LEDESMA, Juan Eliseo

Hijo de Felipe Eliseo Ledesma y María Josefina Vera, hermano menor de Marta Susana Ledesma, también militante del PRT-ERP. Juan Eliseo cursó los estudios primarios en la Escuela “Ortiz de Ocampo” de la ciudad de Córdoba y los secundarios en el colegio industrial ENET Nº 2 “Ing. Carlos Cassaffousth”, egresando con el título de técnico en automotores. A fines de la década de 1960 comenzó estudios universitarios de ingeniería química en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) al mismo tiempo que ingresa en la fábrica FIAT Concord de la ciudad Córdoba. Todavía no ha cumplido los 19 años cuando participa en las acciones estudiantiles y obreras de los días 29 y 30 de mayo de 1969, conocidas como “Cordobazo”.

Ledesma fue elegido delegado de su sección, destacándose en las luchas gremiales que en los años 1970 y 1971 encabezó el sindicato clasista de su empresa (Sindicato de Trabajadores de Concord, SITRAC), junto con SITRAM, el Sindicato de Trabajadores de MaterFer. Participó con su gremio de la toma de la fábrica Fiat Concord el 14 de mayo de 1970 reclamando un aumento salarial del 40% y el  reconocimiento a la nueva dirección clasista que había desconocido el Ministerio de Trabajo. Dicha toma formó parte de un movimiento de 7 tomas en las fábricas de la zona con apoyo popular que culminaron el 4 de junio cuando la policía provincial tomó el control, deteniendo alrededor de 400 obreros. 

Ledesma participa en la segunda gran rebelión popular que tiene lugar en esa provincia el 15 de marzo de 1971 conocida como “Viborazo”. Pero en los meses siguientes se desató una fuerte represión, con muchos dirigentes detenidos, obreros despedidos y la prohibición de los sindicatos clasistas. Uno de los despedidos fue Ledesma, hasta entonces delegado de su sección.

Ingresa con su compañera Noemí Francisetti, maestra rural y estudiante de psicología, a las filas del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en 1971, con una procedencia ideológica trotskista. Unos meses atrás, en un contexto de extensión y radicalización de la protesta político-social, los delegados al V Congreso del PRT-El Combatiente habían resuelto la formación del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), con el propósito de sumar a la organización al “proceso de guerra revolucionaria que ha comenzado” desde el Cordobazo, según su percepción de la rebelión de masas contra la dictadura. 

Integrante de una célula del ERP, el 12/2/1971 participa junto a Mario R. Santucho de un operativo de asalto a un transporte de caudales en la ciudad de Córdoba que deja como saldo un botín record. 

El ERP se lanza a una importante actividad armada con el fin de agudizar el enfrentamiento con el régimen militar, promoviendo también alianzas con otros grupos guerrilleros. La perspectiva de una salida político-electoral, a partir del llamado del Gral. Alejandro A. Lanusse (1971-1973) a un Gran Acuerdo Nacional (GAN), no modifica en lo sustancial esa orientación. El resultado de este creciente militarismo es que los principales cuadros partidarios son detenidos entre 1971 y 1972. Para cuando Ledesma se incorpora al Comité central del PRT a fines de ese último año, con la salida electoral de la dictadura en marcha y la creciente agregación en torno a la figura de Perón, el PRT ocupa un lugar marginal en la coyuntura política nacional mientras asiste a la gestación de fracciones en su seno. 

Poco después de la resolución partidaria de llamar a la abstención electoral o al voto blanco para los comicios del 11/3/1973, bajo la tesis de que “el pueblo expresa su total indiferencia y desesperanza ante las elecciones”, Ledesma planifica junto a Santucho y comanda en persona el asalto al Batallón Comando de Comunicaciones 141 de Córdoba, el 18/2/1973, llevándose un importante cantidad de armamento. La compañía “Decididos de Córdoba” tenía así su “bautismo de fuego”, queriendo trazar con su denominación una línea de continuidad con las guerras de independencia contra los españoles. Ledesma había sido promovido a jefe del comité militar de Córdoba con el grado de Capitán (“Capitán Pedro”) en la reorganización partidaria que acomete Santucho desde su regreso al país y con esta operación se abría una nueva etapa en el desarrollo militar del ERP. 

Tras la breve tregua mantenida de hecho con el gobierno de Héctor J. Cámpora (1973), la organización retoma la actividad armada contra la creciente derechización del gobierno de Juan D. Perón (1973-1974). Muerto éste, el 11 de agosto de 1974 Ledesma dirige el ataque a la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de Villa María (Córdoba), obteniendo armas y pertrechos, y tomando como rehén a su subdirector, el Mayor Argentino del Valle Larrabure, aunque con varias “bajas” para el ERP. Tras fracasar en el intento de canjear su liberación por la de los presos políticos, en noviembre el ERP informaría que aquél se habría ahorcado, mientras el Ejército sostendrá que había sido estrangulado. 

Luego de la muerte de Antonio Fernández, Ledesma es incorporado al buró partidario en su reemplazo, siendo ya responsable político de la Regional cordobesa. A la par de la consolidación del poder de José López Rega en el gobierno de Isabel Perón (1974-1976) y de la intensificación del accionar parapolicial de la Triple A, la dirección del PRT-ERP tiende a la consideración de sus comandos como “ejército beligerante”, de modo que se aplicaran las leyes de la guerra (y avalando también la idea de Santucho de la existencia entonces de un “doble poder”). 

El domingo 13 de abril de 1975 Ledesma dirige con éxito la toma del batallón de Arsenales 603 “San Lorenzo” del Ejército, en la localidad de Fran Luis Beltrán (Gran Rosario, Provincia de Santa Fe). Después de un tiroteo en el que mueren dos militares y dos guerrilleros, Ledesma logra retirarse con un importante arsenal secuestrado.

El 26 y 27 de julio de 1975 participó de un Plenario del Comité Central del PRT, que se denominó “Vietnam Liberado” (en homenaje a la reciente toma de Saigón por el Vietcong). Allí se resolvió formar el Batallón urbano “José de San Martín” y al cierre se eligieron los treinta nuevos miembros del Comité Central. Ledesma fue elegido miembro del Buró Político en reemplazo de Enrique Gorriarán Merlo y se le otorgó el cargo de jefe del Estado Mayor del ERP con el grado Comandante (Comandante Pedro), lo que lo convertía en el número dos en la jerarquía militar de la organización.

Acompaña a Santucho en la instalación de su “centro de operaciones” en el monte tucumano, mientras en las ciudades el PRT impulsa la defensa de la democracia frente a la avanzada de los comandos parapoliciales de la Triple A. A fines de agosto debe regresar con Santucho a Buenos Aires hasta lograr refuerzos, luego de que el ejército descubriera la base guerrillera. 

Mientras planeaba junto a Santucho el ataque al Batallón Depósito de Arsenales 601 “Domingo Viejobueno” de Monte Chingolo, Ledesma y su compañero de militancia Ricardo Elías Abdón fueron atrapados por un comando del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) el 6 de diciembre de 1975 en una casa de la localidad bonaerense de Wilde “cantada” por “El Oso” Jesús Ranier, infiltrado en el ERP como colaborador suyo, quien delataría todo el operativo y permitiría a las autoridades militares tender una trampa a los guerrilleros. El asalto al Batallón de Monte Chingolo igualmente tuvo lugar el 23/12/1975, con un trágico saldo de por lo menos 53 guerrilleros muertos.

Trasladado al Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio conocido como “Puente 12” (circuito Campo de Mayo), Ledesma fue salvajemente torturado hasta morir en los primeros días de diciembre de 1975. Tenía 25 años.

Su esposa Noemí Francisetti fue asesinada por la policía el 23 de marzo de 1976 en la localidad de San Isidro y sus restos enterrados en una fosa común de la localidad de Longchamps. Tuvieron un hijo, Ramiro Ledesma, nacido en 1973, que se crió con sus abuelos maternos. La pareja había tenido otro niño, Guillermo Antonio Ledesma, fallecido a los 11 meses en las duras condiciones de clandestinidad en que vivían sus padres.