RAMA, Ángel Antonio (Montevideo, Uruguay, 30/04/1926 – Mejorada del Campo, Madrid, 27/11/1983).
Escritor, docente, crítico literario y editor uruguayo. Defensor de las letras latinoamericanas y de la integración del continente.
Hijo de Manuel Rama y de Carolina Facal, ambos inmigrantes gallegos que llegaron a Uruguay escapando del cumplimiento del servicio militar obligatorio. Ángel fue el segundo de cuatro hermanos. Carlos, el mayor, fue historiador, sociólogo, abogado, periodista y profesor. Este apoyó al bando republicano de la Guerra Civil Española y militaba en favor del movimiento anarquista, con particular interés en la figura del sindicalista José Buenaventura Durruti. Carlos fue quien introdujo a Ángel en el universo de la política y la lectura; entre ellas, las novelas europeas. El menor de los hermanos, Germán Rama, fue historiador.
Ángel cursó sus estudios primarios en Montevideo en la Escuela Alemania y sus estudios secundarios en el Liceo Dámaso Antonio Larrañaga, del que egresó en 1942. Desde entonces y hasta 1946 estudió en la Escuela de Arte Dramático del Sodre. Con posterioridad, se inscribió en el Bachillerato de Abogacía en el Instituto Alfredo Vásquez Acevedo. En sus años como universitario integró grupos de teatro, y publicó reseñas y artículos literarios y teatrales, dando así sus primeros pasos en la crítica literaria.
Durante la década de 1940 comenzó a dedicarse profesionalmente a la literatura, al asumir, por un año, el cargo de Director de la sección literaria y cultural del diario El País. En 1947 fue alumno de importantes profesores en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), como el exiliado español José Bergamín. A este, Rama lo consideró el maestro de la “Generación Crítica”, nominada por Emir Rodríguez Monegal como la “Generación de 45”: un grupo de autores uruguayos destacados entre 1945 y 1950, que fueron parte de un fenómeno social, político y cultural de gran influencia en la identidad intelectual uruguaya contemporánea.
En 1949 comenzó a trabajar en la Biblioteca Nacional de Uruguay. Al año siguiente se casó con la poeta Ida Vitale, a quien había conocido en la Universidad de la República (UDELAR), y con quien tuvo a sus dos hijos: Amparo Rama Vitale y Claudio Rama Vitale. Amparo es arquitecta y mujer de letras, y dirige el archivo de Ángel Rama en Uruguay. Claudio es economista, ensayista y profesor uruguayo especialista en temas de gestión y políticas de educación superior de América Latina.
Ángel Rama inició su carrera como editor cuando en 1950 fundó Editorial Fábula, donde publicó sus dos primeros libros: la novela ¡Oh, sombra puritana! y el ensayo La aventura intelectual de Figari. También dirigió la Biblioteca Artigas, una Colección de Clásicos Uruguayos donde estuvo encargado de editar 28 volúmenes. En 1952 dio inicio a su trayectoria docente en el Liceo Francés y en los liceos nº 1 y nº 9, funciones que mantuvo hasta la mitad de la década de 1960, mientras su presencia como conferencista adquiría cada vez mayor relevancia. Tres años más tarde, una beca otorgada por el gobierno francés le abrió la posibilidad de residir en París junto a Ida Vitale durante un año. Allí asistió a las clases de Marcel Bataillon y Fernand Braudel en el Collège de France, pensadores que ejercieron una influencia decisiva en su manera de concebir la cultura desde una perspectiva histórica y sociológica. Ese período también le permitió recorrer distintos países europeos, entre ellos Países Bajos, Alemania, Suiza e Italia. De regreso en Montevideo, retomó sus tareas como profesor, crítico y conferencista.
Uno de los momentos más importantes de su carrera fue cuando asumió la dirección del semanario Marcha, en 1959, en lugar de Emir Rodríguez Monegal. Con esta responsabilidad, Rama se consolidó como una voz crítica de alcance continental, más allá del marco uruguayo. Su proyecto intelectual se nutrió de dos procesos decisivos que coincidieron con ese momento: la victoria de la Revolución cubana y el inicio del llamado Boom latinoamericano. Sobre este último, dedicó numerosos estudios, tanto centrados en autores y obras concretas como en la noción misma de Boom, a la que llegó a restar entidad como movimiento literario para interpretarla, más bien, como una operación del mercado editorial. Desde esa perspectiva, buscó dar visibilidad a escritores menos celebrados frente a las figuras consagradas.
Después de renunciar a su puesto en el Liceo Francés, en 1962 creó, junto con José Pedro Díaz y su hermano Germán, Arca, que se convirtió en el proyecto editorial más relevante de su trayectoria en Uruguay. Desde allí, prosiguió con su labor de difusión de escritores uruguayos y latinoamericanos de distintas épocas, incluyendo figuras que entonces eran poco conocidas, como Gabriel García Márquez y Reinaldo Arenas .
En 1966 asumió la dirección del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Udelar, además de ocupar la jefatura de cátedra. Ese mismo año, viajó a Cuba para participar en un coloquio organizado por la Casa de las Américas sobre los “Problemas de la cultura en América”, integrándose además en su Consejo de Redacción. Durante ese período también vio la luz su segundo ensayo, “Ideología y arte de Eduardo Acevedo Díaz”, publicado en El Combate de la Tapera. Hacia 1968 decidió alejarse de Marcha, tras casi una década de vinculación, para dedicar más tiempo a su labor como docente, conferencista y editor. En el plano personal, en 1969 se divorció de Ida Vitale, separación tras la que inició una relación con la escritora y artista plástica argentino-colombiana Marta Traba .
Durante la década de 1970 continuó dictando diversos cursos y conferencias en países de Latinoamérica. En ese contexto, cuando en 1973 se encontraba en Venezuela dictando cursos en la Universidad Central, fue sorprendido por la noticia del golpe de Estado en Uruguay. Inició entonces un exilio del que jamás regresaría.
Ante la peligrosa situación que azotaba a numerosos países del Cono Sur gobernados por regímenes militares, Ángel Rama y Marta Traba se establecieron en Venezuela. En 1974, gracias al esfuerzo del gobierno venezolano -que atravesaba un período excepcional en comparación con los regímenes dictatoriales que asolaban el continente- y de la intelectualidad latinoamericana, nació el proyecto más grande y ambicioso de la vida de Rama: la colección de la Biblioteca de Ayacucho. Nombrada en honor a la Batalla de Ayacucho (Perú, 1824), cuyo centenario y medio se conmemoraba entonces, la Biblioteca tuvo como objetivo recopilar, rescatar y difundir textos considerados esenciales para la cultura, la literatura y el pensamiento de América Latina. Su catálogo abarcaba campos como la filosofía, la antropología, el pensamiento político y la literatura. Cada volumen incluía un prólogo escrito por un especialista, así como una cronología y una bibliografía recomendada para profundizar en el autor o tema tratado. Este proyecto se consagró como el emprendimiento editorial más importante e influyente de la segunda mitad del siglo XX. Hasta el día de hoy, Rama es recordado por su labor en Ayacucho. Su intenso esfuerzo por integrar la literatura latinoamericana y convertirla en el lema de su vida garantiza que su dedicación no será olvidada. Este fue uno de sus trabajos más notables e impactantes.
A partir de 1976, Rama comenzó a viajar a Estados Unidos como conferencista y profesor invitado en universidades como Stanford y Florida. Como consecuencia, la Universidad de Maryland lo contrató en 1979 como profesor visitante, y en 1981 como Profesor Titular de Literatura Latinoamericana. En 1980 también fue contratado por Princeton.
Su etapa estadounidense representó la culminación de años de investigación sobre literatura latinoamericana, enfocándose en su lectura como un conjunto definido por factores políticos, sociales y culturales. Durante este período publicó obras clave como Transculturación narrativa en América Latina, además de Novísimos narradores hispanoamericanos en marcha, 1964-1980 y La novela latinoamericana. Panoramas 1920-1980.
En 1982, la Universidad de Maryland no pudo mantenerlo dentro de su staff docente debido a que el Servicio de Migración le negó la visa, acusándolo de actividades subversivas. Pese al respaldo de colegas, escritores, políticos y medios de prensa, la decisión no se revirtió. Por entonces, Rama obtuvo la Beca Guggenheim y otra beca de la universidad para estudiar culturas populares en América Latina. En 1983 se trasladó a París junto a su esposa, lo que no impidió su constante regreso a América Latina para conceder conferencias y participar de congresos, así como la mantención de una red de contactos intelectuales en el continente. Entre los nombres que la integraban se cuentan el argentino-mexicano Arnaldo Orfila Reynal, los brasileños Darcy Ribeiro y su esposa Berta Ribeiro, Antonio Candido, el peruano Antonio Cornejo Polar, y el chileno Nelson Osorio Tejeda.
Tras su trayectoria como editor de revistas, colecciones y semanarios, Rama editó una gran cantidad de obras. Entre ellas cabe mencionar Rubén Darío y el modernismo (1970) en el que analizó la centralidad del poeta nicaragüense en la renovación estética de la lengua y en la conformación de una literatura latinoamericana moderna de alcance transnacional. Posteriormente, en Los gauchipolíticos rioplatenses (1976) estudió la literatura gauchesca como expresión cultural atravesada por disputas políticas en los procesos de formación nacional en el Río de la Plata. Finalmente, en Transculturación narrativa en América Latina (1982) formuló el influyente concepto de “transculturación narrativa”, con el cual explicó los modos en que los escritores latinoamericanos integran y reconfiguran herencias locales y universales en la creación literaria.
En noviembre de 1983, Ángel Rama viajó con su esposa Marta Traba rumbo a Bogotá para participar en un encuentro cultural organizado por el presidente colombiano: Belisario Betancur. Durante una escala en Madrid, el avión de Avianca en que se trasladaban se estrelló en Mejorada del Campo (Madrid, España) por un error de la tripulación, causando la muerte de la mayoría de los pasajeros, entre ellos Rama, Traba, el escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia y el novelista y poeta peruano Manuel Scorza.
Entre las obras editadas de manera póstuma, La ciudad letrada (1984) se consolidó como un texto de referencia al analizar la función de las élites letradas en la construcción de los Estados latinoamericanos y en el control del espacio cultural. En Las máscaras democráticas del modernismo (1985) Rama profundizó en las tensiones ideológicas que atravesaron el modernismo, cuestionando la supuesta autonomía estética del movimiento. Del mismo modo, La generación crítica (1985) reconstruyó la labor de los intelectuales y críticos en la renovación cultural del siglo XX, situando a la crítica literaria como un agente activo en los procesos sociales de la región.
Obra
- ¡Oh, sombra puritana!, Montevideo, Editorial Fábula, 1951.
- La aventura intelectual de Figari, Montevideo, Editorial Fábula, 1951.
- Ideología y arte de Eduardo Acevedo Díaz en «El combate de la Tapera», Montevideo, s/e, 1968.
- Rubén Darío y el modernismo, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1970.
- Diez problemas para el novelista latinoamericano, La Habana, Casa de las Américas, 1972.
- La generación crítica (1939-1969), Montevideo, Arca, 1972.
- Los gauchipolíticos rioplatenses: literatura y sociedad, Montevideo, Arca, 1975; edición revisada 1982.
- Los dictadores latinoamericanos, México, Fondo de Cultura Económica, 1976.
- Transculturación narrativa en América Latina, México, Siglo XXI, 1982.
- Novísimos narradores hispanoamericanos en marcha, 1964-1980, México, Siglo XXI, 1982.
- La novela latinoamericana: panoramas 1920-1980, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1982.
- La ciudad letrada, Hanover, Ediciones del Norte, 1984.
- La generación crítica (edición ampliada), Montevideo, Arca, 1985.
- Las máscaras democráticas del modernismo, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1985.
- Narradores de la Revolución Mexicana, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1985.
- Ensayos sobre literatura uruguaya, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1986.
- Literatura y clase social, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1986.
- La crítica de la cultura en América Latina, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1986.
- Problemas de la cultura en América Latina, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1986.
- El sistema literario de Latinoamérica, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1987.
- El arte de narrar, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1988.
- La novela en América Latina: panoramas 1920-1980 (reedición ampliada), Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1989.
- Los poetas modernistas en el debate político y cultural de su tiempo, Montevideo, Fundación Ángel Rama / Arca, 1990.
- Diario, 1974-1983, edición crítica de Tomás Eloy Martínez y otros, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.
Cómo citar esta entrada: Melo E Guimarães, Maria Fernanda (2025), “Rama, Ángel”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.
