SAUR MOYANO DE GALUPPO, María Graciela (“Negrita”, “La Japonesita”, “La Chinita”, “La Viola”) (Córdoba Capital, Córdoba, Argentina, 05/08/1952 – Secuestrada y desaparecida en Santa Fe, Santa Fe, Argentina, 21/09/1976).
Militante barrial anarquista y de la agrupación revolucionaria Montoneros.
María Graciela Saur Moyano nació en el seno de una familia trabajadora tradicional en Córdoba Capital el 5 de agosto de 1952. Tanto su infancia como su adolescencia transcurrieron en Ferroviario Mitre, barrio obrero de la ciudad, donde sus padres construyeron una casa al instalarse, llegados de Villa Fontana (departamento de Río Primero, Córdoba), entre 1951 y 1952. Su madre, Adela Moyano, fue maestra y directora de escuela primaria, primero rural y luego pública en la ciudad de Córdoba. De extracción yrigoyenista y católica, sufrió algunos inconvenientes laborales y políticos en época de gobiernos peronistas. Su padre, Heriberto Máximo Saur, era comerciante y pequeño productor rural, hijo de un inmigrante sirio.
Graciela fue la mayor de seis hermanas y hermanos: Teresa, Adela, Mercedes, Gustavo y Daniel. En 1968 egresó del Colegio 25 de Mayo (actual Madres Escolapias) de la ciudad de Córdoba con el título de Maestra Normal. Al año siguiente ingresó en la carrera de Abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En 1972 se inscribió en la Escuela de Ciencias de la Información en la misma casa de estudios, al tiempo que trabajaba como empleada en el sector de servicios, en atención al público. En 1974, y ya residiendo en Rosario, egresó como abogada, tras lo cual ejerció defendiendo presos/as políticos/as.
Los primeros acercamientos de Graciela a la militancia social fueron a través de su participación en grupos de jóvenes en la Iglesia de su barrio. Luego, en 1969, junto con compañeros y compañeras de la carrera, se aprestó a organizar actividades políticas y culturales en la zona de Río Primero. En 1970, por intermedio de un vecino apodado “Pepe” conoció la comunidad “Fértil”, de orientación anarquista, instalada en Cañada de Machado (departamento de Río Primero, provincia de Córdoba), y comenzó a involucrarse en sus actividades y reuniones junto con sus integrantes: Carlos Lorenzo, Rosa Isabel Eyzaguirre Flores, Eugenia Ramos (“Pirucha”), Jorge Urusoff, e Hipólito Ripa Irañeta (“El Lele”). Graciela participó de la Comisión de Padres que formó Eugenia Ramos en la escuela de Río Primero donde daba clases, y de actividades teatrales junto con Roberto Zurbriggen(“Cacho”), miembro externo de “Fértil”, a quien conoció junto con su hermana Teresa en una obra de teatro en Córdoba.
Cuando el grupo comunal decidió mudarse a Córdoba Capital para apuntalar desde allí su militancia política barrial, estudiantil y editorial, Graciela jugó un papel destacado en la elección geográfica. En efecto, se decidió la mudanza a la barriada urbano-marginal y obrera llamada Colonia Lola, al sudeste de la ciudad, tras las referencias de una empleada de la familia Saur, residente ese barrio, con quien “La Negrita” ya había organizado grupos de costureras.
En Colonia Lola formó parte de una guardería que se montó para cuidar a niños y niñas del barrio mientras sus padres y madres trabajaban, junto con compañeras como Graciela Rojas. Dio clases de apoyo escolar a gente de la zona en una escuela informal, también armada por ellos, bautizada “Libertad”, junto con Eugenia Ramos, José Carmelo Sbezzi y Horacio Suárez, actividad en la que con posterioridad se involucró esporádicamente su compañero Mario Oreste Galuppo (“El Coqui”). Participó de la toma y reorganización del Centro Vecinal del barrio y, en representación de “Libertad”, de las asambleas escolares zonales y regionales que se realizaron en Córdoba durante 1973, así como de la elaboración de un Estatuto de La Coordinadora de Comisiones de Padres de la Provincia de Córdoba. Además, formó parte de los “Grupos de Estudio” anarquistas que dieron lugar a la publicación de la revista Circular (1970-1976), dirigida por Carlos Lorenzo, cuyo grupo editor estaba integrado por Eugenia Ramos, Jorge Urusoff, Horacio Suárez, “Hugo” y Juan Antonio Romano.
Hacia 1973, junto con Mario Oreste Galuppo (“El Coqui”), Graciela comenzó a formar parte de Montoneros, organización político-militar perteneciente a la Izquierda Peronista, públicamente dada a conocer en 1970 por el secuestro y asesinato del ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu. “La Negrita” y “El Coqui” se conocieron cuando este último (por entonces, militante barrial en Rosario) vacacionaba con su hermano Juan Antonio Galuppo y su amigo “El Quemo” Manoli en Villa Carlos Paz, Córdoba, en enero de 1970. De este encuentro se recuerda que ella le rechazó con firmeza una Coca-Cola por ser “un típico producto del imperialismo yanqui” (Galuppo, 2005, p.128). A partir del mismo, comenzó una relación epistolar y de visitas mutuas a Rosario y a Córdoba, donde debatían de política e intercambiaban experiencias sobre su trabajo barrial y de base: ella en Colonia Lola, él en el barrio Casiano Casas de Rosario. De estas, destaca una visita de “La Chinita” donde ambos asistieron al entierro de dos de los fusilados en la Masacre de Trelew del 16 de agosto de 1972: Carlos Alberto del Rey y Mario Emilio Delfino.
Durante este tiempo, “La Negrita” no abandonó sus actividades en Colonia Lola ni sus vínculos con el anarquismo y los/as anarquistas.
En 1974 Graciela se mudó a Rosario. En Santa Fe, al igual que Mario, ya contaba con el grado de Oficial en Montoneros y tenía compañeros/as a su cargo, entre ellas Beatriz Pfeiffer. Con objeto de regularizar su situación frente a sus familias (ambas disconformes con la actividad militante), Graciela y Mario decidieron casarse por civil y por iglesia en 1974 en Córdoba. Al día siguiente partieron a su luna de miel en San Miguel de Tucumán, donde se hospedaron en la casa de Mónica Fornaso (tía de Galuppo, trabajadora en la Caja de Jubilaciones de la Nación, con tareas operativas en Montoneros) y de su esposo Luis (estudiante de Contaduría, militante de la Juventud Universitaria Peronista). Aunque en la residencia tenían lugar reuniones regionales de Montoneros, Graciela y Coqui no tuvieron tareas ni participaron de los encuentros durante su estancia.
Durante los siguientes años la militancia y las actividades laborales impusieron variadas mudanzas. El 13 de septiembre de 1974 el matrimonio se instaló en Rosario en un departamento de pasillo en la calle Balcarce, edificio donde vivía un primo de Mario, Walter Lupo, estudiante de Psicología ligado al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Luego, en San Nicolás, donde “El Coqui” había conseguido empleo en la empresa Acindar. Y en 1976 en una casa de un barrio periférico de la ciudad de Santa Fe. En agosto de ese año adoptaron a Felipe Manuel Galuppo.
El 21 de septiembre de 1976 Graciela, quien al igual que Galuppo (en fechas que se desconocen) ya había pasado a la clandestinidad, estaba reunida con Carlos Alberto Belmont, de Montoneros, y otro hombre de identidad desconocida, en el bar de la esquina de las calles Mendoza y 25 de mayo, en Santa Fe. Tras una presunta persecución y enfrentamiento con fuerzas de seguridad, y en un contexto más amplio de desarticulación y represión de la conducción regional montonera, Belmont fue asesinado y Graciela, como el tercer hombre, secuestrada y desaparecida. Mientras se la llevaban, ella gritó su nombre, que era de Córdoba, y un número de teléfono de unos vecinos de sus padres, residentes en Córdoba, quienes así se enteraron de su secuestro. Tras su detención, Adela Moyano viajó a Santa Fe, emprendió una búsqueda por cárceles y comisarías, y escribió cartas a altos cargos de la Iglesia solicitando ayuda y exigiendo explicaciones.
El 24 de septiembre la vivienda Saur-Galuppo, que albergaba gran cantidad de cédulas de identidad en blanco nunca halladas por las fuerzas militares, fue saqueada y destrozada, operativo durante el cual sustrajeron incluso sus diplomas universitarios. Pero Galuppo y el bebé ya se encontraban escondidos en la casa de dos compañeros de Montoneros, Alicia Ramírez y Luis Alberto Fadil. El 6 de octubre, abandonaron esa residencia ante la inminente llegada de sus perseguidores, dejando a resguardo a Felipe en la misma. A pocas cuadras, el “Coqui” fue acribillado en un supuesto enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, donde también fueron asesinados Fadil y Ramírez (por estos hechos, fueron condenados seis represores en la causa Operativos Área 212 en 2019).
Felipe Manuel Galuppo, de pocos meses de vida, fue trasladado al hospital de Niños de Santa Fe y luego a una Casa Cuna. Por insistencia de la familia Galuppo, el 21 de octubre fue restituido a sus abuelos paternos, Oreste Mario Galuppo y Rosa Francisca Milici de Galuppo, bajo orden del juez de menores Federico Echauri. Posteriormente lo criaron sus abuelos maternos en Córdoba.
El 1 de febrero de 1977 y el 9 de mayo de 1981 los padres de Graciela presentaron dos hábeas corpus en su favor ante el Juzgado Federal N° 3 de Córdoba. Además, su desaparición fue denunciada ante el Colegio de Abogados de Córdoba el 28 de agosto de 1980. Hasta la fecha, no hay testimonios del paso de Graciela Saur por un Centro Clandestino de Detención.
En el marco de la Megacausa que incluye la desaparición forzada de Graciela y muchas otras personas, el 21 de junio de 2016 fueron condenados los cuatro imputados de los delitos allí descriptos.
El 28 de octubre de 2017, en un homenaje del Foro Contra la Impunidad y por La Justicia, se realizó un reconocimiento a militantes secuestrados por el Terrorismo de Estado, en la esquina de las calles 25 de Mayo e Hipólito Yrigoyen de la ciudad de Santa Fe, y se colocó una baldosa de Graciela Saur y de Carlos Alberto Belmont.
Cómo citar esta entrada: Oneto, Luciano Omar (2024), “Saur Moyano de Galuppo, María Graciela”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.