MESCHI, Alberto

Albañil y asistente carpintero, periodista autodidacta. Se unió desde niño a las organizaciones obreras de La Spezia. En 1905 emigró a Argentina donde continuó su labor sindical durante cuatro años. Cuando a comienzos de 1907 el diario anarquista La Protesta ensanchó su formato y amplió sus páginas inaugurando una sección en italiano, la redacción estuvo a cargo de Roberto D’Angiò con la cooperación de Alberto Meschi y de Aristide Ceccarelli. Colaboró también en Luz al Soldado. Periódico anti-militarista (Buenos Aires, 1907-1914) y en La Organización Obrera, organo de la FORA, fundado en 1901. Paralelamente, fue corresponsal desde Argentina de los periódicos italianos L’Alleanza Libertaria (Roma, 1908-1911) e Il Libertario (La Spezia, 1903-1922), así como de La Battaglia (São Paulo, 1901-1912).

La represión y estado de sitio que le siguieron a la muerte del Jefe de Policía Ramón L. Falcón (14/11/1909) sirvió de pretexto al gobierno argentino presidido por José Figueroa Alcorta para llevar a cabo una persecución contra el movimiento anarquista. Es así que siete años después de promulgarse la Ley de Residencia (noviembre de 1902) que autorizaba al poder ejecutivo a expulsar del territorio argentino a los extranjeros que perturbaran el “orden social”, el nombre de Meschi aparece en los listados de activistas a quienes el gobierno argentino aplicaba la pena de deportación. Con cuatro años de residencia en el país, fue acusado en el decreto del 24/11/1909 de “peligroso para el orden público” por “su conducta habitual” según nota elevada por la Jefatura de Policía de la Capital. Expulsión corroborada en la lista provista por la revista Ideas y Figuras en enero de 1910 (Ideas y Figuras, Montevideo, n° 23, 11 de enero de 1910).

Una vez en Italia, participó como propagandista libertario en algunos mítines celebrados en Lunigiana. En julio de 1911 fue convocado a dirigir como secretario provisional la Cámara del Trabajo de Carrara, poniéndose al frente de las luchas de los canteros apuanos y de los trabajadores de Versilia y logrando la convergencia de la corriente libertaria y la socialista. Uno de sus primeros éxitos fue la huelga de picapedreros de 1911. Realizó también actividades periodísticas, dedicándose a la publicación de Il Cavatore (Carrara, 1911-1922), periódico sindical. Colaborador habitual de Il Libertario de La Spezia, trató en sus páginas temas muy diversos, desde las experiencias del anarcosindicalismo francés y del movimiento obrero argentino hasta cuestiones literarias y estéticas, combatiendo con ardor el futurismo. Sus restos están enterrados en el Cementario de Turigiano.

Soldado durante la Primera Guerra Mundial, terminó prisionero en los Cárpatos. Al final del conflicto bélico retoma a Carrara, pasando a formar parte del Consejo General de la Unión Sindical Italiana. Uno de los logros de este período fue la conquista de la jornada de seis horas de trabajo para los mineros de Luni.

Con el advenimiento del fascismo, la Camara del Trabajo quedó en manos de la derecha y Meschi huyó a Francia en mayo de 1922. En París se afilió a la Fédération du Bâtiment de la CGT y participó activamente en la vida del grupo anarcosindicalista “Pietro Gori” que promovió, tras el atentado a Matteotti, un comité de acción interpartidista al que se unieron socialistas, republicanos y anarquistas. Meschi estuvo entre los fundadores de la Concentrazione Antifascista y la Liga Italiana por los Derechos del Hombre. También colaboró con las revistas La Voce del Profugo e Il Momento que dicho grupo publicó entre 1923-1924 y 1938-1945.

En agosto de 1936 cruza los Pirineos con otros anarquistas italianos rumbo a la España de la guerra civil. Formó parte de la Columna Rosselli que combatió en la Batalla de Monte Pelado, pero por problemas de salud debió regresar en diciembre a París. Colabora con el periódico Guerra di classe. Regresó a España en 1938 y asistió a la derrota de las fuerzas republicanas. Cuando ingresó a Francia fue caputrado e internado en el campo de concentración de Noé, en el Alto Garona, donde permaneció hasta 1943. En esa época escribió su diario, Guerra e sindacalismo, fruto de su internamiento en el campo, que permanece inédito.

A finales de 1943 regresó a Italia después de una audaz huida y, tras la Liberación del 25 de abril de 1945, fue designado por el Comitato de Liberazione Nazionale para dirigir la Cámara del Trabajo de Carrara, que ocupó hasta 1947. A partir de diciembre de 1945 y casi hasta su muerte sostuvo una segunda época del periódico Il Cavatore (Carrara), propugnando las políticas sindicales unitarias.

Meschi permaneció durante décadas en la memoria de los trabajadores apuanos. Gracias a su labor al frente de la Cámara del Trabajo el gremio de los marmolistas conquistó en los años de posguerra la reducción de la jornada laboral desde las 12 hs iniciales a las 6,50 hs. En 1965 el pueblo de Carrara erigió un monumento escultórico a Meschi. Lleva el título de “Cararia”, nombre latino de Carrara y representa a Meschi en el centro de la escultura, en actitud fraternal y firme de defensa de un grupo de canteros, acompañado de niños y de una mujer que rodean al líder sindical. En la base, una inscripción recuerda las mejoras conquistadas por la Cámara del Trabajo de Carrara bajo la dirección de Meschi: canteros, jornada laboral de 6 horas y media; mineros, de 6 horas.

Dice la inscripción: “Que nadie olvide / que este mármol turbulento / lleva el nombre de libertad, hermandad y fe de \ Alberto Meschi \ anarquista y sindicalista \ constructor de tiempos mejores \ magnífico trabajador entre trabajadores y marginados \ corazón abierto a las heridas del hombre y de la sociedad \ que ha conquistado para los canteros y los mineros \ la reducción de la jornada \ en nuestras tierras \ y para los puros el amanecer de su honestidad \ irradia desde aquí un sol que nunca verá caer \ el pueblo de Carrara”.