GARIBALDI, Florentino

Según el testimonio de Domingo Varone, a comienzos del siglo XX Florentino Garibaldi se asoció con su tío paterno para ampliar su negocio de venta y reparación de zapatos en la calle Caseros, entre La Rioja y Deán Funes (ciudad de Buenos Aires).

La CORA (central obrera socialista) declaró la huelga general para el 14 de mayo de 1910, una semana antes de la celebración del Centenario del 25 de Mayo. La Federación Obrera Regional Argentina (la FORA anarquista) anunció adherir si el gobierno no accedía a las demandas obreras. El gobierno respondió declarando el estado de sitio y desatando una feroz represión. En ese contexto, Garibaldi participa del mitin celebrado en la Plaza Colón de mayo de 1910 destinado a reclamar por la libertad del anarquista vindicador Simón Radowitzky y demás presos políticos. El mitin fue asaltado por grupos parapoliciales. Relata Varone que vio llegar a Garibaldi “con un envoltorio apretado sobre su pecho. El paquete estaba hecho con hojas de diario La Prensa y después supe, por que la vi, que se trataba de una bandera roja. Me llamó la atención el estado de ánimo del portador, y escuché que contaba que venía de participar en una manifestación que había sido disuelta a tiros por la policía”.

“Los hermanos Garibaldi —concluía Varone— fueron militantes obreros de renombre y a uno de ellos lo recuerdo como dirigente del gremio de ladrilleros. El mismo Florentino Garibaldi actuó como secretario en la presidencia del VIII Congreso de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), realizado a fines de abril de 1910” (Varone, 1989, pp. 15-16).

Integra la redacción de La Protesta. En 1908 publica la pequeña pieza dramática “Escenas de miseria”, en la que un padre tísico agoniza en un rancho miserable. El médico no acepta desplazarse hasta allí pero la madre insiste, prometiendo al médico que le entregará a su hija. Este acepta y viola a la joven delante del padre moribundo (“Escenas de miseria” en: Suplemento de La Protesa nº 4, Buenos Aires, 1908).

Fue expulsado de la redacción de La Protesta por gestionar ante el presidente Hipólito Yrigoyen un indulto para Radowitzky.

Según recuerda Diego Abad de Santillán en sus Memorias: “Uno de nuestros redactores, Florentino Garibaldi, guiado por la más noble de las intenciones, maduro sobreviviente de la reacción del Centenario de la Independencia, en 1910, se acercó a altos funcionarios de la presidencia y al mismo Yrigoyen para gestionar también la libertad de Radowitzky, y por ese delito tuvo que abandonar automáticamente la redacción. En ese punto, en relación con todo contacto y diálogo con las autoridades oficiales, se mantenía en nuestro ambiente una extrema y absoluta intolerancia”.

Fue delegado al VIII Congreso de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), realizado en Buenos Aires entre el 25 y el 27 de abril de 1910, siendo elegido secretario de la presidencia. 

Es posible que sea el mismo Florentino Garibaldi que aparece en Santa Rosa de La Pampa en 1912 y años posteriores integrando la Liga Agraria Pampeana, liderada por los socialistas de esa provincia.

Fue delegado al IXº Congreso de la FORA, que sesionó entre el 1 y el 4 de abril de 1915 en el salón Vorwärts de Buenos Aires y en el que confluyeron anarquistas, sindicalistas revolucionarios y socialistas. Es uno de los firmantes, junto a Sebastián Marotta, Francisco Rosanova y Carlos Tortorelli, de la moción sobre la “Finalidad de la FORA” que implicaba el abandono de la postura favorable al “comunismo anárquico” aprobada por la central en su Vº Congreso. La resolución expresaba: “La FORA es una institución eminentemente obrera, organizada por grupos afines de oficio, pero cuyos componentes pertenecen a las más variadas tendencias ideológicas y doctrinales… Por lo tanto, la FORA no se pronuncia oficialmente partidaria ni aconseja la adopción de sistemas filosóficos ni ideologías determinadas”. Se produjo entonces un largo y acalorado debate, que se cerró en una votación que dio 46 votos a favor, 14 en contra y una abstención. Los gremios anarquistas no acataron la resolución, de modo que la Federación quedó fracturada: por una parte, la FORA del V Congreso, que sostuvo el comunismo anárquico como finalidad; por otro, la llamada FORA del IX Congreso, hegemonizada por los sindicalistas pero con participación de los socialistas, que no adscribía oficialmente a credos políticos.

Colabora en La Protesta y en Voluntad (Rosario, 1929).