ZOPPI, Francisco Domingo (c. Argentina, sin datos de nacimiento – Buenos Aires, Argentina, 02/02/1924).
Tipógrafo, dirigente gremial, organizador, propagandista y militante socialista.
Francisco Domingo Zoppi, tipógrafo cajista, fue integrante de la “vieja guardia” del gremio gráfico, integrada por hombres de oficio que se formaron en la imprenta del ochocientos y participaron en la conformación de la Unión de Artes Gráficas en 1896, organización gremial que condujo una importante huelga ese mismo año. La mayoría de estos activistas gráficos participó en la fundación del Partido Socialista en 1896: Manuel Búa, Emilio Ferrando, Manuel T. López, Salvador Lotito y Francisco Zoppi, entre otros (Badoza, 2017, p. 46). En carta a sus compañeros del Partido Obrero Socialista (POS) de Chile, en que comentaba los resultados electorales del PS argentino en las elecciones realizadas el 2 de abril de 1916, F. D. Zoppi señalaba que se había hecho socialista en el año 1873.
Francisco D. Zoppi también integró la Sociedad Tipográfica Bonaerense, organización gremial de carácter mutualista. En 1886 aparece como uno de los encargados de su biblioteca (popular), ubicada en la calle Salta número 439 de Buenos Aires. Posteriormente ocupó diversos cargos electivos: secretario (1890-1891), protesorero (1891-1892), vocal (1899), vicepresidente 2º (1903-1904) y vicepresidente (1904-1905). Fue, además, uno de sus principales propagandistas, ya que logró la incorporación de muchos trabajadores indiferentes a esta organización gremial.
Durante su extensa trayectoria gremial, F. D. Zoppi contribuyó a la fundación de varias organizaciones obreras. Entre ellas, la Unión Tipográfica, siendo uno de sus integrantes más activos. Esta institución se creó con el objetivo de evitar la acumulación de vacantes en el gremio. Se buscaba impedir que los obreros gráficos que trabajaban en los turnos de noche ocuparan media jornada en el día, y que los que hacían de día tampoco laboraran media jornada nocturna. Concluida su misión, la Unión Tipográfica desapareció. Por indicación de F. D. Zoppi, los fondos económicos que poseía fueron destinados a la caja social de la Sociedad Tipográfica Bonaerense.
Además, participó de distintas iniciativas para el mejoramiento del gremio: fue fundador de “La minúscula”, una instancia creada para fomentar el ahorro entre los obreros gráficos. Asimismo, fue uno de los organizadores y fundadores de “La caja de parados”, cuya finalidad era entregar una ayuda económica −de un peso diario− durante dos meses a los socios que se encontraban desempleados y ayudarlos a conseguir una nueva ocupación en los talleres gráficos. En una asamblea realizada durante 1904 −en el local de la Sociedad Tipográfica Bonaerense−, “La caja de parados” se transformó en la sección Unión Gráfica (una organización influenciada por el socialismo). Entre los objetivos fundacionales de la Unión Gráfica se encontraba el aumento de salarios y la implantación de las ocho horas en los talleres gráficos de la ciudad de Buenos Aires (ver: Badoza, 2017, p. 61). En 1905, luego de la participación de la Unión Gráfica en la huelga general contra el estado de sitio −como consecuencia del levantamiento radical en contra del gobierno del presidente Manuel Quintanilla−, las relaciones entre ambas organizaciones se tensaron hasta el punto de ocasionar la ruptura y el alejamiento de la Unión Gráfica del seno de la Sociedad Tipográfica Bonaerense. Algunos de sus miembros dejaron de ser socios del mutualismo, como fue el caso de Francisco D. Zoppi. Sin embargo, doce años después, en 1917, se reincorporó a la Sociedad Tipográfica Bonaerense, dejando de lado sus discrepancias con esta organización.
F. D. Zoppi fue uno de los organizadores de la huelga gráfica de 1906. A fines de ese mismo año fue elegido delegado unificador ante las sociedades gráficas, efectuando una gran labor para lograr la unidad gremial. Como consecuencia del estado de ánimo de los obreros gráficos proclives a la unidad, el 3 de mayo de 1907, la Unión Gráfica (de influencia socialista) y la Federación de Artes Gráficas (de influencia anarquista), formaron la Federación Gráfica Bonaerense. La misión fundamental de esta unificación era crear una organización modelo. Los principales objetivos que se planteó la Federación Gráfica Bonaerense eran la elevación moral y material de los obreros gráficos, la solidaridad con las demás organizaciones obreras, la lucha por el aumento de los salarios para todos los trabajadores gráficos sin ninguna distinción o diferencia, entre otros. El punto 2 señalaba que la Federación Gráfica Bonaerense “acepta el principio de la lucha de clases, declarando que intervendrá en ella utilizando todos los medios de acción propios de la clase obrera”. Zoppi colaboró posteriormente enviando algunos escritos al periódico de la Federación Gráfica Bonaerense, El Obrero Gráfico.
Se atribuye también a Francisco D. Zoppi la idea de realizar un Congreso Gráfico Sudamericano en Buenos Aires. En la noche del 1 de junio de 1907, F. D. Zoppi presidió la apertura del encuentro gremial sudamericano en el local de calle Méjico 2070, “haciendo votos por sus felices resoluciones y enviando un saludo a los gráficos de todos los países”. Hubo una importante presencia de militantes socialistas, entre los cuales podemos destacar: Pedro G. Porcel, Antonio Zaccagnini, el chileno Luis E. Recabarren, Martin Casaretto, entre otros. Las sociedades gráficas y tipográficas presentes durante aquel encuentro fueron veinte, sumando las del interior del país como las del exterior. Entre los países participantes se encontraban Argentina (Buenos Aires, San Nicolás y La Plata), Bolivia (La Paz), Brasil (Bahía, San Pablo y Porto Alegre), Chile (Santiago), Paraguay y Uruguay. Francisco Zoppi y Joaquín Spandonari conformaban el Comité Gráfico organizador.
El Congreso Gráfico Sudamericano debatió sobre un sinnúmero de problemáticas que afectaba a los trabajadores gráficos a nivel sub-continental: la duración de la jornada laboral, la carestía de la vida, la necesidad de fortalecer la organización gremial, la competencia de empresas gráficas europeas y la fundación de una Federación Gráfica Internacional. Además, en relación con las problemáticas locales, se acordó la fundación de una cooperativa gráfica argentina y la fundación de un Instituto Técnico del Libro, etcétera. Mientras se desarrollaba el Congreso Gráfico Sudamericano, los delegados, incluyendo a Francisco D. Zoppi, participaron en un mitin convocado por los centros socialistas de la capital argentina en protesta contra las restricciones al derecho de reunión. El 4 de junio se clausuró este evento resolviéndose que el próximo Congreso Gráfico Sudamericano fuese en Uruguay (Montevideo), y se designó un Comité de la Federación Gráfica Internacional formado por los delegados Luis E. Recabarren, Juan J. Oliveros, Adam Dombrouski, Francisco González y Martin Casaretto.
Francisco D. Zoppi participó en el grupo fundador del Instituto Argentino de Artes Gráficas, junto a Antonio Pellicer, Joaquín Spandonari, R. Migliavacca, Víctor Perdomi y Aragón, Santiago Arata, Emilio Bertrand, A. Busnelli, José Mosquera, Antonio Hernández, Clemente Baggiano, Eugenio Shawàr, Florencio Gnomo, José Álvarez, Juan D. Ferreiro, Julio Rodríguez, Torres y Cef. Gorks. El acto fundacional se realizó el 11 de mayo de 1907, en calle Talcahuano 121, local de la Secretaría del Centro Unión de Libreros Impresores y Anexos. En 1916 Zoppi ocupó el cargo de vocal suplente del Instituto Argentino de Artes Gráficas, durante la presidencia de Alfredo Gilardoni.
El 15 de junio de 1913, Francisco D. Zoppi y otros dieciséis integrantes de la “Sociedad de Subsidio y Ocupación” realizaron una asamblea en el local de la Federación Gráfica Bonaerense (calle Estados Unidos número 1056). Participaron de aquella reunión: Fermín Fernández, José M. Fernández, Vicente Ronchetti, Luis Fugassa, Pedro Grecco, Agustín Podestá, Luis S. Gatti, Olegario Peralta, Domingo Vaghi, Luis Ciceri, Santiago Restelli, Manuel Sánchez, Pablo Cañeillas, Humberto Peterlini, Gottaldo Hummel y Pedro G. Porcel. Francisco. D. Zoppi presidió el acto bajo mandato de la asamblea, en el cual se decidió después de un amplio debate la disolución de la “Sociedad de Subsidio y Ocupación” y el traspaso de sus fondos económicos al fondo de huelga de la Federación Gráfica Bonaerense.
En enero de 1916, Francisco D. Zoppi intercambia correspondencia con los socialistas del norte chileno. Escribe a los militantes del Partido Obrero Socialista de Iquique (Provincia de Tarapacá), incentivándolos a continuar con la obra socialista que habían emprendido en el norte salitrero, enviándoles diarios y revistas. Los socialistas tarapaqueños agradecieron su apoyo, manifestando que utilizarían estos materiales para incrementar la biblioteca local del partido. Los militantes del POS remarcaron, además, que en aquellos momentos difíciles para el mundo socialista en el contexto de la guerra europea y de crisis de la Internacional, esperaban que otros compañeros argentinos tuvieran la misma iniciativa de solidaridad como la que había tenido con ellos el compañero Zoppi. Es probable que este intercambio entre los socialistas tarapaqueños y Francisco D. Zoppi estuviera mediado por Luis E. Recabarren. El dirigente obrero chileno y Zoppi habían coincidido en la militancia socialista y gremial (tipógrafos) durante la primera residencia de Recabarren en Buenos Aires entre 1906 y 1908.
En la mañana del 2 de febrero de 1924, Francisco D. Zoppi falleció de una enfermedad cardíaca que lo aquejaba desde algunos años atrás. El Centro Socialista de la 3ª sección y la Agrupación Gráfica Socialista invitaron a sus afiliados y simpatizantes al sepelio de sus restos mortales. Al momento de su muerte, trabajaba en el proyecto de creación de un taller gráfico que diera ocupación a los tipógrafos que, por su avanzada edad, no eran contratados −o eran despedidos− por las imprentas privadas. En su funeral estuvieron presentes todas las sociedades e instituciones gráficas de Buenos Aires y la vieja guardia del gremio. En representación de la Sociedad Tipográfica Bonaerense, hizo uso de la palabra Carlos M. Carrere; por la Federación Gráfica Bonaerense habló Pedro G. Porcel, y por el Instituto de Artes Gráficas, su secretario Arturo D. Giuffra. También despidieron al viejo luchador social sus amigos y compañeros gráficos Joaquín Spandonari, Luis Bernard y Laurentino C. Mejías. Todos los discursos destacaron que Francisco Domingo Zoppi dedicó gran parte de su vida a la organización de los trabajadores gráficos y que durante su trayectoria gremial implementó una gran variedad de proyectos, iniciativas de solidaridad y de mejoramiento material y educacional en beneficio de sus compañeros de oficio.
En su funeral: Arturo D. Giuffra, secretario del Instituto Argentino de Artes Gráficas, dijo las siguientes palabras:
“En representación del Instituto Argentino de Artes Gráficas y como amigo, vengo a dar el último adiós al que fue nuestro querido compañero, Francisco Domingo Zoppi. Emocionado aún por el triste suceso que para siempre se lleva a uno de los más tenaces luchadores por el bienestar de los obreros gráficos, pocas palabras diré, pero ellas serán aquellas que fluyen del corazón, como la corriente cristalina y pura que de la entraña de la tierra surgió para refrescar las sedientas fauces del fatigado viajero que descansa después del cruento caminar en terreno escabroso y abrupto.
He aquí los restos del que fue noble y leal camarada, incomprendido por la mayoría, aunque la luminosidad de sus ideas chisporroteaban (sic) continuamente en energías que se condensaban en vigorosas proposiciones sobre el gremio gráfico, al que siempre tuvo como honor pertenecer. Francisco Domingo Zoppi tenía un gran corazón en un cuerpo bien pequeño y ese cuerpo desmirriado y pobre, físicamente considerado, albergaba un alma grande y hermosa. Y ese su corazón grande no pudo resistir en continente tan precario, porque su latir por tan beneméritas empresas hizo que estallara en momento dado, así, por el corazón, acaba de morir nuestro común y amado compañero.
Le recordamos interviniendo en todo cuanto significara un progreso para el gremio y para el proletariado: en la política, en la educación, en el mutualismo. Fue fundador del I. A. de A. Gráficas y, con este motivo, poco tiempo hace, me decía: “La educación del obrero es imprescindible para decidir sobre su vocación de trabajo y, en tal sentido, la escuela profesional es la que puede darle lo que le faltaba para habilitarle en el duro bregar de la vida: pero esto solo puede hacerlo quienes tienen ya formada la experiencia, no como lo pretenden las latas autoridades de la instrucción pública, que no están capacitadas para implementar por carencia absoluta de conocimientos sobre las necesidades del pueblo trabajador”.
Estos conceptos reflejan la potencia de su vigoroso cerebro de vistas tan claras y precisas y que, en general, estimaba tanto las organizaciones obreras, que concurrían a sus asambleas aunque no se les llamara. La emoción perdura y preciso es despedirme del fiel y noble amigo y compañero. Domingo Francisco Zoppi, puedes descansar tranquilo, porque has cumplido tu misión en la tierra; tu cuerpo descansará entre gráficos, a los cuales dedicaste tus amores y tus fatigas. Descansa en paz”.
Joaquín Spandonari expresó en su discurso:
“Zoppi: Mi viejo y querido amigo. Tú te vas, tus obras quedan. Señores: yo voy a hablar, a decir algo de lo que conozco personalmente. Zoppi fue un hombre íntegro en toda la acepción de la palabra. Era un hombre que abandonaba los intereses propios para cuidar de los ajenos. ¡Cuántas veces comprobé esto! A raíz de la anacrónica ley de residencia, le vi a Zoppi interesarse por salvar del destierro o la expulsión a muchos obreros conscientes y para ello se vio con el doctor Jofré, a quien solicitó su influencia en tal sentido. En mis manos he tenido la documentación que acredita lo que digo y muchos fueron los compañeros que, debido a su intervención, pudieron salvarse de ser expulsados. Zoppi era hombre-corazón, tenía el alma de un niño lleno de bondad.
El Instituto Argentino de Artes Gráficas halló en él uno de los más entusiastas iniciadores y, desde 1909, nos acompañó en la tarea de propagar la idea de fundación. Es, pues, no solo fundador, sino iniciador de la idea.
La Tipográfica Bonaerense mucho le debe y largo sería detallar. Lo mismo acontece con los obreros de la Compañía Gral. de Fósforos, en el memorable arbitraje de 1905-06 y el gremio todo halló en él un esforzado compañero que hizo todo cuanto pudo por defenderlo.
Zoppi, señores, era un socialista de verdad, de aquellos que más que todo aman a la humanidad. Zoppi: mi querido amigo: ¡descansa en paz!”.
Francisco Domingo Zoppi fue un cuadro medio del socialismo argentino, un activista gremial y mutualista que demostró una preocupación especial por el desarrollo y fortalecimiento de la educación obrera y técnica de los trabajadores gráficos. Durante su trayectoria trabajó permanentemente en la implementación de un sinnúmero de iniciativas que tenía por objetivo el mejoramiento material y social de sus compañeros de oficio. Fue un destacado propagandista que puso especial empeño en la captación de nuevos adherentes y socios para las organizaciones mutualistas, sindicales o educativas en las que militaba. Como activista gremial trabajó en la preparación e implementación de huelgas de los trabajadores gráficos que buscaban mejoras en las condiciones laborales o aumento de salarios, como las de 1896 y 1906. Finalmente fue uno de los tipógrafos que concurrió a la fundación del Partido Socialista en 1896, del cual solo hay pocas menciones en algunos artículos académicos. Esta biografía es un esfuerzo por recuperar parte de su historia y de su trayectoria político-gremial.
Obra
- “Asuntos gremiales (aclarando)”, La Protesta, Buenos Aires, 10/01/1907.
- “Labor de los tipógrafos de antaño”, El Obrero Gráfico, Buenos Aires, marzo y abril de 1914, año V, núm. 65, pp. 7-8.
- “¡Gráficos!”, El Obrero Gráfico, Buenos Aires, septiembre a noviembre de 1914, núm. 68, p. 8.
Cómo citar esta entrada: Gallardo Márquez, Melvin (2025), “Zoppi, Francisco”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.