AGUILERA AGUILERA, Gregorio Geroncio (nombre de guerra: “Comandante Guido”, apodo: “Patrón”) (Itacurubí de la Cordillera, Departamento de Cordillera, Paraguay, 09/05/1932 – Itacurubí de la Cordillera, Departamento de Cordillera, Paraguay, X/03/1968, asesinado y su cuerpo desaparecido).
Miembro de la Columna Ytororó del Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA) y uno de los dos sobrevivientes de su incursión en el río Paraná en junio de 1960. Comandante de la Columna Mariscal López del Partido Comunista Paraguayo.
Gregorio Geroncio Aguilera Aguilera fue uno de los dos únicos sobrevivientes de la masacre sufrida por la Columna Ytororó en julio-agosto de 1960 (junto al guerrillero Erasmo Arzamendia).
Había nacido el 9 de mayo de 1932 en Itacurubí de la Cordillera, hijo de Justo Aguilera y Teresa Aguilera. En aquellos años era difícil vivir en Itacurubí y no ser un Aguilera. Parece que las generaciones anteriores regaron de hijos al “Jardín de la República”. Su frente, ancha ya de por sí, se ensanchaba aún más por su cabello con tendencia a crecer hacia arriba. Poseía un pequeño lunar en la parte superior del labio, en su lado izquierdo, y usaba normalmente el famoso bigote “anchoa”. Según la Comisión de Verdad y Justicia (Legajo D0166), en su ciudad natal fue agricultor y pintor.
Se estima que hacia mediados de la década 1950, migró a Buenos Aires y comenzó a asistir a reuniones del Partido Comunista Paraguayo (PCP) en el exilio. Este partido político, a partir del año 1960, había adoptado el camino de la lucha armada para enfrentar a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) integrando una organización político-militar llamada Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA), frente antidictatorial cuya columna vertebral estaba constituida por el PCP, pero también incluía a febreristas de izquierda, unos pocos liberales y colorados disidentes. Gregorio será uno de los 51 hombres y 3 mujeres que conformarán la Columna Ytororó, comandada por Adolfo Ávalos Carísimo, que ingresaría desde la provincia de Misiones, Argentina, cruzando el río Paraná, hacia Paraguay, con el objetivo de alcanzar la serranía del Ybytyruzú, en la región del Guairá y Caazapá, y desde allí comenzar una guerra de guerrillas. El resultado de la incursión de la Columna Ytororó fue desastroso: solo dos personas sobrevivieron del grupo de 54, y uno de ellos fue precisamente Gregorio Aguilera.
Luego de escribir un extenso informe para el Comité Central del PCP acerca del curso de acción de la Columna Ytororó, y de las causas de su desbande –que se cita en el relatorio de 1967, detallado en la bibliografía-, Gregorio se convertirá en uno de los muchos jóvenes que fue a entrenarse a Cuba. Llegó a la isla a fines de 1962 y durante todo el año 1963 se formó en tácticas de combate guerrillero para el ámbito rural. De vuelta en Buenos Aires, a principios de 1964, el secretario general Oscar Creydt lo mantiene en espera de ser llamado para un posible reingreso al Paraguay.
Entre 1964 y 1965 se produce un recambio de comandantes en la Columna Mariscal López, que operaba en la zona del Departamento de Cordillera. Seguramente su nombre fue uno de los barajados para los reemplazos. Pero para julio de 1965 tiene lugar la destrucción de la guerrilla y la gran división partidaria que debilitó la continuación de la lucha guerrillera en el Paraguay. Entre 1965 y comienzos de 1967, Aguilera militó en el grupo de Oscar Creydt –uno de los dos PCP existentes, resultado de la división de 1965-, a la espera de una decisión partidaria para reiniciar la guerrilla en el Paraguay.
Para mediados de 1967, ya estaba decidido el reingreso del comandante Agapito Valiente (seudónomino de Arturo López), antiguo comandante de la guerrilla destruida en julio de 1965, para reorganizar en el Paraguay el grupo armado del partido.
Gregorio, por sus antecedentes como uno de los dos sobrevivientes de la Columna Ytororó, y por su preparación en Cuba, fue candidato para acompañarlo. A partir de entonces, sería el “Comandante Guido”. Junto a Aguilera ingresó Lorenzo López, quien sería responsable del Frente Militar, aproximadamente en junio-agosto de 1967.
En los primeros meses de 1968 se tienen noticias de la presencia de “gente extraña” que aparecen en una reunión de campesinos de la ciudad de Tobatí, Cordillera, para dar un discurso breve y desaparecer. Muchos identifican a Arturo López (Agapito Valiente), afirmando que venía acompañado de otro individuo, muy posiblemente, Guido.
Posteriormente, ambos comandantes se separaron, pero las causas no se saben con exactitud. Posiblemente tras alguna discusión cada uno siguió su camino: Agapito concentró su actividad en la zona fronteriza entre Cordillera y Caaguazú, especialmente en San José de los Arroyos, mientras Guido se dirigió a su zona natal de Itacurubí de la Cordillera dónde buscaría refugio en su extensa red de parientes. Según las personas del lugar, Itacurubi se divide entre los Aguilera y los Almada. “Patrón” Aguilera, como lo conocían en su pueblo, se refugia en una cercanía de su zona y contacta con alguien que le da apoyo, y luego le delata.
Otra versión de la separación fue acuñada por el líder Oscar Creydt quien sostuvo hasta su muerte en 1987 que “Guido” era un infiltrado del otro PCP liderado por Miguel Ángel Soler y que se separó de Agapito en 1968 tras haber intentado envenenarle. Consideramos esta versión poco fundada y nos inclinamos por interpretar que en los primeros meses de trabajo conjunto entre los dirigentes, surgieron diferencias entre ellos con respecto a la conducción de la lucha y a sus características.
Luego de la separación con Agapito, el comandante Guido llegó a su zona conocida de Itacurubí y comenzó a ser ayudado y abastecido por sus numerosos familiares. Entre ellos algunos de sus hermanos como José Aguilera Aguilera, quien fue detenido. Tenía otro hermano, Reinerio Ignacio Aguilera Aguilera, que fue asesinado en junio de 1960 en Tavai. Mientras que su hermano Gualberto Aguilera Aguilera, cadete de la Escuela de Policía, le hicieron un informe por este parentesco, según se observa en n° 12 Confidencial (00044F-2201) del Archivo del Terror.
Más allá de las especulaciones, se cuenta con el testimonio del ex juez de paz, Elio Marcial Caballero Rojas, quien fue testigo del final del comandante Guido. Marcial Caballero afirmó que a Guido se lo detuvo, fue esposado y se llamó a las máximas autoridades de la contrainsurgencia stronista, como Sabino Augusto Montanato (Ministro del Interior) y Antonio Campos Alum (Jefe del centro detención y torturas conocido como “La Técnica”). Según este testimonio le dispararon cuatro tiros y lo enterraron clandestinamente. Su cuerpo permanece desaparecido.
Cómo citar esta entrada: Montero, Mariano Damián (2021), “Aguilera, Gregorio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org