, cinturón negro en karate, ocupó el rol de III Jefe de Operaciones en la organización político-militar Comuneros. La agrupación, cuyos líderes alternaban residencia entre Buenos Aires y Montevideo, tenía contactos con el Movimiento de Liberación Nacional  Tupamaros en Uruguay y con los Comandos Populares de Liberación (CPL) en Argentina. Hacia mediados de 1971, Alderete estableció contactos con una de las vertientes del tronco de las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL): el “Comando Benjo Cruz”, originado a fines de los sesenta y reconfigurado desde fines de 1972 con el nombre de “FAL-22 de agosto”. También en 1971 viajó a Asunción con un grupo reducido de hombres con la intención de asaltar el Casino de la capital paraguaya, objetivo que se vió frustrado por la detención de uno de los integrantes del grupo. Tras permanecer oculto en Asunción durante unos meses, regresó de forma clandestina a Buenos Aires a principios de 1972.

Alderete también participó del robo de un banco en General Pirán (localidad de Buenos Aires), donde murió un compañero conocido como “El Pocho” y otros resultaron presos, y logró eludir el cerco policial con un botín de siete mil dólares. De vuelta en Buenos Aires, Comuneros le cuestionó los problemas generados en las operaciones, por lo que fue temporalmente sancionado y separado del grupo militante. Eso provocó su acercamiento a las FAL-”Comando Benjo Cruz”, donde se integraría definitivamente utilizando el nombre falso de «Agustín García».

Luego del atentado del 14 de enero de 1972 perpetrado por el “Comando Benjo Cruz” contra el domicilio del ex ministro de Justicia del gobierno de facto de Levingston, Jaime Perriaux (responsable de la creación de un tribunal que juzgaba específicamente a imputados por acciones guerrilleras), Alvarenga quedó expuesto públicamente. En una nota aparecida en el diario La Nación el 8 de febrero de 1972 se dieron a conocer a los sospechosos de haber realizado el atentado. Entre ellos, “Liberio (sic) Ramón Alderete Alvarenga, paraguayo, 34 años, constructor, último domicilio conocido Defensa 251, Piso 1, Dpto.4, Capital”. Su foto apareció junto con las del líder del “Comando Benjo Cruz” de las FAL, Eduardo “Cacho” Vázquez, José David Santarelli y Susana Ercilia Bustillo. En la nota, lo presentaron como parte de un grupo al que se le adjudicaban “11 asaltos a instituciones oficiales y privadas, y a particulares en La Plata, durante 1970 y 1971; intento de copamiento de la ciudad de Ensenada el 30 de septiembre de 1970; fuga y encubrimiento de tres detenidas en la Cárcel de Mujeres, en la Capital Federal, el 26 de junio de 1971” (La Nación, 8/2/1972).

Pese a que no se comprobó si Alderete fue parte del operativo, la dirección del grupo de las FAL decidió que se estableciera por un tiempo en Chile, donde gobernaba desde 1970 Salvador Allende. Allí se vinculó con diferentes organizaciones y coordinó encuentros de militantes paraguayos que viajaban a Buenos Aires. Tras el golpe de Estado que derrocó a Allende en septiembre de 1973, Alderete habría estado recluido en el centro de detención Estadio Nacional. Sin embargo, algunas fuentes afirman que, gracias a que portaba la identificación falsa a nombre de Agustín García, la policía chilena no encontró antecedentes a su nombre y fue dejado en libertad. En octubre volvió a Buenos Aires, donde no sería buscado por la policía gracias a la amnistía dictada por el gobierno peronista de Héctor José Cámpora.

Al año siguiente, el 29 de julio de 1974, detuvieron a su madre Petrona Isabel Alvarenga Nuñez, cuando viajaba a Paraguay. Al ser interrogada sobre su hijo, hizo referencia a su detención en Chile en 1973 y reprodujo la versión dada por Liborio una vez en Buenos Aires sobre su inocencia respecto del atentado a Perriaux. 

Alderete permaneció en las “FAL-22 de agosto” hasta prácticamente su disolución en 1976. Mientras residían en un departamento en la zona céntrica de la calle Lavalle junto a su esposa e hijas, decidieron solicitar el estatus de refugiado al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Una vez otorgado, en 1977, se exiliaron en Suecia. Allí participó activamente de los encuentros que exiliados paraguayos en Europa realizaron para denunciar a la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-1989). El 5 de febrero de 1981 leyó un texto de su autoría, “Reseña Histórica del Paraguay: un intento de explicación de su realidad actual”, abriendo un ciclo de charlas realizadas en Estocolmo y Uppsala organizadas por el Paraguay Comite (Acuerdo Paraguayo en Europa) y el Centro Latinoamericano de Comunicación (CELAC). Del mismo participaron los escritores Rubén Bareiro Saguier y Augusto Roa Bastos, quien cerró el ciclo el día 14 de mayo de 1981.

En 1989, tras la caída de la dictadura de Stroessner, regresó con su familia a Paraguay, donde falleció aproximadamente en 1999. Su viuda retornó a Suecia y se radicó allí.