ABELLA, María Ramona (seudónimo: Virginia; también firma: María Abella de Ramírez y María Abella Ramírez) (San José, Uruguay, 28/9/1863 – La Plata, Pcia. de Buenos Aires, Argentina, 5/8/1926).
Escritora y feminista uruguayo-argentina, de activa participación a principios del siglo XX.
Hija de Domingo Abella y Casilda Vila. En 1894, se recibe de maestra en la Escuela Reformadora Uruguaya. En 1900 funda el Club de Señoras para el mejoramiento físico, moral e intelectual de las mujeres. Se casa con Leandro Jardí, con quien tiene dos hijos, Francisco y María Eusebia. Habiendo enviudado muy joven de Jardí, se radica en la ciudad de La Plata (Provincia de Buenos Aires) y se casa con el escribano Antonino Ramírez, con quien tiene otros cinco hijos (Antonino, Ignacio, Jorgelina Leonor, Sara y Loreto Claudio).
En 1902 dirige en La Plata Nosotras. Revista feminista, literaria y social con Justa Burgos Meyer como subdirectora. La publicación tiene por lema “Ayudémonos las unas a las otras: la unión hace la fuerza”. En 1906 es la Presidenta honoraria de la Comisión Femenina de Propaganda del Congreso Internacional del Libre Pensamiento, que se realiza en Buenos Aires. Es allí una de las más destacadas conferencistas con su “Programa mínimo de reivindicaciones femeninas”. Su intervención es señalada como de las más polémicas incluso entre las feministas. Según parece, Juan Balestra, Diputado, Gran Maestre de la Masonería Argentina y presidente del comité nacional de la Asociación de Libre Pensamiento decide realizar el siguiente encuentro nacional en Córdoba y no en la ciudad de La Plata por considerar que Abella y sus colaboradoras no estaban «preparadas» para su organización. Entre otros desencuentros, eso provocó la creación de una Liga Nacional de Mujeres Librepensadoras en 1909.
En mayo de ese mismo año un grupo de mujeres encabezado por Abella crea la Liga Feminista Nacional y publica al año siguiente el periódico La Nueva Mujer. En su programa exigen: 1. Que el matrimonio no haga perder a la esposa ninguno de sus derechos; 2. Protección del Estado a las mujeres en sus funciones de madre; 3. Divorcio absoluto; 4. Protección a la niñez. En 1913 Abella es delegada en el Primer Congreso del Niño, realizado en Buenos Aires.
Sus ideas siempre fueron sutiles, radicales y valientes. Respecto a la prostitución, por ejemplo, sostuvo que la mujer es dueña de su cuerpo y no debía por tanto reglamentarse. En el mismo tono, siempre denunció a los mal llamados dramas pasionales como excusas para disculpar los delitos contra la mujer.
Gran parte de sus escritos se publicó en 1908 bajo el título En pos de la justicia y, confirmando la permanencia de sus reivindicaciones, fueron reeditados en 1965 y 1995.
Obra
- “Programa mínimo de reivindicaciones femeninas”, Buenos Aires, 1906.
- En pos de la justicia, La Plata, Taller Gráfico D. Milano, 1908, reed. como Ensayos feministas, Montevideo, El Siglo Ilustrado, 1965 y nuevamente como: En pos de la justicia. Ensayos feministas, Montevideo, Biblioteca y Centro Cultural Femenino, 1995.
- La «moral» católica. Carta abierta al pastor del rebaño provincial y al Público, La Plata, s/e, 1915.
- Artículos periodísticos en El Día (La Plata, 1900), Nosotras (La Plata, 1902-1904), La nueva mujer (La Plata, 1910) y Nuestra Causa (Buenos Aires, 1919-1921).
Cómo citar esta entrada: Fernández Cordero, Laura (2019), “Abella, María”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org
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