GIRARDI, Muzio (Buenos Aires, Argentina, 18/6/1911 – Villa Bosch, Partido de Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 25/4/1997).
Obrero metalúrgico comunista, secretario general del Sindicato Obrero de la Industria Metalúrgica (SOIM) durante la huelga metalúrgica de 1942.
Nace en el seno de una familia obrera de inmigrantes italianos compuesta por Alfonso Girardi y Elena De Risi, que se instalaron en el barrio porteño de Palermo. Tuvieron siete hijos, dos mujeres y cinco varones (cuatro de ellos se llamaron Muzio, Luis, Ignacio y Miguel).
Tuvo que trabajar desde la adolescencia, empleándose a mediados de la década de 1920 en la casa Firpo, Botazzi y Cia., que fabricaba carrocerías e importaba automóviles de la empresa Ford. Comenzó su militancia sindical en el Sindicato de Carroceros.
Después de cumplir con el servicio militar y tras un período de desempleo debido a la crisis económica de 1929, ingresa en la empresa automotriz Chrysler, que ensamblaba autopartes que se importaban de los Estados Unidos. En 1936 se incorporó al Sindicato Obrero de la Industria Metalúrgica (SOIM), liderado desde 1932 por los comunistas. En pocos años, Girardi pasó a ocupar, sucesivamente, los cargos de vocal, revisor de cuentas, tesorero, prosecretario y, finalmente, a comienzos de 1941, la secretaría general, reemplazando a Marcos Maguidovich. Bajo la dirección de Girardi, se emprendió una intensa labor para llevar el gremio a los grandes talleres metalúrgicos, llegando a afiliar a unos 4.000 trabajadores, la mitad de los cuales cotizaban a comienzos de la década de 1940. Girardi fue asimismo miembro de la Comisión Confederal de la CGT representando al gremio metalúrgico.
Ingresó al Partido Comunista (PC) en 1936, militando en el sector sindical. Fue designado miembro de la Comisión Sindical del PC, luego del Comité Regional y, desde el X Congreso (noviembre de 1941) de su Comité Central (CC).
Era secretario general del SOIM cuando estalló, en junio de 1942 la huelga general de los metalúrgicos, que se extendió por 18 días. El conflicto se remontaba a fines de 1941, cuando el SOIM convoca una serie de asambleas que terminan en febrero del año siguiente con la presentación a las patronales automotrices de un petitorio que incluía un aumento salarial del 15% y el cumplimiento efectivo de la Ley 11.729 de vacaciones anuales pagas (diez días hábiles), amenazando con una huelga ante el posible fracaso de las negociaciones. Pero las patronales, que rechazan los reclamos y desconocen al sindicato, no se presentan a negociar ante el Departamento Nacional del Trabajo.
En abril de 1942, una nueva asamblea de obreros metalúrgicos aprueba la creación de una Comisión de Laudo, que estaría integrada por Monseñor D’Andrea, el diputado socialista Alfredo Palacios y del ministro de Interior del presidente Castillo, Miguel Culaciati, encargada de la mediación entre las partes. Además, el SOIM presenta al Ministro del Interior un memorial que describe de forma detallada la situación de auge de la industria automotriz y las penurias de los trabajadores. Entre tanto, los industriales emprenden una ofensiva al interior de las fábricas, aplicando numerosas suspensiones y despidos.
En una nueva asamblea del gremio que tuvo lugar los primeros días de mayo, Girardi informa, en su calidad de secretario general, la negativa del ministro a crear la comisión arbitral propuesta y convoca a una nueva asamblea en el Estadio Luna Park para el 28 de Mayo con paro de media jornada, en la que las bases reclaman la huelga.
Pero la huelga se declara finalmente el 26 de junio de 1942 en una nueva asamblea realizada en el Luna Park, con un nuevo paro de actividades. El trotskista Ángel Perelman, obrero de la empresa Catita, dirigente sindical del SOIM y futuro fundador de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), estima una concurrencia de 15.000 obreros. Durante los 18 días en que se sostiene la huelga, se producen numerosas detenciones de obreros y delegados –incluyendo la del propio Girardi–, y la policía clausura el local del sindicato. Solamente en la empresa SIAM son suspendidos 1500 operarios; de Torres y Tali (de Quilmes), 2.000 operarios; de IMPA, 500…
Según el testimonio de Perelman, la dirección comunista del SOIM había decidido levantar la huelga, a pesar del espíritu combativo de los trabajadores. Es por eso que convoca para el 13 de julio dos actos paralelos, uno en la Federación de Box de Buenos Aires y otro en el Cine Rivas de la localidad bonaerense de Avellaneda, donde a pesar de los incidentes entre obreros y dirigentes, se decide levantar la medida de fuerza. “El orador comunista —rememoraba Perelman, que asistió al evento del Cine Rivas— afirmó en nombre de la comisión que ‘entraremos a trabajar con la frente alta a pesar de no haber conseguido nada de aumento. El señor ministro laudará una vez que volvamos al trabajo. En caso contrario, le haríamos el juego a los nazis”’. Y añadía Perelman: “¡Para qué hablar de la batahola que se levantó!”.
Años después, el propio Muzio Girardi sugiere la presión del Partido Comunista para levantar la huelga: “…y el Partido me dijo, es decir [Victorio] Codovilla: nosotros no podemos estar permanentemente sosteniéndoles la huelga. Hay que darle curso a esto…”. También menciona las mediaciones del Partido para llegar a acuerdos en forma directa con algunos empresarios de la rama. El líder del PC Victorio Codovilla y Muzio Girardi se reunieron en secreto con Torcuato Di Tella, titular de la empresa SIAM, para tratar de llegar a un acuerdo. La visita es relatada por el propio Di Tella en carta al dirigente socialista Nicolás Repetto, señalando que Codovilla y Girardi le ofrecían levantar la huelga si Di Tella les otorgaba a los comunistas un espacio en la agrupación antifascista “Italia Libre”, que lideraba el empresario metalúrgico (Carta de Torcuato Di Tella a Nicolás Repetto, Buenos Aires, 16/11/942, en Fondo Repetto, CeDInCI, FR-15.112).
La huelga se había levantado el 13 de julio con la promesa del Ministro Culaciati de reincorporar a los obreros suspendidos y de que la CGT retomaría las negociaciones salariales. Una nueva asamblea del gremio del 31 de julio intimaba al Ministro a resolver favorablemente los reclamos en el lapso de una semana, bajo amenaza de una nueva huelga.
Finalmente, a comienzos de agosto de 1942 se abren una serie de negociaciones entre el SOIM, la CGT, el Ministro del Interior y las patronales, que acordaban establecer mínimos salariales y aumentos del orden del 10 % pero que no alcanzaban a todos los trabajadores. La asamblea general de gremio que iba a sesionar en el Luna Park días después para evaluar las negociaciones y considerar la posibilidad de un nuevo paro fue impedida por la policía. “El 20 de agosto llegó el esperado laudo ministerial con mejoras leves en los salarios. El SOIM convoca entonces a una asamblea en el Luna Park, en la cual el laudo es aceptado, aunque se reconoce que el mismo está por debajo de lo reclamado. Sin embargo, en los días siguientes, los obreros denunciarán el incumplimiento del laudo por parte de distintas empresas” (Gurbanov, 2007).
Preso en reiteradas oportunidades, Girardi tenía el prontuario número 77.741 en la Sección Orden Social de la Policía. Fue detenido durante la huelga de 1942 y una vez más a principios de 1943. Fue nuevamente detenido el 6 de octubre de 1943, cuatro meses después del golpe militar y llevado a la Cárcel de Neuquén. Su esposa Julia interpuso un recurso de hábeas corpus a la Cámara Federal de la Capital en lo Criminal y Correccional, a cargo del Juez Horacio Fox. Según el testimonio de Luis V. Sommi, Girardi participó de la intensa vida colectiva (deportes, cursos, etc.) que sostenían los presos comunistas en la cárcel neuquina. Permaneció detenido hasta el 7 de julio de 1945.
Recuperada su libertad, se reintegró a la tarea sindical, aunque el viejo gremio que había liderado ya había sido desplazado por la Unión Obrera Metalúrgica (OUM), fundada en abril de 1943 por Ángel Pérelman y los disidentes trotskistas del SOIM.
Colaboró en la primera mitad de la década de 1940 en los diarios comunistas La Hora y Orientación. Su partido lo designó candidato a diputado nacional en la Asamblea de delegados de Centros de la Capital para las elecciones generales de febrero de 1946 por la llamada “Lista de Unidad y Resistencia”, que conformaron comunistas y demócrata-progresistas, obteniendo apenas 62.032 votos.
En años posteriores se replegó a la actividad privada. En 1951 constituyó con varios socios “Armonía”, una empresa que producía electrodomésticos.
Casado con Julia López, tuvieron dos hijos.
Obra
- Los obreros metalúrgicos y la defensa nacional, Buenos Aires, Ediciones del Sindicato Metalúrgico, 1942.
- (con Rubens Íscaro y Pedro Chiarante), Discursos contra la carestía de la vida, Buenos Aires, 1942.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2025), “Girardi, Muzio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.