CHANOVSKY DE DUBOVSKY, Rosa (Odessa, Ucrania, Imperio Ruso, 9/1/1885 – Buenos Aires, Argentina, 1/6/1972).
Sombrerera, esterillera y tapicera anarquista de origen ucraniano-judío, activa en la Revolución Rusa de 1905 y luego en las ciudades de Santa Fe y Buenos Aires (Argentina).
Nace como Rosa Chanovsky en Odessa, Ucrania, Imperio Ruso, en 1885, en el seno de una familia ucraniano-judía. Se inició en el anarquismo en su ciudad natal, participando con veinte años recién cumplidos en la Revolución Rusa de 1905. Su compañero Adolfo Dubovsky cumplía por entonces el servicio militar, situación que facilitó la entrega de un arsenal de armas a los revolucionarios.
Con la represión desatada tras la fallida revolución, Rosa y su compañero se casan secretamente con la anuencia de sus padres. Adolfo logra embarcarse a Estambul, Turquía, escondido en un mueble. Rosa, por su parte, escapa rumbo a París junto a su hermana menor Ana, de apenas 9 años. En la capital francesa, con la ayuda de sus camaradas anarquistas, Rosa aprende rápidamente el oficio de sombrerera, al punto tal que un año después ya era jefa del taller.
Rosa se embarca desde Francia rumbo a la Argentina y Adolfo desde Estambul, encontrándose en la ciudad de Buenos Aires en 1907. Se instalaron inicialmente en la ciudad de Rosario, donde tenían vínculos con miembros de la comunidad ruso-judía y con el movimiento anarquista. Poco después se afincan en la ciudad de Santa Fe, en una casa situada en Corrientes 2720, entre San Jerónimo y 9 de Julio, vinculándose enseguida al movimiento anarquista local.
Adolfo, de oficio carpintero, emprende diversos trabajos, pero es reiteradamente despedido por su militancia anarquista. De modo que pasa a trabajar con Rosa en la fabricación de sillas: él confecciona la estructura de madera y su mujer, con ayuda de los hijos que van naciendo, hacen el trabajo de esterillado de asientos y respaldos. Juntos emprenden la confección de butacas para un teatro de la ciudad de Santa Fe: Adolfo confecciona la estructura de madera y Rosa realiza el tapizado.
En la ciudad de Santa Fe, Rosa —que hablaba ucraniano como lengua madre y había aprendido francés en París— fue iniciada en el idish por una vecina. Sofía Sapadensky, otra judía ucraniana que había inmigrado a Santa Fe y madre del futuro militante anarquista Jacobo Maguid, le enseña el español. Se empeñan en hablar español con su marido Adolfo, para que sus seis hijos —Juana, Sara (n. 1912), Guillermo (n. 1914), Jacobo (n. 1918), Libertad (“Berta”) (n. 1920) y Benjamín (n. 1922)— lo hablaran con fluidez desde la cuna. La propia Rosa confeccionaba la ropa de sus hijos con retazos de tela de tapicería.
Rosa participa de los grupos de mujeres anarquistas, actúa como secretaria de la Biblioteca “Émile Zola” de Santa Fe dirigida por afiliados a la FORA y fundó luego una biblioteca para mujeres llamada “Emma Goldman”.
Sandra McGee Deutsch ha señalado que “Chanovsky intentó frenar la explotación de las mujeres a su alrededor. Para prevenir el abuso sexual, advirtió a los hombres anarquistas que el ‘amor libre’ no significaba sexo indiscriminado. Lectora de clásicos anarquistas, Chanovsky prestaba libros a mujeres anarquistas sin dinero y fundó una biblioteca para ellas, probablemente la Biblioteca Femenina Popular. Asesoró a las trabajadoras de una fábrica de fósforos sobre organización y tácticas de huelga”. Asimismo, “asistía a reuniones, distribuía propaganda y se desempeñó como secretaria de la Biblioteca Emilio Zola, donde se congregaban los afiliados de la FORA de Santa Fe. Abrió su casa a los anarquistas visitantes, y la policía la registraba con frecuencia en busca de fugitivos y documentos anarquistas, que Chanovsky escondía debajo de una mesa” (Sandra McGee Deutsh,
Crossing borders, claiming a Nation: A history of Argentine Jewish women, Durham, NC, Duke University Press, 2010).
Por otra parte, “inculcó a sus hijos ideas anarquistas y debatió textos con ellos; toda la familia llevaba comida a los camaradas encarcelados. Dos hijas y un hijo desafiaron la creciente persecución después de 1930 y se convirtieron en militantes” (Sandra McGee Deutsh, Crossing borders, claiming a Nation: A history of Argentine Jewish women, Durham, NC, Duke University Press, 2010), al punto que Juana Rouco Buela señaló en su libro de memorias a la familia Dubovsky como un ejemplo de transmisión generacional del ideal anarquista. La casa de los Duvosvksy-Chanovsky era un centro de reunión de los anarquistas de Santa Fe y también lugar de visita y refugio para los militantes que estaban de paso por la ciudad. Este domicilio era allanado habitualmente por la policía. Según el testimonio de su hijo Benjamín recogido por Sandra McGee Deutsch, en estas ocasiones Rosa se esforzaba en esconder la literatura anarquista bajo de la mesa para que no fuera confiscada. Leía a Malatesta, Kropotkin y otros clásicos de la literatura ácrata, e inició a sus hijos en esas lecturas.
Tras el golpe militar de septiembre de 1930, su hija Sara Dubovsky es detenida en una redada policial y enviada al Asilo San Miguel de Buenos Aires (Riobamba 542), regenteado por las monjas de la Orden del Buen Pastor. Rosa, Adolfo y cuatro de sus hijos se trasladan a la casa de su hija mayor Juana, en la localidad de Martínez. Juana y su compañero Berto Steiner, profesor y traductor, eran naturistas y practicaban el esperanto. Para sostenerse en su nueva residencia, Rosa montó en la casa de su hija un pequeño taller de fabricación de jabón, aceite y otros productos que luego eran ofrecidos en el mercado de la localidad vecina de San Isidro.
Poco después se instalaron en la ciudad de Buenos Aires, primero en un conventillo, luego en una casa situada en la calle Camargo, en el barrio porteño de Villa Crespo. Sandra McGee Deutsch señala que Rosa conversaba “con las residentes de su edificio de viviendas mientras esperaban en la fila para lavar la ropa”. En la década de 1930 participa activamente en la campaña por la libertad de los Presos de Bragado (Pascual Vuotto, Santiago Mainini y Reclús De Diago y luego, durante la Guerra civil española, en las tareas de solidaridad con los combatientes republicanos.
Cuando Adolfo muere en 1941, él y Rosa estaban separados. Ella continuó colaborando con la FORA anarquista. Si bien disminuyó su militancia en sus últimos años, no dejó de participar de diversas actividades en la Federación Libertaria Argentina (FLA) junto a Juana Rouco y las hermanas Quesada (Juana Quesada, Nya Quesada y Menchu Quesada).
Sus restos descansan en el Cementerio Israelita de La Tablada, Provincia de Buenos Aires.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2025), “Dubovsky, Rosa”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.